miércoles, 1 de abril de 2009

¿Nadie lee nuestras páginas?

Hace tiempo, no mucho, cometimos un error en una página que no tenemos la mínima intención de desvelar. Un error grave, tal vez de los peores que se puedan cometer porque supuso, nada más y nada menos, que no pudiera leerse el artículo a pesar de que a simple vista todo pareciese correcto, atractivo incluso para los amantes de las siluetas. Y es que precisamente fue la parte que se supone y desea transparente de una silueta la que apareció impresa en color blanco, tapando así una parte muy importante del texto, tanto que lo hacía ilegible por completo. Tenemos que apresurarnos a añadir que la culpa no es exclusiva de los maquetadores en este triste sucedido porque en el proceso están involucrados, además de nosotros, los departamentos de produccción ("talleres", para los nostálgicos), los propios redactores y la sección correspondiente que son los responsables de su texto final, e incluso la mesa de redacción, último filtro que da el visto bueno definifivo a cada página. Pero no es eso, no queremos repartir culpas y buscarnos excusas por errores cometidos (cada uno tenemos una parte), de lo que queremos hablar. Es otra cosa...

Luis Blasco y yo nos quedamos horrorizados al verlo. Pálidos. Y callados. Todo aquel aciago día estuvimos callados, cruzándonos miradas de complicidad... y acojone. Porque en los días precedentes a aquel error de hace ya un tiempo (hasta hoy no hemos podido hablar de ello, coño) se sucedieron varias broncas por detalles de acabado en algunas páginas, con la queja añadida del propio director a quien se le había quejado a su vez algún colaborador descontento con la fotito que acompaña su firma. Si aquello era motivo de reprimenda, y no decimos que no tuviera que serlo porque los detalles y el acabado son un elemento fundamental en el diseño periodístico, gráfico o del tipo que sea, por esto último de lo que por primera y última vez hablamos hoy nos pondrían directamente de patitas en la calle... ¡con la que está cayendo y nosotros dándoles motivos!

Nos quedamos callados, pues, como las ratas cobardes que en el fondo somos. Bueno, en el fondo y en la superficie. Y pasó un día, y nada. Y otro día, y nada. ¿Has oído algo?, nada. Y otro día más y nada. ¿Te han dicho alguna cosa? Nada, nada, nada... hasta que en uno de los blogs sobre diseño periodístico apareció reseñada la puta paginita. ¡Precisamente esa! ¡La madre que nos diseñó! Ahí estaba, a la vista de todos... ¡para ser elogiada! Por su forma y ¡por su contenido! Su interesante artículo ¿? Tuvimos que reírnos, Luis y yo, después de otro cruce de miradas, esta vez incrédulas. Reírnos por no llorar ya que nadie, absolutamente nadie, pero nadie fuera ni dentro ni lector ni crítico ni jefe ni amigo o enemigo, nadie, nadie, nadie parece reparar en los textos de las páginas que hacemos, en el contenido de los artículos que es el fin último de nuestra puesta en página. Y eso sí que es, o nos parece, muy grave y desalentador de cara a este futuro incierto que más que esperarnos nos amenaza desde donde quiera que esté. Mucho más grave que incluso haber cometido un error grave, que para nosotros supone sobre todo redoblar nuestro esfuerzo diario por el control de calidad de las páginas que hacemos incluso para que nadie las lea. O sí. Y es que algo en nuestro interior nos hace creer que es imposible que nadie lea nuestras páginas.

"Periódico" (1994), de Jochem Hendricks. Líneas que siguen los ojos de quien lee una página de un periódico digitalizadas y después dibujadas en papel prensa del mismo tamaño (vía NewZion). ¿No hay ojos ya que sigan estas líneas?

11 comentarios:

Diego dijo...

Fallos se nos cuelan a todos. Yo me dedico al noble arte del cierre y alguna que otra vez, tras ver el periódico por la mañana, me he pasado el día mirando de reojo al teléfono, a ver si suena, a ver cuándo llega la bronca... Y resulta que no llega. Los pajaritos cantan, las nubes se levantan, y todos son felices en el país de la piruleta. Nadie se dio cuenta. Y claro, ese día respiras aliviado. Pero en el fondo... es bien triste... porque si eso no se ve, significa que multitud de detalles en los que invertiste un montón de tiempo no se ven tampoco, y nadie los valora.
Pero bueno, ese tobogán con subidas y bajadas en el que vivimos a veces es también parte del encanto, ¿no?

Borja Ventura dijo...

Interesantísima esta crónica de fútbol.

xD

Ahora en serio, todos cometemos errores... y los jefes muchas veces echan broncones por cosas pequeñas, pero de las cosas grandes dicen menos porque dan por entendido que son obvias y que suficiente esfuerzo se hará para que no vuelva a pasar. Alguna vez lo he visto...

Luis V dijo...

Yo también tengo unos cuantos de miles de cierres a mis espaldas y, la verdad, es que he visto publicado patones de todos los colores. Algunos por mi responsabilidad, por un exceso de confianza o por motivos ajenos a mí. Es cierto que te caen broncas por muchas cosas y cuando pasan otras que te hacen mirar todo el día la móvil para ver la que se avecina... silencio. De todas formas creo que las broncas más gordas que caen son las que cuestan dinero al periódico, es decir, los errores publicitarios. El resto de errores son cada vez más 'perdonables'.

Nacho Arbalejo dijo...

¿Y qué página fue?

Mariano dijo...

A todos nos ha pasado. Cuanto más gorda es la cagada menos se nota. Y luego te abroncan por la mayor tontería... o incluso por cosas correctas. Pero lo que de verdad me ha llamado la atención es el "Periódico" de Jochem Hendricks. No lo conocía y me parece interesantísimo. ¿Se puede ver desplegado en alguna web? ¿Está publicado en algún sitio? ¿Cómo se puede conseguir?

Mario Benito dijo...

Jochem Hendricks es un artista alemán y esta obra es de 1994. Está hecha sobre un modelo del "Frankfurter Allgemeine" (formato, papel, etc.) y desconozco si se publicaron o vendieron los ejemplares que hizo, o si hay algún libro sobre ello. Esta es la web del artista (con el enlace a esta obra en concreto donde puedes ver varias fotografías)

http://www.jochem-hendricks.de/englisch/w_zeitung/non_index.htm

Un saludo

Alfredo dijo...

De acuerdo completamente con Luis V, las páginas de redacción en realidad son el relleno de la publicación, lo importante verdaderamente es que los anuncios sean pagados. Qué triste es la realidad a veces.Si hubiera sido un publi enseguida os habrían llamado. Errores los cometemos todos, menos los que no hacen nada.

Anónimo dijo...

Joer a mi esta semana se me ha colado un titularcillo de texto falso. Supera eso.

Pero verlo lo vieron, y colgado esta en el tablon de las verguenzas

Paco Núñez dijo...

Hoy, jueves 2 de abril, en la página 48 de El Mundo Valencia, correspondiente a la sección Deportes, aparecen las dos noticias principales sin subtítulo y con el hueco en blanco. Además, en la segunda noticia en importancia, la foto es totalmente negra.
Mis alumnos se lo están pasando muy bien. Un saludo.

Yols dijo...

Una página muy grande fue una de hace más o menos un año en la sección de comunicación que salió con todo el texto falso (creo que la comentó hasta Buenafuente) pero no sé si fue en toda España. Eso lo maquetais en Madrid o en redacción Cataluña?

Alfonso de Tomás dijo...

Lo primero es solidarizarme con vosotros.
Pero que queréis que os diga... yo creo que fue peor un gazapo que se me coló en la portada de un folleto de varias páginas de un conocido sindicato español. El fallo es que llevaba una "o" de más. El asunto es que nos dimos cuenta en la imprenta donde yo trabajaba cuando ya estaba entregado el trabajo (en ese momento también nosostros nos convertimos en ratas). Y hasta el momento el cliente no ha dicho nada... Todavía estamos esperando la fatídica llamada (han pasado varios años)

En este caso todo el mundo leyó lo que no estaba escrito.