viernes, 9 de abril de 2010

Ladillo, D.E.P.



Estamos de luto porque una de las consecuencias indeseadas, y no previstas, en el rediseño de nuestro periódico ha sido la práctica desaparición de nuestro querido ladillo. Se ha ido, sin casi hacer ruido, silenciosamente, sin rechistar.

Como bien dice el Comité de Expertos encargados de la redacción del Diseñario, ladillo es el "pequeño epígrafe que se inserta en el texto y sirve para situar al lector ante lo que se le avecina. Suele destacarse tipográficamente o con un cuerpo mayor. Pertenece a un segundo nivel del lectura, ese que se alcanza sólo cuando profundizamos en el texto. Su utilidad, aparte de informativa puede ser estética, puesto que los ladillos contribuyen a aligerar los textos largos, y se agradecen profundamente cuando nos enfrentamos a varias columnas seguidas de texto". Todo un clásico del periodismo y los periódicos.


Un ladillo.

Pero sucede que en los nuevos modelos de páginas hay muchos más elementos que antes con esa misma doble función, informativa y estética para aligerar la sensación de "plomo" en las columnas. Sumarios, sumarios dobles y hasta triples, pequeños destacados con fondos de color al ancho de columna natural, o con un ancho mayor "mordiendo" las columnas de texto, apoyos en negrita y justificados en bandera que en ocasiones también practican el abordaje de las columnas vecinas, llamadas a la web con su formatito especial, llamadas al nuevo Orbyt (la web de contenidos "premium" de pago), fotos que también dan mordisquitos a las columnas... tantos, que no queda apenas espacio para colocar un sencillo y noble ladillo. Colocarlo rompería, todavía más, el ya de por sí truncado ritmo de lectura.

Nuestro querido e inseparable titulito, que tantas veces nos salvó de un ladrillazo, ahora ha quedado relegado, únicamente, para aligerar noticias secundarias a una columna, y sólo cuando esa columna va de arriba hasta abajo de la página.


Varias páginas en las que el ladillo ha sido sustituido por otros elementos.

Descanse en paz, hasta siempre ladillo... o hasta el nuevo rediseño. Que en esto del diseño periodístico nunca conviene enterrar nada del todo porque existe la resurrección y damos fe de ello. Mientras tanto, si sucede lo mismo en vuestro periódico, podéis imprimir la esquela con la que abrimos este post y colocarla en la pared del departamento de diseño como estamos haciendo nosotros ahora mismo.


Mario Benito / Luis Blasco

2 comentarios:

el mejillon suicida. dijo...

El Ladillo, "ese gran desconocido".
D.E.P.

Como siempre, los mejores se van sin llegar a ser reconocidos...

Os acompaño en el sentimiento.

Mario Benito dijo...

Gracias, lo estamos pasando muy mal...