miércoles, 28 de septiembre de 2011

Modelo ¿único?

Es una sala de espera, de la que poco a poco va saliendo alguno para no volver, y en la que fumamos esperando. Desesperamos esperando ese "modelo único", la flauta que suene para seguir todos los demás al flautisa que al final nos salve... pero lo que llega es un cartel de prohibido fumar y la recomendación de que o nos movemos un poco o nos va a dar un infarto de tanto estar en el sillón, sentados, fumando, quietos, esperando.

No tardó mucho, comenzó a su hora la conferencia del profesor Fabrizio Pini, del Instituto Politécnico de Milán, a la que asistimos hace unos meses en esa ciudad del norte de Italia en un día desapacible y muy frío, sobre distintos modelos de medios de comunicación. Analizó con brevedad, concisión y claridad —¿recuerda alguien aquello?— dos propuestas tan distintas como The Daily de Rupert Murdoch, "un medio cerrado que sólo se distribuye a través de un canal"; frente a lo que denominan newsbrand (marca de calidad sobre contenidos informativos, podría ser una traducción aproximada) noruega del Aftenposten, "que te acompaña durante todo el día a lo largo de distintos productos", periódico impreso, productos para el iPad, para la web, para móviles... "unos de pago, otros financiados con publicidad, de manera que en realidad ningún contenido es gratuito".




Aunque el profesor Pini no manifestara de manera directa cuál de esas dos propuestas tan opuestas le parece más acertada, "si yo supiera qué va a pasar, o cuál es el modelo de negocio para la prensa... créanme, no estaría aquí ahora hablando con ustedes", su manera de exponer mostraba su preferencia implícita por el modelo que "potencia una marca sin renunciar a ninguna de sus posibilidades, haciendo que se refuercen unas a otras. Para ello hay que diseñar lo nuevo en función de lo nuevo y no a partir de lo viejo".



Esperamos un poco, y aquel mismo día por la tarde en Milán pudimos escuchar a Andrea Monti, director de La Gazzetta dello Sport, uno de los periódicos deportivos más importantes del mundo, que también ha configurado su "modelo de negocio", de enorme éxito empresarial hasta ahora, como una newsbrand. Monti, un periodista de los que merece la pena escuchar, de lo primero que nos habló, con revencia y una voz grave y casi tan poderosa como el diario que dirige, fue de sus maestros (inaudito, ¿verdad?, acostumbrados como estamos en esta España nuestra a oír a tanto experto, y triunfador hablar sólo de sí mismo).

Y habló de su página web, claro, y de la aplicación para iPad, y de la tienda online, y de Gazzetta TV, y de los eventos que organiza La Gazzetta —Giro de Italia, incluido—... de todo ese universo de 360º como lo llaman los gurúes, pero incidiendo muy especialmente en su punto central, el diario en papel. "Habrán escuchado hablar de último ejemplar impreso de The New York Times, ¿verdad?", nos dijo no en volumen sino en tono de bajo y con una media sonrisa; "pues cada vez que lo oigo recuerdo la nota que envió Mark Twain a un periódico que había publicado su muerte en la que les decía, tan sólo, que aquello le resultaba 'un poco exagerado'". Porque para Monti, el periódico "es el elemento que nos da fuerza y credibilidad de marca (...), lo que da sentido y razón de ser a todo lo demás. Es lo que somos".


Me pongo malísimo en el avión. Después de esperar más de una hora en el control de seguridad y de correr por una terminal que nunca terminaba, horripilante y caótica, el avión tarda más de dos horas en salir y en la sala de espera tan sólo de te dicen que esperes. Despegamos por fin y el piloto decide volar muy rápido para recuperar el tiempo perdido, pero al llegar a Barajas no tiene pista para aterrizar y tenemos que esperar en el aire, dando vueltas... que si las capas de la atmósfera y las turbulencias, que si la presión me destroza los oídos y a nadie más parece afectarle, el asiento de delante tan pegado parece acercárseme cada vez más y me asfixio, paren esto que yo me bajo... vuelvo a ponerme malo de sólo recordarlo.

Leíamos El Mundo en la aplicación de Orbyt para el Ipad en el catastrófico aeropuerto de Malpensa, eso sí. Otra posibilidad, otro modelo. Que se beneficia en este caso de una escuela de diseño periodístico que lleva evolucionando desde que nacieron los periódicos, estructurando la realidad que queremos contar con orden y jerarquía a la vez que se confiere de identidad a las páginas, porque son las páginas del periódico las que se ofrecen en este quiosco virtual.



Páginas "enriquecidas" con contenidos adicionales imposibles en el papel como es el caso de los vídeos; y con la posibilidad de lanzar también ediciones especiales del periódico ante acontecimientos extraordinarios, como hicimos en el caso de la muerte de Bin Laden, el 2 de mayo de 2011, la primera vez que se ha hecho algo así en la prensa, que nosotros sepamos. Los enormes costes de impresión y distribución disminuyen con esta manera de publicar posibilitando así un precio menor del periódico, sí se trata del periódico, a los lectores.



Dicho así podría parecer que se trata DEL modelo... pero es en realidad UN modelo. Que cuando intenta tan sólo imitarse ofrece como resultados siempre algo peor. Y no es por que se trate de nuestra competencia, que también, pero comparar las páginas sin ningún contenido añadido (ni vídeo, ni nada) de Kyoskoymas, el "quiosco digital" de Prisa en el que ofrece El País junto a otras muchas publicaciones, ¡cortadas por debajo! porque no dan la proporción adecuada en la pantalla de un iPad, todo ello en una interface ciertamente pobre, muestra claramente que EL modelo, o UN modelo, o CUALQUIER modelo, necesita como requisito primero y fundamental... creer en él.

El mencionado director de La Gazzetta nos señaló las enormes diferencias que podían tener en su desarrollo nuestros periódicos y sus periódicos italianos en internet... por el mero hecho del idioma. "El italiano no se habla más allá de nuestra península... mientras que el español de ustedes se habla en todo el mundo. Tienen que aprovechar esta circunstancia". ¿Cómo vamos a tener entonces el mismo modelo? ¿Y cómo, a su vez, vamos a tener nosotros el mismo modelo que los medios en inglés?, que también se habla en todo el mundo pero cuyas gentes y sociedades se parecen bien poco a las "nuestras".

Manuel Castells menciona como características comunes a los medios de comunicación en nuestra sociedad actual, que él denomina "sociedad red", la "globalización", pero a la vez el "carácter local". Una combinación adecuada que aflore de esta dialéctica global/local es lógico pensar que sea única para cada uno de los medios, lo que llevaría a descartar un modelo único. Existen características comunes que deben tener los medios de comunicación que quieran sobrevivir, independientemente del "modelo de negocio" de cada una de ellos, como bien nos explica el profesor Ramón Salaverría, director de Proyectos Periodísticos en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, a quien siempre conviene leer: "El papel de los periodistas como interpretadores de la realidad es algo que sigue siendo plenamente vigente, y ahora más que nunca. Ante tal polución informativa, si no disponemos de profesionales que nos sepan explicar qué está pasando día a día, minuto a minuto, en muchas casos nos podemos sentir desorientados", nos dice; y añade: "Tendrán éxito los que aporten originalidad". Los que ofrezcan un valor añadido.




Die Zeit, semanario alemán que triunfa a contracorriente, uno de los pocos productos en papel —junto a The Economist— que a presar de crisis generales y particulares crece, lo hace utilizando una fórmula curiosa. Su director, Giovanni di Lorenzo, declaró en una entrevista que os enlazamos en su momento que encargaron a varios consultores qué estrategias seguir de cara al futuro y una vez con los resultados en la mano... hicieron exactamente lo contrario. Más texto, más profundo, artículos de fondo, más lectura en definitiva a pesar de que nos vengan diciendo desde hace años que los textos deben ser más pequeños y las imágenes más grandes. Pero ¿no son los periódicos un producto destinado específicamente para lectores?, nos recordaba con ironía e inteligencia el periodista Enric González en otra entrevista que no tiene ni una palabra de desperdicio. Y ese modelo de más lectura que parece funcionar en Alemania o en Inglaterra... ¿serviría en España? ¿Tienen algo que ver sus índices de lectura, a lo largo de la historia, con los nuestros? ¿Es EL modelo, o es SU modelo? Porque si ahora se trata de buscar el famoso nicho de lectores (300.000 ejemplares de un periódico en nuestro país, que supera los 45 millones de habitantes, es un éxito absoluto), hacer un producto dirigido a una elite, lo cierto es que en España no hacemos otra cosa desde... que existen los diarios, los libros, los manuscritos y hasta las pinturas rupestres.

Encontramos incluso casos como el de The Guardian en el que EL modelo goza de un mayor consenso: periodismo de calidad, posiblemente el mejor diseño periodístico del mundo, una web de acceso gratuito en el mejor idioma para lograr millones de visitas de todos los países del planeta... Parecen hacerlo todo bien... y sufren pérdidas que crecen de año en año superando los 40 millones de euros en su último ejercicio. Tal vez aquí suceda lo contrario y EL modelo, el que parece ser mejor para todos, lo sea para todos pero no para ellos, no sea SU modelo. Aunque no se quedaron esperando, sentados, quietos... y eso sí que sea un modelo a seguir.

Levantémonos entonces de la sala de espera, aunque resulte imposible siquiera no ya saber qué viviremos en el futuro sino conocer y vivir el presente, o saber lo que somos, como parece insinuarnos Pedro G. Cuartango, maestro de lo que podríamos llamar periodismo filosófico. Antes de que nos llamen por la única puerta del modelo único por la que vemos pasar de vez en cuando a uno de nosotros camino del fin del camino.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Maquetar deportes... cuando no eres un diario deportivo (II)

Maquetar la información deportiva en un periódico supone un doble reto: el de estar, por un lado, a la altura de una información diferente que te pide un plus de intensidad, una expresividad mayor que en el resto de las secciones... y por otro lado el reto del que los maquetadores nunca debemos olvidarnos: cuidar la valoración, la unidad... En definitiva, la identidad del periódico. Deportes, espectacular y contundente, no deja de ser una sección más dentro del ritmo natural del periódico.

En esta entrega hablamos de los elementos que confieren una marcada identidad propia a la información deportiva. En este caso nos centramos en la tipografía, uno de los rasgos más característicos de la información deportiva en prensa.




La toma de imágenes corresponde a nuestro compañero de blog, Quique Falcón, y la edición del video a Javier Vidal.

El próximo lunes, la tercera entrega de Maquetar deportes... cuando no eres un diario deportivo (I)

Entregas anteriores:
">Maquetar deportes... cuando no eres un diario deportivo (I)

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Periodiquerías (XXXVIII)






Florencia (Italia, 2011) / Elena Costa





Split (Croacia, 2011) / Nuria López





Kaunas (Lituania, 2011) / Fernando Martín




Enviadnos fotos de vuestras "periodiquerías" antes de que todas sean iguales y se llamen iPad. Fotografiad esos lugares en los que todavía se venden periódicos, y las publicaremos en esta serie. Si queréis.



Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima
Periodiquerías (XVII): Hollywood (Los Ángeles - USA)
Periodiquerías (XVIII): Cagliari (Cerdeña - Italia) - São Paulo - Parlamento Europeo (Bruselas)
Periodiquerías (XIX): México DF - Salzburgo - Buenos Aires
Periodiquerías (XX): Milán - Punta Arenas (Chile) - Cannes
Periodiquerías (XXI): Londres
Periodiquerías (XXII): Xian (China) - Assilah (Marruecos) - Bergen (Noruega)
Periodiquerías (XXIII): Damasco - Washington - Turku (Finlandia) - ¿Monumento al lector de prensa? Tampere (Finlandia)
Periodiquerías (XXIV): El Vaticano - St. Ives (Reino Unido) - Harvard (Estados Unidos)
Periodiquerías (XXV): Denia (España) - Seúl - Nápoles
Periodiquería de la Paz (XXVI): Pekín
Periodiquerías (XXVII): Como (Italia) - Oporto - Plasencia (España)
Periodiquerías (XXVIII): Pretoria (Sudáfrica) - Manchester - Aeropuerto de Heathrow (Reino Unido)
Periodiquerías (XXIX): Guayaquil - Valladolid - Avilés
Periodiquerías (XXX): La Habana - Aeropuerto de Ezeiza (Argentina) - Getafe
Periodiquerías (XXXI): Algeciras - Zamora - Gijón
Periodiquerías (XXXII): Melbourne - Ágreda (Soria) - Oviedo
Periodiquerías (XXXIII): Maranello (Italia) - Llanes (España) - Antigua Venta de Almadrones (Km. 103 de la Autovía A-2 Madrid-Barcelona, España)
Periodiquerías (XXXIV): Oslo - Huesca - Ribadesella (España)
Periodiquería del 15-M: Periodiquería 15-M (Puerta del Sol, Madrid, España)
Periodiquerías (XXXV): Atenas - Puerto de Mazarrón (España) - Aínsa (España)
Periodiquerías (XXXVI): Béjar (España) - Valencia - Jávea (España)
Periodiquerías (XXXVII): Montegordo (Portugal)

lunes, 19 de septiembre de 2011

Maquetar deportes... cuando no eres un diario deportivo (I)

El pasado mes de marzo tuvieron lugar las XIV jornadas de diseño en el CEU: la gráfica en el deporte, organizadas por nuestra querida Laura González, maestra de periodistas en el CEU de Madrid. En esta edición encajabaja ha tenido el honor de participar entre los ponentes (tal y como hiciera el año anterior con la conferencia de Mario Benito 'Maquetar es informar 2.0') con la conferencia: "Maquetar deportes... cuando no eres un diario deportivo". En ella, nuestro compañero de blog Javier Vidal, jefe de sección de diseño de EL MUNDO, explicó al público asistente en el salón de grados de la Facultad de Periodismo del CEU las peculiaridades que posee la información deportiva con respecto a otro tipo de informaciones, más incluso si se trata de un periódico generalista. Su charla tomó todo su sentido al haber abierto las jornadas en la sesión anterior Jose Juan Gámez y Bruno Sáez, director de arte y jefe de sección de MARCA.

La información deportiva habla de esfuerzo, de hazañas, de triunfos y de fracasos, de héroes. El deporte es puro sentimiento. ¿Cómo se editan las páginas cuando la información es tan emocional? Hay que medir mucho el contenido para no caer en la tentación de perder la referencia de donde se está publicando. En este caso no somos un periódico deportivo, somos un diario nacional generalista. Pero la prensa siempre ha sido consciente de la importancia de la información deportiva en sus páginas. Es una de las secciones clave en un periódico. CItando al gran Javier Marías en su imprescindible libro Salvajes y Sentimentales, la información deportiva es una información "que quizá merezca la pena tomarse en serio".


La toma de imágenes corresponde a nuestro compañero de blog Quique Falcón. La edición del video corresponde a Javier Vidal.

Desde encajabaja queremos agradecer a Laura González y a la universidad CEU San Pablo por su enorme generosidad al contar un año más con nosotros para participar entre los ponentes de estas jornadas que son un auténtico clásico en el panorama universitario madrileño. Como periodistas y maquetadores no podemos estar más orgullosos de acudir, fieles, a esta cita anual e imprescindible.

El próximo lunes, la segunda parte de "Maquetar deportes... cuando no eres un diario deportivo"

viernes, 16 de septiembre de 2011

Periodiquerías (XXXVII)

Hasta en el sitio más insospechado se venden periódicos. Pero la periodiquería que os ofrecemos hoy lo supera hasta el punto de merecer una entrega especial en solitario. Nuestra compañera del diario El Economista, Ana Berrón, buena amiga y algo más para algún miembro del equipo, supo ver esta periodiquería-peluquería en el sur de Portugal y rápidamente la fotografió para nosotros y vosotros. ¿Pensó el dueño del local que su peluquería es realmente el mejor lugar para vender periódicos y revistas en vez de dejarlos gratis en la sala de espera? ¿O es sencillamente una metáfora de los recortes?...






Montegordo (Portugal, 2011) / Ana Berrón




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Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima
Periodiquerías (XVII): Hollywood (Los Ángeles - USA)
Periodiquerías (XVIII): Cagliari (Cerdeña - Italia) - São Paulo - Parlamento Europeo (Bruselas)
Periodiquerías (XIX): México DF - Salzburgo - Buenos Aires
Periodiquerías (XX): Milán - Punta Arenas (Chile) - Cannes
Periodiquerías (XXI): Londres
Periodiquerías (XXII): Xian (China) - Assilah (Marruecos) - Bergen (Noruega)
Periodiquerías (XXIII): Damasco - Washington - Turku (Finlandia) - ¿Monumento al lector de prensa? Tampere (Finlandia)
Periodiquerías (XXIV): El Vaticano - St. Ives (Reino Unido) - Harvard (Estados Unidos)
Periodiquerías (XXV): Denia (España) - Seúl - Nápoles
Periodiquería de la Paz (XXVI): Pekín
Periodiquerías (XXVII): Como (Italia) - Oporto - Plasencia (España)
Periodiquerías (XXVIII): Pretoria (Sudáfrica) - Manchester - Aeropuerto de Heathrow (Reino Unido)
Periodiquerías (XXIX): Guayaquil - Valladolid - Avilés
Periodiquerías (XXX): La Habana - Aeropuerto de Ezeiza (Argentina) - Getafe
Periodiquerías (XXXI): Algeciras - Zamora - Gijón
Periodiquerías (XXXII): Melbourne - Ágreda (Soria) - Oviedo
Periodiquerías (XXXIII): Maranello (Italia) - Llanes (España) - Antigua Venta de Almadrones (Km. 103 de la Autovía A-2 Madrid-Barcelona, España)
Periodiquerías (XXXIV): Oslo - Huesca - Ribadesella (España)
Periodiquería del 15-M: Periodiquería 15-M (Puerta del Sol, Madrid, España)
Periodiquerías (XXXV): Atenas - Puerto de Mazarrón (España) - Aínsa (España)
Periodiquerías (XXXVI): Béjar (España) - Valencia - Jávea (España)

martes, 13 de septiembre de 2011

Hace diez años...

...el diario El País, y todos los demás, publicábamos páginas así. Pero hace diez años hubiera sido impensable publicar así una página


La primera página que aparecía después de la primera página del periódico del domingo, abriendo la sección de Internacional, encabezando un gran reportaje de tres páginas dedicado a conmemorar los atentados terroristas de mayor magnitud en la historia, sucecidos hace diez años... ¡con un faldón de publicidad!

"La década que alumbró el ocaso", titulan en esta página que hubiera resultado inimaginable hace diez años, hablando del contenido de su información y sin quererlo hablando también de su forma, de un diseño periodístico rendido a la crisis publicitaria. ¿Pero cómo? Si antes esta página NUNCA hubiera llevado publicidad, e incluso habría abierto como página par para ser la primera de la doble, imposible también en este caso porque la impar también es toda ella un anuncio... será porque ahora hay más publicidad, ¿no?

Pues no, es precisamente por todo lo contrario. Aunque pueda parecer una paradoja, hace diez años la abundancia de publicidad permitía que pudiéramos hacer con ella no lo que quisiéramos pero sí mucho más que lo poco o nada que podemos hacer ahora con la poca publicidad que tenemos. Podíamos abrir a toda página con un tema, o a varias páginas incluso, cuando lo considerábamos de mucha importancia; y podíamos permitirnos rechazar publicidad (incluso por criterios estéticos), o colocarla donde mejor nos pareciese porque, además, hace diez años podíamos publicar también muchas más páginas.

Hablando de escasez, las ¡6 páginas! (enteritas estas sí, y sin publicidad, lo que posiblemente obligó a llevar ese faldón a donde antes nunca hubiera llegado) de publirreportaje con formato de entrevista a Rubalcaba tampoco ayudan, o más bien ilustran a la perfección "el ocaso".



Hace diez años a un impertinente módulo de publicidad —ese auténtico dedo en el ojo que es el temido 2 por 2— no se le hubiera permitido, ni a él se le habría ocurrido, arruinarnos, en este caso a nosotros, una magnífica apertura de Cultura trabajada con días de adelanto y mucho talento...


...y modificada en un más difícil todavía con enorme profesionalidad por nuestra compañera de sección Esmeralda Sáez, autora también de esa primera gran versión.


Hace diez años hablábamos con aires de superioridad descalificando esas promociones que tantos periódicos nos hacían vender y tantos sueldos y buen periodismo permitían a cambio. Y ahora, si nos dicen que el enésimo curso de esperanto, o el ajuar con el escudo de su equipo "parece que no van mal" se nos abren los ojos como platos y sentimos una sensación desconocida, y agradable. "¿De verdad?, ¿no joooodas?".

Hace diez años comenzaba un siglo del que esperábamos tiempos mejores, mucho mejores, después de un siglo XX de guerras mundiales, genocidios en Europa perpetrados por los pueblos "más cultos", armas nucleares y crisis económicas de las que supuestamente habíamos aprendido, además de adelantos tecnológicos inimaginados por quienes vivieron antes. Pero comenzó con aviones de pasajeros estrellándose contra las Torres Gemelas de Nueva York para llenar de miedo el mundo, de guerras con un coste incalculable en vidas y en recursos económicos, una de las causas que impiden la recuperación económica de una crisis en la que parecemos atrapados sin salida. "En los costes de la guerra para Estados Unidos calculados hace tres años", escribe el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, "la cifra conservadora osciló entre 3 y 5 billones de dólares. Desde aquel entonces, han aumentado todavía más".

Hace diez años éramos más jóvenes y aunque sólo fuera por eso parecíamos tener más futuro, o menos incertidumbre. Después de diez años, El País titula "la década que alumbró el ocaso" y un faldón de publicidad arruinando la página que abre el periódico parece darles la razón.


[Actualización]

Nuestro amigo Jordi Catalá, de El Periódico, nos envía esta imagen en la que también ha tenido que "tragar" con la publicidad. Ese pequeño anunció le obligo a replantear y reordenar el gráfico que iba a doble página  para "adaptar las piezas a una nueva geometría". Pero como él mismo nos cuenta, ese "pequeño recuadro travieso" es lo que nos da de comer... aunque a veces el precio a pagar es un poco alto, desde el punto de vista del diseño.


sábado, 10 de septiembre de 2011

11-S: in memoriam

Precisamente hoy, hace diez años, el mundo cambió. El cielo lloró aviones y en todo el planeta llovieron lágrimas de impotencia. A través de las pantallas de televisión vivimos incrédulos lo que parecía una película, una pesadilla, algo irreal... Aquel día cambió todo. Muchos nos sentimos útiles por primera vez en una redacción aquel día, otros encontraron la noticia que llevaban toda la vida queriendo contar... Aquel día cambió el mundo, cuando fuimos testigos de la caída del gigante, del final de una era... y lo contamos.

Esta semana el profesor de la Universidad de Navarra y amigo de encajabaja Ramón Salaverría proponía la etiqueta #11Smultimedia para recopilar todo lo que en los medios se fuera publicando sobre el aniversario del mayor atentado del siglo XXI. En www.lavanguardia.com han estado reuniendo durante toda la semana una extensa selección de enlaces y especiales multimedia sobre el atentado del World Trade Center. Merece la pena revisar este magnífico resumen. Y éste es el resumen que hacemos desde encajabaja.

Éstas son las portadas publicadas por EL MUNDO esos tres primeros históricos días:





El año 2007, la Asociación de la Prensa de La Rioja organizó una exposición en la que se mostraban cómo habían reflejado los atentados del 11-S periódicos de todo el mundo. Como ya publicamos entonces, la muestra que quedó plasmada en el libro 11 de septiembre. 107 portadas de 30 países, editado por la propia asociación.

Además, el 13-S, este especial con las imágenes más estremecedoras se publicó a todo color:









Páginas del especial que se publicó el 12-S en edición especial y el 13-S conjuntamente con el periódico

Hoy, diez años después, Crónica llega a los quioscos con este monográfico sobre los atentados a las torres gemelas en su décimo aniversario:











Monográfico de Crónica para el décimo aniversario


Nuestro compañero de encajabaja Quique Falcón editó esta semana este video que resume el día con una contundencia que corta el aliento. Algunos momentos forman parte ya de nuestra memoria colectiva. Estamos seguros de que nunca olvidaremos estas imágenes:


Edición de video: Quique Falcón


My city of ruins fue escrita antes del 11 de septiembre. Pero cuando Bruce Springsteen la interpretó al límite de la emoción en el homenaje televisivo America: a Tribute to Heroes tomó una dimensión totalmente distinta. Se convirtió en un himno, en un canto de unión y de esperanza. Imposible no conmoverse con el homenaje de Springsteen y la E Street Band a las víctimas del atentado.



Subtítulos: Javier Vidal

En 2002 se estrena 11'09''01 pelicula compuesta por distintos cortometrajes de esa duración sobre el atentado del WTC. Éste es el brillante segmento del director francés Claude Lelouch.


viernes, 9 de septiembre de 2011

Periodiquerías (XXXVI)






Béjar (España, 2011) / Quique Falcón





Valencia (España, 2011) / Mario Benito





Jávea (España, 2011) / Luis Blasco




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Madrid - Nueva York - Sevilla
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Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima
Periodiquerías (XVII): Hollywood (Los Ángeles - USA)
Periodiquerías (XVIII): Cagliari (Cerdeña - Italia) - São Paulo - Parlamento Europeo (Bruselas)
Periodiquerías (XIX): México DF - Salzburgo - Buenos Aires
Periodiquerías (XX): Milán - Punta Arenas (Chile) - Cannes
Periodiquerías (XXI): Londres
Periodiquerías (XXII): Xian (China) - Assilah (Marruecos) - Bergen (Noruega)
Periodiquerías (XXIII): Damasco - Washington - Turku (Finlandia) - ¿Monumento al lector de prensa? Tampere (Finlandia)
Periodiquerías (XXIV): El Vaticano - St. Ives (Reino Unido) - Harvard (Estados Unidos)
Periodiquerías (XXV): Denia (España) - Seúl - Nápoles
Periodiquería de la Paz (XXVI): Pekín
Periodiquerías (XXVII): Como (Italia) - Oporto - Plasencia (España)
Periodiquerías (XXVIII): Pretoria (Sudáfrica) - Manchester - Aeropuerto de Heathrow (Reino Unido)
Periodiquerías (XXIX): Guayaquil - Valladolid - Avilés
Periodiquerías (XXX): La Habana - Aeropuerto de Ezeiza (Argentina) - Getafe
Periodiquerías (XXXI): Algeciras - Zamora - Gijón
Periodiquerías (XXXII): Melbourne - Ágreda (Soria) - Oviedo
Periodiquerías (XXXIII): Maranello (Italia) - Llanes (España) - Antigua Venta de Almadrones (Km. 103 de la Autovía A-2 Madrid-Barcelona, España)
Periodiquerías (XXXIV): Oslo - Huesca - Ribadesella (España)
Periodiquería del 15-M: Periodiquería 15-M (Puerta del Sol, Madrid, España)
Periodiquerías (XXXV): Atenas - Puerto de Mazarrón (España) - Aínsa (España)

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un debate con mucho color, o sin color

Y agotado, para nosotros. El del color o el blanco y negro en los periódicos. También para quienes los editan, ¿no? Lo recordábamos antes de las vacaciones de verano a propósito de la ¿frivolidad? de El País y su postal "histórica" en la que decidía opinar en vez de informar. Un debate que ha dejado de serlo, pero no hace tanto tiempo. O sí, porque ahora el tiempo corre tanto que el año 2005 es la prehistoria de la comunicación para los devoradores de novedades.



Por eso sigue siendo interesante, y mucho, el artículo escrito en ese año por Jesús del Olmo, profesor de diseño periodístico de la Universidad Carlos III de Madrid para la Revista Latina de Comunicación Social, titulado "La gestión del color en los diarios españoles de difusión nacional", y en el que entrevista a los entonces directores de arte de los diarios ABC (Jesús Aycart), El Mundo (Carmelo G. Caderot), El País (David García), La Vanguardia (Carlos Pérez de Rozas) y al jefe de diseño de El Periódico de Catalunya (Ricard Sans).



Con la excepción de algunos matices de fundamentalismo trasnochado sobre el blanco y negro, todos los entrevistados coinciden en que la realidad, y por tanto la información, es en color, y sólo los condicionantes ténicos han impedido que se pudiera imprimir así hasta ahora (en el año 2005 sólo El Periódico de Catalunya imprimía todas sus páginas en color, los demás lo hacían en la portada y en un número determinado y limitado de páginas interiores). La evolución en las rotativas, así como el empuje de una publicidad que demanda color y la necesidad de aumentar ventas y modernizar para llegar a un público más joven son los factores en los que todos suelen concidir para declarar que "en el futuro todos los perióricos serán en full color"... como realmente ha sucedido en estos pocos años.

El único argumento que tal vez justifique el uso del blanco y negro de manera intencionada es el condicionamiento histórico y cultural que menciona Caderot: "la prensa debe ser fundamentalmente un instrumento de análisis de la realidad, al servicio de la formación y la información. Todo lo que sea color mal utilizado, es artificial; ofrece artificios que te impiden recibir las sensaciones que ofrece un periódico, como la tinta, el texto, el mensaje, el análisis. Para eso sirve el blanco y negro. Además para estos roles, cultural e históricamente, se ha usado siempre blanco y negro. Incluso para los estudiantes que tengan veinte o veinticinco años la información todavía es blanco y negro. Me estoy refiriendo exclusivamente a la información".

El director de arte de El País relaciona directamente color con sensacionalismo, mientras que para Pérez de Rozas, Sans o Aycart la seriedad está relacionada más con los contenidos que con la forma. "La prensa es sensacionalista o amarilla en función de sus contenidos, no en función de sus formas", explica Aycart (ABC). "Son los contenidos los que clasifican este tipo de prensa. El color, no." Pérez de Rozas admite el compomente cultural del blanco y negro que, sin embargo, "quedará para la historia".



Sobre el impacto en las ventas o en el acercamiento al público joven, exponen también interesantes puntualizaciones, porque para Jesús Aycart (ABC) "lo único que acredita a un medio es la credibilidad, pero no desde el punto de vista político, sino la credibilidad desde el punto de vista informativo. Un medio que te informe. El hecho de que dé color o no es algo accesorio. Sin embargo, sí creo que va a ser fundamental en un futuro muy próximo. Vemos el color como si fuera la modernidad. Sin embargo el color no es la modernidad. La vida es en color y me da la impresión de que la modernidad va a ir mucho más ligada a la calidad del producto que al uso del color. Éste va a ser sólo uno de los factores dentro de esa calidad".

Como interesante, y preocupante, es también el punto de vista de Caderot sobre el efecto positivo del color en las ventas y en la captación de un público joven, pero sólo a corto y medio plazo. "El color", dice Caderot, "es una baza también perdida de antemano. Porque tú no puedes competir con instrumentos cuyos lenguajes se basan fundamentalmente en el color y el movimiento y que son interactivos, como las televisiones, los ordenadores, Internet y los móviles. Por eso digo que sí durante un tiempo muy corto. A medio plazo como mucho. A largo plazo ni color ni puñetas, va a dar exactamente igual. (...) Es evidente que con el color consigues atraer un poco más al público joven porque es un lenguaje común, habitual en su retina, en su memoria, (para los jóvenes, el entorno) es todo color evidentemente y no están acostumbrados a otras cosas. En ese sentido sí, con ese paréntesis muy grande de que es una engañifa para sobrevivir quince años más."



Coinciden también los responsables de diseño de los grandes diarios nacionales en que más que hablar del color sí o color no, es importante, mucho, la utilización del color. Porque no se trata sólo de imprimir así las fotografías. El color puede aplicarse, o no, a todo: infografía (fundamental), fondos, símbolos, manchetas, logotipos, elementos gráficos, incluso a las tipografías... "El color añade información", explica Carlos Pérez de Rozas, "otra cosa es que aún hay pocos diarios que sepan aplicar bien el color en sus páginas. Yo creo que el color tiene contenido y, por lo tanto, cuando un diario pasa del blanco y negro al color tiene que replantearse. (...) Por supuesto que para modernizar los diarios ahora hay que contar con el color y hay que hacerlo muy seriamente. Dar color no es coger la foto que antes se daba en blanco y negro y ahora darla en color. No. El color afecta a todo. Desde el logotipo de la publicación hasta la guía (paginación) de un diario pasando por muchas otras consideraciones. Por lo tanto (el color) sí es un aspecto que puede ayudar a llegar a los jóvenes, pero yo creo que los problemas que tiene la prensa en estos momentos se producen por otros motivos. Uno de ellos es que debe replantearse sus contenidos."

En este sentido, Pérez de Rozas, cita a Mario García en lo relativo a una tal vez necesaria vuelta atrás en la cultura visual para los periódicos, paradójicamente liderada por quienes en su momento la potenciaron: "Esta es la moda, pero yo creo que esto irá cambiando. La frase célebre de Mario García de que los diarios se parezcan más a los diarios de principio de siglo, que los diarios se parezcan más a los diarios. Mario García dice que ha habido un exceso de diseño al final de los ochenta y principios de los noventa. (...) Algunos teóricos de la comunicación dicen que los diarios se salvarán por el texto no por su imagen".



Es interesantísimo, también, como todo este artículo que estamos reseñando ampliamente, los distintos modelos de diarios en color para cada uno de los directores de arte. Qué periódicos les parecen más interesantes desde este punto de vista y cuáles consideran fallidos, aspecto éste que no revelamos para que acudáis a leer el artículo integro en el enlace que os adjuntamos al comienzo. Terminamos, eso sí, reproduciendo las rotundas afirmaciones de David García, director de arte de El País entonces, y director de arte de El País ahora, sobre qué significa para él el color en un periódico: "Un diario en color es menos creíble, menos serio y de menor calidad informativa. Yo creo que cuanto más color, menos credibilidad. (...) Yo mantengo que no da la misma credibilidad un periódico a todo color que un periódico en blanco y negro".



Para saber más sobre el color en la prensa
son imprescindibles los artículos de Pedro Pérez Cuadrado, profesor de periodistas en general y de maquetas en especial, actualmente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y antes en muchos periódicos, publicados en Visulamente.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Verano, cuando nunca pasa nada...



Primer lunes laboral del mes de septiembre. El verano ha terminado. Sentimos ser portadores de tan malas noticias, pero es así. Las cervezas en el chiringuito, los paseos por la playa, las rutas por la montaña en manga corta y las paellas de marisco a la sombra se han terminado. El verano ha muerto. Viva el verano.


Dicen que en verano, ese periodo que irremediablemente va desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto y comprende dos o tres lluvias torrenciales de por medio, nunca pasa nada. Dicen que es un época ideal para trabajar en un periódico. La tensión informativa se reduce, los políticos se esconden (más todavía, si es posible) en sus ciudades natales, los mercados están relajados y la máxima preocupación del ciudadano es el pueblo más cercano donde estén en fiestas y el precio del litro de gasolina.


Dicen también que, como los periódicos reducen su paginación de forma considerable, la carga de trabajo es menor. No puede haber el mismo trabajo con 36 páginas que con 52. Es pura matemática.

A todos los que piensan eso desde aquí les decimos: ja, ja y ja. Cuantas menos páginas más posibilidades de cambiarlas todas. Porque, además, las cosas en verano también se toman su tiempo y suelen aparecer a las horas más inoportunas. Madrugadas y barrios aledaños, por supuesto.


Este verano, el del 2011, ha sido uno de los estíos en los que más cosas han pasado. En la redacción recuerdan alguno de los años 90, en los fue tan divertido como el invierno. Pero claro, a esa edad mi única preocupación era bajar a la piscina y que mis amigos estuvieran esperándome para echar unas partidas al Hero Quest.


Pero esa época ya pasó, y ahora los veranos tienen otra pinta. La piscina sigue ahí, pero el baño de aire acondicionado y moqueta también. Y es de agradecer que pasen cosas. Porque no hay nada peor que un verano aburrido en la redacción. De verdad. Por eso nos gusta que en verano pasen cosas, no sólo por nosotros. También por los chavales que, ilusionados, vienen a trabajar en un periódico.


Y este verano ha sido movido, muy movido: acoso de los mercados; caída de las bolsas, pánico financiero en los países de la Unión Europea; reuniones de urgencia entre los presidentes para salir del hoyo; nueva caída de las bolsas; reestructuración de Italia y extrapolación a España; propuestas de recortes; más propuestas de recortes; intervención y detención de la SGAE y su máximo dirigente Teddy Bautista; asesinatos masivos en Noruega, tranquilo país nórdico; una supercopa de España en la que, en teoría, sólo ibamos a ver fútbol; disturbios en Londres; contagio de los disturbios a varias ciudades inglesas; Gadafi jugando al gato y el ratón con los rebeldes; rebeldes que avanzan hacia Trípoli; rebeldes que conquistan Trípoli; detienen a Goran Hadzic; Francisco Camps dimite como presidente de la Generalitat Valenciana; fallece Amy Winehouse; News of the World reconoce que ha escuchado de manera ilegal a cientos de personas, anónimos y conocidas; comienza el juicio contra Mubarak en Egipto; el Papa visita durante cuatro días Madrid con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud; manifestaciones laicas que no terminan demasiado bien; un huracán se pasea por la costa Este de EEUU obligando a cerrar, entre otras cosas, el metro de Nueva York por primera vez en su historia; dimite Steve Jobs como CEO de Apple; crisis alimentaria en Somalia, donde miles de personas mueren (ayuda aquí); dos chavales fallecen tras una rave en la que tomaron estramonio...

Y así, muchísimas cosas más. Pero claro, en verano nunca pasa nada. Hasta que pasa.