jueves, 4 de octubre de 2012

Historia de un balonazo

Todo esto viene de una página de Ariadna de la semana pasada en la que se ilustró una información de un videojuego con una imagen de Messi. El maquetador que recibió el encargo, hombre de orden y por lo tanto del Real Madrid, protestó amargamente...

 Quién sabe si por aquellas quejas, esta semana era Cristiano Ronaldo el que ilustraba un texto sobre otro juego de fútbol. Esta imagen en concreto: 


La primera versión de la página llevaba un faldón de publicidad que al final no iba. Al recolocar todo y poner la imágen a su nuevo tamaño, surgió el siguiente problema ¿dónde colocamos el balón? Ya hemos hablado alguna vez que un futbolista sin balón no es nada, como un jardín sin flores o un periódico sin publi... Así que ¿qué hacemos con la dichosa pelotita? 

Me gustaría deciros que estas cosas surgen de debates intensos, de sesudas reflexiones periodísticas, o incluso de algún rincón del cajón mental/sentimental en el que guardamos nuestras referencias visuales y culturales... Me gustaría, creedme, poder decir eso... Hombre, a veces sí que pasa... Pero la realidad es que estas cosas surgen de escenarios mucho más mundanos:

- Maquetador a responsable del suplemento: “No tienes huevos a que pongamos esto de forma que parezca que Cristiano ha reventado el titular de al lado de un balonazo...”

- Responsable (ofendido) a maquetador: “¿Que yo no tengo huevos...?”

- Maquetador (sonriendo abiertamente) a redactor: “No, no tienes...”



Y así fue como la publicamos. Sólo tuvimos que jugar un poquito con la titulación del tema de al lado, para que simularan el efecto pelotazo: alguna letra volando, una capitular que se queda tumbada... 

 Y ya está. Todo mucho menos romántico, es cierto, pero igualmente efectivo. ¿No os parece?

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