jueves, 13 de marzo de 2014

Así fueron las XVII Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño del CEU (1)

Nada más que elogios se nos ocurren para la labor de nuestros queridos Laura González, Pedro Pérez Cuadrado y todo el equipo del ICOIDI y del Dpto. de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Pablo CEU. Y por DECIMOSÉPTIMA vez (que se dice pronto) fuimos convocados a esta cita anual ya imprescindible en las materias arriba reseñadas. No queda sino darles las gracias un año más por el esfuerzo, la organización y la generosa invitación.

Ubicados en el Salón de Grados del Campus de Moncloa, nos enteramos pronto de que el pamplonés Daniel Ochoa de Olza, fotógrafo de Associated Press, no podría acompañarnos en la jornada del viernes al ser enviado a Kiev para cubrir el conflicto ucraniano. Le sustituiría Andrés Ballesteros, de la Agencia EFE. Buenos reflejos organizativos. Este post analiza las primeras dos conferencias del jueves 6. Los videos de las mismas son parte del streaming realizado por Monica Mª Yuan Cordiviola.

Del dato a la sabiduría. Dibujar para descubrir, entender y comunicar.



Nada mejor que una ponencia como la de Pablo Mª Ramírez para abrir las jornadas y el bloque denominado Visualización de la información. Infografía para comenzar. Este viejo conocido de Marca o Expansión, socio fundador de Sin Palabras, nos entretuvo a la par que nos enseñó más de un aspecto interesante.

Comenzó haciendo alusión a lo que los gráficos son capaces de representar sin apenas palabras, transformando fríos y aburridos datos en contenido atractivo. El infografista visualiza información, visualiza cifras y datos, interpreta estadísticas para que el lector las entienda mejor. Como buen ejemplo de visualización de información, nos aportó este vídeo de Nigel Holmes, uno de los gurús de este campo, sobre la deuda nacional de EEUU; un vídeo algo añejo y pausado pero clarificador de lo que una buena representación de datos es capaz a la hora de aclarar un tema (haciéndolo atractivo, encima). Ramírez se llenó de orgullo al afirmar que una buena infografía ayuda a levantar una página plana en cuestiones de diseño, aunque habría que añadir que, siendo cierto, también una buena e imaginativa maquetación o una edición fotográfica sobresaliente ayudan a levantar un tema infumable.

La estrategia de la infografía es comparar datos para que las magnitudes se entiendan y sean más accesibles. Y para que entendamos las magnitudes tal y como son, las enseñamos tal y como son empleando el papel como soporte. De manera literal, como en el ejemplo de la doble página de El Periódico sobre el rescate de los mineros chilenos marcando en el papel el diámetro de la cápsula de rescate...



Otro ejemplo es este gráfico de Kai Krause en el cual la silueta de África la forman las siluetas de otros países o regiones mundiales, lo que nos permite comparar y formarnos una mejor idea.



El infografista hace que lo invisible se vuelva visible, como cuando representa el tamaño real de un microbio en la página de papel como si fuera un punto, pero también hace que lo visible se vuelva comprensible, como en este gráfico que representa todo lo que sucede en un evento tan complejo como un concierto y ejemplifica cómo contar historias con lenguaje visual. Lo facturó Clara Penín y lo publicó La Vanguardia.



Otra función es la de analizar datos que se convierten en conocimiento. Y un ejemplo muy elocuente es una comparación del mítico gol de Maradona a Inglaterra en la Copa del Mundo Mexico-86 con aquella réplica que marcó Messi ante el Getafe. La ilustración recoge el recorrido completo de ambos tantos.


En definitiva, con la infografía se comunica y se ayuda a entender el porqué de las cosas. La visualización de datos es para que se entienda, no para decorar, y a veces es preferible ser claro antes que llenar el espacio de dibujos que dificulten la comprension. Aquí es donde Ramírez confesó su aversión a las "bolas en los gráficos". Para alertarnos de una cierta sobreinformación y del peligro de hacer un gráfico ilegible o recargado cuando pretendíamos hacerlo atractivo visualmente, Ramírez mostró este trabajo muy aplaudido en su día en las redes sociales (y precisamente de redes sociales iba el gráfico).


Pero él nos cuestionaba si éste otro realizado por él y su equipo no era más claro, ordenado y comprensible pese a no poseer tantas alharacas visuales.


Una buena recomendación que nos ofrece Ramírez es visual.ly como tablón de ejemplos para inspirarse y admirar. A la hora de analizar los gráficos interactivos que posibilita la Red, nos muestra ejemplos como éste, sobre los vuelos que surcan los cielos, o éste, sobre los incendios forestales en nuestra península, que se va actualizando en tiempo real gracias a una base de datos.

Una muestra clara, bien pensada, bien expresada y de elegante iconografía (y que en definitiva funciona) de gráfico en tira -tan de moda hoy en día- es ésta. Y ofrecemos el enlace para no saturar el blog con su tamaño.

Incidiendo en lo que nos comentaba Ramírez a raíz del gráfico sobre Facebook y Twitter, parecen acertadas estas palabras de Nigel Holmes: "Últimamente, la calidad de los gráficos es mediocre por centrarnos más en entretener que en informar". Y más si lo acompañamos de ésto (gráfico sobre los funcionarios de EEUU y cuántos de ellos pueden llevar pistola):


La idea que debe regir el trabajo del infografista sería: recoges información, la analizas, eres capaz de visualizarla y solo así puedes transmitirla correcta y eficazmente. Y hay que tener en cuenta que cuando quieres visualizar algo, es conveniente dibujarlo primero, "puesto que si tienes un problema y no eres capaz de dibujarlo, no eres capaz de comprenderlo." La visualización es una herramienta más del análisis de datos. Una última cita de Holmes nos advierte que "nuestra misión es hacer que los procesos, los hechos y los datos sean entendibles de forma mas fácil."

Las conclusiones serían que, como infografistas, cuando comuniquemos algo la gente tiene que entenderlo igual que lo vemos nosotros. Y por otro lado, que la claridad lleva al entendimiento y el entendimiento a los resultados.

De todo el desarrollo de la charla es destacable ese concepto de que está bien hacer gráficos visualmente atractivos y espectaculares, que destaquen por contraposición a lo anodino y chabacano, pero siempre que los datos y la información que recibe quien los ve sean claros y legibles.

Horizontal, el formato de la nueva prensa digital.



El segundo turno del día correspondió a Pedro Vicente, Jefe de Diseño de El Economista, aunque bastante versado anteriormente en el diseño deportivo a través de su trabajo en Gigantes del Basket, Superbasket o Marca. Su conferencia pretendía ilustrarnos sobre las nuevas revistas digitales, a medio camino del papel y la red y de las que ya hemos hablado en este blog. Pero se centró verdaderamente en mostrar los productos digitales de su medio más que en hacer un verdadero análisis en profundidad, aunque se extrajeron interesantes conclusiones.

La aparición de estas nuevas revistas digitales por parte de medios "tradicionales" como un periódico suponen nuevos modelos de negocio. La crisis del sector ha impuesto reducciones de costes, que se concretan y traducen en disminución de tiradas, de distribución, de paginación y hasta de formatos (tamaño). Las revistas digitales nos permiten resolver algunos de estos problemas. Un aspecto como la reducción de formato impone evidentes restricciones visuales a los equipos de diseño, según Vicente. El formato "vertical", según él, hace que se pierda espacio ya que no sirve para una tableta, por lo que se opta por el formato "horizontal", de ahí el título de esta charla, aunque por nuestras experiencias y por ejemplos como el que nos traerá Javi Moya con Revista Don en la tanda de la tarde, no podemos estar de acuerdo con él.

El Economista empezó esta experiencia con un suplemento de ámbito jurídico llamado Iuris y visto el camino se lanzó a por todo un muestrario de revistas o suplementos digitales sectoriales, lo que nos aporta la idea de nicho de mercado a aprovechar. Cada revista focaliza la información en un sector industrial o de servicios y genera un diseño propio. Lo bueno es que el diseño embellece lo anodino o adusto de la información y encima el formato digital nos permite ahorrarnos los costes de imprenta y de distribución, y la paginación variable no preocupa; parece pues una buena idea y un buen negocio. Los sectores son tan variados que las posibilidades son amplias, como se aprecia en la siguiente imagen con la parrilla de todos los productos del medio.


El problema llega cuando ante la cantidad de revistas y la falta de tiempo o equipo humano (los mismos para hacer más en el mismo tiempo), se unifica el diseño de las mismas y únicamente se las diferencia en base a colores, lo cual para nosotros supone un notorio empobrecimiento. Por eso siempre hemos creído nosotros que las prisas y el exceso de trabajo (el no asumible) no es un hecho positivo en Diseño.

Según Vicente, este nuevo formato horizontal hace que se pierda la noción de "doble página" tal y como lo entendemos y tampoco impone una paginación concreta (ni siquiera respetar la regla del múltiplo de 4 imprescindible en los productos impresos, según los concebimos en Occidente). Las herramientas digitales permiten enriquecer el diseño con animaciones y efectos pero hay que tener cuidado en no sobrecargar, siendo fundamental no entorpecer la lectura al lector, aunque eso lo veremos más tarde con profundidad gracias a Javi Moya.

Con los nuevos soportes aparecen nuevos problemas, como el tamaño del archivo que debe descargarse el usuario, factor que debe tenerse en cuenta. Por otro lado, según Vicente, el diseñador aún tiende a pensar "en vertical" y en que maqueta para papel, por lo que, según él, urge un cambio de mentalidad.

Según pudimos apreciar en los ejemplos que desgranaba el ponente, estas revistas no eran verdaderamente digitales en el sentido de que no aprovechan todas las posibilidades que el nuevo medio facilita, siguiendo por tanto un "modelo PDF", por ponerle algún nombre. Así mismo, se apreciaba un exceso en el uso de los bancos de imágenes (defecto extensible al propio diario, lo que lo aleja cada vez más de sus ilusionantes inicios) y columnados demasiados anchos (que dificultan la lectura, cuando con las herramientas digitales podrían insertarse columnas más extrechas y con "scroll" o desplazamiento).



Estos suplementos son gratuitos y se rentabilizan en base a ir patrocinados por las empresas. Habría que hacer un seguimiento para comprobar si pese a este handicap son productos plenamente independientes y libres en sus contenidos. Otra idea que se nos ocurre es que, igual que la TDT, estas revistas representan oportunidades pero también segmentan tanto audiencia como publicidad. ¿Supone un problema? El último concepto que nos aporta Pedro Vicente es que, según sus estudios, existe un límite de 4 páginas antes de que el lector se canse y pase a otro tema. Sería interesante comprobar si en esto influye la densidad de los temas o vale para todo tipo de contenido, y más considerando revistas digitales interactivas y animadas.

Sacamos en claro que quizá no hay que confundir los términos y que no hay por qué desdeñar lo "vertical" cuando los nuevos medios digitales admiten perfectamente ambos formatos. Ésa es una de las magias de las nuevas herramientas. Y que por muy "low cost" en cuanto a medios que sea tu publicación, si falla una de las dos patas (calidad de los contenidos o presentación visual de los mismos) puede que algo falle en el producto; la gratuidad del mismo no significa no cuidar dichos aspectos. Quizás sea éste el paradigma de estas revistas sectoriales que nos presentaba el ponente.

Segunda parte de las Jornadas: http://kcy.me/112at
Tercera parte de las Jornadas:  http://kcy.me/112au

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