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lunes, 7 de noviembre de 2011

Dos en la carretera: encajabaja en la Universidad de Navarra (I)

On the road, again! Los encajabaja de nuevo en su versión más itinerante. Pero ésta vez no era una ocasión cualquiera... esta vez el destino era Pamplona, cuna de una de las mejores facultades de periodismo del mundo, en la que este humilde cronista tuvo la inmensa fortuna de desarrollar su formación académica. Un viaje apasionante profesionalmente, en especial para nuestra tanqueta de Getafe, Mario Benito, designado como miembro del jurado de los premios ÑH8 (2011) pero también muy emotivo y sentimental para este humilde cronista que vivió sin duda cuatro de sus mejores años en ese impresionante campus y en esa maravillosa ciudad.

Empezamos a coger gustillo a esto de desplazarse, aunque nunca habíamos sido designados ninguno como miembro de ningún jurado. Y siendo honestos, había cierto nerviosismo... Estábamos citados en Pamplona para la hora de la comida, así que decidimos quedar con tiempo, para viajar tranquilos. Salimos con un poco de retraso debido al tráfico madrileño, pero no nos preocupaba, dada la cilindrada del motor del coche de Mario, todo un derroche en estos tiempos de recortes, y de su supuesta destreza al volante... Pero al entrar en carretera una sucesión de obras en cadena durante los primeros doscientos kilómetros del trayecto nos terminaron por hundir la media de velocidad... Y es aquí donde se gesta una de las mayores campañas de difamación que hemos tenido ocasión de presenciar en los últimos años: hace unas semanas, este pobre cronista suyo sufría uno de los ataques más virulentos e innecesarios que recuerde. Y lo sufría, para mayor dolor suyo, desde las páginas de éste, su blog...

CRÓNICA DE UNA INFAMIA
Vamos por partes... Impropio el ataque. Impropio de personas que dicen ser hombres de bien. Impropio de colegas de trabajo, porque eso, entre compañeros, no se hace. Y sobre todo, impropio por falso, por injusto, por gratuíto, por cobarde, por inmerecido... Según la débil argumentación de mi colega de blog, en adelante, el señor Benito, yo soy la constante de esos dos viajes fallidos en los que la velocidad brillló por su ausencia, en los que sentí como envejecía miserablemente en mi asiento del coche al ritmo del paso de los kilómetros, despacio, muuuuy despacio... Según el Sr. Benito, yo tengo la culpa de que Luisito Blasco recorriera los 626 kilómetros que separan Madrid de Estepona en casi diez horas de 'temeraria conducción deportiva' o de que el día que acudíamos a Salamanca una espesa nevada cubriera la carretera con un blanco manto que pedía a gritos precaución, amigo conductor...
Y siguiendo esa línea de argumentación propia de un mentecato, yo y sólo yo, provoqué que en la N-1 el día del trayecto a Pamplona no hubiera ni tres kilómetros seguidos sin obras... Un despropósito... Lo que no cuenta el sr. Benito es que en la vuelta de Salamanca no pudimos correr porque casi se queda sin gasolina en su flamante y ¿veloz? coche. Un lamentable imprevisto, pensaréis... ¡¡Estuvo avisando que se quedaba sin gasolina durante más de 100 kilómetros!! Como tampoco cuenta que en el trayecto de vuelta desde Pamplona a Madrid y conmigo en el coche, se cumplió el horario programado escrupulosamente e incluso no se hizo más rápido por culpa de una pequeña peculiaridad del sr. Benito al volante... Peculiaridad que, visto lo visto, me veo forzado a hacer pública:

¿Sabéis esas personas que cuando hablan contigo se te echan, literalmente, encima? Mario Benito es una de ellas. Vehemente, locuaz, expresivo... El sr. Benito es un torrente una vez se arranca, un torbellino que te encima y te acosa físicamente en el calor de una conversación... incluso a veces, si se sofoca fruto de su avanzada edad, te quita la palabra y llega a contestar él mismo a las preguntas que te había formulado segundos antes... Los que le conocéis sabéis de qué hablo...

Lo que nunca pude imaginar es que hace eso en tierra firme... ¡y al volante de su coche!

Se contonea, se retuerce... te mira fíjamente a los ojos, desafiante... mientras se le va el coche en las curvas, y se le va, y se le va.... Al final, al borde de caer en la cuneta, lo recupera, fruto de la casualidad, o del instinto de supervivencia , ¡vaya usted a saber! El caso es que no fue una vez, ni dos... ni diez. Fue una constante en un viaje en el que al principio temí morir desparramado por una de esas cunetas de Dios y que al final, de tanto sufrir, terminé contando, indiferente, los distintos episodios como curiosa anécdota que, por supuesto, no pensaba divulgar... Hasta que el día de la infamia tuvo lugar...

Y para haceros participes en su absoluta totalidad de esta experiencia cercana a la muerte comparto con vosotros, lectores, estas imágenes que reflejan como nadie la agónica experiencia que me tocó vivir:


IMÁGENES: LA HORA DE JOSÉ MOTA (TVE) MALINTENCIONADA EDICIÓN DEL VIDEO: JAVIER VIDAL

Terrorífico. Entre bandazo de carril y bandazo, fuimos consumiendo kilómetros. El excelente disco One man Band de James Taylor fue amenizando el trayecto mientras la conversación fluía... y el coche iba y venía... Al final de tan ajetreado viaje, llegamos a Pamplona. Y con agrado pudimos comprobar que básicamente todo sigue en el mismo sitio que hace quince años. Eso facilitó que con unas pocas indicaciones de este cronista llegaramos a la primera al hotel, pese a que el GPS de Mario insistiera en llevarnos a otro hotel de Logroño. Dos viejos amigos de encajabaja nos esperaban en la recepción: Laura Gónzalez y Carlos Pérez de Rozas, tipo único donde los haya. Junto al resto del jurado, profesionales de toda España y Portugal, partimos paseando hacia la universidad. “Seguidme, conozco bien el camino...”

ENCAJABAJA POR PARTIDA DOBLE
Este viaje ha sido especial por muchos motivos. Profesionalmente, porque no podemos agradecer lo suficiente el nombramiento de Mario como miembro del jurado de los ÑH. Significa mucho para nuestra sección y para nuestro humilde blog. Y ha sido, además, un reencuentro bastante emocional con una etapa muy importante de la vida de este cronista que les escribe. Y es que en Pamplona tomó forma todo. Y uno se hace mayor y está hecho un sentimental y pensaba que ya no se acordaría de nada... y lo cierto es que se acuerda de todo. Tanto es así que fue enfilar el campus por la antigua cuesta de Fuente del Hierro y sentir que la última vez fue ayer, aunque ayer fuera hace quince años. El espectacular campus, verde y majestuoso nos recibió a un pequeño grupo formado por Mario, Laura, Álvaro Varona y servidor que bajaba recordando batallas de hace mil años. Mario disparaba su cámara de fotos hacia todas partes, mientras ambos admirábamos los nuevos edificios que se levantan en el campus: una nueva facultad de económicas y el próximo año, un museo proyectado por Moneo. Impresionante.

El impresionante edificio de Bibliotecas junto a las Torres de Belagua

Ciencias sociales, imponente construcción de hormigón y periodismo


Después de comer en el comedor de la biblioteca y de haber conocido a la totalidad del jurado, empezaron las deliberaciones. En esos momentos, encajabaja se separaba. De la parte del jurado ya ha contado Mario batalla y andanzas... Pero mientras cumplía con diligencia con sus labores de jurado, yo disfruté de dos jornadas inolvidables en el campus, sin nada más que hacer que disfrutar del ambiente universitario, recordar viejos tiempos y visitar a los viejos amigos, profesores, empleados de la universidad. Realmente, un auténtico regalo. Antiguos compañeros de promoción como Miguel García San Emeterio y Paz Ugalde, secretario y directora de comunicación de la facultad de comunicación, respectivamente. O Fernando López Pan, maestro de periodistas, que consiguió que promociones enteras escribieramos historias con cierto criterio y, por supuesto, a nuestro querido MAJ. No vamos a descubrir ahora a Miguel Ángel Jimeno. Pero yo tenía mucho interés en que Mario, amigo y compañero, conociera personalmente a quien de tanto aprendí sobre edición, sobre diseño, orden e información en la universidad. Cosa que sigue haciendo a diario en su imprecindible blog la buena prensa. El encuentro no tuvo desperdicio. Y es que hablar el mismo idioma, el del periodismo puro y duro, hace que se intime muy rápido...

Tras una primera jornada agotadora, unos a fichas y otros a viejos amigos, y un breve refrescarse en el hotel de concentración, la delegación de jurados, organizadores, y adjuntos partió para la primera cena en Pamplona. El lugar elegido por la organización no podía ser mejor: Casa Otano, todo un clásico en la calle San Nicolás, zona cumbre, vía sagrada para aquellos que aprecian el placer de tomarse algo en buena compañía, vía que fue trabajada con fruición por este cronista en sus años universitarios, y que está preñada de sitios históricos en los que tomar pinchos, copas o lo que se tercie...

Llegada a la calle San Nicolás... ¡Ambientazo!

MAJ, Mario Benito y Laura González esperando para entrar a cenar junto al Ulzama, una debilidad muy particular... La de neuronas que ha perdido el cronista entre sus paredes azules por culpa de sus bebedizos...

La cena no puede calificarse de otra manera que no sea triunfal. El coqueto comedor del Otano, en la primera planta de la casa, acogió una encantadora velada entre amigos y compañeros de profesión. La conversación, afortunadamente, fue mucho más allá de la crisis y los recortes. Proyectos futuros, tendencias, amigos comunes, mil anécdotas que hicieron llorar de risa a más de uno... Y en una esquinita de la mesa, Mario, Laura, MAJ, servidor, Diego Zúñiga, de El Correo y Mario Henriques de la versión para iPad del Expresso portugués nos hicimos fuertes junto a una terraza habilitada para los fumadores empedernidos... Hasta para esto, Pamplona sigue siendo única. Y en aquella diminuta terraza nos plantamos MAJ, Henriques y servidor y nos turnábamos para echar humo, de dos en dos, con una vista impagable de la calle San Nicolás en plena efervescencia...


El jurado sentado a la mesa...

Pidiendo el postre desde el balcón para fumadores... (enorme cara de postre del cronista)

Algunos irreductibles de San Nicolas, desde el balcón de Casa Otano...


De la cena habría que destacar varias cosas: la primera, que MAJ es un anfitrión excelente. Conoce mil historias, es un formidable conversador y encima, tiene un apetito legendario. En eso pinchamos en hueso. El azar no tuvo otra ocurrencia más que juntar a MAJ con Mario Benito, un ser inerte, sin apetito alguno... el único adulto que sigue jugueteando con la comida de su plato -un ajoarriero como una catedral- como cuando tenía seis años... MAJ empezó prudente, pero ya en los entrantes intuyó el nivel de su invitado: “¿En Madrid no coméis?” le dijo, guasón... Eso provocó mi reacción, viéndome obligado, por orgullo de madrileño de adopción y sevillano de cuna, a dejar alto el pabellón, tanto en mi lugar como en el de mi inapetente compañero... Echamos de menos en esta labor a nuestro querido Luis Blasco, que hubiera provocado la quiebra del Otano si se lo hubiera propuesto... Porque en Madrid, amigos, sabemos comer...


Varios ejemplos de la contundente gastronomía del Reino

La segunda fue volver a constatar lo que te puedes reír en una cena con periodistas... Entre las miles de anécdotas y la habilidad de Mario para provocar risas, incluso sin pretenderlo, fue una cena inolvidable... Hubo un momento impagable, cuando hablábamos del nombre de mi futuro hijo y comenté que igual le llamamos Rafa, pero así... sin nigún entusiasmo... Mario saltó: “No hombre, no... Rafa es un nombre tristísimo...” Inmediatamente, el pobre Diego Zuñiga, de El Correo, un tipo divertido, sabio en lo referente al diseño y que cada vez que abría la boca decía algo interesante soltó mirando al infinito: “Mi niño se llama Rafa...” Silencio... Mario, pálido, miraba por la ventana pensando (imagino) si sobreviviría si se lanzara por ella para escapar a semejante marrón... “Es... un nombre precioso...” acertó a decir sin poder contener ya las risas... La caracajada de nuestro lado fue tan grande que enmudecimos al resto del local, que quería saber qué había pasado... ¡His-tó-ri-co! Encajabaja, dejando el pabellón lo más alto posible...

Mario Benito con Diego Zúñiga, sonrientes, una vez aclarado el 'incidente' del nombre de su hijo...

Miguel Ángel Jimeno, el anfitrión por excelencia

REPORTAJE GRÁFICO: MARIO BENITO Y JAVIER VIDAL



Continuará...

Congreso ÑH8 en Madrid
Como ya os hemos contado, este viernes 11 se celebra en Madrid el Congreso ÑH8, con destacados ponentes como Mark Porter, Rodrigo Sánchez, Lola Gómez, Laura González Díez, Pedro Pérez Cuadrado, Mario Tascón y muchos otros ilustres ponentes... Desde encajabaja os animamos rotundamente a participar, pocas veces se tiene a tanto grande del diseño y del periodismo junto. Y aunque este año sea en formato super reducido, éstas son las ocasiones en las que surjen cosas grandes... ¡No podéis faltar!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un debate con mucho color, o sin color

Y agotado, para nosotros. El del color o el blanco y negro en los periódicos. También para quienes los editan, ¿no? Lo recordábamos antes de las vacaciones de verano a propósito de la ¿frivolidad? de El País y su postal "histórica" en la que decidía opinar en vez de informar. Un debate que ha dejado de serlo, pero no hace tanto tiempo. O sí, porque ahora el tiempo corre tanto que el año 2005 es la prehistoria de la comunicación para los devoradores de novedades.



Por eso sigue siendo interesante, y mucho, el artículo escrito en ese año por Jesús del Olmo, profesor de diseño periodístico de la Universidad Carlos III de Madrid para la Revista Latina de Comunicación Social, titulado "La gestión del color en los diarios españoles de difusión nacional", y en el que entrevista a los entonces directores de arte de los diarios ABC (Jesús Aycart), El Mundo (Carmelo G. Caderot), El País (David García), La Vanguardia (Carlos Pérez de Rozas) y al jefe de diseño de El Periódico de Catalunya (Ricard Sans).



Con la excepción de algunos matices de fundamentalismo trasnochado sobre el blanco y negro, todos los entrevistados coinciden en que la realidad, y por tanto la información, es en color, y sólo los condicionantes ténicos han impedido que se pudiera imprimir así hasta ahora (en el año 2005 sólo El Periódico de Catalunya imprimía todas sus páginas en color, los demás lo hacían en la portada y en un número determinado y limitado de páginas interiores). La evolución en las rotativas, así como el empuje de una publicidad que demanda color y la necesidad de aumentar ventas y modernizar para llegar a un público más joven son los factores en los que todos suelen concidir para declarar que "en el futuro todos los perióricos serán en full color"... como realmente ha sucedido en estos pocos años.

El único argumento que tal vez justifique el uso del blanco y negro de manera intencionada es el condicionamiento histórico y cultural que menciona Caderot: "la prensa debe ser fundamentalmente un instrumento de análisis de la realidad, al servicio de la formación y la información. Todo lo que sea color mal utilizado, es artificial; ofrece artificios que te impiden recibir las sensaciones que ofrece un periódico, como la tinta, el texto, el mensaje, el análisis. Para eso sirve el blanco y negro. Además para estos roles, cultural e históricamente, se ha usado siempre blanco y negro. Incluso para los estudiantes que tengan veinte o veinticinco años la información todavía es blanco y negro. Me estoy refiriendo exclusivamente a la información".

El director de arte de El País relaciona directamente color con sensacionalismo, mientras que para Pérez de Rozas, Sans o Aycart la seriedad está relacionada más con los contenidos que con la forma. "La prensa es sensacionalista o amarilla en función de sus contenidos, no en función de sus formas", explica Aycart (ABC). "Son los contenidos los que clasifican este tipo de prensa. El color, no." Pérez de Rozas admite el compomente cultural del blanco y negro que, sin embargo, "quedará para la historia".



Sobre el impacto en las ventas o en el acercamiento al público joven, exponen también interesantes puntualizaciones, porque para Jesús Aycart (ABC) "lo único que acredita a un medio es la credibilidad, pero no desde el punto de vista político, sino la credibilidad desde el punto de vista informativo. Un medio que te informe. El hecho de que dé color o no es algo accesorio. Sin embargo, sí creo que va a ser fundamental en un futuro muy próximo. Vemos el color como si fuera la modernidad. Sin embargo el color no es la modernidad. La vida es en color y me da la impresión de que la modernidad va a ir mucho más ligada a la calidad del producto que al uso del color. Éste va a ser sólo uno de los factores dentro de esa calidad".

Como interesante, y preocupante, es también el punto de vista de Caderot sobre el efecto positivo del color en las ventas y en la captación de un público joven, pero sólo a corto y medio plazo. "El color", dice Caderot, "es una baza también perdida de antemano. Porque tú no puedes competir con instrumentos cuyos lenguajes se basan fundamentalmente en el color y el movimiento y que son interactivos, como las televisiones, los ordenadores, Internet y los móviles. Por eso digo que sí durante un tiempo muy corto. A medio plazo como mucho. A largo plazo ni color ni puñetas, va a dar exactamente igual. (...) Es evidente que con el color consigues atraer un poco más al público joven porque es un lenguaje común, habitual en su retina, en su memoria, (para los jóvenes, el entorno) es todo color evidentemente y no están acostumbrados a otras cosas. En ese sentido sí, con ese paréntesis muy grande de que es una engañifa para sobrevivir quince años más."



Coinciden también los responsables de diseño de los grandes diarios nacionales en que más que hablar del color sí o color no, es importante, mucho, la utilización del color. Porque no se trata sólo de imprimir así las fotografías. El color puede aplicarse, o no, a todo: infografía (fundamental), fondos, símbolos, manchetas, logotipos, elementos gráficos, incluso a las tipografías... "El color añade información", explica Carlos Pérez de Rozas, "otra cosa es que aún hay pocos diarios que sepan aplicar bien el color en sus páginas. Yo creo que el color tiene contenido y, por lo tanto, cuando un diario pasa del blanco y negro al color tiene que replantearse. (...) Por supuesto que para modernizar los diarios ahora hay que contar con el color y hay que hacerlo muy seriamente. Dar color no es coger la foto que antes se daba en blanco y negro y ahora darla en color. No. El color afecta a todo. Desde el logotipo de la publicación hasta la guía (paginación) de un diario pasando por muchas otras consideraciones. Por lo tanto (el color) sí es un aspecto que puede ayudar a llegar a los jóvenes, pero yo creo que los problemas que tiene la prensa en estos momentos se producen por otros motivos. Uno de ellos es que debe replantearse sus contenidos."

En este sentido, Pérez de Rozas, cita a Mario García en lo relativo a una tal vez necesaria vuelta atrás en la cultura visual para los periódicos, paradójicamente liderada por quienes en su momento la potenciaron: "Esta es la moda, pero yo creo que esto irá cambiando. La frase célebre de Mario García de que los diarios se parezcan más a los diarios de principio de siglo, que los diarios se parezcan más a los diarios. Mario García dice que ha habido un exceso de diseño al final de los ochenta y principios de los noventa. (...) Algunos teóricos de la comunicación dicen que los diarios se salvarán por el texto no por su imagen".



Es interesantísimo, también, como todo este artículo que estamos reseñando ampliamente, los distintos modelos de diarios en color para cada uno de los directores de arte. Qué periódicos les parecen más interesantes desde este punto de vista y cuáles consideran fallidos, aspecto éste que no revelamos para que acudáis a leer el artículo integro en el enlace que os adjuntamos al comienzo. Terminamos, eso sí, reproduciendo las rotundas afirmaciones de David García, director de arte de El País entonces, y director de arte de El País ahora, sobre qué significa para él el color en un periódico: "Un diario en color es menos creíble, menos serio y de menor calidad informativa. Yo creo que cuanto más color, menos credibilidad. (...) Yo mantengo que no da la misma credibilidad un periódico a todo color que un periódico en blanco y negro".



Para saber más sobre el color en la prensa
son imprescindibles los artículos de Pedro Pérez Cuadrado, profesor de periodistas en general y de maquetas en especial, actualmente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y antes en muchos periódicos, publicados en Visulamente.

lunes, 30 de mayo de 2011

Una portada en blanco y negro

Había que poner una fotografía en color sí o sí... aunque significara tener que publicar en portada algo que no era la noticia que queríamos destacar, o que no era noticia destacada, o que no era noticia. Éramos el diario El Sol de Madrid en 1990, el "primer diario del mundo hecho completamente con un sistema de autoedición en ordenadores descentralizados en toda su fase de preimpresión, y también el primer periódico del mundo completamente digitalizado (texto e imágenes)", como nos recuerda Pedro Pérez Cuadrado en la entrega 21 de su imprescindible serie "El color en los diarios españoles", quien, como director de producción del diario mencionado, fue uno de los responsables de que aquel milagro tecnológico sucediera... día tras día.


Composición de una portada de El Sol, 1991. La imagen, curiosamente en blanco y negro cuando hablamos de la 'obligación' del color, está tomada del libro "El reto tecnológico de un diario 'de diseño'. El Sol, 1990-1992", de Pedro Pérez Cuadrado.

Tan sólo Miguel Ángel Aguilar, uno de los cinco directores que tuvo el diario El Sol en su cortísima vida (1990-1992, aunque no llegó a cumplir los dos años), cuestionó esta "obligación" de tener que dar una fotografía en color precisamente porque fuera en color como principal argumento, dejando en segundo plano consideraciones periodístias e informativas, tal y como nos explicó años después hablándonos sobre noticias "duras" (de interés periodístico) frente a noticias "blandas" (entretenimiento coloreado).

Me vino todo esto a la memoria a última hora del viernes 21 de mayo, pasada la medianoche, después de reflexionar y debatir sobre la "famosa" portada que el diario El País imprimía en ese momento con una fotografía de la que lo primero que se decía es que "es en blanco y negro" y que habían comenzado ya a distribuir por internet en las primeras horas de la madrugada del sábado, cuando comenzaba la controvertida Jornada de Reflexión, en el punto álgido de la #spanishrevolution.



Incontables miles de personas de todas las condiciones se congregaban en la Puerta del Sol de Madrid desafiando la esperpéntica resolución de la Junta Electoral Central de prohibir derechos constitucionales a los ciudadanos, que como se pudo comprobar no nos impidieron reflexionar, sino más bien lo contrario, y mucho menos votar un día después. Sucedía también en distintas plazas en muchas ciudades de toda España, pero según se acercaban las 12 de la noche el reloj de la Puerta del Sol, como en una nochevieja fuera del tiempo, veía cómo seguián llegando más y más personas que ya no cabían en la plaza agolpándose en las calles aledañas, Mayor, Montera, El Carmen... en uno de los actos cívicos y políticos, absolutamente espontáneo y pacífico, más emocionantes de cuantos se han vivido en la historia reciente de nuestro país. Hay que retroceder hasta los días de la Transición para encontrar algo así y... el primer diario de información general, con sede en Madrid, decidía abrir su portada con una enorme fotografía, en blanco y negro, ¿principalmente por ser en blanco y negro?, de varios jóvenes en una plaza de Valencia; una imagen tomada por la mañana. "Nos parecía la mejor foto del día". ¿La mejor? ¿Por qué?


Imagen de unos días antes que publicó en portada The Washington Post y que ha dado la vuelta al mundo informando sobre lo que sucedía en nuestro país... evidentemente, en color.

No he podido encontrar todavía una respuesta a ese por qué, me siento como un Mourinho incomprendido que pregunta algo que nadie responde, que ve o no ve lo que todos no ven o nadie ve. Mantuve una conversación a través de tuiter con algunos de los responsales de El País esa misma noche. Le pregunté el "por qué" de esta fotografía en blanco y negro a Borja Echevarría, buen amigo, muy buen periodista, ex compañero y ahora subdirector de El País, quien me desmintió que hubieran tenido como intención la de crear un icono, hacer una "portada histórica" o algo así. "Para nada", me contestó algo extrañado Borja, "sencillamente nos pareció la mejor foto del día, y en la reunión de portada no tuvimos ninguna duda". Me explicó además que la encontraron a través de tuiter, donde su autor, Jacobo Méndez, pedía ayuda para la difusión de la imagen (¡y vaya si la tuvo!) y que después se comunicaron con él través de facebook.

Borja Echevarría me pone en contacto, además de con el autor, con el editor gráfico de El País Moeh Atitar quien nos detalla las características técnicas: "Está hecha con una Canon 20-D, un 50 mm, f-4.0 y un blanco y negro esplendido en CS5". Nos da a entender, pues, que la imagen está hecha en color y después pasada a blanco y negro en Photoshop. Cuando le planteamos el "por qué" del blanco y negro y si no le parece que la foto es más estética que informativa nos responde que "es informativa y estética, pero para opiniones colores. Lo normal es disparar en color para no perder información". Colores, como los argumentos, ningunos en este caso. El autor de la imagen ni siquiera nos contestó.



Sin aportar ninguna tesis nueva, ni vieja porque hasta ahora sólo tenemos aquello de que nos gustó, o el socorrido de los colores, su suceden los elogios al "fotón", que lo es, durante todo el sábado, incluso por parte de gente con mucha autoridad cuyas opiones repeto muchísimo y suelo compartir. El fallo debe ser mío, pues. Pero no encuentro razones de peso más allá de elogios a su "aire retro que la hace todavía más icónica", en una imagen que para mí es muy buena pero me resulta algo anacrónica. Una foto al estilo del tambien valenciano Agustí Centelles, llego también a leer, lo cual confirma ese cierto anacronismo, porque siendo cierto que tiene ese estilo, el gran Centelles hacía durante la Guerra Civil española fotografías absolutamente nuevas y modernas que nada tenían que ver con imágenes de 50 años antes a su época. Nadie hubiera calificado las fotografías de Centelles como 'retro' cuando las hizo, sino todo lo contrario.

Podría haber leído, tal vez, que conviertiendo con software la fotografía a la escala de grises con la que se publicó se consigue un mayor contraste que le da más fuerza visual a la imagen. O entrar en el contenido para destacar el simbolismo de cómo unos jóvenes cambian el nombre a la principal plaza de la ciudad para darle el nombre del 15-M. O incluso destacar la composición piramidal en un formato vertical, que como ya hemos mencionado en otras ocasiones crea tensión, con los brazos de los jóvenes hacia arriba, ayudándose unos a otros... todos juntos, etc. Pero no leí nada de esto. Qué bonita, cómo me gusta, qué foton...

No puedo descartar que todos estos argumentos que echo en falta, y que hubiera querido rebatir con mayor o menor acierto, esa ausencia de profundidad en la explicación de las cosas, de análisis y pensamiento, se deba a la propia naturaleza del canal que utilizamos para hacerlo: tuiter. Pero es parte de su éxito, ¿no?, que precisamente podamos eludir la profundidad. Una vez más tengo que citar en este sentido al maestro Pedro G. Cuartango, uno de los más grandes "periodistas pensadores" en lengua castellana de estos tiempos, a quien tengo admiración, cariño y la enorme suerte de conocer desde hace ya unos pocos añitos —se da la feliz coincidencia de que también compartimos la redacción del diario El Sol que comienzo recordando en este artículo—, quien en algo más de los 140 caracteres de rigor —otro por qué sin respuesta, el de limitarnos el espacio en un soporte sin límite como internet— reflexiona sobre la falta de reflexión.

Plaza de Sant Jaume de Barcelona, 1936. Agustí Centelles


"Me ayudas a difundir esta foto hecha en la plaza del ayuntamiento de Valencia esta mañana?", pidió el autor de la famosa fotografía, Jacobo Méndez, en internet

Como a mí no me importa demasiado el límite de espacio, y teniendo en cuenta que los cuatro valientes que hayan llegado hasta aquí, para quienes mi agradecimiento y admiración son infinitos, seguro que están dispuestos a llegar un poquito más allá, les voy a explicar mi punto de vista al parecer a contracorriente de que por qué yo no hubiera publicado el sábado 21 de mayo de 2011 en primera página de un diario de tirada nacional esta magnífica fotografía. E insisto en lo de magnífica porque no critico la calidad de la fotografía, motivo por el que felicito sinceramente a su autor, sino porque me parece más que discutible la oportunidad de darla en primera página.

Es en realidadd, el argumento de siempre: porque se trata de hacer periodismo, de informar. De contar lo que sucede y cómo sucede. Y la realidad que contamos es en color. Es un debate que, además, ya está superado. No encuentro ninguna razón que esté por encima de ésta. Los periódicos no hacen arte, informan. Y aunque no dudo en ningún momento de la sinceridad de mis compañeros de El País cuando me comentaron que no buscaron una portada "histórica", realmente es la única razón por la que puedo entender esa foto en la portada. Una razón de poco peso, eso sí, porque los periódicos tampoco crean iconos para la historia bajo su cabecera, eso sólo puede suceder además de, como una recompensa no buscada a la labor de informar.

Un icono que, además y según mi punto de vista, difícilmente podría serlo para un acontecimiento del siglo XXI en "glorioso" y "artístico" blanco y negro. Un blanco y negro forzado, creado artificialmente en un ordenador a partir de una imagen en color. Un blanco y negro que a estas alturas tecnológicas sólo puede entenderse como una visión personal y artística de un fotógrafo, como opinión, pues, en vez del color de la información, como bien me señala mi compañero de blog y periódico Javier Vidal.

Y porque la noticia no era esa. Tal vez los periódicos tradicionales no han llegado a entender del todo lo que estaba sucediendo en las calles, con la excepción posiblemente del diario Público (cuya portada sobre mensajes escritos en la Puerta del Sol, además de parecerme la mejor de las que han hecho hasta ahora como ya comenté en un post anterior, sí refleja mucho mejor lo que he visto y vivido en las calles de Madrid), y mientras el resto de diarios han seguido haciendo portadas más para sus propios lectores que para los "indignados", El País quiso hacer algo a medio camino, para no quedarse descolgados. Tal vez. Algo que resulta todavía más complicado que el intentar crear un icono para la historia de espaldas a la información más relevante que en los mismos instantes en que esa gran fotografía en blanco y negro se imprimía en una rotativa de Madrid sucedía en una Puerta del Sol llena de gente, y de colores.

martes, 21 de diciembre de 2010

Azul

El mar, el agua, el cielo, unos ojos luminosos, la tinta del bolígrafo, el zafiro, el fondo por defecto del escritorio en los ordenadores, el índigo, algunas estrellas, la llama del gas en combustión, los pantalones vaqueros, la policía, cobalto con oxígeno, todo nuestro planeta azul, un libro azul... Azul.

La historia occidental ha pasado del rojo al azul. No existe ningún trazo azul en las pinturas prehistóricas, "hay rojos, marrones, ocres de todos los matices; pero no azules ni verdes", tal vez porque los pigmentos azules para pintar se descubrieron muy tarde o porque no interesaba ese color para buscarlos con el suficiente ahínco; como no existen hasta muy tarde tintes de azul para la ropa que fue de colores rojos o marrones durante todo el mundo antiguo y durante la Alta Edad Media. "El rojo, el blanco y el negro son los tres colores básicos de todas las sociedades antiguas." Incluso hay estudios del siglo XIX, ya superados, en los que se cuestiona si nuestros ancestros "podían ver" este color a pesar de estar tan presente en nuestra naturaleza, en nuestro planeta azul, "o si lo veían tal y como lo vemos nosotros" debido al poco interés que parecen mostrar por él o a lo difícil que resulta encontrar la palabra "azul" en algunas lenguas antiguas frente a la preponderancia del rojo, que incluso da nombre a todo el color, coloreado, colorado, rojo. Pero todo esto comenzó a cambiar hasta dar la vuelta por completo...



Esta historia apasionante, la historia de un color en las distintas etapas de las sociedades occidentales y sus relaciones con los demás colores, una historia de la cultura, pues, es la que cuenta el libro Azul. Historia de un color, del historiador francés Michel Pastoureau, con una tesis central muy argumentada: "En los siglos XII y XIII, el azul se había convertido ya en un color de primer plano, un color bonito, el color de la Virgen y de los reyes y, por lo tanto, en un rival del color rojo. Luego, durante cuatro o cinco siglos, estos dos colores se repartieron la primacía sobre todos los demás y formaron en varios ámbitos una dicotomía: color festivo/color moral, color material/color espiritual, color próximo/color lejano, color masculino/color femenino. Sin embargo, a partir del siglo XVIII, las cosas cambian. El claro retroceso de las tonalidades rojas en la vestimenta y en la vida cotidiana —un retroceso que se inicia ya en el siglo XVI— deja un amplio espacio al azul, que se convierte no sólo en uno de los colores más frecuentes en las telas y en el vestido sino también, y sobre todo, en el color preferido de las poblaciones europeas. Hecho que se ha mantenido hasta hoy, muy por delante de todos los demás colores".

Un cambio que, según Pastoureau, va más allá del los gustos estéticos o las modas porque es una "expresión de cambios importantes en el orden social, en los sistemas de pensamiento y en las formas de sensibilidad". Una sociedad tal vez más adulta porque curiosamente este estudio nos ilustra que en la actualidad el color azul es con mucha diferencia (para aproximadamente el 50% de los entrevistados, seguidos por el verde en un 20% y después el blanco y el rojo con un 8% cada uno) el color favorito de las personas adultas en prácticamente todos los países occidentales (no en España, como tampoco lo es para mí, adivinen cuál es el color favorito de nuestro país), mientras que para los niños, el color favorito es el rojo. Resulta interesante cómo cambian las cosas cuando se abandona una cultura para entrar en otra y cómo ello demuestra que lo que creemos que son preferencias personales, en realidad lo son del entorno que nos rodea, puesto que en Japón el primer lugar de colores preferidos es para el blanco (el de su bandera, ¿no?) con un 30%, seguido del negro (25%) y el rojo (20%), aunque en realidad podemos leer que en estas sociedades orientales importa menos el fenómeno del "color" como nosotros lo entendemos que el grado más o menos brillante o mate que tenga.



Como también es un puro fenómeno cultural o social las cualidades de frialdad o calor que atribuimos a los colores, por ejemplo la de que el azul sea un color "frío", una pura convención que aceptamos como evidente aunque para este autor, y para otros, no sea así. "De forma absoluta, no existen, evidentemente, colores cálidos y colores fríos", escribe Pastoureau. "Esta es una cuestión de convenciones y las convenciones varían en el tiempo y el espacio". Ahora asociamos el azul con el agua y por eso tal vez consideramos manifiesta su frialdad. Pero incluso se tomó el azul como un color cálido durante la Edad Media entre otras razones porque entonces, y durante muchos siglos antes, el agua incolora "era" verde.

Ahora es azul. Como los uniformes, como parte de muchas banderas en los países occidentales o como toda la bandera de Europa, como el casco de los soldados de las Naciones Unidas, azul de Francia, azul de Italia, de los Estados Unidos de América del Norte y de Getafe, azul como el príncipe soñado, como el blues... como encajabaja.

martes, 13 de abril de 2010

El nuevo suplemento de VIAJES

Este mes, el suplemento de viajes de EL MUNDO estrena rediseño. Un cambio que jubila su entrañable aunque ya vetusto aspecto y propone un nuevo suplemento, en el que tanto diseño como contenido sufren un notable cambio. VIAJES, un clásico de la oferta mensual del periódico, se ha destacado siempre por la variedad y calidad de sus reportajes, aunque su apecto se estaba quedando un pelín antiguo. Con el rediseño, su apariencia se remoza por completo. Editorialmente, la principal apuesta es la lectura. Por ello los textos aumentan su extensión, la imagen (que como el texto, también se lee) gana aún más peso, si cabe, que en el modelo anterior, las estructuras de página se hacen más equilibradas intentado que en el conjunto predomine el orden y la elegancia. Una apuesta por el contenido y el lector, en la que la forma acompaña serenamente, ofreciendo un conjunto limpio y tranquilo. Y un reto para el diseño. Es el momento de encontrar nuevas fórmulas, y trabajar la arquitectura de cada tema desde cero, olvidando todo recurso anterior, gráfico y de edición. La comodidad del terreno conocido se evapora y el suelo desaparece bajo los pies, una gratificante sensación profesional. La magnífica redacción de viajes, con Fernando Baeta al frente, se encarga del resto. Esperemos que os guste el cambio. Creemos que con VIAJES ha merecido la pena.
Incluso Juan Antonio Giner, presidente y fundador de Innovation Media Consulting Group, importante opinión en el campo del periodismo y el diseño en prensa, ha tenido el detalle de mencionarnos en uno de sus últimos posts, en el que habla de las cosas que le gustan y las que no de la prensa nacional, y nos destaca como la mejor versión conocida de VIAJES . En el mismo post también tiene palabras de elogio para ¡EUREKA!, el nuevo suplemento de ciencia de EL MUNDO ("terrific" según sus propias palabras, no porque dé miedo, sino como entusiasta calificativo sajón...) La próxima semana dedicaremos un post con las mejores páginas de este suplemento que auna el clásico suplemento de Salud con un nuevo suplemento de Ciencia, que sustituye al desaparecido Natura.



Nueva portada, a toda página


Impresionante foto a diez columnas de la Gran Vía Madrileña


Páginas centrales del suplemento. El texto y la imagen, equilibrados



El primer número tiene un ritmo muy bueno: elegante, pero bien movido...


Álvaro Pemper sigue ilustrando el suplemento

La doble de El Faro, con la reseña gastronómica de Fernando Point y el bazar

sábado, 10 de abril de 2010

Luto 2.0 en Polonia



Esta mañana nos hemos levantado con la triste noticia de la muerte del presidente polaco Lech Kaczynski y otras 95 personas en accidente de avión. Nos imaginamos a un país desconcertado y sumido en la tristeza por la muerte de su máximo mandatario.




Aún así, o tal vez como respuesta al dolor, los medios han reaccionado de manera rápida y eficaz, no sólo en el fondo, también en la forma. Y lo han hecho de forma imaginativa. Nos enteramos a través de nuestro compañero Sergio Rodríguez y su blog El Catalejo, que la mayoría de las webs informativas de Polonia e, incluso, la web de la presidencia polaca, se han teñido de luto. Pero han ido un paso más allá de la tradicional corbata negra y el crespón en la solapa. Han convertido sus píxeles al blanco y al negro para demostrar su luto. Un luto 2.0 para afrontar un duro trance. Desde aquí, mucho ánimo para todos los polacos.

lunes, 4 de enero de 2010

El color de 2010


Ya sabemos el color que le ha sobrado este año a la casa Pantone. Si el año pasado era el amarillo el que llenaba los almacenes de la empresa, este año es el Pantone 15-5519 Turquoise. Y gracias a ese exceso de stock, el turquesa es el color del año 2010.

Según ellos, combina la serenidad del azul y la vigorosidad del verde. Vamos, que esperan que 2010 sea un año sin prisa pero sin pausa. Y que además "evoca las aguas tropicales" ideales para "escapar de los problemas del mundo". Pues nada, en estos días de año nuevo, de felicitaciones, deseos y propósitos, os deseamos Turquesa, mucho turquesa. Y feliz 2010.

viernes, 17 de julio de 2009

¡Felicidades!

Exactamente el mismo día y a la misma hora en que esta pequeña felicitación en forma de post se lance a la blogosfera, Luis Blasco dejará de formar parte de la gloriosa cofradía de los diseñadores de prensa solteros para entrar en la resignada bolsa de los diseñadores de prensa casados, en la que estamos ya todos los miembros del blog menos él. Que conste que le hemos insistido, aconsejado como amigo, compañero... hasta los misteriosos miembros del comité de expertos encargados del Diseñario le han advertido de la gravedad de su atrevimiento, pero no ha habido forma. Los genes aragoneses de este miembro fundador de encajabaja, la belleza e inteligencia de su chica, el amor por encima de todo... no se podido luchar contra todo eso y, en consecuencia, no nos queda más remedio que desde estos humildes píxeles desearle mucha felicidad a él y a Judit. Porque, además, se lo merecen. ¡Enhorabuena!

La ilustración, una vez más, del genial Luis Sánchez Parejo.

¡Felicidades a Luis y Judit!

miércoles, 21 de mayo de 2008

Nuestro Mayo del 68 particular: FREE MAGENTA!



En el Diseñario que este blog tuvo a bien poner en marcha hay una ausencia notoria, y esa no es otra que el término CUATRICROMÍA. Esto se debe a que el comité de expertos de encajabaja se encuentra deliberando y redactando dicha entrada de cara a la revisión futura del listado, de manera que sea cada vez más completo y preciso. Mientras el comité debate no está de más dar un adelanto para la gente nueva que nos visita cada día.

Por simplificar, entendemos por cuatricromía la impresión a todo color mediante el uso combinado de cuatro tintas básicas: Cian, Magenta, Amarillo y Negro (CMYK). Este sistema se basó en el concepto de semitonos, en la misma ilusión óptica que lo sustenta y en el sistema sustractivo -o de absorción de la luz- de crear colores. En teoría, si superponemos tres tramas de semitonos de Cian, Magenta y Amarillo podemos obtener cualquier imagen en color susceptible de ser impresa en serie con una mínima fidelidad. Añadimos el negro para lograr fuerza en las sombras y porque el negro generado por los otros tres colores no es un negro puro ideal, sino más bien un marrón sucio.

Bien, ¿y a qué viene toda esta parrafada técnica básica? Pues a que el MAGENTA ya no nos pertenece. La noticia es ya vieja, pues saltó a la palestra en noviembre de 2007. Nos enteramos entonces de que la compañía de telecomunicaciones alemana Deutsche Telekom, a través de su filial T-Mobile, había registrado el color magenta como marca en Holanda y Alemania. Esto significaría que nadie podría emplear el magenta puro al 100% sin tener problemas legales en esos países.

Lo mejor de todo es el movimiento combativo creado al hilo de la polémica, llamado FREE MAGENTA, en el que diseñadores de toda Europa han fabricado imágenes de protesta para pedir la "liberación" de este color, este fucsia o rosa brillante tan particular sin el cual periódicos y revistas no tendrían sentido.

Os enseñamos una muestra de las adhesiones más brillantes, aunque podéis verlas todas en la web citada.