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lunes, 24 de septiembre de 2012

USA Today today (1). El papel del papel

Primera página del primer número del USA Today, publicada el 15 de septiembre de 1982

Todos quisimos ser entonces el USA Today. O casi todos. En todo o en una parte. Después, la realidad siguió llegando cada día —como le sucede a Rajoy— para mostrarnos que el éxito del USA Today lo era para el propio USA Today y no necesariamente para todos los que, en todo o en parte, siguieran aquel modelo de colores y textos cortos y titulares en letras poderosas de palo combinados con otros de 'segundo grado' en letras de rasgo; la contraportada con aquel espectacular mapa del tiempo, a todo color, claro; la apuesta por la infografía, en color, y el color de fotografías que ocupaban mucho más espacio de lo habitual en un periódico que se llamara 'serio' a sí mismo. Hoy día, hay incluso quien sostiene que el diseño de las páginas home (perdón por el gilipollismo) informativas de la web le debe mucho, o casi todo, a aquel diseño periodístico ya histórico de 1982.


La mítica página del tiempo del USA Today, contraportada inicial de 1982 y evolución posterior del rediseño del año 2000

El primer número del USA Today salió a la venta el 15 de septiembre de 1982, hace exactamente 30 años, diseñado por su primer director de arte, Richard Curtis (no confundir con el director de cine), y aunque en un comienzo los diarios serios norteamericanos y del resto de los países occidentales, que se publicaban en un rigurosísimo blanco y negro por motivos tanto técnicos como de 'reputación', lo desdeñaron llamándolo incluso el "MacPaper" (y no por que se hiciera con ordenadores Macintosh, que supongo que no, sino por asimilar lo que consideraron su 'periodismo basura' de consumo rápido a la comida basura del 'Macdonal'), lo cierto es que más tarde o más pronto, todos terminaron imprimiéndose en color, todos, y más tarde o más pronto y en mayor o menor medida, todos terminaron acortando sus textos. Y, tal vez, fue un error. No lo de imprimirse en color, porque ya hemos comentado en más de una ocasión que el color es información, no más o menos seriedad o frivolidad —eso, como todo, como los titulares, depende de su uso—, sino que el error, tal vez, fue el de reducir aquello en lo único que un medio impreso es superior al resto: el texto.

El USA Today fue un proyecto de Al Neuharth para la empresa Gannett Company, dueña de la mayor cadena de periódicos norteamericanos, además de diversas emisoras de televisión y de radio. Cambió además la tendencia, muy anglosajona, del periódico como una institución local perteneciente a una ciudad queriendo ser un diario nacional con sede, claro está, en Washington DC, desde donde se enviaban las planchas vía satélite hasta diversos centros de impresión repartidos por todo el país (lo que permitía, incluso, retrasar la hora del cierre para salir con las últimas noticias). Este carácter 'nacional' fue otro de los factores que en principio suscitó dudas sobre su viabilidad entre las mentes más conservadoras del negocio. Pero su fórmula fue un absoluto éxito que llegó a vender hasta ¡cinco millones de ejemplares al día! Una fórmula que se inspiró, en parte, en la televisión, es decir, en la NO LECTURA. Como bien escribe mi maestro Pedro Pérez Cuadrado en su imprescindible serie sobre El color en los diarios publicada en nuestro blog hermano del otro lado del océano Visualmente: "El proyecto, muy elaborado, consistía en hacer un diario visual que fuera atrayente por su lectura rápida e interés. Trataron de traspasar la idea primaria de la televisión a las páginas de este periódico y emplearon textos cortos, muchos gráficos, estructuras muy modulares y, sobre todo, el color. El resultado fue sorprendente: millones de lectores. Y un diseño gráfico y tecnológico a imitar".

Pero... "tal vez nos equivocamos" siguiendo algunos principios de aquel modelo y descuidando en parte "los contenidos", escuché decir hace unos años, pocos, a Ricardo Curtis (nada que ver con el mencionado Richard Curtis por asombroso que pueda parecer) en una de las Jornadas sobre Diseño Periodístico de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Curtis, nuestro Curtis, fue entre unas cuantas cosas más, muchas más, el director de arte del desaparecido y fugaz diario madrileño El Sol (1990-1992), el primer periódico en el que trabajé y donde tuve el honor de hacerlo a sus órdenes y a las del mencionado Pedro Pérez, y donde tuve la suerte de comenzar a aprender de verdad, con ellos. Fue un periódico que destacó y que es recordado por su innovador diseño, en el que el color tenía mucha importancia (y los condicionantes técnicos eran grandes y desesperantes); además de la infografía (durante la Guerra del Golfo se elaboraba un gráfico diario con las novedades de la contienda a toda página); los textos eran cortos, claro; y con la diferencia principal de que su formato era tabloide. Fue un fracaso. Y una de las constataciones evidentes de que un diseño, por sí sólo, vacío de contenidos, no sirve.

Portada del primer número del diario madrileño El Sol, 22 de mayo de 1990

También el prestigioso periodista Enric González se manifestaba en términos parecidos en una interesante entrevista del año 2009 que ya os reseñamos entonces: "Por alguna razón la industria ha supuesto que el lector de periódicos es un tipo al que no le gusta leer ¡...! Suena un poco contradictorio, porque si no le gusta leer no lo comprará aunque hagas textitos de diez líneas". Y curiosamente, por pura casualidad por suerte, porque suenen varias flautas o por lo que sea, algunos medios impresos que han hecho el camino opuesto, apostar por el texto y la calidad de los contenidos independientemente de su extensión, aumentan su tirada y aguantan la crisis. Como The Economist o el semanario alemán Die Zeit, cuyo director, Giovanni di Lorenzo, es bastante claro: "¿Cómo lo hemos conseguido? Desoyendo todo lo que nos aconsejaron los asesores de medios. Seguimos haciendo textos muy largos, no nos adaptamos a las modas y continuamos haciendo un periódico bastante difícil".


Rediseño del USA Today del año 2000 en el que se unifica la tipografía y se recorta el ancho de página (comparado con el primer número de 1982)

El USA Today original de 1982 dividía sus páginas en cuatro grandes secciones impresas en cuadernillos: Información y Opinión, Dinero, Deportes y Vida. Todas identificadas por un gran recuadro con el azul corporativo del diario (el azul de USA) con las distintas cabeceras mencionadas caladas en blanco. Posteriormente se utilizó un sistema de colores identificativo para cada una de ellas: azul para Información, verde para el Dinero (claro), rojo para (¿la pasión?) del Deporte y violeta (alguno había que poner) para eso tan vaporoso encuadrado dentro de Vida. "Una clara influencia del diseño europeo en los diarios norteamericanos y viceversa; es la globalización gráfica", reflexionaba Carlos Pérez de Rozas con motivo del primer rediseño que sufrió el USA Today en abril de 2000, también a cargo de Richard Curtis (quien anunció su retirada en 2008). Un cambio en el que se consolidó el sistema identificativo de colores, se mantuvo el formato sábana pero reduciendo cuatro pulgadas su anchura (de 54 a 50), y se unificaron todas las tipografías para utilizar exclusivamente una letra de rasgo (Gulliver).

Ahora, y con motivo de ese 30 cumpleaños, a lo que suponemos que hay que añadir el que su circulación ha descendido de la misma manera que la del resto de los diarios hasta situarse en segundo lugar con una tirada en marzo de 2012 de algo más de 1.800.000 ejemplares diarios (que no está mal, pero que sigue a la baja...), el USA Today anuncia un nuevo y revolucionario diseño que en palabras de su presidente y editor, Larry Kramer, les (¿nos?) llevará nada más y nada menos que "al siguiente nivel de la narrativa de la información" (el tan manido 'storytelling' que ahora los gurúes repiten hasta la saciedad) y a "reinventar el negocio de las noticias".

Vídeo promocional con el lanzamiento del actual rediseño

Las principales novedades de este ¿revolucionario? diseño están analizadas ya, en cinco completísimas entregas (en inglés), imágenes de las nuevas páginas incluidas, por Súper Mario García (y os aseguro que no hay la más mínima intención irónica en ese "súper" porque si de alguien puede decirse que sea el más grande de los diseñadores periodísticos, y dudamos que se pueda hacer tal escalafón, sería sin duda este cubano-norteamericano que después de tantos años sigue viajando por todo el mundo para rediseñar diarios con un saber, un amor por los periódicos y una pasión absolutamente insuperables. Su labor incansable ha contribuido como la de ningún otro a hacer de esta disciplina nuestra, y suponemos que de muchos de vosotros, una especialización PERIODÍSTICA más, respetada y escuchada, y su blog [GarcíaMedia The Mario Blog] es referencia absoluta de autoridad en todo el mundo).

El nuevo USA Today de 2012

Esas novedades se pueden resumir en el mayor peso de algunas de sus macrosecciones, como Tecnología y Viajes (porque supuestamente en "estos tiempos" interesan más), más espacios en blanco (para que "respire", ya sabéis...), más subjetividad al escribir sin llegar a convertir los textos en columnas de opinión (algo así como "cercanía" y "complicidad" con el autor, dicen), en el apartado tipográfico una nueva letra para el texto base (Chronicle sustituyendo a la anterior Gulliver) y la clásica y poderosa Futura para algunos titulares, para el logo, cabeceras... Y, sobre todo... su nuevo logo: un círculo que se convierte en... una ¡"infografía viva"!, según una expresión muy acertada del propio Mario García. Un círculo que cambia de color según la sección en la que estemos (nada nuevo, es exactamente igual a lo que sucedía con su anterior rectángulo), pero que cambia de posición e incluso de forma y contenido según las noticias que quieran destacarse. El diseño integral de la marca, web y editorial se encargó a Wolff Olins, empresa británica muy prestigiosa a nivel internacional y veterana (su fundación fue en los años 60) en el desarrollo y diseño de imagen y marcas comerciales. 









Como hablamos en esta primera entrega del papel (la próxima semana intentaremos hacerlo de las pantallas) seguro que no nos arriesgamos mucho al afirmar que este diseño no supondrá la revolución de la que ellos hablan y no se acercará, ni de lejos, a lo que supuso ese primer diseño histórico del USA Today del que os hemos estado hablando en un texto muuuuy largo, éste que leéis (hace tiempo que dejamos de preocuparnos por "la extensión de los textos e internet" y desoímos el tópico de que "deben tener párrafos y frases cortas, como corta debe ser la extensión total", tal vez porque preferimos a un lector antes que a cientos de 'miradores de páginas', o porque nos salen así cuando decimos lo que queremos decir). No revolucionará el diseño periodístico en papel, porque está hecho, con toda la intención y la evidencia, para intentar consolidar la marca USA Today en el mundo digital de la web y, sobre todo, de las tabletas.

Por eso, la pregunta del millón es, precisamente, la que formula Mario García en sus excelentes (y afortunadamente largos) análisis a quien el propio García llama "visionario creador" del USA Today, Al Neuharth: "If you were assembling a team to start your dear USA Today in 2013, would there be a print edition? For now, I have sent the question to Mr. Neuharth and wait for his reply". Estamos todos esperando.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Hockney y el iPad

La primera vez que oí hablar de David Hockney, bueno la primera vez que me interesé realmente en él porque su nombre ya me 'sonaba' como 'pintor pop', fue hace unos diez años, con la publicación de su obra El conocimiento secreto, uno de los más apasionantes y controvertidos libros sobre arte, en el que argumenta nada más y nada menos que desde el siglo XV los grandes maestros de la pintura utilizaron diversas tecnologías (principalmente ópticas, como la cámara clara y la cámara oscura) para 'calcar' la realidad. Un libro maravilloso editado sin escatimar medios, ni precio, que merece un artículo por sí sólo... como mínimo, y que por supuesto haremos.


Ahora es una exposición, "Una visión más amplia", en la que se muestra la obra reciente de Hockney la que vuelve a reclamar mi atención. Porque resulta que Hockney, a sus más de 70 años, ha vuelto a su Inglaterra natal (tengo que confesar que no pocos habíamos supuesto que se trataba de un pintor norteamericano porque después de haber conseguido cierto renombre en Londres siendo ya estudiante, su reconocimiento internacional llegó cuando en los años 60 se instaló en Los Ángeles con sus cuadros 'pop' de brillantes colores saturados), y a su regresó a Inglaterra, decíamos, al condado de Yorkshire en 2006, se interesó por la naturaleza de su lugar de nacimiento como antes lo había hecho con los grandes espacios abiertos del oeste norteamericano. En especial, por los cambios que la naturaleza sufre con las estaciones, con la luz, que en esta comarca de la nubosa Inglaterra implica distintos paisajes en apenas horas, o incluso menos. Con una energía no ya impropia de un hombre de 70 años sino para cualquiera, empezó a pintar esa naturaleza utilizando todo tipo de técnicas: al óleo, con acuarelas, carboncillos, cuadernos de bocetos, fotografías (tomadas con nueve cámaras montadas en un vehículo porque así considera que logra una imagen más cercana a lo que vemos), vídeo, Photoshop en ordenador, iPhone, iPad... hasta lograr en unos cinco años, aproximadamente, lo que parece la obra de toda una vida. Unas doscientas obras, algunas de inmenso tamaño, que llenan toda la segunda planta del monumental Museo Guggenheim de Bilbao.



Sí, iPad. Y aunque a primera oída, que no vista, pueda parecernos una 'modernidad' vacía, apuntarse a lo más avanzado para llamar la atención o incluso un querer luchar en vano contra el paso del tiempo estando a la última porque sí, nada más lejos de la realidad tratándose de un absoluto maestro que, además, ha investigado durante toda su vida todas las tecnologías del arte pictórico, poniéndolas en práctica. Su mencionado libro El conocimiento secreto no es sino una investigación de la tecnología de la pintura desde el siglo XV, por no mencionar sus impresionantes collages del cañón del Colorado realizados con cientos de fotografías polaroid en la década de los 80 y que también pueden verse en esta exposición, o sus trabajos posteriores con el fax, o con sus sistema de nueve cámaras y después con Photoshop.


Collages fotográficos de The Grand Canyon (1982) y La Autopista de Pearblossom (1986)

En 2009 comenzó a dibujar con un iPhone y en 2010 con un iPad (afirma que fue uno de los primeros en comprarse uno). Utiliza la aplicación Brushes (5,99 euros), un sencillísimo y potente software de dibujo que permite controlar trazos, colores, transparencias, ampliaciones de hasta el 3200% para acceder hasta el más mínimo detalle e incluso cinco capas que se mezclan entre ellas a la manera de Photoshop. Una de tantas apps que a pesar de su simplicidad posibilita, sobre todo en manos de un absoluto maestro de la pintura y el dibujo como Hockney, un resultado asombroso. Cuesta trabajo creer que muchos de los innumerables ¿cuadros? colgados en la sala denominada La llegada de la primavera en Woldgate, East Yorkshire, en 2011 (dos mil once), unas 70 imágenes de un metro y medio de altura cada una colgadas en dos filas, estén realizadas con la famosa tableta de Apple, porque captan la luz, los colores, texturas y hasta la atmósfera cambiante como la mejor de las técnicas tradicionales. Es increíble. Como increíble le pareció a Hockney en 2011 la posibilidad de imprimir las imágenes del iPad a ese enorme tamaño sin que se 'pixelicen' lo más mínimo. "Entonces descubrí que podía llenar paredes y paredes con mis dibujos", reconoce. La sala está 'presidida', además, por la que posiblemente sea la obra más importante de todo este período del autor, un óleo en este caso, un inmenso óleo lleno de árboles, hojas de los árboles y colores de más de nueve metros de largo y 3,6 de altura, formado por 32 lienzos, y que es la imagen que da imagen a toda la exposición, portada del magnífico catálogo incluida.

The Arrival of Spring in Woldgate, East Yorkshire in 2011 (twenty eleven). Óleo sobre 32 lienzos
365,8 x 975 cm; (91,4 x 121,9 cm, cada uno); parte de una obra de 52 piezas


Dos de la serie de 70 dibujos realizados en iPad e impresos en papel a un tamaño de 144,1 x 108 cm, que forman parte de la serie de La llegada de la primavera en Woldgate, East Yorkshire, en 2011 (dos mil once)




Es la "inmediatez" la característica más poderosa del iPad, según Hockney. Puede tomar apuntes del natural a una velocidad asombrosa con sus dedos sobre una "libreta cuyas hojas no se acaban nunca". Un dibujo, otro, otro... según avanza en el asiento del copiloto del coche por el condado de Yorkshire. Envía muchos de esos dibujos espontáneos a sus amigos desde la propia tableta por email, pero la mayor parte de los bocetos se quedan almacenados en la memoria digital hasta que llega a su estudio donde sigue trabajando en ellos para darles el acabado final, en el que además de los dedos utiliza un puntero. Logra así 'atrapar' la luz cambiante, o casi.







En la muestra hay también varios iPads en los que se ve la 'película' de sus dibujos en la tableta. Porque Brushes tiene además esta posibilidad, la de crear un vídeo con todos los pasos del dibujo que hemos ido realizando. Los trazos, la vuelta atrás, el borrado, nuestros titubeos —y los del maestro Hockney, por supuesto—, los distintos caminos de nuestros dedos sobre la pantalla de cristal. Diría que es una aplicación tan fácil de usar (tan fácil y potente que me recuerda, salvando las distancias, a nuestro querido Quark) que incluso un niño aprende a manejarla de manera intuitiva él solo, pero creo que en esto los niños nos llevan ventaja, así que diremos que es tan fácil usarla que incluso un adulto aprende en muy poco tiempo a utilizarla. Luego el resultado... pues como siempre decimos, incluso en maquetación y diseño. Que una cosa es la herramienta, y otra nuestros conocimientos, nuestro talento, lo que queremos hacer... todo eso que ningún ordenador ni software puede emular porque es pura actividad humana.





Primer dibujo realizado por Javier en Brushes con  los menús principales que ofrece el programa (colores, pinceles, capas). Finalmente, vídeo que realiza el propio software con el 'historial' del dibujo (que es exactamente lo que se puede ver en la exposición de Hockney con su autorretrato y varios trabajos más).

La exposición "Una visión más amplia" puede verse en el Museo Guggenheim de Bilbao hasta el 30 de septiembre. Todavía tenéis tiempo para hacerlo si tenéis la suerte de estar por estas fechas en esta gran ciudad. Y si a alguno de estos 'afortunados' no les gusta la exposición de Hockney, que todo puede suceder, siempre le quedan las instalaciones de hierro oxidado de Richard Serra de la planta baja del museo, el propio museo en sí, o incluso una muestra, nada más y nada menos, que de toda la serie de los grabados de Goya (tecnología sobre el grabado y el aguafuerte incluida en la propia exposición, porque también el genial, y brutal, Francisco de Goya fue un avanzado y curioso explorador de todas las posibilidades gráficas del momento) en el Museo de Bellas Artes, 'Goya, estampas de invención', unas calles más arriba en este Bilbao antiguo y vanguardista, lleno de contrastes, de vida y de cultura.




jueves, 26 de julio de 2012

Hopper, Hopper...

Ningún método de impresión reproduce fielmente los originales. Ni siquiera las fotografías por muchos millones de píxeles y procesadores ultrapotentes o moléculas de plata pigmentadas que gasten, consiguen exactamente los mismos colores que retratan, cuanto más un medio de impresión con tintas que intentan después en vano —aunque con crecientes mejoras— llevar al papel esas fotografías que previamente habían fracasado. La impresión y la fotografía son un fracaso... siendo un éxito porque, a pesar de todo, consiguen la ilusión de representar la realidad. Logran que nos lo creamos. Pero con Hopper.... hay que ver sus cuadros originales, expuestos este verano en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid para constatar mucho más que en otros casos esta derrota de las reproducciones.



Imágenes de pantalla (vuestras pantallas) de fotografías de impresiones de fotografías de los cuadros de Hopper.

María Benito nos espera en la puerta del museo y nos hace un breve y certero resumen de lo que vamos a ver: "Primero tenéis las obras de formación; después, en una pantalla se proyectan las ilustraciones que hizo para las portadas de revistas antes de ser famoso; luego están los grabados, que merecen mucho la pena, y las acuarelas, que son buenísimas y con las que empezó a ser reconocido, y al final, está el Hopper, Hopper...".










Y así fue. Y efectivamente, cuando llegas al Hopper, Hopper... sólo puedes pronunciar puntos suspensivos. Te quedas sin palabras ante la fuerza, el magnetismo y el poder de las imágenes de un auténtico maestro. Imágenes que nada, o muy poco, tienen que ver con las fotografías que antes habíamos visto de sus cuadros y que ya admirábamos sin sospechar que las originales sí que son admirables. Porque los colores... Porque la luz... Porque los encuadres... Nada que ver con esa soledad algo lúgubre de las fotografías de su obra. Es una ¿soledad luminosa?, la luz sale de los cuadros. Es una composición 'cinematográfica', llena de los famosos 'planos americanos', como fotogramas aislados de una película norteamericana... pero no del todo. Los 'planos' cortan las figuras humanas más abajo que en el cine, casi por encima de los pies, dejando mucho espacio por encima y 'aplastando' así a sus personajes; los encuadres son inverosímiles a veces (¿por qué se termina ahí lo que vemos?, ¿falta algo que nuestra imaginación debe completar?); los colores no son los de la realidad, tan brillantes, pero crean una realidad real, o soñada... En la página web de The New York Times, The Original Edward Hopper compara de manera muy interesante los lugares reales con lo que Hopper vio. El Hopper, Hopper...

Vamos a dejarlo mejor todo en puntos suspensivos y si tenéis la oportunidad, visitad esta fantástica exposición de Edward Hopper (1882-1967) en Madrid. Hasta el 16 de septiembre en el Thyssen, junto a las alambradas que la policía antidisturbios tiene colocadas de forma casi permanente en torno al Congreso de los Diputados, otra realidad paralela.




lunes, 7 de noviembre de 2011

Dos en la carretera: encajabaja en la Universidad de Navarra (I)

On the road, again! Los encajabaja de nuevo en su versión más itinerante. Pero ésta vez no era una ocasión cualquiera... esta vez el destino era Pamplona, cuna de una de las mejores facultades de periodismo del mundo, en la que este humilde cronista tuvo la inmensa fortuna de desarrollar su formación académica. Un viaje apasionante profesionalmente, en especial para nuestra tanqueta de Getafe, Mario Benito, designado como miembro del jurado de los premios ÑH8 (2011) pero también muy emotivo y sentimental para este humilde cronista que vivió sin duda cuatro de sus mejores años en ese impresionante campus y en esa maravillosa ciudad.

Empezamos a coger gustillo a esto de desplazarse, aunque nunca habíamos sido designados ninguno como miembro de ningún jurado. Y siendo honestos, había cierto nerviosismo... Estábamos citados en Pamplona para la hora de la comida, así que decidimos quedar con tiempo, para viajar tranquilos. Salimos con un poco de retraso debido al tráfico madrileño, pero no nos preocupaba, dada la cilindrada del motor del coche de Mario, todo un derroche en estos tiempos de recortes, y de su supuesta destreza al volante... Pero al entrar en carretera una sucesión de obras en cadena durante los primeros doscientos kilómetros del trayecto nos terminaron por hundir la media de velocidad... Y es aquí donde se gesta una de las mayores campañas de difamación que hemos tenido ocasión de presenciar en los últimos años: hace unas semanas, este pobre cronista suyo sufría uno de los ataques más virulentos e innecesarios que recuerde. Y lo sufría, para mayor dolor suyo, desde las páginas de éste, su blog...

CRÓNICA DE UNA INFAMIA
Vamos por partes... Impropio el ataque. Impropio de personas que dicen ser hombres de bien. Impropio de colegas de trabajo, porque eso, entre compañeros, no se hace. Y sobre todo, impropio por falso, por injusto, por gratuíto, por cobarde, por inmerecido... Según la débil argumentación de mi colega de blog, en adelante, el señor Benito, yo soy la constante de esos dos viajes fallidos en los que la velocidad brillló por su ausencia, en los que sentí como envejecía miserablemente en mi asiento del coche al ritmo del paso de los kilómetros, despacio, muuuuy despacio... Según el Sr. Benito, yo tengo la culpa de que Luisito Blasco recorriera los 626 kilómetros que separan Madrid de Estepona en casi diez horas de 'temeraria conducción deportiva' o de que el día que acudíamos a Salamanca una espesa nevada cubriera la carretera con un blanco manto que pedía a gritos precaución, amigo conductor...
Y siguiendo esa línea de argumentación propia de un mentecato, yo y sólo yo, provoqué que en la N-1 el día del trayecto a Pamplona no hubiera ni tres kilómetros seguidos sin obras... Un despropósito... Lo que no cuenta el sr. Benito es que en la vuelta de Salamanca no pudimos correr porque casi se queda sin gasolina en su flamante y ¿veloz? coche. Un lamentable imprevisto, pensaréis... ¡¡Estuvo avisando que se quedaba sin gasolina durante más de 100 kilómetros!! Como tampoco cuenta que en el trayecto de vuelta desde Pamplona a Madrid y conmigo en el coche, se cumplió el horario programado escrupulosamente e incluso no se hizo más rápido por culpa de una pequeña peculiaridad del sr. Benito al volante... Peculiaridad que, visto lo visto, me veo forzado a hacer pública:

¿Sabéis esas personas que cuando hablan contigo se te echan, literalmente, encima? Mario Benito es una de ellas. Vehemente, locuaz, expresivo... El sr. Benito es un torrente una vez se arranca, un torbellino que te encima y te acosa físicamente en el calor de una conversación... incluso a veces, si se sofoca fruto de su avanzada edad, te quita la palabra y llega a contestar él mismo a las preguntas que te había formulado segundos antes... Los que le conocéis sabéis de qué hablo...

Lo que nunca pude imaginar es que hace eso en tierra firme... ¡y al volante de su coche!

Se contonea, se retuerce... te mira fíjamente a los ojos, desafiante... mientras se le va el coche en las curvas, y se le va, y se le va.... Al final, al borde de caer en la cuneta, lo recupera, fruto de la casualidad, o del instinto de supervivencia , ¡vaya usted a saber! El caso es que no fue una vez, ni dos... ni diez. Fue una constante en un viaje en el que al principio temí morir desparramado por una de esas cunetas de Dios y que al final, de tanto sufrir, terminé contando, indiferente, los distintos episodios como curiosa anécdota que, por supuesto, no pensaba divulgar... Hasta que el día de la infamia tuvo lugar...

Y para haceros participes en su absoluta totalidad de esta experiencia cercana a la muerte comparto con vosotros, lectores, estas imágenes que reflejan como nadie la agónica experiencia que me tocó vivir:


IMÁGENES: LA HORA DE JOSÉ MOTA (TVE) MALINTENCIONADA EDICIÓN DEL VIDEO: JAVIER VIDAL

Terrorífico. Entre bandazo de carril y bandazo, fuimos consumiendo kilómetros. El excelente disco One man Band de James Taylor fue amenizando el trayecto mientras la conversación fluía... y el coche iba y venía... Al final de tan ajetreado viaje, llegamos a Pamplona. Y con agrado pudimos comprobar que básicamente todo sigue en el mismo sitio que hace quince años. Eso facilitó que con unas pocas indicaciones de este cronista llegaramos a la primera al hotel, pese a que el GPS de Mario insistiera en llevarnos a otro hotel de Logroño. Dos viejos amigos de encajabaja nos esperaban en la recepción: Laura Gónzalez y Carlos Pérez de Rozas, tipo único donde los haya. Junto al resto del jurado, profesionales de toda España y Portugal, partimos paseando hacia la universidad. “Seguidme, conozco bien el camino...”

ENCAJABAJA POR PARTIDA DOBLE
Este viaje ha sido especial por muchos motivos. Profesionalmente, porque no podemos agradecer lo suficiente el nombramiento de Mario como miembro del jurado de los ÑH. Significa mucho para nuestra sección y para nuestro humilde blog. Y ha sido, además, un reencuentro bastante emocional con una etapa muy importante de la vida de este cronista que les escribe. Y es que en Pamplona tomó forma todo. Y uno se hace mayor y está hecho un sentimental y pensaba que ya no se acordaría de nada... y lo cierto es que se acuerda de todo. Tanto es así que fue enfilar el campus por la antigua cuesta de Fuente del Hierro y sentir que la última vez fue ayer, aunque ayer fuera hace quince años. El espectacular campus, verde y majestuoso nos recibió a un pequeño grupo formado por Mario, Laura, Álvaro Varona y servidor que bajaba recordando batallas de hace mil años. Mario disparaba su cámara de fotos hacia todas partes, mientras ambos admirábamos los nuevos edificios que se levantan en el campus: una nueva facultad de económicas y el próximo año, un museo proyectado por Moneo. Impresionante.

El impresionante edificio de Bibliotecas junto a las Torres de Belagua

Ciencias sociales, imponente construcción de hormigón y periodismo


Después de comer en el comedor de la biblioteca y de haber conocido a la totalidad del jurado, empezaron las deliberaciones. En esos momentos, encajabaja se separaba. De la parte del jurado ya ha contado Mario batalla y andanzas... Pero mientras cumplía con diligencia con sus labores de jurado, yo disfruté de dos jornadas inolvidables en el campus, sin nada más que hacer que disfrutar del ambiente universitario, recordar viejos tiempos y visitar a los viejos amigos, profesores, empleados de la universidad. Realmente, un auténtico regalo. Antiguos compañeros de promoción como Miguel García San Emeterio y Paz Ugalde, secretario y directora de comunicación de la facultad de comunicación, respectivamente. O Fernando López Pan, maestro de periodistas, que consiguió que promociones enteras escribieramos historias con cierto criterio y, por supuesto, a nuestro querido MAJ. No vamos a descubrir ahora a Miguel Ángel Jimeno. Pero yo tenía mucho interés en que Mario, amigo y compañero, conociera personalmente a quien de tanto aprendí sobre edición, sobre diseño, orden e información en la universidad. Cosa que sigue haciendo a diario en su imprecindible blog la buena prensa. El encuentro no tuvo desperdicio. Y es que hablar el mismo idioma, el del periodismo puro y duro, hace que se intime muy rápido...

Tras una primera jornada agotadora, unos a fichas y otros a viejos amigos, y un breve refrescarse en el hotel de concentración, la delegación de jurados, organizadores, y adjuntos partió para la primera cena en Pamplona. El lugar elegido por la organización no podía ser mejor: Casa Otano, todo un clásico en la calle San Nicolás, zona cumbre, vía sagrada para aquellos que aprecian el placer de tomarse algo en buena compañía, vía que fue trabajada con fruición por este cronista en sus años universitarios, y que está preñada de sitios históricos en los que tomar pinchos, copas o lo que se tercie...

Llegada a la calle San Nicolás... ¡Ambientazo!

MAJ, Mario Benito y Laura González esperando para entrar a cenar junto al Ulzama, una debilidad muy particular... La de neuronas que ha perdido el cronista entre sus paredes azules por culpa de sus bebedizos...

La cena no puede calificarse de otra manera que no sea triunfal. El coqueto comedor del Otano, en la primera planta de la casa, acogió una encantadora velada entre amigos y compañeros de profesión. La conversación, afortunadamente, fue mucho más allá de la crisis y los recortes. Proyectos futuros, tendencias, amigos comunes, mil anécdotas que hicieron llorar de risa a más de uno... Y en una esquinita de la mesa, Mario, Laura, MAJ, servidor, Diego Zúñiga, de El Correo y Mario Henriques de la versión para iPad del Expresso portugués nos hicimos fuertes junto a una terraza habilitada para los fumadores empedernidos... Hasta para esto, Pamplona sigue siendo única. Y en aquella diminuta terraza nos plantamos MAJ, Henriques y servidor y nos turnábamos para echar humo, de dos en dos, con una vista impagable de la calle San Nicolás en plena efervescencia...


El jurado sentado a la mesa...

Pidiendo el postre desde el balcón para fumadores... (enorme cara de postre del cronista)

Algunos irreductibles de San Nicolas, desde el balcón de Casa Otano...


De la cena habría que destacar varias cosas: la primera, que MAJ es un anfitrión excelente. Conoce mil historias, es un formidable conversador y encima, tiene un apetito legendario. En eso pinchamos en hueso. El azar no tuvo otra ocurrencia más que juntar a MAJ con Mario Benito, un ser inerte, sin apetito alguno... el único adulto que sigue jugueteando con la comida de su plato -un ajoarriero como una catedral- como cuando tenía seis años... MAJ empezó prudente, pero ya en los entrantes intuyó el nivel de su invitado: “¿En Madrid no coméis?” le dijo, guasón... Eso provocó mi reacción, viéndome obligado, por orgullo de madrileño de adopción y sevillano de cuna, a dejar alto el pabellón, tanto en mi lugar como en el de mi inapetente compañero... Echamos de menos en esta labor a nuestro querido Luis Blasco, que hubiera provocado la quiebra del Otano si se lo hubiera propuesto... Porque en Madrid, amigos, sabemos comer...


Varios ejemplos de la contundente gastronomía del Reino

La segunda fue volver a constatar lo que te puedes reír en una cena con periodistas... Entre las miles de anécdotas y la habilidad de Mario para provocar risas, incluso sin pretenderlo, fue una cena inolvidable... Hubo un momento impagable, cuando hablábamos del nombre de mi futuro hijo y comenté que igual le llamamos Rafa, pero así... sin nigún entusiasmo... Mario saltó: “No hombre, no... Rafa es un nombre tristísimo...” Inmediatamente, el pobre Diego Zuñiga, de El Correo, un tipo divertido, sabio en lo referente al diseño y que cada vez que abría la boca decía algo interesante soltó mirando al infinito: “Mi niño se llama Rafa...” Silencio... Mario, pálido, miraba por la ventana pensando (imagino) si sobreviviría si se lanzara por ella para escapar a semejante marrón... “Es... un nombre precioso...” acertó a decir sin poder contener ya las risas... La caracajada de nuestro lado fue tan grande que enmudecimos al resto del local, que quería saber qué había pasado... ¡His-tó-ri-co! Encajabaja, dejando el pabellón lo más alto posible...

Mario Benito con Diego Zúñiga, sonrientes, una vez aclarado el 'incidente' del nombre de su hijo...

Miguel Ángel Jimeno, el anfitrión por excelencia

REPORTAJE GRÁFICO: MARIO BENITO Y JAVIER VIDAL



Continuará...

Congreso ÑH8 en Madrid
Como ya os hemos contado, este viernes 11 se celebra en Madrid el Congreso ÑH8, con destacados ponentes como Mark Porter, Rodrigo Sánchez, Lola Gómez, Laura González Díez, Pedro Pérez Cuadrado, Mario Tascón y muchos otros ilustres ponentes... Desde encajabaja os animamos rotundamente a participar, pocas veces se tiene a tanto grande del diseño y del periodismo junto. Y aunque este año sea en formato super reducido, éstas son las ocasiones en las que surjen cosas grandes... ¡No podéis faltar!