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lunes, 24 de septiembre de 2012

USA Today today (1). El papel del papel

Primera página del primer número del USA Today, publicada el 15 de septiembre de 1982

Todos quisimos ser entonces el USA Today. O casi todos. En todo o en una parte. Después, la realidad siguió llegando cada día —como le sucede a Rajoy— para mostrarnos que el éxito del USA Today lo era para el propio USA Today y no necesariamente para todos los que, en todo o en parte, siguieran aquel modelo de colores y textos cortos y titulares en letras poderosas de palo combinados con otros de 'segundo grado' en letras de rasgo; la contraportada con aquel espectacular mapa del tiempo, a todo color, claro; la apuesta por la infografía, en color, y el color de fotografías que ocupaban mucho más espacio de lo habitual en un periódico que se llamara 'serio' a sí mismo. Hoy día, hay incluso quien sostiene que el diseño de las páginas home (perdón por el gilipollismo) informativas de la web le debe mucho, o casi todo, a aquel diseño periodístico ya histórico de 1982.


La mítica página del tiempo del USA Today, contraportada inicial de 1982 y evolución posterior del rediseño del año 2000

El primer número del USA Today salió a la venta el 15 de septiembre de 1982, hace exactamente 30 años, diseñado por su primer director de arte, Richard Curtis (no confundir con el director de cine), y aunque en un comienzo los diarios serios norteamericanos y del resto de los países occidentales, que se publicaban en un rigurosísimo blanco y negro por motivos tanto técnicos como de 'reputación', lo desdeñaron llamándolo incluso el "MacPaper" (y no por que se hiciera con ordenadores Macintosh, que supongo que no, sino por asimilar lo que consideraron su 'periodismo basura' de consumo rápido a la comida basura del 'Macdonal'), lo cierto es que más tarde o más pronto, todos terminaron imprimiéndose en color, todos, y más tarde o más pronto y en mayor o menor medida, todos terminaron acortando sus textos. Y, tal vez, fue un error. No lo de imprimirse en color, porque ya hemos comentado en más de una ocasión que el color es información, no más o menos seriedad o frivolidad —eso, como todo, como los titulares, depende de su uso—, sino que el error, tal vez, fue el de reducir aquello en lo único que un medio impreso es superior al resto: el texto.

El USA Today fue un proyecto de Al Neuharth para la empresa Gannett Company, dueña de la mayor cadena de periódicos norteamericanos, además de diversas emisoras de televisión y de radio. Cambió además la tendencia, muy anglosajona, del periódico como una institución local perteneciente a una ciudad queriendo ser un diario nacional con sede, claro está, en Washington DC, desde donde se enviaban las planchas vía satélite hasta diversos centros de impresión repartidos por todo el país (lo que permitía, incluso, retrasar la hora del cierre para salir con las últimas noticias). Este carácter 'nacional' fue otro de los factores que en principio suscitó dudas sobre su viabilidad entre las mentes más conservadoras del negocio. Pero su fórmula fue un absoluto éxito que llegó a vender hasta ¡cinco millones de ejemplares al día! Una fórmula que se inspiró, en parte, en la televisión, es decir, en la NO LECTURA. Como bien escribe mi maestro Pedro Pérez Cuadrado en su imprescindible serie sobre El color en los diarios publicada en nuestro blog hermano del otro lado del océano Visualmente: "El proyecto, muy elaborado, consistía en hacer un diario visual que fuera atrayente por su lectura rápida e interés. Trataron de traspasar la idea primaria de la televisión a las páginas de este periódico y emplearon textos cortos, muchos gráficos, estructuras muy modulares y, sobre todo, el color. El resultado fue sorprendente: millones de lectores. Y un diseño gráfico y tecnológico a imitar".

Pero... "tal vez nos equivocamos" siguiendo algunos principios de aquel modelo y descuidando en parte "los contenidos", escuché decir hace unos años, pocos, a Ricardo Curtis (nada que ver con el mencionado Richard Curtis por asombroso que pueda parecer) en una de las Jornadas sobre Diseño Periodístico de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Curtis, nuestro Curtis, fue entre unas cuantas cosas más, muchas más, el director de arte del desaparecido y fugaz diario madrileño El Sol (1990-1992), el primer periódico en el que trabajé y donde tuve el honor de hacerlo a sus órdenes y a las del mencionado Pedro Pérez, y donde tuve la suerte de comenzar a aprender de verdad, con ellos. Fue un periódico que destacó y que es recordado por su innovador diseño, en el que el color tenía mucha importancia (y los condicionantes técnicos eran grandes y desesperantes); además de la infografía (durante la Guerra del Golfo se elaboraba un gráfico diario con las novedades de la contienda a toda página); los textos eran cortos, claro; y con la diferencia principal de que su formato era tabloide. Fue un fracaso. Y una de las constataciones evidentes de que un diseño, por sí sólo, vacío de contenidos, no sirve.

Portada del primer número del diario madrileño El Sol, 22 de mayo de 1990

También el prestigioso periodista Enric González se manifestaba en términos parecidos en una interesante entrevista del año 2009 que ya os reseñamos entonces: "Por alguna razón la industria ha supuesto que el lector de periódicos es un tipo al que no le gusta leer ¡...! Suena un poco contradictorio, porque si no le gusta leer no lo comprará aunque hagas textitos de diez líneas". Y curiosamente, por pura casualidad por suerte, porque suenen varias flautas o por lo que sea, algunos medios impresos que han hecho el camino opuesto, apostar por el texto y la calidad de los contenidos independientemente de su extensión, aumentan su tirada y aguantan la crisis. Como The Economist o el semanario alemán Die Zeit, cuyo director, Giovanni di Lorenzo, es bastante claro: "¿Cómo lo hemos conseguido? Desoyendo todo lo que nos aconsejaron los asesores de medios. Seguimos haciendo textos muy largos, no nos adaptamos a las modas y continuamos haciendo un periódico bastante difícil".


Rediseño del USA Today del año 2000 en el que se unifica la tipografía y se recorta el ancho de página (comparado con el primer número de 1982)

El USA Today original de 1982 dividía sus páginas en cuatro grandes secciones impresas en cuadernillos: Información y Opinión, Dinero, Deportes y Vida. Todas identificadas por un gran recuadro con el azul corporativo del diario (el azul de USA) con las distintas cabeceras mencionadas caladas en blanco. Posteriormente se utilizó un sistema de colores identificativo para cada una de ellas: azul para Información, verde para el Dinero (claro), rojo para (¿la pasión?) del Deporte y violeta (alguno había que poner) para eso tan vaporoso encuadrado dentro de Vida. "Una clara influencia del diseño europeo en los diarios norteamericanos y viceversa; es la globalización gráfica", reflexionaba Carlos Pérez de Rozas con motivo del primer rediseño que sufrió el USA Today en abril de 2000, también a cargo de Richard Curtis (quien anunció su retirada en 2008). Un cambio en el que se consolidó el sistema identificativo de colores, se mantuvo el formato sábana pero reduciendo cuatro pulgadas su anchura (de 54 a 50), y se unificaron todas las tipografías para utilizar exclusivamente una letra de rasgo (Gulliver).

Ahora, y con motivo de ese 30 cumpleaños, a lo que suponemos que hay que añadir el que su circulación ha descendido de la misma manera que la del resto de los diarios hasta situarse en segundo lugar con una tirada en marzo de 2012 de algo más de 1.800.000 ejemplares diarios (que no está mal, pero que sigue a la baja...), el USA Today anuncia un nuevo y revolucionario diseño que en palabras de su presidente y editor, Larry Kramer, les (¿nos?) llevará nada más y nada menos que "al siguiente nivel de la narrativa de la información" (el tan manido 'storytelling' que ahora los gurúes repiten hasta la saciedad) y a "reinventar el negocio de las noticias".

Vídeo promocional con el lanzamiento del actual rediseño

Las principales novedades de este ¿revolucionario? diseño están analizadas ya, en cinco completísimas entregas (en inglés), imágenes de las nuevas páginas incluidas, por Súper Mario García (y os aseguro que no hay la más mínima intención irónica en ese "súper" porque si de alguien puede decirse que sea el más grande de los diseñadores periodísticos, y dudamos que se pueda hacer tal escalafón, sería sin duda este cubano-norteamericano que después de tantos años sigue viajando por todo el mundo para rediseñar diarios con un saber, un amor por los periódicos y una pasión absolutamente insuperables. Su labor incansable ha contribuido como la de ningún otro a hacer de esta disciplina nuestra, y suponemos que de muchos de vosotros, una especialización PERIODÍSTICA más, respetada y escuchada, y su blog [GarcíaMedia The Mario Blog] es referencia absoluta de autoridad en todo el mundo).

El nuevo USA Today de 2012

Esas novedades se pueden resumir en el mayor peso de algunas de sus macrosecciones, como Tecnología y Viajes (porque supuestamente en "estos tiempos" interesan más), más espacios en blanco (para que "respire", ya sabéis...), más subjetividad al escribir sin llegar a convertir los textos en columnas de opinión (algo así como "cercanía" y "complicidad" con el autor, dicen), en el apartado tipográfico una nueva letra para el texto base (Chronicle sustituyendo a la anterior Gulliver) y la clásica y poderosa Futura para algunos titulares, para el logo, cabeceras... Y, sobre todo... su nuevo logo: un círculo que se convierte en... una ¡"infografía viva"!, según una expresión muy acertada del propio Mario García. Un círculo que cambia de color según la sección en la que estemos (nada nuevo, es exactamente igual a lo que sucedía con su anterior rectángulo), pero que cambia de posición e incluso de forma y contenido según las noticias que quieran destacarse. El diseño integral de la marca, web y editorial se encargó a Wolff Olins, empresa británica muy prestigiosa a nivel internacional y veterana (su fundación fue en los años 60) en el desarrollo y diseño de imagen y marcas comerciales. 









Como hablamos en esta primera entrega del papel (la próxima semana intentaremos hacerlo de las pantallas) seguro que no nos arriesgamos mucho al afirmar que este diseño no supondrá la revolución de la que ellos hablan y no se acercará, ni de lejos, a lo que supuso ese primer diseño histórico del USA Today del que os hemos estado hablando en un texto muuuuy largo, éste que leéis (hace tiempo que dejamos de preocuparnos por "la extensión de los textos e internet" y desoímos el tópico de que "deben tener párrafos y frases cortas, como corta debe ser la extensión total", tal vez porque preferimos a un lector antes que a cientos de 'miradores de páginas', o porque nos salen así cuando decimos lo que queremos decir). No revolucionará el diseño periodístico en papel, porque está hecho, con toda la intención y la evidencia, para intentar consolidar la marca USA Today en el mundo digital de la web y, sobre todo, de las tabletas.

Por eso, la pregunta del millón es, precisamente, la que formula Mario García en sus excelentes (y afortunadamente largos) análisis a quien el propio García llama "visionario creador" del USA Today, Al Neuharth: "If you were assembling a team to start your dear USA Today in 2013, would there be a print edition? For now, I have sent the question to Mr. Neuharth and wait for his reply". Estamos todos esperando.

lunes, 26 de marzo de 2012

"La moda está de moda"
(XV Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño del CEU)

Tenemos la sospecha de que hace ya quince largos años que han pasado en un brevísimo instante los entonces organizadores de las Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, nuestros muy queridos Pedro Pérez Cuadrado y Laura González, no imaginaban que quince larguísimos años después transcurridos en un breve instante su iniciativa se iba a convertir en todo un clásico por el que pasarían los más importantes profesionales del diseño periodístico, la infografía y el fotoperiodismo. Los eventos, e incluso los estudios universitarios en relación al diseño periodístico eran prácticamente inexistentes entonces en Madrid, y en aquella privamera de 1986 participaron, atención, Mario Tascón, Javier Bauluz, Ricardo Curtis y Rodrigo Sánchez, entre otros... Así, hasta hoy, hasta la semana pasada. Por eso, una vez más, ¡enhorabuena al CEU y especialmente a Laura González (ahora al frente una vez que Pedro Pérez ha pasado a labores parecidas desde la Universidad Rey Juan Carlos del sur de Madrid)!, y, sobre todo, gracias. Por todo lo mencionado, y por contar desde hace tiempo también con nosotros.





Esta es la segunda edición dedicada al mundo de la moda (es muy oportuno recordar la espectacular producción en vivo que organizaron en 2008 con dos modelos, el gran fotógrafo Luis Malibrán y la reputada estilista Patricia Oliver), sector que resiste la crisis de la prensa mejor que la mayoría y por el que muchísimos alumnos de periodismo tienen un especial interés (las inscripciones superaron en mucho las plazas disponibles para estas jornadas y el salón de actos estaba a tope), porque, como muy bien dijo Laura González en la presentación, "la moda está de moda"



Luis Blasco (La moda en los períodicos versus la moda en las revistas)

Nuestro compañero de blog, periodista en la sección de diseño del diario El Mundo y profesor durante varios años de cursos de diseño periodístico en la Complutense, Luis Blasco, tuvo el honor de abrir estas Jornadas con una actualización de su conferencia en la que de manera muy ingeniosa y didáctica 'enfrenta' a periódicos y revistas.




Con numerosos ejemplos de distintas revistas (Esquire, Harpers Bazaar, Telva, Yo Dona) y páginas de la desaparecida sección 'Mujer en el Mundo' de nuestro periódico, su conferencia abordó las diferencias entre estructuras de páginas: rejillas modulares rígidas o flotantes, simetría frente a esquemas asimétricos o fragmentación; tipografía, con un análisis acertado sobre la identidad y jerarquía de la tipografía en los diarios frente a la experimentación y a cierta anarquía en las revistas; y el color, con un fin exclusivamente utilitario en la prensa diaria (identificación de secciones, "pocos colores pero muy bien utilizados", según Blasco), que en las revistas además de práctica se permite una vertiente puramente estética.




Para los diarios, la legibilidad "debe ser máxima, es una prioridad absoluta, mientras que las revistas se pueden permitir el lujo de sacrificar esa legibilidad para conseguir un mayor impacto visual o para crear determinados efectos", nos explicaba Luis Blasco cuando el flamante Mac decidió desobedecer sus órdenes para volverse loco con la cuidada presentación, unos breves momentos de pánico que solventó con sentido del humor: "Desde que ha muerto Jobs, esto ya no es lo mismo". Enseguida volvió a controlar la situación para señalar con imágenes las diferencias en lo que se refiere a la fotografía, informativa y rítmica en los diarios, estética y arrítmica en las revistas, según su análisis.








Las "revistas que quieren ser periódicos y los periódicos que quieren ser revistas" fueron el punto final de una conferencia que, antes, en esta actualización de "Periódicos versus revistas", nos presentó el caso práctico de la nueva sección de EM2 del diario El Mundo: numerosos ejemplos de páginas sobre la Pasarela Cibeles en distintas versiones del mismo material diseñadas para primera y segunda edición con las variantes que la actividad diaria de un periódico obliga a introducir: publicidades que entran sólo para una versión, material que de dos páginas pasa a ocupar una sola o al revés y que debe rediseñarse en un cortísimo espacio de tiempo... vicisitudes que la moda sólo padece en las páginas de un diario.


Natalia Bajo (La revista Telva del papel al iPad)

En apenas dos años Natalia Bajo ha pasado de diseñar en papel los contenidos de la que posiblemente es la revista de moda más importante de nuestro país a tener que llevar a cabo un proceso de reflexión ("pero reflexiona deprisa, me dijeron", nos contó Natalia, "porque en apenas dos meses salimos") para conseguir "meter" todos esos contenidos en la pantalla de un iPad; con contenidos multimedia añadidos y "no de cualquier manera, había que hacerlo con el nivel de excelencia que se le exige siempre a nuestra revista".


Y ha llegado hasta aquí, para desde aquí seguir experimentado hacia... porque, según su introducción histórica, desde el 2008 vivimos una crisis de publicidad, subidas del precio del papel, un cambio en los hábitos de lectura hacia lo digital e internet, donde aparecen nuevos competidores. "Vivimos una época de cambios a gran velocidad", comentó al auditorio, "que no es que vayan a llegar, es que ya han llegado y en los que todos estamos participando".

En 2009 se puso en marcha en Unidad Editorial el proyecto de Orbyt, un 'kiosko digital' que comenzó a comercializarse a partir de marzo de 2010. Natalia Bajo explicó que se creó entonces un departamento de producción multimedia para dar cobertura a las distintas publicaciones del grupo (El Mundo, Marca, Expansión, Telva, etc.) "y los periodistas tuvieron que comenzar también a pensar de una manera multimedia". En su revista, en Telva, se creó un equipo de trabajo ("una becaria y yo", nos confesó Natalia) para trasladarla al iPad y "según íbamos haciendo la revista se iba desarrollando el software para poder hacerlo". Buscaron modelos ("'Wired' fueron los primeros y es de lo mejor"), pero teniendo siempre presente que "no queríamos hacer en el iPad un Telva que no fuera Telva".




El proceso de trabajo de Telva para iPad comienza cuando ha terminado de hacerse la revista en papel. "Entonces tenemos unos 20 días para rediseñar todos esos contenidos para la nueva aplicación". El problema es que Telva "tiene muchas páginas, muchísimo contenido y no sólo gráfico, porque somos la revista que más texto tiene del sector", a lo que hay que añadir el contenido extra multimedia. Además, incluso a veces "podemos actualizar" alguno de esos contenidos si la actualidad lo exige. Natalia Bajo señaló que todavía no hay cultura en la publicidad para el iPad, no se ha desarrollado nada específicamente para este soporte a pesar de que ofrece infinitas posibilidades y terminó destacando algo que nos parece muy importante en su labor: "Reestructuramos la información, pero sin perder nunca de vista el sentido periodístico".


Clara Montagut ('Esquire', las claves de su diseño)

Ver nacer un medio siempre es un privilegio, y ver nacer la versión española de un medio como Esquire lo es mucho más. Por eso la conferencia de Clara Montagut (o Ladicash en su alter ego tuitero) tenía mucha miga: ver cómo la edición de Esquire se parece a la edición madre, la americana, pero sin ser una copia de la misma, con personalidad propia. Empezando porque la redacción, en sí misma, no tiene nada que ver. La española es pequeña, cabe toda en una mesa grande, lo que "influye de manera natural y hace la información accesible desde todos los niveles", nos contó Clara, pese a su patente cuasi afonía. Eso implica una frescura en los contenidos. Contenidos totalmente autoeditados. Del total de la revista el máximo de reportajes que vienen de la revista madre no sobrepasa el 8-10%. Y eso es mucho contenido propio.

Para conseguir todo eso, el diseño de esta revista se basa en cuatro pilares fundamentales: fotografía, tipografía, ilustración y humor.





La fotografía en Esquire es fundamental "porque la revista tiene una carga gráfica muy grande". "Queríamos hacer una revista distinta a lo que hay en el kiosco, con una gráfica atractiva y un gusto por la fotografía [...] que la gente conservara la revista." Como el contenido más pegado a la actualidad se escapa en las páginas de la revista, la fotografía tiene que intentar encontrar ese equilibrio entre actual e histórico, algo más vintage. Eso lo han conseguido con el retrato, tanto que ellos reconocen que han conseguido una especie de subgénero, el "retrato Esquire", un retrato sin artificio, identificado ya como un lenguaje propio. Y siempre en portada "porque la portada es la página más importante de una revista, y quien diga lo contrario miente", afirmó rotunda Clara. Y en Esquire usan la portada para vender una sola idea, nada de portadas sumario.





Al igual que con el retrato, en el resto de páginas busca que "los hombres se vean reflejados, que los modelos hagan cosas que se hacen en la realidad", y que la fotografía publicitaria no sea simplemente eso, publicitaria, sino darle un toque distinto, jugar con los objetos que se fotografían.

La tipografía es otro de los pilares de la revista, en el que Clara pone especial atención porque es "es como una ilustración". En la revista se buscan referencias a publicaciones de los años 50 y 60, la época dorada de Esquire con George Lois al mando, algo que puede parecer fácil pero que no lo es tanto si se tiene en cuenta que la revista se rediseña todos los años. Sí, todos los años. Para trabajar la tipografía de cada reportaje, confiesa Clara, necesita tener todo el material antes, tanto textos como fotografía, y a partir de ahí construir combinando familias. Siempre huyendo del uso de la tipografía de manera gratuita. "Cada texto tiene su tipografía".







En la ilustración, y la propia Clara es ilustradora, Esquire juega mucho con un estilo propio, vintage, algo que diferencia a la revista del resto. Al igual que con la enseñanza del paso a paso, evitando la fotografía aburrida, como por ejemplo a la hora de enseñar cómo se hacen unos abdominales.

El último pilar, y casi nos atreveríamos decir que el más importante porque abarca el resto, es el humor. "El tono de la revista es de un humor inteligente, queremos dar a la gráfica un tono de humor, contar a los personajes de otra manera". Al igual que hacen con el código de barras con sus moscas personalizadas, un guiño más a los hombres en su mejor momento, como reza siempre su portada.


Javier Moya (Del papel a internet)

A pesar de que Esquire lleva ya más de 50 números en nuestro país, su versión web sólo tiene un año. Esto es por la concepción de la web como un medio más, tal y como nos contó Javier Moya.

Según nos explicó el propio Javier, lo más complicado fue prever el comienzo, buscar la forma ideal de navegación en la web, las secciones, la salida de los artículos, etc. Querían cuidar "hasta el más mínimo detalle", no dejar nada al azar, como hacen en los pies de página. Por las peculiaridades de Esquire y Esquire.es decidieron que lo mejor era buscar una estructura de tres columnas, lo que les permitía evitar los molestos banners y popups de publicidad sin que los visitantes de la web dejaran de perder de vista los temas de portada y alguna dosis de publicidad menos invasiva.




Para ello es fundamental el equipo de diseño y desarrollo. "Nosotros dependemos más de ellos que ellos de nosotros", confesó Javier, muy contento con la navegabilidad que han conseguido gracias a la rejilla de tres columnas.

El uso de webfonts y de la tipografía integrada dentro de la fotografía es una de las señas de identidad de la web, lo que permite el juego de familias y cuerpos dentro de la misma. Para ello, insiste Javier, no hace falta tener muchos conocimientos técnicos, para eso están los técnicos.




Con estos elementos, además de, por ejemplo los dobles marcadores de páginas, las "miguitas de pan" que indican al lector dónde están, etc. intentan transmitir la misma sensación y mensajes que la revista de papel. A lo que hay que sumar la nueva experiencia que permite la red, como el uso de las redes sociales y la interacción con los lectores, fundamental para Javier como forma de enriquecer la propia web de una manera ágil y directa.

Además, hay que intentar trasladar los contenidos y juegos del papel a la web, cosa que no siempre se consigue aunque por lo menos se intenta. Para ello, como en el caso de la portada de Ferrán Adriá que olía a El Bulli, se puede recurrir a trucos como la ilustración que intenten evocar esa experiencia sensorial que sí ha conseguido el papel pero que todavía se le resiste a la red.



Pero lo más importante, según palabras de Javier, y que corroboró Clara, sentada a su lado, es "divertirse". Divertirse durante el trabajo permite hacer las cosas mejor, y si se puede hacer con los lectores, mucho mejor.

lunes, 5 de marzo de 2012

Grafistas

"Diseño habría que reservarlo para las creaciones en tres dimensiones, mientras que el término grafismo es más adecuado para dos dimensiones", frase que manifestó en alguna ocasión el diseñador gráfico Josep Artigas y que ahora está impresa en una pared de cartón dentro del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid como parte de la exposición 'Grafistas. Diseño gráfico español, 1939-1975'. (Dossier de la exposición en pdf.)


Impresa en paredes de cartón en el interior de un edificio del siglo XIX que, con sus colecciones permanentes son monumento histórico artístico, junto a las frases y a una selección de las obras de los más importantes diseñadores gráficos españoles en la época señalada, auténticos pioneros que trabajaron en muchos casos aislados internacionalmente (nada que ver con lo que sucede ahora gracias sobre todo a internet) y que salieron adelante a golpe de puro talento, creatividad y tesón. Ricard Giralt Miracle, Josep Renau, Josep Morell, Alexandre Cirici Pellicer, Enric Huguet, Tomás Vellvé, el ya mencionado Josep Artigas, Amand Domènech, Josep Pla-Narbona, Manolo Prieto, Fermín Gargayo, Gervasio Gallardo, Joan Pedragosa, Daniel Gil, Julián Santamaría, Jordi Fornas, José Santamarina, Luis Seoane, Ernest Moradell, Juan Toribio, Pepe Cruz Novillo, Arcadi Moradell, Enric Satué, Alberto Corazón, Joan Brossa...






Diversos trabajos expuestos entre los que reproducimos una portada de 'La Codorniz', los geniales diseños que realizó Pepe Cruz Novillo para las cajetillas de cerillas en 1966 (que forman parte ya de nuestra cultura visual), o el poema visual de Joan Brossa 'A desmontada', de 1974


Es imperdonable que no hayamos estado antes aquí, y no podemos decir que 'no sabíamos nada' porque se trata del típico caso de 'lo dejo mejor para mañana', porque la cantidad y la calidad de lo que se expone es absolutamente brutal... y no todo lo conocido y reconocido que debiera. Mención aparte merece el enorme 'gráfico' que a modo de línea de tiempo recorre todas las salas de la primera planta con una cronología nacional e internacional en la que figuran los principales diseñadores y sus trabajos.




Revistas de diseño gráfico y el 'gráfico' completo con la cronología de autores y obras que se despliega a lo largo de varias salas de la primera planta de la exposición, como se ve en las otras imágenes (y en detalle)



Además, en la primera planta se ha recreado el estudio de uno de los diseñadores, con materiales y mobiliario original:



Seguro que todavía algunos recordáis el famoso 'letraset'...


Paredes de cartón, puro diseño gráfico también la propia exposición absolutamente imprescindible para todos aquellos que se dediquen a este... ¿arte, artesanía, profesión? y muy recomendable para quienes se interesen por la comunicación, por el arte, por la vida... y que hasta el próximo mes de abril tenéis todavía la oportunidad de visitar en un edificio histórico situado entre la Cibeles y el Retiro.

En esta exposición se puede ver el original del 'Toro de Osborne', diseñado en 1956 por Manolo Prieto, posiblemente el logotipo más universal de los diseñados en nuestros país, hasta el punto de haberse convertido en un icono que nos representa y que por ello fue reconocido en sentencia judicial como patrimonio artístico cultural... muy a pesar de su autor, quien ha lamentado en alguna ocasión que a pesar de su enorme obra sea conocido sólo por esta creación


Y como empezamos dejando que fuese un diseñador quien hablara, dejamos que terminen hablando ellos:

Jordi Fornas: "Con el máximo respeto hacia las artes aplicadas, el diseño gráfico y la publicidad son una rama de aquellas y, por ese motivo, están condicionadas a una finalidad útil. El autor no puede desarrollar su pensamiento, como diseñador, con libertad".

Ricard Giralt Miracle: "Después del ordenador vendrá otra 'cosa' y también surgirán artesanos de esta 'otra cosa', poetas que escribirán líneas bellísimas...".

Julián Santamaría: "El diseño, lo que llamamos diseño, es el futuro del arte. Llegarán a desaparecer los cuadros. Porque todo se hace bonito: los coches, la ropa, las cajetillas de tabaco".

Tomás Vellvé: "Nunca he interpretado mi trabajo. Desde el principio al fin confío en mi intuición. Persigo un objetivo honesto que me dicta mi interior y que no puedo explicar".