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lunes, 14 de noviembre de 2011

Toda la historia del diseño periodístico español



Este es un artículo que puede escribirse muy pocas veces, y es un honor, todo un privilegio hacerlo. Porque sucede de mucho en mucho que aparezca un libro de historia que, a su manera y en su ámbito, haga historia también, como estamos seguros de que sucederá con la "Historia gráfica de la prensa diaria española (1758-1976)" del periodista especializado en confección y diseño de periódicos —un maquetador y diseñador, como nosotros, para entendernos— Juan Fermín Vílchez de Arribas. Un trabajo que desde el mismo momento de salir a la venta, hace muy pocos días, es ya lo que se denomina una obra de referencia, absolutamente, la primera historia del diseño periodísitico español, y una de las mejores historias de la prensa española en general de las editadas.

Portada y última página del primer número del Diario Noticioso, Curioso-erudito y Comercial Público, y Económico, de 1758. El primer periódico editado en España, que en la obra de Vílchez se reproduce a tamaño original en su formato 'cuartilla' (más pequeño que un folio)


Aunque resulte inaudito, no existía libro alguno que recogiera en sus páginas el diseño de los periódicos españoles desde su nacimiento hasta la actualidad (este primer tomo termina con el diario El País en 1976, y el autor sigue trabajando en una segunda parte que abarcaría desde ese momento hasta hoy). Pero es que no sólo es la única, es que el rigor científico y de documentación, la ambición y el ingente esfuerzo individual de Vílchez, que incluye la preimpresión del libro por parte de él mismo (es decir, la composición de textos y elección de tipografías, la maquetación del libro —"lo he hecho yo todo en mi casa con Quark y le he entregado a la editorial los 'pdfs' de las páginas, ellos sólo han hecho la portada"—, la digitalización de las imágenes con cientos de portadas y páginas interiores de periódicos recogidas en años de búsqueda en hemerotecas...) han dado como resultado una obra que no puede calificarse sino de monumental.

Cada uno de los datos que aparecen —¿miles, decenas o centenas de miles?, dejémoslo en incontables— está comprobado personalmente por el autor bien en hemerotecas, en los archivos de los medios que siguen existiendo o bien con entrevistas personales con responsables implicados que, además, lo complementan. "Prefiero equivocarme yo solo a citar errores como me ha sucedido en otras ocasiones, o como le ha sucecido a autores que citaban otros autores", con datos que supuestamente eran correctos y en los que Vílchez ha descubierto inexactitudes. Como en el caso del primer diario español impreso en offset, error repetido hasta esta obra que lo sitúa correctamente en el diario mallorquín Última hora, año 1966.

Fermín Vílchez nació en Pedro Martínez, Granada, en 1949. Titulado por la Escuela Oficial de Periodismo y posteriormente licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en los diarios Sur, Diario de Barcelona, El País (formó parte junto a Reinhard Gäde y Julio Alonso de quienes hicieron aquel primer diseño que ha creado escuela), El Periódico de Catalunya (autor también junto a Carlos Pérez de Rozas de su primer diseño) o La Vanguardia. Fue el último director de la mítica revista de humor satírico La Codorniz y posteriormente dirigió también Panorama. Ha sido responsable del diseño de un buen número de revistas, incluidas las editadas por el Grupo Z, y ha remodelado periódicos por toda España. También ha recibido premios por su trayectoria en el diseño de medios impresos.

Portada de Última Hora, de 1935, confeccionada por José Escuder en formato 'sábana' con el estilo de los diarios norteamericanos en la que aparecen novedades como las fotonoticias

Sorprendente página en formato 'sabana' impresa en tipografía ¡en 1935! del periódico Última Hora realizada por Escuder. Un absoluto alarde técnico en el que, por ejemplo, el título calado en las dos imágenes superiores, "Pellicules", está realizado a mano. En la otra página, una apertura de deportes, además del equilibrio en la composición hay que señalar sobre todo el nombre de la sección destacando precisamente que es una apertura como innovación de entonces... pero que llega hasta hoy


Nos encontramos en una cafetería del centro de Madrid, entre su barrio de Chamberí y Cuatro Caminos. Me esperaba leyendo un diario deportivo —"es el único que compro ahora, de vez en cuando", me dice con su onmipresente sonrisa— y enseguida comenzamos a hablar de periódicos, su gran pasión. Cuando le pregunto quién ha sido para él el mejor diseñador de prensa en España, Vílchez hace primero una necesaria división por épocas históricas, "sobre todo por los condicionantes técnicos", en cada una de ellas. Es complicado comparar trabajos realizados con tecnologías tan distintas e imposible saber qué hubieran hecho unos con los medios de otros. "Pero si tengo que decir uno", arriesga Vílchez, "posiblemente sería José Escuder". Periodista que tuvo que exiliarse a los Estados Unidos en los años 20 del siglo pasado "y que luego trajo de allí ideas que aplicó a la prensa española en la época de la II República haciendo que avanzara y cambiara todo el diseño, la confección decían entonces, de los periódicos". Años de la II República que Vílchez califica "sin ninguna duda", y junto a la posterior etapa de los años 80, como "la época dorada de la prensa española. Para que te hagas una idea", me cuenta con entusiasmo, "en las Cortes de entonces había ¡47 periodistas!", y más de 80 periódicos sólo en las ciudades más importantes (¡30 en Madrid y 27 en Barcelona!). "Había tiradas superiores a 200.000 ejemplares en los diarios más importantes, y todo eso en un país que por desgracia tenía unos índices de alfabetización bajísimos".

Sobre las distintas etapas en la confección de diarios, Fermín Vílchez sostiene que "hay que hablar de unos ocho grandes periodistas confeccionadores, a los que ahora se llamaría diseñadores", para poder entender la historia de esta disciplina. El primero de todos, muy importante y un auténtico pionero, fue Suárez de Figueroa, curiosamente el último periodista que murió a consecuncia de un duelo en España. Y es que "en esa época el derecho de rectificación se ejercía con espada".
—Pero... ¿cuándo sucedió esto? —le pregunto asombrado.
—Pues en 1904. Es que los duelos no se prohibieron en España hasta bien entrado el siglo XX.
—Pero sería con pistolas, ¿no?
—No, no, no... con espadas.

Páginas de El Resumen, dirigido y confeccionado por Augusto Suárez de Figueroa, auténtico pionero en España del diseño periodístico. Son del año 1889, se rompe la 'verticalidad' de los diarios y se pasó del formato 'estándar' al 'sábana' (una tendencia que siguieron todos los demás). Se hacen eco de famoso "crimen de la calle de Fuencarral", suceso que conmocionó a la sociedad y que marcó un antes y un después en la prensa, dándole un impulso hasta convertirla en un auténtico medio de comunicación popular de masas, a lo que contribuyó el nuevo diseño que permitía titulares a cinco columnas ('horizontalidad') y algunas ilustraciones

Portada de Heraldo de Madrid de 1927 compuesta por Manuel Fontdevilla en la que redujo el formato del 'sábana' al 'estándar', y en la que incluso podemos apreciar una infografía. El equilibrio en la composición es perfecto, así como la jerarquía y el orden


Hasta la llegada de la II República además del citado Suárez de Figueroa, Vílchez destaca a Manuel Fontdevilla y al también mencionado José Escuder como las tres figuras más importantes en la confección de diarios. La Guerra Civil supuso un "terrible paréntesis" para todo el país del que la prensa y consiguientemente el diseño periodístico no podían escapar; "todos los buenos periodistas o bien tuvieron que dejar el país, perdieron la vida o fueron encarcelados". Hay que esperar hasta las décadas de los 60-70 para encontrar lo que Vílchez denomina un "esplendor, sobre todo, de la prensa vespertina de Madrid", con figuras destacadas como José Asensi (en el diario Pueblo), Fernández de la Cancela (figura importantísima en el diseño periodístico español que desarrolló su labor en El Alcázar, Nuevo Diario —el primer periódico español que incorporó el denominado 'diseño modular' y no El País como muchos creíamos; modelo modular creado por Peter Palazzo en 1963 para la edición dominical del New York Herald Tribune—), y al alumno de Cancela Luis Infante, director y diseñador de la etapa fundamental del diario Marca que lo llevó a lo que es ahora, el primer periódico en número de lectores de España, y que antes fue un pionero de lo que ahora se llama "rediseño", aplicando todo lo que permitía el offset y la fotocomposición en diarios de toda España ("algo así como el Cases de los últimos años", resume Vílchez).

Portada del Nuevo Diario, confección de Fernández de la Cancela del año 1967 en formato 'sábana' en la que se aplica por primera vez en nuestro país el denominado 'diseño modular'

Espectacular número especial de El Alcázar de 1963 con motivo del asesinato del presidente norteamericano Kennedy en formato 'tabolide', impreso en huecograbado y diseñado por Fernández de la Cancela, uno de los más grandes diseñadores de prensa de nuestra historia

Página arrevistada en formato 'estándar' para suplemento del diario Pueblo, 1970, obra de José Asensi. "Algo" sensacionalista pero muy compleja de hacer en tipografía

Diario vespertino Pueblo, 1970, formato 'estándar'. El trabajo de Asensi —con tantos detractores como entusiastas— no dejó indiferente a nadie. Pueblo llegó a ser el diario más popular de esta época, cercano a los 'tabloides' ingleses, con el diseño sensacionalista en función de los contenidos y del enfoque de la información. Llegó a ser el periódico más vendido del país con un promedio de 200.000 ejemplares

Diario Regional, 1975, con el rediseño de Luis Infante en formato 'tabloide', en el que aplicó como en tantos otros periódicos que pasaron por sus manos todo lo que permitía el offset y la fotocomposición


El último lugar de este primer tomo de la historia gráfica de la prensa española está dedicado al alemán Reinhard Gäde, autor junto a Julio Alonso del diseño del diario El País en 1976, y en el que participó el propio Vílchez. En último lugar, pero por puro orden cronológico ya que además de ser el único periódico que ocupa todo un capítulo, lo titula como "un diario para una nueva época". Por si fuera poco, si cuando le pregunté quién era el mejor diseñador Fermín Vílchez estableció diferencias y mencionó varias personas, cuando le pregunto a bocajarro "¿cuál es el periódico mejor diseñado en España en toda su historia?", a quemarropa me contesta de inmediato: "El País. Sin ninguna duda. El diseño que hizo Gäde para El País es el mejor de los que se han hecho nunca en España. Sin duda alguna, es el mejor". Un diseño que creó una escuela que no sólo han seguido en mayor o menor medida todos los diarios españoles desde entonces (habrá que esperar al segundo tomo), sino también parte de la prensa europea de calidad.

"La época más brillante de la historia de la prensa diaria española se inició con la aparición de El País", termina escribiendo Fermín Vílchez en este primer volumen. "A partir de entonces surgieron numerosos rotativos en casi todas las ciudades, editados en modernas imprentas de offset, y los que ya existían renovaron totalmente sus tecnologías de producción. El diseño periodístico se convirtió en uno de los ejes principales de los cotidianos". Pero concluye el autor que "sin embargo, esa época duró pocos años, comparada con todas las vividas desde que nació en Madrid, en 1758, Diario noticioso... Una crisis progresiva se apoderó del llamado cuarto poder por culpa, sobre todo, de los nuevos medios de comunicación surgidos a finales del siglo XX".

Primera página del primer número del diario El País, formato 'tabloide', 4 de mayo de 1976. El libro reproduce la plantilla de montaje con papel fotográfico (texto de fotocomposición montado después a mano) que el propio autor conserva y que el tiempo y la luz deterioran porque se fijaba para un tiempo pequeño de duración (debe conservarse en total oscuridad para evitar que se ennegrezca del todo). En ambas páginas destaca el estilo sobrio, el formato 'tabloide' en cinco columnas, la implantación de la modularidad incluso para la publicidad ('modularidad total', podríamos llamar y que este diario sí fue el primero en hacerlo), la uniformidad tipográfica, la cursiva en opinión... todo esa racionalidad que tantas veces hemos denominado "modelo que creó escuela"


Y hay más, mucho más que podréis encontrar en este libro absolutamente imprescindible del que sólo os hemos mostrado una pequeña muestra representativa. Periodismo 'visual' desde comienzos del siglo XX, portadas póster incluidas (aunque ahora a todo ello lo llamemos viewspaper con la pretensión de que así hablamos de algo 'nuevo'), siluetas, fondos de color, juegos tipográficos, portadas 'escritas a mano' en 1920... La historia del diseño periodístico español es un antídoto contra cierta arrogancia actual que supone que inventa cosas que ya están inventadas. Hay que tener cuidado, humildad y conocer lo que hicieron otros antes porque no vive precisamente el diseño periodístico una de sus mejores épocas... como no la vive en realidad la prensa impresa en general sobre cuyo futuro es pesimista Fermín Vílchez. "Escribí un artículo para Noticias de la Comunicación, ¡en 1980!", y recalca la fecha dos o tres veces, "titulado: '¿El fin de los periódicos impresos?... y creo que ahora le quitaría los interrogantes al título".

Cuando le pregunto para terminar por el diseño periodístico de nuestros días, sonríe Vílchez con ojos pícaros, de niño listo y travieso, y sin entrar en demasiados detalles ni mencionar periódicos concretos me confiesa que "no se trata de poner rayitas por todos lados. Si es que no es eso... o fondos de color así porque sí. El diseño tiene sentido si refleja la estructura de una redacción y, sobre todo, si está al servicio de los contenidos, del enfoque periodístico, de lo que se quiere contar. Y hacer lo más simple, lo más sencillo... eso es lo más difícil".

Nos despedimos ya en la calle, él sigue sonriendo y yo pesadísimo le repito mil veces que gracias. Gracias, Fermín, porque todos aquellos que como tú amamos los periódicos sólo podemos agradecerte el que hayas sacado adelante un libro así.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Wikileaks en cuatro columnas de papel

Es algo extraordinario. Modificar el número de columnas en las páginas de un periódico, que no son otra cosa sino los pilares de su estructura. Es algo extraordinario. Publicar cientos de miles de documentos públicos a los que no tiene acceso el público que mantiene con sus impuestos a quienes los redactan. Simples cotilleos, banalidades conocidas, secretos que necesitan las democracias para funcionar y que no deben ser divulgados, información de altísimo interés que aportan una necesaria transparencia a la acción de los gobiernos para que los ciudadanos que los eligen tengan elementos de juicio... o una mezcla de todas estas cosas, lo cierto es que no había sucedido algo así hasta que Julian Assange, cabeza visible y portavoz de la organización Wikileaks (observen que hay que enlazar directamente con una dirección ip debido a los intentos de bloqueo que está sufriendo el sitio por parte de distintos gobiernos y empresas supuestamente privadas "dirigidos" por la Administración norteamericana), eligió a un pool de medios de comunicación, todos impresos en papel, para "compartir" y de esta manera ¿lograr de ellos "donaciones"? y una mayor difusión de los 250.000 documentos filtrados que posee sobre la diplomacia norteamericana, o sea mundial. A saber: The Guardian (Reino Unido), The New York Times (Estados Unidos) aunque al parece fue el periódico británico quien le incluyó en el grupo y no el propio Wikileaks, Le Monde (Francia), el semanario Der Spiegel (Alemania), y el diario El País (España).












Tampoco había sucedido hasta el presente, al menos no lo recordamos, que el diario El País, el más ortodoxo de los que se publican en lengua castellana en lo referido a su "seriedad" formal, cambiara el número de columnas de todas las páginas dedicadas a una unidad temática, y durante un día tras otro como está haciendo ahora —con enorme acierto y muy necesaria oportunidad— con el asunto de Wikileaks que ¿la fortuna? ha puesto en sus manos.

Desde la misma portada, maquetada ahora toda ella EN cuatro columnas en la parte donde se sitúa este tema y no A cuatro columnas de las cinco que dispone en su configuración "normal", a la apertura de Internacional, en cuatro columnas también, y con un destacadísimo encabezamiento formado por el antetítulo "Los papeles del Departamento de Estado" que luego se utiliza en todo el resto de páginas a modo de cintillo con la misma tipografía y color; una amplia entradilla que explica y resume qué parte de esos "papeles" se publican y qué contienen; un título y subtítulo con un cuerpo el primero mucho más grande lo habitual y a todo el ancho de la página que, volvemos a insistir por si no había quedado claro, se divide en cuatro hermosas columnas. Que vuelven a ser cinco cuando las páginas del diario se ocupan de los distintos temas de la actualidad, como sucedió, por ejemplo, con las elecciones catalanas que aunque pareza inimaginable quedaron relegadas en este medio a un segundo plano informativo.



Uno de los debates, o de los interrogantes, que genera la manera de publicar información por parte de Wikileaks es si de esta manera nos encontramos con un nuevo periodismo sin periodistas ("Soy un editor. Actualmente, dado el estado de impotencia del periodismo, me parecería ofensivo que me llamaran periodista", declara el propio Assange en una entrevista, también del diario El País, evidentemente, y que se debió celebrar aproximadamente en las fechas en las que negociaron colaborar juntos). Y es que Wikileaks más que como un medio de comunicación se ha comportado ahora como lo que tradicionalmente se ha llamado una fuente, que, además de proporcionar información en bruto a los periodistas, además de buscar la todavía existente fuerza del papel (todos los medios a los que ha cedido sus cables se imprimen en papel), la proporciona también "sin cocinar" a los receptores finales de la misma, a los lectores, como absoluta novedad y gracias a la tecnología de internet (antes de la existencia de la Red era sencilla y técnicamente imposible).

Ante un panorama de esta naturaleza, a los medios de comunicación les quedaría, además de la selección y valoración del material (un material en bruto ingente y difícil de entender para un lector medio) un papel fundamental como editores de la información. Función en la que cobra especial importancia la puesta en página y que el diario en cuestión que analizamos está haciendo de una manera sobresaliente en este caso desde nuestro punto de vista. Páginas para leer. Por eso la elección de las cuatro columnas que además de indicar con una estructura absolutamente excepcional que nos encontramos con un tema excepcional (forma y contenido siendo uno en el mensaje periodístico, porque ya sabéis que maquetar es informar), permiten
detener el ritmo de lectura de la publicación porque quienes editan así quieren que ahí se pare el lector, que lea y reflexione de una manera más atenta, sosegada y profunda que además se refuerza con el mayor ancho de las líneas, distinta a la lectura aparentemente más rápida de las líneas más cortas que generan las cinco columnas; con la habitual edición gráfica de este diario que situamos a la altura de la de los mejores periódicos del mundo. Imágenes poderosas y rotundas, llenas de información y de impacto (obsérvese por ejemplo, con el reposo que pide esta propuesta, la de Hillary Clinton tras el escudo del Departamento de Estado de la primera doble que os mostramos). Una gran fotografía por página y un texto, nada más en muchas de ellas... páginas para leer.








Julian Assange está ahora mismo detenido en una prisión británica acusado de dos delitos de agresión sexual cometidos presuntamente este verano en Suecia, país en el que curiosamente buscaba refugio. El banco suizo PostFinance ha bloqueado una cuenta suya, es decir, no le permiten acceder a su dinero, ¡por no vivir en Suiza! Visa, Mastercar, y Paypal han anulado también sus cuentas con Wikileaks y Amazón y otros proveedores de acceso a internet le han echado a su vez de sus servidores... todo ello sin resoluciones judiciales de ningún tipo. Internet libre y una red neutral, que se dice. Aunque las motivaciones últimas de un personaje tan escurridizo necesitarían tal vez también de un Wikileaks para Wikileaks.

Encontramos en el blog del periodista Ignacio Escolar, Escolar.net, esta entrevista con el personaje en la que él mismo habla algo de sí mismo:



Y el blog sobre periodismo Paper Papers, auténtica referencia en lengua castellana y que no nos cansamos de enlazar y recomendar, nos ofrece una vez más claves para entender algo de lo qué está sucediendo con un artículo en el que enlazan ellos a su vez a varios artículos de opinión de primer nivel aparecidos en la prensa con puntos de vista distintos sobre el acontecimiento de Wikileaks.

Wikifiltraciones que junto a cotilleos y banalidades contienen informaciones sobre presiones de los Estados Unidos a casi todos los Gobiernos amigos o enemigos, incluido el español (a quien supuestamente se llega a proponer que cometa delitos para excarcelar "y poner en un avión rumbo a Estados Unidos" a traficantes de armas); presiones también a nuestro sistema judicial (cuando están implicados ciudadanos norteamericanos, civiles o militares, y a las que supuestamente ceden algunos fiscales); en las que nos enteramos de que el Gobierno español ha ofrecido al norteamericano acoger más presencia militar en la base de Rota para que se instale allí el nuevo mando del Pentágono para África; en las que se detalla cómo "EEUU pidió a sus diplomáticos que robaran material e información de oficiales de la ONU y de grupos de derechos humanos, incluyendo ADN, huellas dactilares, escaneos de iris, números de tarjetas de crédito, contraseñas de internet y fotos de carnet, violando los tratados internacionales"; así como también se muestra la manera en la que "se amañaron los informes del Reino Unido sobre la guerra de Irak para favorecer los intereses de Estados Unidos" y facilitar así la entrada de ese país en la guerra; o se conocen los perfiles que elaboran los diplomáticos sobre mandatarios de todo el mundo, entre otras cosas que pueden ser, o no, de interés público no ya para periodistas o historiadores (que nunca hasta esta circunstancia habían podido trabajar con documentos así justo cuando se acaban de redactar y cuando están sucediendo los acontecimientos que describen, porque para esto tenían que esperar décadas que varían según las distintas legislaciones), sino para todos los ciudadanos que quieran estar informados y que son sus dueños, como lo son de toda la información relevante.

Documentos que ahora podemos leer, convenientemente filtrados y/o ¿censurados? (estos medios han admitido haber negociado con el departamento de Estado de EEUU qué publicar y qué no, por lo que habrá que esperar a su publicación completa en Wikileaks, si es que pueden hacerlo) en páginas de papel maquetadas en cuatro columnas...

lunes, 1 de noviembre de 2010

Éxito a contracorriente

Es la excepción, aunque debería ser la regla. Y, de vez en cuando, tampoco está mal escuchar a alguien que también cree que no tenemos necesariamente que elegir entre internet y papel... pudiendo tener los dos. Ayer, el periódico El País publicó una extensa entrevista con el director del semanario alemán Die Zeit (El Tiempo), Giovanni di Lorenzo, dentro de la serie titulada "El futuro de la prensa" que aparece regularmente en su suplemento "Domingo". Y decimos que es la excepción porque este periodista alemán de origen italiano está haciendo lo que los más sensatos dicen que hay que hacer pero que nadie, o muy pocos, están haciendo. Aguantar el tipo a golpe de calidad y credibilidad. Hasta el punto de que en medio de esta crisis feroz Die Zeit ha conseguido en 2009 los mejores resultados de su historia con una fórmula exactamente contraria a la que recomiendan gurús y futurólogos de la prensa: textos largos, profundos, incluso difíciles en ocasiones, no seguir la moda, la tendencia, la corriente dominante... "Este año, aún nos va mejor".



Os reproducimos algunos de los extractos de esta interesantísima entrevista y os dejamos aquí el enlace a la web de El País para quien quiera leerla al completo. Merece la pena.

"¿Cómo lo hemos conseguido? Desoyendo todo lo que nos aconsejaron los asesores de medios. Seguimos haciendo textos muy largos, no nos adaptamos a las modas y continuamos haciendo un periódico bastante difícil"

"Hemos estudiado muy bien las necesidades de nuestros lectores. A menudo, nosotros, los del papel impreso, hacemos diarios solo para nosotros y para nuestro sector y nos olvidamos del público que paga"

"Rechazo las definiciones autodestructivas. Me molestan. En los últimos años hemos hecho mucho para dañar la imagen del papel, al que, en el fondo, le debemos todo"

"No hemos traicionado nuestra propuesta de calidad. Creemos que la calidad trae dinero"

"Nos estamos comprometiendo mucho con el digital, no negamos en absoluto su valor, y creemos en ello. Pero quiero hacer una observación: este medio celebrado en todas partes como el futuro, de momento sabe hacer de todo menos ganar dinero. Por eso estamos invirtiendo en el digital, porque nosotros también creemos en él, pero evitamos, con todas nuestras fuerzas, hablar mal del papel"

"Soy enemigo de la ideología de internet, que existe. Soy contrario a la idea de internet como única esperanza"

"No estoy negando la crisis, es inútil cerrar los ojos. Digo, sin embargo, que no está escrito en las tablas de Moisés que todos los periódicos vayan a desaparecer. Habrá excepciones. Tanemos que cambiar los periódicos, pero no podemos atribuir nuestros problemas solo a la revolución de internet. Hubo otros errores"

"La falta de credibilidad. El abandono de la calidad. Si se empieza a hacer diarios demasiado sensacionalistas o demasiado parecidos entre sí, se pierde tirada"

jueves, 18 de octubre de 2007

Entrevista a Queka Rey, jurado de ñh04


Os traemos una entrevista con Queka Rey, jurado de los premios ñh04 y jefa de diseño de El Economista, uno de los diarios más premiados.

Pregunta.- ¿Cómo funcional un jurado por dentro?
Respuesta.- Al ser personas que nos conocemos poco funciona de forma poco distendida al principio. En un primer momento, tanteas los niveles de valoración de cada uno. Por lo menos en mi caso.


P.- ¿Qué criterios se utilizan para decir que tal página es buena y merece un premio y cuál no?
R.- En el diseño de páginas. La consonancia entre la información y la presentación gráfica, y las reglas básicas de la tipografía y las artes gráficas.


P.- ¿Ha habido "peleas" por alguna página?
R.- Sí


P.- ¿Puedes valorar trabajos tuyos o te quedas al margen?
R.- Te quedas al margen


P.- En una profesión en la que casi todos nos conocemos, con sus filias y fobias, no se deja uno llevar por ellas...
R.- No. La valoración es muy profesional.


P.- ¿Influye la ideología del medio a la hora de valorar los trabajos, aunque sea de manera inconsciente?
R.- De ninguna de las maneras


P.- Habéis echado algo en falta?
R.- Mejores infografías.


P.- Alguna anécdota...
R.- Cualquiera de las que nos ocurrieron estarían fuera de contexto.