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martes, 20 de junio de 2017

Los mejores libros de fotografía del año - PhotoEspaña 2017


La Biblioteca Nacional alberga una exposición con casi un centenar de libros de fotografía expuestos con motivo de una nueva edición del festival de fotografía PhotoEspaña 2017 que celebra, además, su  vigésima edición. Allí estuvimos, disfrutando y ojeando lo que para los organizadores "se ha convertido en los últimos años en una herramienta fundamental para el trabajo del fotógrafo". Un "soporte excepcional que se adapta formal y estéticamente a la idea del autor y sus posibilidades creativas son amplísimas".

PhotoEspaña premia cada año los que considera mejores libros de fotografía en un certamen abierto al que pueden presentarse libremente autores y editores, en esta edición con obras publicadas entre marzo de 2016 y marzo de 2017. Además, de los premiados, en la Biblioteca pueden verse, expuestos en cajas de cartón,  una amplia muestra de los libros presentados en esta edición. Merece mucho la pena acercase hasta allí, porque los libros de fotografía, más que hablar de ellos, hay que verlos, tocarlos...










Ediciones Anómalas. Editorial destacada del año.




'Al borde de todo mapa', Juan Requena (Ediciones Anómalas). Premio al mejor libro de fotografía del año, categoría nacional.



'barespagnol', Pablo Casino. Premio al mejor libro de fotografía autoeditado.



'(un)expected', Peter Dekens (editorial The Eriskay Connection). Premio al mejor libro de fotografía del año, categoría internacional.


La Grieta

Mención aparte merece, en lo que a mí respecta, 'La grieta', obra del fotoperiodista Carlos Spottorno y del reportero Guilllermo Abril. Un libro inclasificable —al menos de momento— que une fotografía, cómic y reportaje periodístico. Resulta difícil compararlo con el resto de libros de fotografía, a pesar de formar parte de esta exposición, y prácticamente imposible que 'compita' con el resto por un premio al mejor libro de fotografía. Porque es que, 'La grieta' es mucho más.

Tal y como escribe Mar Abad en la resvista Yorokobu en un espléndido reportaje, estamos ante "un documento gráfico de la amenaza que se cierne sobre Europa". De lo que está sucediendo en sus fronteras: la valla de Melilla, las pateras del Mediterráneo, los Balcanes y los más de 1.300 kilómetros de frontera que separan Rusia de los países del Norte de Europa. Un trabajo de 168 páginas editado, valientemente, por Astiberri, y que ha sido posible gracias a las ayudas de la Fundación BBVA y de Creadores Culturales. 



Sus creadores realizaron un viaje de tres años, iniciado en 2013, a todos estos países en los que Spottorno y Abril tomaron más de 25.000 fotografías y rellenaron 15 cuadernos de viaje con apuntes, testimonios... para crear  una obra única dentro del periodismo. Fotografía y reportaje periodístico a los que se unen técnicas del cómic en la manera de contar con imágenes —el arte secuencial— y, sobre todo, en el tratamiento gráfico de las fotografías. Spottorno cuenta en el mencionado reportaje de Mar Abad, que realizó distintas pruebas primero con las imágenes en blanco y negro —"aquello parecía una fotonovela romántica"— y luego con distintos filtros sin obtener un resultado convincente hasta que, por fin, dio con la técnica del coloreado a mano de las imágenes que es lo que finalmente hacen de 'La grieta' ese interesantísimo híbrido fotografía-cómic-reportaje periodístico.

En medio de este proyecto, los autores del 'La grieta' ganaron el prestigioso World Press Photo por su documental 'A las puertas de Europa'. 


PhotoEspaña 2017

Además, de la exposición con los mejores libros de fotografía, la presente edición de PhotoEspaña celebra su edición número 20 con más de 100 exposiciones y la participación de 514 artistas. Destaca el hecho de que el fotógrafo español Alberto García-Alix haya sido el encargado de la organización de seis de las muestras de este certamen internacional.

Chema Madoz, Cristina García Rodero, Elliot Erwitt, Minor White... exposiciones individuales y colectivas, algunas tan interesantes como Cien años de fotografía Leica, y distintos actos como talleres, ciclos de cine, mesas redondas, y distintas sedes además de Madrid en esta nueva edición de un evento fotográfico imprescindible del que cada año os venimos informando.




lunes, 15 de mayo de 2017

Homenaje del barrio madrileño de Tetuán a la prensa escrita (II) - La libertad de expresión

Como ya os informamos en una entrada anterior del blog, el periódico local Tetuán 30 días junto con la Junta de Distrito del barrio madrileño de Tetuán y la Hemeroteca Municipal de Madrid han organizado durante todo este mes de mayo un Homenaje a la prensa escrita.

Además de las exposiciones de periódicos ya reseñadas, el pasado jueves, 4 de mayo, asistimos a una interesante conferencia colectiva con ponencias de Fernando González Urbaneja, Mario Agudo, Ricardo Curtis y Pablo Elorduy.


De derecha a izquierda, Fernando González Urbaneja, Mario Agudo, Pablo Elorduy y Ricardo Curtis junto a la pantalla.

Sobre la libertad de expresión

"El día 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de expresión, fue ayer mismo", comenzó su conferencia Fernando González Urbaneja —periodista especializado en economía y análisis político que no necesita presentación, con  una amplísima trayectoria en puestos de responsabilidad de muchos medios de comunicación además de presidente durante años de la Asociación de la Prensa de Madrid y la Federación de Asociaciones de la Prensa de España—, "pero la libertad de expresión parece que sólo se celebra ese día, porque el resto del año...".

El veterano periodista citó la famosa sentencia de Albert Camus de que "un país vale lo que vale su prensa", para hacer un breve recorrido por la situación de la libertad de prensa en España desde el final de la dictadura, cuando él comenzó su carrera periodística, y el momento actual. "En el aspecto formal y jurídico existe libertad de información, consagrada en el artículo 20 de la Constitución, uno de los más ricos de entre toda la legislación internacional, pero en la práctica las cosas no están tan avanzadas", explicó Urbaneja.

Antes, en el final de la etapa autoritaria en la que una simple decisión administrativa sin respaldo judicial podía secuestrar y cerrar una publicación, nos relató que la prensa "emergió con fuerza y el periodismo anticipaba una sociedad más libre que se iba después a conseguir". Y, sin embargo, "hoy día el secuestro de una publicación es impensable, pero noto en las redacciones como un apaciguamiento. Es un mal indicador que por no montar pollos, les vaya bien a esos periodistas que todos conocéis".

Urbaneja habló también de la prensa un sector debilitado y de la precariedad laboral como elementos que pueden mermar la crítica al poder. "Pero, aun así, si no reclamamos eso, el ser críticos, la profesión no merece la pena." Mencionó también la manida postverdad, "que no es otra cosa que mentiras, por qué llamarlo así", y de que "el riesgo de que nos traguemos a esos mentirosos es enorme".

"Yo soy de los que cree que las nuevas tecnologías han venido para salvar al periodismo, pero", nos advirtió preocupado, "hay que estar alerta para que la enorme cantidad de información que circula por internet no afecte a la calidad del periodismo".

Fernando González Urbaneja en un momento de su ponencia sobre la libertad de expresión.

Cerró su conferencia volviendo a Camus para hablar sobre el secreto profesional y, sobre todo, la cláusula de conciencia: "Ya que no es posible publicar todo aquello que uno piensa o quisiera decir, al menos nadie debe hacer nunca en una redacción aquello que no quiera hacer, ni firmar lo que no quiera firmar".

La crisis no es sólo internet, el cambio de modelo de negocio y demás. Es también y de una manera muy destaca la pérdida de confianza. ¿Qué podemos hacer para recuperar el descrédito? Fernando González Urbaneja propuso dos recetas muy sencillas, de puro sentido común y de absoluto conocimiento y sabiduría sobre lo que es esta profesión: "Necesidad de transparencia en lo que hacemos, porque es lógico que el público desconfíe de lo que no está bien sustentado"; y saber rectificar. "No podemos no trabajar deprisa, eso es imposible. Pero sí podemos rectificar. Sospechad del que no rectifica nunca, porque es peor que quien miente, ya que al no rectificar miente dos veces".

lunes, 8 de mayo de 2017

Homenaje del barrio madrileño de Tetuán a la prensa escrita (I)



Tetuán es el barrio de Madrid en el que nací. Un barrio humilde y proletario, ahora de inmigrantes, entre Cuatro Caminos y la Plaza de Castilla, con la calle de Bravo Murillo como eje vertebrador. Y como eje también que separa el Madrid más popular de Tetuán del Madrid más elitista y poderoso de Chamartín, la Castellana y el Santiago Bernabéu. Un barrio lleno de contrastes, de vida... y de periódicos impresos.



En este barrio se imprime Tetuán 30 días, el periódico decano de Madrid en lo que a información local se refiere. Ahora cumple 23 años, casi nada, y con la Junta Municipal de Distrito de Tetuán y la Hemeroteca Municipal de Madrid, han decidido realizar un homenaje a la prensa escrita



El homenaje consta de una exposición y de unas jornadas periodísticas que se celebran durante todo este mes de mayo, además de un ciclo de cine denominado "Seguiremos informando" con proyecciones gratuitas de películas sobre periodismo como Buenas noches y buena suerte, Spotlight, Territorio Comanche y Verónica Guerin.

La semana pasada se inauguró la exposición de periódicos en dos salas del edificio de la Junta Municipal de Distrito de Tetuán, en la calle Bravo Murillo, 357, que estarán abiertas hasta el próximo 2 de junio. En la sala Pablo Serrano, hay expuestos y a disposición del público para que pueda hojearlos, más de 300 periódicos de todo el mundo.










Y en la sala Juana Francés del mismo edificio podemos ver expuestas primeras páginas de números 1 de periódicos españoles de todos los tiempos, desde el histórico Diario Curioso, Erudito y Comercial —primer diario español, fundado en Madrid por el periodista Francisco Mariano Nipho en 1758— hasta el diario Público de 2007, pasando por  La Ilustración Española y Americana, Ya, La Hoja del Lunes, El País, ABC, Diario 16, El Mundo, El Sol, Mundo Obrero... Prensa satírica de 1836 como El Duende-Periódico romántico, prensa local de Madrid de comienzos del siglo XX como Los Cuatro Caminos o La Voz de Tetuán, o grandes periódicos también de otras ciudades como Heraldo de Aragón, con la primera página de su primer número de 1895, y que ahora mismo es para mí uno de los mejores periódicos de España.













Además, dentro de la programación de conferencias, el pasado jueves Fernando González Urbaneja, Mario Agudo, Pablo Elorduy y nuestro querido Ricardo Curtis presentaron distintas ponencias, (muy interesante Urbaneja sobre la libertad de expresión y magistral como siempre Curtis sobre la puesta en página y las diferencias entre papel y digital) de la que os ofreceremos una crónica detallada en una próxima entrega.

Es alentador que mientras tanto gurú enterrador se empeña en matar a la prensa impresa, un grupo de entusiastas sigan adelante imprimiendo noticias e incluso rindiéndole homenajes tan merecidos como éste. Pasen por allí, toquen los periódicos... Gracias, gentes de Tetuán.

martes, 6 de septiembre de 2016

Lo que nadie pudo ver mientras Vivian Maier estuvo viva

Hasta Madrid han llegado este verano algunas de las pertenencias de una anciana indigente que falleció en Chicago hace relativamente poco, en 2009. Sola. Como había vivido toda su vida. Sola y haciendo miles y miles de fotografías mientras cuidaba niños a cambio de casa y un exiguo sueldo. Fotos que, muchas de ellas, muchísimas de hecho, ni siquiera llegó a revelar.

Ahora, varias copias de aquellas imágenes han estado expuestas en las paredes de la Fundación Canal, el antiguo depósito de agua de la Plaza de Castilla de Madrid, y hemos podido admirar en estos meses de tanto calor, tan extraños para mí, la maestría, la belleza, el misterio, el humor, la humanidad y todo lo que no se puede transmitir con palabras reflejado en aquellos negativos que almacenó en cajas de cartón y que nadie pudo ver mientras ella estuvo con vida.



No sé qué es más fascinante, si la vida de Vivian Maier o sus fotografías. John Maloof  fue el joven que buscando imágenes antiguas de Chicago para un proyecto personal compró en una subasta una caja con negativos que provenían de un guardamuebles que se iba a deshacer por falta de pago de unas pertenencias custodiadas en un contenedor. Ahí comenzó su investigación sobre quién era la persona que había tomado aquellas fabulosas fotografías, plasmada en un documental que realizó después titulado Finding Vivian Maier. Estuvo a punto de ganar el Oscar con él y no me extraña porque se trata de uno de los documentales más inquietantes y a la vez emocionantes que he visto en toda mi vida. Véanlo. Si les interesa la fotografía y si les interesa el alma humana. Quiénes somos y quiénes son los que nos rodean.

Sobre las fotografías...


























Lo primero que llama la atención es la calidad técnica, propia de un profesional, aunque la cámara que utilizaba, la mítica Rolleiflex, es de las denominadas de formato medio y por tanto con negativos cuadrados que multiplican por ocho la superficie del estándar de 35 mm. y que por elllo que permiten alcanzar un excelente nivel de detalle y mucha más ampliación al positivar. La calidad de los dos objetivos Zeiss que incorpora también ayudan a esa luminosidad y exposición perfectas, aunque esta cámara no tiene exposímetro y hay que hacer las mediciones de luz bien "a ojo" o con un fotómetro de mano.

Pero lo que resulta asombroso es la composición y el encuadre; alucinábamos un servidor y mi muy querida Concha Fernández, editora gráfica del periódico con un nivel profesional que alcanza la excelencia y que ha visto y editado muchísimas imágenes, con la apabullante maestría y precisión en los encuadres de Vivian Maier. Y en eso no ayudan las herramientas. Casi es más complicado con la cámara que usaba, en la que no hay visor y se compone mirando desde arriba una imagen invertida. Eso es competencia exclusiva del fotógrafo.

Sobre el contenido de las imágenes, entre los que se incluyen numerosos y enigmáticos autorretratos —'selfies' no, coño, por favor...—, está la vida entera reflejada. La vida de las calles de Nueva York y Chicago a mediados del siglo XX. La vida de quien hizo las fotografías.