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miércoles, 20 de julio de 2011

Los retratos más antiguos

Son trece pequeñas pinturas en madera colgadas de una pared. Y resultan asbolutamente sobrecogedoras. Son los "Retratos de Fayum".



Hacemos una pequeña interrupción en estos Servicios Mínimos de Verano porque quedan apenas unos días para que termine esta sencilla y grandiosa exposición de... ¿fotografía? Y es que hablamos de retratos realizados entre los siglos I y IV de nuestra era por pintores griegos en el Egipto del Imperio Romano. Pinturas sobre madera en una PhotoEspaña 2011 dedicada al retrato. La exposición incluye un vídeo de Adrian Paci titulado "Sin futuro visible", absolutamente prescindible, y cogida bastante por lo pelos su relación con lo que realmente nos interesa: los retratos.

"Estas obras", dice el folleto de la exposición, "son los retratos bidimensionales más antiguos que se conservan, y el único ejemplo de pintura de caballete de la antigüedad clásica que han llegado hasta nosotros (...). En ellos, de forma semejante a las fotos de carné, los pintores retrataban lo más exactamente posible los rasgos de los sujetos para que el alma de los difuntos pudiese identificarlos y conducirlos al reino de Osiris. De ahí la sencillez y proximidad de los rostros, que parecen de gente que podemos encontrar en la calle".





Una extraña "modernidad" y asombrosa cercanía en retratos de hace 2.000 años que todavía podéis ver si estáis en Madrid hasta este domingo, 24 de julio, en las arcaicas instalaciones del Museo Arqueológico Nacional, al que seguro que le vendrán bien las aparatosas y siempre molestas obras que intentan remodelarlo para traerlo a nuestro siglo.



lunes, 11 de julio de 2011

Ron Galella, el Paparazzo Extraordinario






Ron Galella pasea con paso firme y cansado. Tiene 77 años, es un poco agarrado y lleva más de tres décadas persiguiendo a famosos y celebrities por Los Ángeles y Nueva York. Con su cámara a cuestas, ha retratado a Jackie O., Mick Jagger, John Lennon, Liz Taylor y cientos de famosos. Casi todos han servido para ilustras miles de páginas de decenas de revistas de todo el mundo.

Sin embargo, no todo fue tan bonito al empezar. Ni siquiera él quería dedicarse a la fotografía. Su primera cámara se la pusieron en las manos en el ejército. Y ya se sabe cómo hacen las cosas en la armada de EE.UU.: te guste o no.

Y parece que le gustó. Tanto, que ha acumulado en los archivos del sótano de su casa 3.000.000 de fotografías. Es tal la cantidad de fotos que ha tenido que contratar a dos archivistas para gestionar tal maremágnum de información.

De ese archivo, aparentemente desordenado según se ve en el documental Smash his Camera, proviene su principal fuente de ingresos. Husmeando en el famoseo patrio, vigila la salud de las celebrities. Imágenes de cantantes, actores, o artistas que están en las últimas, listos a dar el paso al más allá, preparadas para enviar, previo pago y con urgencia, a los periódicos para ilustrar los pertinentes obituarios.

Una de las fotos más famosas de Galella: Jackie Onassis

Para conseguir tantos retratos, Galella ha tenido que pelearse literalmente con algunos, como Marlon Brando (un derechazo, una mandíbula y cinco dientes rotos) y metafóricamente, como con Jackie Onassis (una orden de alejamiento de ella y sus hijos tras un largo proceso judicial en el que las demandas de un lado y otro eran moneda común).

Pero también ha tenido que esconderse detrás de un ropero, en un almacen durante dos días o usar bigote y peluca. Pero sobre todo ha tenido que echarle mucho morro y mucha imaginación. Sólo así se entiende la cantidad y calidad de las fotos del Paparazzo Extraordinario, como lo califico Newsweek y que orgullosamente luce en su chaleco multibolsillos.

Sofía Loren, por Ron Galella.

Una parte de los gestos, miradas, sonrisas y peinetas de ese archivo, estará colgado hasta el próximo día 17 de julio en el Círculo de Bellas Artes. Ahí, junto a Sofía Loren, Mick Jagger, Bruce Springsteen o Michael Jackson, se puede ver también Smash his Camera, 120 minutos del histriónico Ron "Paparazzo Extraordinario" Galella.

miércoles, 1 de junio de 2011

Sonría, por favor

















Sin quererlo, todo aquel que empuña una cámara de fotos es un retratista. Más involuntario que buscado, con más o menos calidad artística. Pero un retratista. Porque con ese retrato estamos intentando captar la esencia de la persona que está al otro lado de la cámara. Por eso es, según casi todos los profesionales, la disciplina más difícil, casi una pelea entre el fotógrafo y el fotografiado.

Esas peleas, en las que no siempre gana el que tiene el arma, son el punto de partida de PhotoEspaña 2011. Bajo el epígrafe Interfaces. Retrato y Comunicación, las salas de Madrid colgarán fotos de Carlos Endara, Fernell Franco o el mítico paparazzo Ron Galella. Además de esas exposiciones individuales, PHE11 también cuenta con algunas temáticas, como Face Contact (el retrato como elemento de comunicación), Una luz dura, sin compasión (Fotografía obrera 1926-1939), Cara al tiempo (la obsesión por ganar la partida al reloj), Construir la revolución (fotografía arquitectónica en Rusia 1915-1935), El Poder de la duda o Retratos de Fayum (los primeros retratos en el Egipto del Siglo I al IV después de Cristo).

Jack Nicholson, por Ron Galella.

Fuera de la sección principal, destacan Robert Mapplethorpe, con una serie de fotografías seleccionadas por Pedro Almodóvar, Cristina García Rodero, Ajo, micropoetisa y ex taquillera del Teatro Alfil o Javier Arcenillas, con las duras imágenes de su exposición Sicarios.

Y como viene siendo habitual, PHE11 fomenta la participación ciudadana. A través de charlas, talleres, maratones fotográficos o encuentros, en los que participarán, entre otros, Joan Fontcuberta, Soledad Puértolas o Concha Casajús. Todo un abanico de posibilidades para observar la mirada de otros.

Yoani Sánchez, Cazadores Cazados, de la Exposición Face Contact

Aprovechando este Festival, nuestros compañeros fotógrafos de El Mundo han iniciado una serie de entrevistas de Ángel Casaña, y editadas por Alberto Cuéllar, a grandes retratistas españoles. El primero de ellos es Chema Conesa. No os las perdáis. Y si vais a las exposiciones, no os olvidéis de llevar la cámara, nunca se sabe a quién vamos a poder retratar.

lunes, 30 de mayo de 2011

Una portada en blanco y negro

Había que poner una fotografía en color sí o sí... aunque significara tener que publicar en portada algo que no era la noticia que queríamos destacar, o que no era noticia destacada, o que no era noticia. Éramos el diario El Sol de Madrid en 1990, el "primer diario del mundo hecho completamente con un sistema de autoedición en ordenadores descentralizados en toda su fase de preimpresión, y también el primer periódico del mundo completamente digitalizado (texto e imágenes)", como nos recuerda Pedro Pérez Cuadrado en la entrega 21 de su imprescindible serie "El color en los diarios españoles", quien, como director de producción del diario mencionado, fue uno de los responsables de que aquel milagro tecnológico sucediera... día tras día.


Composición de una portada de El Sol, 1991. La imagen, curiosamente en blanco y negro cuando hablamos de la 'obligación' del color, está tomada del libro "El reto tecnológico de un diario 'de diseño'. El Sol, 1990-1992", de Pedro Pérez Cuadrado.

Tan sólo Miguel Ángel Aguilar, uno de los cinco directores que tuvo el diario El Sol en su cortísima vida (1990-1992, aunque no llegó a cumplir los dos años), cuestionó esta "obligación" de tener que dar una fotografía en color precisamente porque fuera en color como principal argumento, dejando en segundo plano consideraciones periodístias e informativas, tal y como nos explicó años después hablándonos sobre noticias "duras" (de interés periodístico) frente a noticias "blandas" (entretenimiento coloreado).

Me vino todo esto a la memoria a última hora del viernes 21 de mayo, pasada la medianoche, después de reflexionar y debatir sobre la "famosa" portada que el diario El País imprimía en ese momento con una fotografía de la que lo primero que se decía es que "es en blanco y negro" y que habían comenzado ya a distribuir por internet en las primeras horas de la madrugada del sábado, cuando comenzaba la controvertida Jornada de Reflexión, en el punto álgido de la #spanishrevolution.



Incontables miles de personas de todas las condiciones se congregaban en la Puerta del Sol de Madrid desafiando la esperpéntica resolución de la Junta Electoral Central de prohibir derechos constitucionales a los ciudadanos, que como se pudo comprobar no nos impidieron reflexionar, sino más bien lo contrario, y mucho menos votar un día después. Sucedía también en distintas plazas en muchas ciudades de toda España, pero según se acercaban las 12 de la noche el reloj de la Puerta del Sol, como en una nochevieja fuera del tiempo, veía cómo seguián llegando más y más personas que ya no cabían en la plaza agolpándose en las calles aledañas, Mayor, Montera, El Carmen... en uno de los actos cívicos y políticos, absolutamente espontáneo y pacífico, más emocionantes de cuantos se han vivido en la historia reciente de nuestro país. Hay que retroceder hasta los días de la Transición para encontrar algo así y... el primer diario de información general, con sede en Madrid, decidía abrir su portada con una enorme fotografía, en blanco y negro, ¿principalmente por ser en blanco y negro?, de varios jóvenes en una plaza de Valencia; una imagen tomada por la mañana. "Nos parecía la mejor foto del día". ¿La mejor? ¿Por qué?


Imagen de unos días antes que publicó en portada The Washington Post y que ha dado la vuelta al mundo informando sobre lo que sucedía en nuestro país... evidentemente, en color.

No he podido encontrar todavía una respuesta a ese por qué, me siento como un Mourinho incomprendido que pregunta algo que nadie responde, que ve o no ve lo que todos no ven o nadie ve. Mantuve una conversación a través de tuiter con algunos de los responsales de El País esa misma noche. Le pregunté el "por qué" de esta fotografía en blanco y negro a Borja Echevarría, buen amigo, muy buen periodista, ex compañero y ahora subdirector de El País, quien me desmintió que hubieran tenido como intención la de crear un icono, hacer una "portada histórica" o algo así. "Para nada", me contestó algo extrañado Borja, "sencillamente nos pareció la mejor foto del día, y en la reunión de portada no tuvimos ninguna duda". Me explicó además que la encontraron a través de tuiter, donde su autor, Jacobo Méndez, pedía ayuda para la difusión de la imagen (¡y vaya si la tuvo!) y que después se comunicaron con él través de facebook.

Borja Echevarría me pone en contacto, además de con el autor, con el editor gráfico de El País Moeh Atitar quien nos detalla las características técnicas: "Está hecha con una Canon 20-D, un 50 mm, f-4.0 y un blanco y negro esplendido en CS5". Nos da a entender, pues, que la imagen está hecha en color y después pasada a blanco y negro en Photoshop. Cuando le planteamos el "por qué" del blanco y negro y si no le parece que la foto es más estética que informativa nos responde que "es informativa y estética, pero para opiniones colores. Lo normal es disparar en color para no perder información". Colores, como los argumentos, ningunos en este caso. El autor de la imagen ni siquiera nos contestó.



Sin aportar ninguna tesis nueva, ni vieja porque hasta ahora sólo tenemos aquello de que nos gustó, o el socorrido de los colores, su suceden los elogios al "fotón", que lo es, durante todo el sábado, incluso por parte de gente con mucha autoridad cuyas opiones repeto muchísimo y suelo compartir. El fallo debe ser mío, pues. Pero no encuentro razones de peso más allá de elogios a su "aire retro que la hace todavía más icónica", en una imagen que para mí es muy buena pero me resulta algo anacrónica. Una foto al estilo del tambien valenciano Agustí Centelles, llego también a leer, lo cual confirma ese cierto anacronismo, porque siendo cierto que tiene ese estilo, el gran Centelles hacía durante la Guerra Civil española fotografías absolutamente nuevas y modernas que nada tenían que ver con imágenes de 50 años antes a su época. Nadie hubiera calificado las fotografías de Centelles como 'retro' cuando las hizo, sino todo lo contrario.

Podría haber leído, tal vez, que conviertiendo con software la fotografía a la escala de grises con la que se publicó se consigue un mayor contraste que le da más fuerza visual a la imagen. O entrar en el contenido para destacar el simbolismo de cómo unos jóvenes cambian el nombre a la principal plaza de la ciudad para darle el nombre del 15-M. O incluso destacar la composición piramidal en un formato vertical, que como ya hemos mencionado en otras ocasiones crea tensión, con los brazos de los jóvenes hacia arriba, ayudándose unos a otros... todos juntos, etc. Pero no leí nada de esto. Qué bonita, cómo me gusta, qué foton...

No puedo descartar que todos estos argumentos que echo en falta, y que hubiera querido rebatir con mayor o menor acierto, esa ausencia de profundidad en la explicación de las cosas, de análisis y pensamiento, se deba a la propia naturaleza del canal que utilizamos para hacerlo: tuiter. Pero es parte de su éxito, ¿no?, que precisamente podamos eludir la profundidad. Una vez más tengo que citar en este sentido al maestro Pedro G. Cuartango, uno de los más grandes "periodistas pensadores" en lengua castellana de estos tiempos, a quien tengo admiración, cariño y la enorme suerte de conocer desde hace ya unos pocos añitos —se da la feliz coincidencia de que también compartimos la redacción del diario El Sol que comienzo recordando en este artículo—, quien en algo más de los 140 caracteres de rigor —otro por qué sin respuesta, el de limitarnos el espacio en un soporte sin límite como internet— reflexiona sobre la falta de reflexión.

Plaza de Sant Jaume de Barcelona, 1936. Agustí Centelles


"Me ayudas a difundir esta foto hecha en la plaza del ayuntamiento de Valencia esta mañana?", pidió el autor de la famosa fotografía, Jacobo Méndez, en internet

Como a mí no me importa demasiado el límite de espacio, y teniendo en cuenta que los cuatro valientes que hayan llegado hasta aquí, para quienes mi agradecimiento y admiración son infinitos, seguro que están dispuestos a llegar un poquito más allá, les voy a explicar mi punto de vista al parecer a contracorriente de que por qué yo no hubiera publicado el sábado 21 de mayo de 2011 en primera página de un diario de tirada nacional esta magnífica fotografía. E insisto en lo de magnífica porque no critico la calidad de la fotografía, motivo por el que felicito sinceramente a su autor, sino porque me parece más que discutible la oportunidad de darla en primera página.

Es en realidadd, el argumento de siempre: porque se trata de hacer periodismo, de informar. De contar lo que sucede y cómo sucede. Y la realidad que contamos es en color. Es un debate que, además, ya está superado. No encuentro ninguna razón que esté por encima de ésta. Los periódicos no hacen arte, informan. Y aunque no dudo en ningún momento de la sinceridad de mis compañeros de El País cuando me comentaron que no buscaron una portada "histórica", realmente es la única razón por la que puedo entender esa foto en la portada. Una razón de poco peso, eso sí, porque los periódicos tampoco crean iconos para la historia bajo su cabecera, eso sólo puede suceder además de, como una recompensa no buscada a la labor de informar.

Un icono que, además y según mi punto de vista, difícilmente podría serlo para un acontecimiento del siglo XXI en "glorioso" y "artístico" blanco y negro. Un blanco y negro forzado, creado artificialmente en un ordenador a partir de una imagen en color. Un blanco y negro que a estas alturas tecnológicas sólo puede entenderse como una visión personal y artística de un fotógrafo, como opinión, pues, en vez del color de la información, como bien me señala mi compañero de blog y periódico Javier Vidal.

Y porque la noticia no era esa. Tal vez los periódicos tradicionales no han llegado a entender del todo lo que estaba sucediendo en las calles, con la excepción posiblemente del diario Público (cuya portada sobre mensajes escritos en la Puerta del Sol, además de parecerme la mejor de las que han hecho hasta ahora como ya comenté en un post anterior, sí refleja mucho mejor lo que he visto y vivido en las calles de Madrid), y mientras el resto de diarios han seguido haciendo portadas más para sus propios lectores que para los "indignados", El País quiso hacer algo a medio camino, para no quedarse descolgados. Tal vez. Algo que resulta todavía más complicado que el intentar crear un icono para la historia de espaldas a la información más relevante que en los mismos instantes en que esa gran fotografía en blanco y negro se imprimía en una rotativa de Madrid sucedía en una Puerta del Sol llena de gente, y de colores.

viernes, 20 de mayo de 2011

Carteles electorales

Con independencia de lo curioso que supone el que por primera vez en nuestro país —que yo recuerde— un partido político ilustre sus carteles electorales con las fotografías de sus principales rivales políticos en vez de con las suyas propias...



... con independencia, decía, de esta muestra inaudita de "fair play" y "juego limpio", llevo preguntándome varios días quién habrá concebido las fotografías de los carteles electorales de los dos principales candidatos a la Comunidad de Madrid.





Por muy raro que nos pueda parecer, aunque ya pocas cosas me resultan extrañas en el mundo de la política, ¿habrán llegado los recortes presupuestarios también a las campañas electorales hasta el punto de que hayan encargado las fotos a algún voluntario pretencioso con aspiraciones artísticas que se compró una réflex de oferta y después hizo un curso de Photoshop en el Inem?

Esperanza Aguirre, candidata de la derecha, "centrada" en nosotros... y convenientemente photoshopeada.

Tomás Gómez, candidato de la ¿izquierda?, con el gesto que tendría cualquier ciudadano común y corriente al hacerse una foto.

¿Han visto los ojos maquillados a lo vampiresa de Esperanza Aguirre? ¿La mirada perdida en horizontes lejanos de Tomás Gómez, tan natural? ¿Entre ellos hay que decidir aquí, en Madrid?
Y esto es en lo referente al aspecto externo que nos quieren transmitir, porque si miramos al interior, o a lo que proponen, y suponiendo que ambas cosas, interior y propuestas existieran, entonces para mí las diferencias desaparecen.

Escribo y fotografío deprisa, antes de que la Junta Electoral Central decida eliminar también este blog nuestro y vuesto porque las únicas imágenes realmente espontáneas y distintas de esta anodina campaña electoral hay que buscarlas en la Puerta del Sol de Madrid




Tomé estas fotografías una de estas noches, tarde muy tarde, al salir del periódico, en esa especie de "ciudad" que nos detalla Miguel Nuño en un magnífico gráfico y que se está levantando en la plaza más emblemática de mi ciudad. Me encontré con quienes serán algunos de nuestros políticos dentro de unos años haciendo propuestas más o menos utópicas, incluso cantando canciones ¡de Silvio Rodríguez!, "la ciudad se derrumba y yo cantando...", igual que me codeé con quienes son los políticos de ahora en actos de protesta similares hace unos veinte años. El mito del eterno retorno o aquel "cambiar todo para que todo sigua igual" tan certero... y tan necesario.

Los medios de comunicación, que según los "indignados" no les hacen caso, han abierto todos los días con estas manifestaciones cívicas en las que se denuncia lo que los medios de comuncación llevan años denunciando (alguien adivina cómo han conocido los casos de corrupción, por ejemplo). Hay canales de televisión que incluso lo están retransmitiendo en directo, con estrambóticas coberturas para desacreditarlos que consiguen lo contrario, o bien ofrecernos un original programa de reality humor.



Y también con acierto, con diseño periodístico al servicio de la información, como en esta fantástica portada del diario Público, posiblemente la mejor de las que han hecho hasta ahora:


miércoles, 18 de mayo de 2011

La foto de Bin Laden

Osama Bin Laden no aparece en la foto de la "ejecución extrajudicial" de Osama Bin Laden, porque LA foto del acontecimiento mundial de las últimas semanas, bueno de uno de ellos, es ésta:



Un fotón absoluto y grandioso obra de Pete Souza, fotógrafo oficial de la Casa Blanca, que para mí supone un paso más allá en la historia del fotoperiodismo al ofrecer un punto de vista radicalmente nuevo, el rostro no del famoso asesino ejecutado, o tiroteado con el calificativo que quiera dársele y en cuyo debate no quiero entrar ahora, sino el rostro de quien ordena matarle en el momento exacto de hacerlo.

Y como, además, son distintos responsables de esa muerte quienes aparecen en este "grupo salvaje" reunido en la Situation Room (¿Sala de Situación?, menuda situación), podemos ver los distintos rostros del ser humano cuando mata a otro, con independencia de lo justa o injusta que sea su acción: el rostro de la preocupación, el enorme peso de la responsabilidad en la mirada de quien es el máximo responsable (premio Nobel de la Paz y hombre en quien se depositaron millones de esperanzas, posiblemente distintas a ésta), la concentración en los aspectos técnicos del militar que dirige desde un ordenador la operación —curiosamente sentado en el sillón que supongo que corresponde al presidente—, la curiosidad en algunos que desde el fondo buscan un hueco para mirar, el estupor, la frialdad de otro, la aparente o despreocupada calma, o vacío insensible de un vicepresidente que pareciera estar en el salón de su casa viendo alguna serie aburrida, el horror de Hillary Clinton...

Es una foto tan poderosa que tengo la impresión de que si el señor Obama (con "b") dejara de lado los argumentos tan peregrinos y contradictorios en los que se escuda hasta ahora y decidiera hacer pública la fotografía de Osama (con "s") muerto, es posible que esa imagen no consiguiera eclipsar a esta otra, por muy "horripilante" que fuera, por mucha masa encefálica que salga por la cuenca del ojo izquierdo como ha declarado el senador republicano James Inhofe que puede apreciarse... la foto del asesinato, o de la muerte, o de la ejecución, de Bin Laden, seguiría siendo ésta. Una de las grandes imágenes en la historia del fotoperiodismo según mi punto de vista... pero que sólo el tiempo decidirá incluir en esa categoría o no, evidentemente.

Tan poderosa, que incluso ha empezado a causar problemas a quienes aparecen en ella. Problemas originados por ser una fotografía de miradas. Porque más allá de la composición piramidal de inspiración pictórica a lo Rembrandt como reseña Angel Casaña en su blog sobre fotografía, lo que veo es una fotografía de miradas... en la que podemos ver el alma humana. Miradas que además nos dirigen hacia un punto que no vemos pero en el que sabemos lo que está sucediendo. Miradas que nos pueden hacer sentir —de golpe y a la vez, o bien primero uno y después otro— el conjunto de sentires que transmiten cada una de ellas por separado.

Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp (1632). Rembrandt.

Retrato de Inocencio X (1650). Diego de Velázquez.


"Troppo vero!", demasiado real, como le dijo el Papa Inocencio X a Velázquez cuando el genial pintor le mostró el impresionante retrato que le había hecho. Demasiado real su propia mirada, la mirada terrible del poder que también aparece en la fotografía de Souza. Si como podemos leer en el blog de Casaña antes mencionado, resulta acertada la agudísima perspicacia de Rafa Sierra, director de la revista Arte, de comparar esta imagen con la Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, de Rembrandt, en el que un grupo de personajes organizado en una composición similar observan un cadáver, que a diferencia de lo que sucede en la foto, en el cuadro sí se ve ocupando el lugar central y casi toda la luz —otro motivo por el cual se carga de fuerza la fotografía—, yo descubro también aquí la mirada de ese retrato del Papa que no quiso ver pintada su propia mirada.





Miradas. Problemas a quienes allí aparecen. Especialmente a las dos mujeres: problemas de alergia en Hillary, problemas de identidad en una joven hasta ahora desconocida. Fueron precisamente mujeres quienes me hicieron que reparase en la mirada aterrada de Hillary Clinton, como reflejo del puro horror de lo que debían estar contemplando sus ojos... y que ella ha tenido que desmentir después alegando que padecía "una alergia primaveral"; una de esas típicas excusas que todo el mundo cree, ¿verdad?, y que además nos ilustran acerca de lo que debe sentir de la señora Clinton hacia sus semejantes, a quienes nos debe suponer idiotas. La aparición de una mujer "desconocida" al fondo de la imagen tiene una historia apasionante detrás, porque al parecer se trata de Audrey Tomason, miembro del servicio secreto bautizado con el eufemismo de "directora en la Casa Blanca de la lucha antiterrorista" o "directora de la oficina de Contraterrorismo" según sea la fuente, o sea una espía, cuya identidad ha quedado desvelada con todas las consecuencias que ello conlleva —la primera e inmediata el más que posible final de su carrera—.

Hillary Clinton, con "alergia", en primer plano; y Audrey Tomason, asomándose al fondo, en plenas labores de "contraterrorismo".


Osama Bin Laden no aparece en la foto de su propia muerte porque ¿ya no era nadie?, como parecen mostrar esos vídeos con los que la Casa Blanca tal vez pretende humillar y desmitificar su figura, el terrorista global convertido ahora en un anciano andrajoso en un entorno que se desmorona, viéndose en una televisión de museo arqueológico como si ya sólo quedase él como el único espectador de sí mismo.

jueves, 12 de mayo de 2011

Tragedia en Murcia. ¿Democracia tuitera?

Ayer vivimos algo que pensamos que nunca podría suceder en España. Un terremoto en la ciudad murciana de Lorca con el trágico balance, provisional, de la pérdida de nueve vidas, entre ellas la de un niño y dos mujeres embarazadas. Desde la comodidad de nuestras casas, o en la vorágine de la redacción nos decíamos, incrédulos, que "eso no es posible en España", pero así ha sido.

Conmocionados, toca ponerse en marcha e intentar informar lo mejor posible del suceso. Empiezan a llegar las primeras fotos y, como era de esperar, son duras. Aparecen personas a las que un macabro giro del destino les sesgó la vida. Simplemente, pasaban por el peor lugar en el peor momento. Y siempre que hay imágenes crudas, duras de digerir, el debate sobre si publicarlas o no aparece. ¿Se debe publicar una foto de una persona fallecida? ¿Es legítimo mostrar el dolor de esa manera?

A este debate de siempre, ayer se añadió además uno nuevo. Twitter ha supuesto un cambio en la manera de informar, eso está claro. Ahora todo es tan rápido que el flujo de la información se ha vuelto casi inabarcable. Las noticias aparecen antes entre # y @ que en los teletipos que llegan a las redacciones. Y con este suceso no iba a ser menos. Las primeras imágenes del seísmo y sus consecuencias que publicaban los medios eran tomadas de usuarios de twitter de la zona. Pero, además, twitter ha traído otra cosa, el nuevo debate al que nos referimos, ha democratizado el acceso a los medios y sobre todo a quienes los hacen. Los usuarios pueden interactuar con periodistas y directores de medios con tan solo apretar una tecla.

Poco después de que elmundo.es colgara en internet una foto en la que se veía a una mujer llorar por la pérdida de un familiar que se veía al fondo tendido entre los escombros, el twitter de Pedro J. Ramírez se llenaba de mensajes pidiéndole que la cambiara. Inmediatamente el debate que se activó en twitter se trasladó a la redacción. ¿Debía publicarse la foto entera? ¿Es mejor cortarla para no herir al lector más sensible? ¿Si se hace, es "censurar" parte de la información? ¿Hay muertos de primera y muertos de segunda? ¿Si lo hacemos con Haití, o con Japón, por qué no lo vamos hacer con Murcia?

Las reacciones en twitter iban aumentando conforme se acercaba la noche. Incluso la polémica se trasladaba a otros profesionales, vía twitter. Comenzaba ahí, casi sin darnos cuenta, otro debate que comenta hoy Arcadi Espada en su blog con el título de "El lector piensa por ti": ¿hasta qué punto puede intervenir el lector en la confección del periódico? ¿Es legítimo que la decisión de unos cuantos lectores afecte al resto? A lo que nosotros añadimos ¿nuestros lectores... son twitter, son los comentarios de un (amplio) porcentaje de tuiteros suficientemente representativos de todos nuestros lectores?


Primera versión de la portada, con la foto íntegra.

Segunda versión, con la foto editada para eliminar el cadáver, y que finalmente ha salido publicada hoy.


Una vez cambiada la imagen tanto en internet como en la portada del diario, se mantenía la conversación del director con sus followers (seguidores en twitter). En ese momento, nuestro querido Juanra Martín, maestro de periodistas en la Universidad Pontificia de Salamanca, hace a Pedro J. la pregunta que nos faltaba para entender todo el proceso: "¿Qué opinaban en la redacción?" Nuestro director admite que en la redacción la mayoría le dice que la foto hay que darla entera, esa es la opinión de los profesionales (que, además, están tuiteando también en este sentido, el de no privar de información al lector por muy molesta que pueda resultar, con alguna excepción que tuitea en favor de no darla). Incluso reconoce Pedro J. que ésa era su opinion inicial. Sin embargo, el clamor de twitter le hace replanteárselo, asumiendo eso sí, más tarde, que es posible que no se haya acertado en esta ocasión:




Parte de la "conversación" de ayer en twitter; y nuevo tuit publicado esta mañana por Pedro J. planteando el debate. ¿Se equivocó el director de El Mundo al cortar la foto haciendo caso a sus followers, o decidió "equivocarse" para plantear este interesantísimo y nuevo debate sobre las redes sociales y el periodismo"

Según nuestro punto de vista, se cometió un error cortando así la imagen... que como muestra el post del jefe de fotografía del periódico, Ángel Casaña, aparece publicada íntegramente en la mayor parte de los periódicos de hoy. Nosotros no la hubieramos cortado. Ese hombre que yace entre los escombros es información. Y además es el motivo que justifica toda la (magnífica) foto. Es la víctima de la catástrofe que casi le sepulta y el motivo que explica la tragedia y el dolor de las personas en primer plano. Incluso formalmente, pensamos que la imagen no es gratuita ni menoscaba el derecho al honor y la dignidad del fallecido. Está en un plano posterior y a un tamaño reducidísimo. Lo que desborda esa imagen es el desgarro de las personas que contemplan la escena. Es un fotón. Contaba esta mañana nuestro amigo y fotero Alberto Cuellar desde Lorca (absolutamente brutal todo lo que está contando hoy este fotoperiodista en tuiter desde el mismo lugar donde suceden los hechos, mientras dispara su cámara), via tuiter que estaba con el fotógrafo de EFE que hizo la foto. Humilde, dice que fue una casualidad. Casi todas las grandes imágenes son fruto de saber capturar la casualidad. Y eso merece una portada. Pero este es un debate casi tan antiguo como nuestra profesión. Y nos tememos que no pararemos de planteárnoslo, prácticamente a diario.



Os adjuntamos dos encuestas para recabar vuestra opinión. Una con el viejo debate de si dar o no la foto y otra con el nuevo debate originado gracias a twitter.




lunes, 14 de marzo de 2011

Maquetar Deportes



La semana pasada tuvo lugar en la Universidad CEU de Madrid el que posiblemente sea el acontecimiento anual más importante en lo que al diseño periodístico se refiere en nuestra ciudad: sus ya clásicas Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño. El apartado de Diseño fue el que precisamente las abrió con la participación, primero, del director de Arte del diario Marca, José Juan Gámez, junto al jefe de Diseño del diario, Bruno Sáez; y con la intervención posterior de nuestro encajabaja Javier Vidal, jefe de Diseño del diario El Mundo. En nuestra cuenta de twitter, con la etiqueta #JornadasDiseñoCEU, tenéis el seguimiento en directo que realizó Luis Blasco de esta primera jornada.

Gerardo González, ex secretario de la Federación Española de Fútbol, y el decano de la Facultad, José Francisco Serrano.

El decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación, José Francisco Serrano, inauguró esta ¡XIV edición! (enhorabuena al CEU) con unas breves palabras impregnadas de la fenomenología de Husserl en las que animó a los participantes a que "transitemos del fenómeno al fundamento", para a continuación dar la palabra a Gerardo González, ex-secretario general de la Federación Española de Fútbol y actual consejero delegado de la consultora deportiva G20 Publisport. Gerardo González, a quien muchos recordarán porque disputó hace unos años la presidencia de la Federación al mismo Villar (lamentablemente para todos sin éxito), realizó unos breves pero acertadísimos comentarios sobre la función social del deporte. "Los políticos quieren rentabilizar los éxitos deportivos y canalizarlos para la marca España, y eso hace que para políticos y empresarios los deportistas sean un objeto de deseo".

En este escenario, destacó que "los medios de comunicación aparecen para dar a conocer estos éxitos deportivos, para engrandecerlo, para darle una dimensión heróica... para darle en definitiva una importancia capital en nuestra sociedad". En su análisis, los medios de comunicación hacen de correa de transmisión de estos valores que encarna el deporte: alcanzar metas imposibles, el trabajo en equipo... "pero es necesario también aplicar rigor y profesionalidad para no caer en exageraciones. A veces, y cada vez con mayor frecuencia, echo de menos ese rigor, mayor investigación y mesura porque tengo la impresión de que los medios confunden el deseo con la realidad".




El director de Arte de Marca, José Juan Gámez, junto a los profesores del CEU Laura González (de espaldas) y Jorge Solana.


Cinco en uno

Con este título presentó José Juan Gámez lo que él denomina "el mundo Marca", porque "hace tiempo que Marca no es sólo un diario, sino una factoría multimedia". El cinco en uno se refiere en primer lugar al diario Marca, el diario más leído en España (con 2.749.000 seguidores diarios, según el EGM) y a partir del cual se crea toda la estructura a la que se refiere Gámez, "es nuestro núcleo"; y el cinco en uno se refiere a las páginas web de su portal de internet (que tiene la friolera de más de 28 millones de visitas mensuales); a Radio Marca que "aunque todavía no se han podido diseñar las ondas pues intentamos también aportar desde nuestro departamento de diseño a su imagen corporativa"; a Marca TV, canal de reciente aparición en la TDT; y a un quinto y último canal que sería el ocio, con la reciente apertura del Marca Sports Cafe en el que se han encargado de diseñar desde los manteles hasta las cartas del menú, pasando incluso por la tapicería de las sillas para que todo forme parte de ese "mundo Marca".






José Juan Gámez explicó detalladamente la estructura "horizontal" de su departamento de Diseño en el que una mesa única a la que llaman "mesa creativa" se encarga de dar servicio a estos distintos canales del "mundo Marca". "Es una nueva estructura para atender a las nuevas necesidades, en la que cambia, y cambiará seguramente mucho más, la forma de trabajo de los diseñadores".


Bruno Sáez, Jefe de Diseño de Marca.

Uno de los encargos más importantes que está realizando esta "mesa creativa" es precisamente un rediseño del periódico deportivo Marca, que en líneas generales nos explicó a continuación el Jefe de Diseño, Bruno Sáez. A pesar de que aún es pronto para que podamos mostrar las páginas que tuvimos la oportunidad de ver, o para que adelantemos detalles concretos sobre paleta de colores y, sobre todo, la tipografía, el resultado es de muy alta calidad. Podemos asegurar que dentro de unos meses tendremos un "nuevo" Marca en los kioskos, muy interesante y atractivo desde el punto de vista del diseño periodístico, especialmente en el sector de los diarios deportivos en nuestro país.

Su jefe de Diseño explicó en esta primera conferencia que los rediseños, "aunque pueda parecer una obviedad, deben preguntarse en primer lugar para qué se hacen", algo que no todos los "rediseñadores" cuestionan y que es, absolutamente, fundamental. "Se rediseña para solucionar problemas actuales", aclaró Sáez, quien puntualizó que las líneas maestras de su trabajo son armonizar el periódico con una nueva retícula (seguirán siendo cinco columnas, eso sí podemos adelantarlo, y es que, y esto es opinión nuestra: hay cosas que ya están inventadas, está todo ya más que probado, y en lo referente al columnaje en formato tabloide cinco es el número ideal); modernizar a traves del color y la tipografía (que es donde a nuestro juicio se está haciendo un gran trabajo); optimizar, consiguiendo mayor legibilidad (vamos a desvelar tan sólo este dato como es un aumento del tamaño del cuerpo desde 8,7 ¡hasta 10 puntos!, compuesto en Scala... de momento, porque insistimos en que el rediseño se está haciendo ahora mismo); mayor orden, potenciando los encabezamientos de páginas y las aperturas; para con todo ello, lograr apasionar. "Tenemos un producto excelente", concluye Bruno Sáez, "pero queremos uno mejor".






Javier Vidal, jefe de Diseño de El Mundo y coeditor de encajaba, y en la imagen siguiente, Laura González, profesora del CEU y organizadora de las Jornadas, presentando la ponencia "Maquetar el deporte"


Maquetar el deporte (cuando no se es un diario deportivo)

"El Deporte es un espectáculo... que quizá merezca la pena tomarse en serio", comenzó su conferencia Javier Vidal, jefe de Diseño del diario El Mundo y miembro del equipo de encajabaja, citando la obra de Javier Marías "Salvajes y sentimentales", uno de los textos sobre el deportes, y sobre el fútbol en particular, más interesantes de los que se hayan publicado. Y es que según el apasionado análisis de Javier Vidal, periodista especializado en diseño muy interesado en la edición gráfica como editor de suplementos o de la revista especializada en viajes "Siete leguas" y apasionado por el Deporte, "cuando hablamos de Deportes en un medio de comunicación, hablamos de algo más que de información. El deporte es más que información... trata de héroes".



Como habéis podido escuchar en el "tráiler" que el propio Javier Vidal ha editado sobre su conferencia, "la información deportiva en prensa se basa en el movimiento. La información deportiva tiene vida", nos explicó, "y esa vida se manifiesta a través del conflicto, y de la acción". Y por si todavía queda alguna duda acerca de la afirmación de que "la información deportiva trata de héroes", que en un principio puede sonar excesiva, no había más que ver el escalofrío que sentimos todos, agallinada la piel, cuando volvimos a ver ese gol de Iniesta que proyectó durante su ponencia y que nunca soñamos con poder ver un día... hasta que lo vivimos. "Tendríais que ver las caras que se os han quedado", nos dijo desde el estrado con una sonrisa.

Mientras tenía lugar la conferencia, un iPad nos ayudó a "tuitearla" en directo.

Últimas "actualizaciones" de la conferencia "Maquetar el Deporte", momentos antes de empezar.

Javier Vidal, durante su ponencia.

Después de la introducción, pasó a detallar la información deportiva "día a día" en un periódico de información general, algo distinto, evidentemente a como se se trata en un diario exclusivamente deportivo, como es el caso del que vimos en la primera conferencia. En este sentido, las claves son valoración ("en el periódico todo se basa en la jerarquía, hay que valorar y apostar más por determinados temas"); unidad ("en el periódico tenemos un doble reto porque además de dar el deporte de una manera distinta, tiene que seguir siendo parte del periódico, lo que nos obliga en determinadas ocasiones a echar un poco el freno, a llevar a cabo un difícil ejercicio de contención a la vez que queremos que esas páginas tengan mayor impacto"); y de identidad ("porque el deporte tiene un carácter propio, a veces con unos lectores propios que en contra de lo que se pueda suponer son muy exigentes, y saben mucho").

¿Cómo se consigue esa identidad propia del Deporte?, pues con dos elementos fundamentalmente: "la tipografía y la edición gráfica". "La tipografía es información", explicó Javier Vidal, "que cambia el tono y nos indica que ahora estamos en Deporte. Y para eso utilizamos un tipo de letra distinto en los titulares al que se utiliza en el resto del periódico". En este apartado tipográfico mostró con ejemplos la tipografía del diario El Mundo para Deportes, la Neo Sans, y adelantó además en exclusiva algunos datos del libro de Fermín Vílchez sobre la historia del diseño periodístico español, "Historia gráfica de la prensa diaria", una obra que se va a convertir, seguro, en referencia absoluta y en la que su autor, maestro de obligada consulta en este área, lleva trabajando muchos años y cuyo primer volumen nos confiesa que está a punto de entregar a la imprenta. Os informaremos puntualmente sobre la publicación del libro, y aprovechamos evidentemente la ocasión para agradecer la colaboración que nos han prestado sobre el apartado tipográfico tanto Fermín Vílchez como el profesor Pedro Pérez Cuadrado, de la universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Y es que la práctica, ahora canónica, de titular las secciones de Deportes con un tipo de letra distinto al del resto del periódico, generalmente en tipos de palo o grotescas, mucho más contundentes, "que gritan más, con mayor impacto, más contundencia y menos reflexión", como explicó Javier Vidal, se inicia también en nuestro país (como todos los elementos fundamentales del actual diseño periodístico: módulos y columnas, cursivas para títulos de opinión, etc.) con el diseño inicial de El País, obra del alemán Reinhard Gäde, con ayuda del propio Vílchez. Gäde confiesa en este libro de próxima aparición que "sustituí la Times New Roman por la Futura bold porque esta letra tiene un aspecto más corporal y físico, una apariencia menos intelectual que la Times.” La Futura bold era más acorde para la sección de Deportes, donde las noticias tienen relación con el esfuerzo del cuerpo del deportista. Gäde, que "no podía gritar" al informar de política "porque nos hubieran cerrado el periódico en dos días", sí que podía hacerlo en deportes... y ahora lo hacemos todos.

Propuestas tipográficas de Reinhard Gäde para el diario El País (cortesía de Fermín Vílchez).

Sobre la edición gráfica, Javier Vidal sostiene que nos aporta información, impacto visual y un discurso propio. "Tenemos que establecer un diálogo con el lector a través de las imágenes, que no deben limitarse a repetir lo que nos dice el título, a ilustrarlo solamente". La edición de las imágenes crea de manera directa "emociones básicas, con muy fuerte impacto, con las que conseguimos atrapar la atención del lector" y con las que queremos transmitir, cuando contamos el deporte a nuestros lectores, "derrotas y victorias, esfuerzo, pasión, celebración...".

Alguna de las imágenes "de impacto" que mostró Javier Vidal, puestas en página.

En su análisis sobre cómo se informa acerca del Deporte en un periódico de información general, se establece una división entre páginas diarias de la sección de Deportes, con mayor unidad con respecto a las del resto del diario exceptuando la distinción tipográfica señalada anteriormente y que se encuadran forzosamente en el ritmo de lectura de todo el diario; el suplemento semanal DXT; y páginas de acontecimientos especiales, con un tratamiento especial también.

En lo relativo al suplemento semanal DXT, que sale todos los lunes con el diario El Mundo, la ponencia señaló este ritmo de lectura distinto, propio, sin tener en cuenta el resto de secciones, "ya que se trata de una revista dentro del diario", en la que en lo relativo a los contenidos "nos interesan más los temas y los personajes que la agenda". Y así se intenta diseñar.





En la parte final de su conferencia, Javier Vidal habló de las páginas especiales, dedicadas a acontecimientos excepcionales en el ámbito deportivo, mostrándonos el despliegue de 40 páginas que publicó el periódico el día que España ganó el Mundial de Fútbol. "Un gran trabajo de toda la sección de Diseño", señaló, "una noche muy emocionante, con mucho trabajo tras el partido, mucho trabajo y muy bien hecho". A este tipo de páginas especiales, las calificó además como "germen del actual diseño de El Mundo", que es de comienzos de 2009. Con ejemplos muy significativos, mostró cómo en los acontecimientos deportivos extraordinarios del verano anterior, la Eurocopa de Fútbol, y, sobre todo, las Olimpiadas de Pekín, se puso a prueba una manera de apostar por la edición gráfica, con fotos a cinco columnas, e incluso más, pasando a la páguina siguiente hasta llegar en algunos casos hasta las diez columnas, con encuadres mucho más agresivos, o el diseño de dobles páginas enfrentadas no como elementos separados sino como un todo, "cambios que fueron muy bien recibidos y valorados por los lectores", y que ahora intentamos desarrollar en el resto del diario.

Ya en el turno de preguntas, y en relación a la formación específica que necesita un alumno para dedicarse al diseño periodístico, Javier Vidal recordó una vez más que "maquetar es informar. Nosotros somos periodistas y, por lo tanto, la formación debe ser fundamentalmente periodística, sin que ello signifique que tengan que descuidarse otras facetas. Además de todo lo relativo al diseño gráfico es importante leer, ver cine, escuchar música, seguir el deporte, toda la actualidad... todo esto ayuda y enriquece a un profesional del diseño periodístico, alguien que en realidad hace lo que hace para contar historias de manera eficaz porque es, sobre todo, un periodista".

Texto: Mario Benito. Fotografías: Luis Blasco.
Video: Quique Falcón (toma de imágenes), Javier Vidal (edición).