Mostrando entradas con la etiqueta Historia del diseño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Historia del diseño. Mostrar todas las entradas

miércoles, 8 de febrero de 2012

Presente y futuro del diseño periodístico

Un privilegio, el que hemos tenido esta mañana en la Universidad Rey Juan Carlos del sur de Madrid, al asisitir a la conferencia del maestro Fermín Vílchez, autor de esa obra de referencia sobre la historia del Diseño periodístico español de la que os dimos noticia un poco antes de que saliera al mercado y cuya primera edición está ya agotada (tranquilidad porque está en imprenta la segunda edición), conferencia titulada "Presente y futuro del diseño periodístico". Y otro privilegio más, el que hemos disfrutado después durante la comida junto a otros profesionales y académicos del diseño periodísitico y la tipografía (entre los que estaban Paco Martín, pionero de los estudios universitarios sobre diseño periodístico en la Complutense; Laura González, profesora de diseño periodístico en el CEU y muy querida amiga de encajabaja, Herminio J. Fernández, jefe de diseño del diario Público y coeditor del gran blog amigo y vecino Cuatro Tipos; o Roberto Gamonal, miembro de Unos Tipos Duros, página web de absoluta referencia en lengua castellana en lo relativo a la tipografía, lo mejor de lo mejor), todos y alguno más oyéndole contar sus divertidísimas e inagotables anécdotas sobre los periódicos. Aprender y reír, eso es estar con Fermín Vílchez.

Fermín Vílchez y Pedro Pérez, organizador del acto, al comienzo de la conferencia


El salón de actos estaba abarrotado, incluso con asistentes sentados en el suelo. En primer plano, la profesora de diseño periodístico del CEU, Laura González


El acto de hoy estaba organizado por Pedro Pérez Cuadrado, mi maestro como ya he comentado cada vez que he tenido ocasión de hacerlo, profesional en incontables periódicos (le conocí no en un aula sino en uno de ellos, pero eso también lo he contado ya...) y profesor ahora en esta Universidad, y aunque pudiera parece que Vílchez acudía para "hablar de su libro" —cosa que tampoco habría estado nada mal, porque el libro es tan inagotable como el propio autor— lo cierto es que no ha sido así, y el maestro de diseñadores ha hablado de... ¡diseño periodístico! Cómo lo ve ahora, cómo es su estado actual, y cómo debería ser según su punto de vista, muy argumentado.

Para Vílchez, que ha trabajado en los principales periódicos de nuestro país, tanto en Madrid como en Barcelona, algo que no suele ser frecuente (La Vanguardia y El Periódico, o como fundador nada más y nada menos que de El País, participando en ese diseño original que creó escuela junto al alemán Reinhard Gäde —a quien desde aquí mandamos un cariñoso saludo y mucho ánimo y fuerza— y al fallecido Julio Alonso), "el diseño ha cambiado en todos los periódicos, en varias ocasiones en muchos de ellos, pero los contenidos siguen siendo exactamente los mismos. Han quedado obsoletos", y eso, junto a la llegada de internet, es "la causa de su declive. A pesar de de los continuos rediseños gráficos, tanto en España como en el extranjero, las ventas de los diarios siguen bajando".

Vílchez muestra en gráficos la continua caída en difusión de los periódicos


Antes de llegar a este contundente punto de vista, ha explicado brevemente los orígenes y evolución del diseño periodístico, de vital importancia ahora gracias, precisamente, a los continuos avances tecnológicos. "Las secciones de diseño, junto a la Mesa de redacción, son centros vitales en las redacciones de los periódicos", desde que se informatizó el proceso de producción. "Ahora, incluso las planchas de impresión salen directamente desde un ordenador", nos ha explicado, "y existen estudios y empresas dedicados al diseño de periódicos en todo el mundo".

Este proceso de informatización supuso para el diseño periodístico una mejora en la diagramación, "cuando adoptó el diseño modular que proporciona mayor legibilidad y orden en las páginas"; tipografías accesibles en cantidad y calidad a un menor precio; y la posibilidad de la cuatricomía, imprimir a todo color todas las páginas de un diario. "Pero los contenidos no han evolucionado", explica Fermín Vílchez, e incluso señala una cierta uniformidad de todos los diseños, "todos los periódicos tienen el mismo formato, tabloide, casi con la misma retícula, todos son en color... tan sólo se diferencian en cuanto a la tipografía. Algo que sólo puede apreciar un profesional, pero no un lector corriente". Para Vílchez "no ha aparecido ningún diario que cree una tendencia nueva, un nuevo modelo de diseño, desde la aparición en España del diario El País, en 1976, o del USA Today en Estados Unidos en 1982".



Ejemplos de uniformidad en el diseño de los diarios de papel...


Y a continuación ha citado al mencionado Julio Alonso, maestro a su vez de Vílchez como él mismo ha manifestado, quien en 2008 señalaba que "lo que exigen estos tiempos más que rediseñar los periódicos, es reinventarlos". Hacer algo nuevo. Y eso nuevo, para Vílchez, tiene que estar en el mundo digital. Porque mientras las tiradas y las ventas del papel siguen bajando "el avance del diario digital es espectacular. Los rediseños, ahora mismo, basados en el tradicional periódico de papel, no sirven para nada que no sea para dar de comer a algunos consultores", afirma con rotundidad.

Pero sucede que, para Fermín Vílchez, el actual diseño y estructura de los diarios digitales es equivocado. "Son todos iguales y todos siguen con la mentalidad del diseño periodístico en papel (...) todos tienen tres bloques, tres columnas en sus portadas, que pasan a dos columnas cuando pinchas en cada una de las noticias... ¿Por qué? No encuentro demasiados diseñadores que investiguen en nuevos formatos digitales. Falta creatividad, porque todos siguen pensando como se pensaba en el papel, y no hacen más que imitarse unos a otros". Vílchez ha puesto ejemplos de cómo, según su punto de vista, no deben diseñarse las portadas de los diarios digitales. Páginas interminables, "que llenar con demasiados elementos, en las que quieren meter todo, todo, todo, ¡que no se acaban!", y en las que, por tanto, "no hay valoración", no hay noticias más importantes que otras, y sólo las últimas que llegan van sustituyendo a las anteriores. "Las portadas de los digitales deberían hacer una selección", en vez de abrumar al lector con cantidad, en vez de con calidad.


...y ejemplos de uniformidad en el diseño de los diarios digitales


"Los blogs, y no el papel, deben inspirar más el futuro diseño periodístico —que será digital— que los periódicos en papel", afirma el autor de la historia del diseño de la prensa española. "Sucede como en el comienzo de los diarios, hace unos tres siglos. Entonces inventaron el diseño periodístico en pequeños medios que hacía una sola persona, o muy pocas, con muy pocos medios, creando lo que hasta entonces no había... como suecede en el caso de muchos de los blogs que hay ahora, y en los que encuentro ideas y propuestas que sí pueden servir para un diseño periodístico del futuro... aunque, claro, es un punto de vista humilde porque no soy un experto en el mundo digital".

"Si las predicciones se cumplen", ha terminado Fermín Vilchez en sus conclusiones, "es cierto que el diseño periodístico en papel puede tener los días contados. Así que los periodistas diseñadores tienen que pensar en el mundo digital. Y además, creo que mientras coexistan ambos medios debe diseñarse primero el periódico digital, sin copiar al de papel, prestando atención a la actualidad inmediata y haciendo una selección en la que no quepa todo; y después diseñar el papel reinventándolo de nuevo para centrarlo en el análisis, la opinión y las noticias propias".



A pesar de su mensaje un tanto pesimista y algo apocalíptico, que el propio Vílchez me confiesa después que posiblemente sea algo exagerado pero necesario para intentar concienciar y que haya un revulsivo en la prensa, "la función que lleva haciendo la prensa diaria desde hace tres siglos seguirá existiendo. A pesar de los nuevos medios, en los que cualquiera no puede ser periodista, no nos confundamos, a pesar de la posible desaparición del papel... el periódico sobrevivirá en la versión y en el formato que sea, siempre que se fundamente en los valores de la libertad de expresión, en dar un servicio a los ciudadanos, en la calidad, el rigor y, sobre todo, en la veracidad. Y los diseñadores no deben tener miedo al futuro porque siempre, siempre, será necesario que alguien dé forma a la información, siempre será necesario que alguien diseñe ese periódico del futuro".

miércoles, 1 de febrero de 2012

Vílchez y el presente y futuro del Diseño Periodístico, en la URJC


Fermín Vílchez, uno de los mejores periodistas-diseñadores de este país, se ha prodigado poco en los últimos años. Afortunadamente, podríamos decir, porque de lo contrario no habría visto a la luz el primer tomo de "Historia gráfica de la prensa diaria española (1758-1976)", libro que ya reseñamos aquí y que calificamos como histórico. Y no exageramos.


Ahora, tenemos la oportunidad de conocer de primera mano cómo se ha escrito, por qué y cómo es esa historia que nos cuenta Vílchez en esas imprescindibles páginas. Será gracias, una vez más, a la Universidad Rey Juan Carlos y su profesor Pedro Pérez Cuadrado. El próximo día 8 de febrero, miércoles, a las 12.00, y dentro del marco de una jornada de Divulgación del Diseño periodístico  Fermín (permítenos la licencia, maestro) presentará el libro a todos aquellos que quieran asistir al salón de actos del edificio de gestión del campus de Fuenlabrada de la Universidad. Nosotros, los encajabaja, y algún amigo más, estaremos ahí  para asistir a la jornada (una vez más, gracias Pedro), y para escuchar, de primera mano y de viva voz, la historia del diseño periodístico en España. Y seguro que alguna jugosa anécdota.

Mientras tanto, os dejamos con esta pieza que le dedicó la televisión de Castilla y León a un libro, repetimos una vez más, IMPRESCINDIBLE.

 

lunes, 30 de enero de 2012

El museo de la imprenta de El Puig



Es un gran museo, el primero de España dedicado a la Imprenta y —según sus responsables— el segundo en importancia de Europa tras el de Maguncia, situado en varias salas del soberbio Real Monasterio de El Puig de Santa María, en una pequeña localidad valenciana a muy pocos kilómetros de la capital, el Puig. Es el Museu de la Impremta i de les Arts Gràfiques.



Se inauguró en 1985, pero entre 2007 y 2008 se remodelaron y ampliaron sus instalaciones pasando de los 250 metros cuadrados originales a los actuales 1.800 de sus seis salas, con un presupuesto de unos 800.000 euros —inversión en cultura, que no todo ha sido derroche y despilfarro absurdo en la Comunidad Valenciana—, en los que hay más de 60 máquinas de impresión además de máquinas de composición de textos e incluso de fundición de tipos, junto a una importante colección de obra gráfica.

El recorrido histórico que nos propone el museo comienza en la denominada "Sala Gútenberg", en la que se representa fielmente un taller de impresión del siglo XV, con facsímiles impresos entre los que destaca la famosa Biblia de 42 líneas obra del propio Gútenberg editada en 1454 o los primeros libros impresos en Valencia (Obres e trobes en lahors de la Verge María, impreso por Lambert Palmar en Valencia en 1474 está considerada la primera obra literaria salida de una imprenta en nuestro país) además del Tirant lo Blanc (1490), todo ello junto a una réplica exacta de la prensa de madera que utilizó el maestro alemán, la "auténtica joya del museo", nos dicen.





Biblia de 42 líneas de Gútenberg (facsímil)

También hay en esta primera sala cajas de imprenta y chivaletes con tipos móviles de distintas familias y cuerpos, junto con el resto de útiles para la llamada composición manual, porque los textos se creaban carácter a carácter...











La segunda sala, junto a la entrada, es donde se exponen las denominadas Minerva, esa especie de máquinas de imprimir "portátiles", manuales, de pedales otras y las últimas con motor, impresoras del siglo XIX que tanto éxito tuvieron hasta el extremo de que incluso alguna sigue utilizándose:



Inmediatamente después, la tercera sala denominada "Historia de la imprenta", muestra en grandes paneles esta historia junto a la evolución tecnológica con la exhibición de las propias máquinas, desde las mencionadas Minervas tipográficas, las Boston de tintaje de plato o cilíndrico, pasando por las plano cilíndricas, hasta llegar a las máquinas automáticas, de las que podemos ver una Heidelberg (número 1763, de las 180.000 que se llegaron a producir en todo el mundo).






En la siguiente sala de las "Artes gráficas" los paneles describen la evolución de la tipografía, los más importantes tipos de letra junto a los tipógrafos que los crearon y se muestran máquinas que abarcaron todo el proceso de fundición en España, desde los principios del siglo XIX hasta la actualidad: fundidoras de tipo, linotipias, ordenadores de fotocomposición hasta llegar a autoedición de los Mac...




Diversas máquinas para fundir tipos de metal, de más antigua a más moderna






Linotipia, con varios detalles. El antepasado directo de nuestros teclados. De la composición manual se pasó a la mecánica, con la denominada composición en caliente, porque fundía líneas de texto en plomo según se iban componiendo




Evolución de la denominada composición en frío posterior a la linotipia: la fotocomposición, procedimiento que utilizaba fotografía controlada por ordenador y la posterior digitalización absoluta de los actuales sistemas de autoedición representadas por un Mac


La sala termina con la muestra de un escáner cilíndrico y de una máquina de offset, una de las piezas más emblemáticas de las creadas en España, una Oris de cuatro colores. A continuación la sala de "Artes Impresas" se centra en los procedimientos finales de xilografía, grabado y encuadernación de los libros, además de un gran espacio dedicado a la muestra de más de 60 incunables impresos en nuestro país. Finalmente, terminamos en la sala de "Difusión", en la que se incluye un espacio dedicado a la prensa valenciana desde sus orígenes: periódicos, máquinas rotocilíndricas... hasta una camioneta de reparto de 1902.






Completísimo recorrido, pues, a través de toda la historia de la imprenta desde Gútenberg hasta hoy el que nos ofrece el Museo de la Impremta i de les Arts Gràfiques del Puig en un edificio renacentista, además, absolutamente impresionante pero que ese día estaba cerrado. Claro que no nos importó porque, al final, el guía y portero se encargó durante la mañana de ir formando un grupo con los visitantes del museo con los que quedó en la puerta para, una vez cerradas sus salas, comenzar una visita guiada bajo cuerda y a cambio de "la voluntad" que él mismo fijó en varios euros por persona. Recorrimos diversas estancias en voz baja, asomando primero la cabeza antes de entrar "por si hay moros en la costa", el magnífico y luminoso claustro, la muestra de incunables... shsss!



Y si hasta el momento el Museo de la Imprenta de El Puig era el primero y ¿único? de España, ahora al menos tenemos un segundo porque acaba de abrir sus puertas al público en Madrid la Imprenta Municipal - Artes del libro... de la que muy pronto os contaremos todo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Toda la historia del diseño periodístico español



Este es un artículo que puede escribirse muy pocas veces, y es un honor, todo un privilegio hacerlo. Porque sucede de mucho en mucho que aparezca un libro de historia que, a su manera y en su ámbito, haga historia también, como estamos seguros de que sucederá con la "Historia gráfica de la prensa diaria española (1758-1976)" del periodista especializado en confección y diseño de periódicos —un maquetador y diseñador, como nosotros, para entendernos— Juan Fermín Vílchez de Arribas. Un trabajo que desde el mismo momento de salir a la venta, hace muy pocos días, es ya lo que se denomina una obra de referencia, absolutamente, la primera historia del diseño periodísitico español, y una de las mejores historias de la prensa española en general de las editadas.

Portada y última página del primer número del Diario Noticioso, Curioso-erudito y Comercial Público, y Económico, de 1758. El primer periódico editado en España, que en la obra de Vílchez se reproduce a tamaño original en su formato 'cuartilla' (más pequeño que un folio)


Aunque resulte inaudito, no existía libro alguno que recogiera en sus páginas el diseño de los periódicos españoles desde su nacimiento hasta la actualidad (este primer tomo termina con el diario El País en 1976, y el autor sigue trabajando en una segunda parte que abarcaría desde ese momento hasta hoy). Pero es que no sólo es la única, es que el rigor científico y de documentación, la ambición y el ingente esfuerzo individual de Vílchez, que incluye la preimpresión del libro por parte de él mismo (es decir, la composición de textos y elección de tipografías, la maquetación del libro —"lo he hecho yo todo en mi casa con Quark y le he entregado a la editorial los 'pdfs' de las páginas, ellos sólo han hecho la portada"—, la digitalización de las imágenes con cientos de portadas y páginas interiores de periódicos recogidas en años de búsqueda en hemerotecas...) han dado como resultado una obra que no puede calificarse sino de monumental.

Cada uno de los datos que aparecen —¿miles, decenas o centenas de miles?, dejémoslo en incontables— está comprobado personalmente por el autor bien en hemerotecas, en los archivos de los medios que siguen existiendo o bien con entrevistas personales con responsables implicados que, además, lo complementan. "Prefiero equivocarme yo solo a citar errores como me ha sucedido en otras ocasiones, o como le ha sucecido a autores que citaban otros autores", con datos que supuestamente eran correctos y en los que Vílchez ha descubierto inexactitudes. Como en el caso del primer diario español impreso en offset, error repetido hasta esta obra que lo sitúa correctamente en el diario mallorquín Última hora, año 1966.

Fermín Vílchez nació en Pedro Martínez, Granada, en 1949. Titulado por la Escuela Oficial de Periodismo y posteriormente licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en los diarios Sur, Diario de Barcelona, El País (formó parte junto a Reinhard Gäde y Julio Alonso de quienes hicieron aquel primer diseño que ha creado escuela), El Periódico de Catalunya (autor también junto a Carlos Pérez de Rozas de su primer diseño) o La Vanguardia. Fue el último director de la mítica revista de humor satírico La Codorniz y posteriormente dirigió también Panorama. Ha sido responsable del diseño de un buen número de revistas, incluidas las editadas por el Grupo Z, y ha remodelado periódicos por toda España. También ha recibido premios por su trayectoria en el diseño de medios impresos.

Portada de Última Hora, de 1935, confeccionada por José Escuder en formato 'sábana' con el estilo de los diarios norteamericanos en la que aparecen novedades como las fotonoticias

Sorprendente página en formato 'sabana' impresa en tipografía ¡en 1935! del periódico Última Hora realizada por Escuder. Un absoluto alarde técnico en el que, por ejemplo, el título calado en las dos imágenes superiores, "Pellicules", está realizado a mano. En la otra página, una apertura de deportes, además del equilibrio en la composición hay que señalar sobre todo el nombre de la sección destacando precisamente que es una apertura como innovación de entonces... pero que llega hasta hoy


Nos encontramos en una cafetería del centro de Madrid, entre su barrio de Chamberí y Cuatro Caminos. Me esperaba leyendo un diario deportivo —"es el único que compro ahora, de vez en cuando", me dice con su onmipresente sonrisa— y enseguida comenzamos a hablar de periódicos, su gran pasión. Cuando le pregunto quién ha sido para él el mejor diseñador de prensa en España, Vílchez hace primero una necesaria división por épocas históricas, "sobre todo por los condicionantes técnicos", en cada una de ellas. Es complicado comparar trabajos realizados con tecnologías tan distintas e imposible saber qué hubieran hecho unos con los medios de otros. "Pero si tengo que decir uno", arriesga Vílchez, "posiblemente sería José Escuder". Periodista que tuvo que exiliarse a los Estados Unidos en los años 20 del siglo pasado "y que luego trajo de allí ideas que aplicó a la prensa española en la época de la II República haciendo que avanzara y cambiara todo el diseño, la confección decían entonces, de los periódicos". Años de la II República que Vílchez califica "sin ninguna duda", y junto a la posterior etapa de los años 80, como "la época dorada de la prensa española. Para que te hagas una idea", me cuenta con entusiasmo, "en las Cortes de entonces había ¡47 periodistas!", y más de 80 periódicos sólo en las ciudades más importantes (¡30 en Madrid y 27 en Barcelona!). "Había tiradas superiores a 200.000 ejemplares en los diarios más importantes, y todo eso en un país que por desgracia tenía unos índices de alfabetización bajísimos".

Sobre las distintas etapas en la confección de diarios, Fermín Vílchez sostiene que "hay que hablar de unos ocho grandes periodistas confeccionadores, a los que ahora se llamaría diseñadores", para poder entender la historia de esta disciplina. El primero de todos, muy importante y un auténtico pionero, fue Suárez de Figueroa, curiosamente el último periodista que murió a consecuncia de un duelo en España. Y es que "en esa época el derecho de rectificación se ejercía con espada".
—Pero... ¿cuándo sucedió esto? —le pregunto asombrado.
—Pues en 1904. Es que los duelos no se prohibieron en España hasta bien entrado el siglo XX.
—Pero sería con pistolas, ¿no?
—No, no, no... con espadas.

Páginas de El Resumen, dirigido y confeccionado por Augusto Suárez de Figueroa, auténtico pionero en España del diseño periodístico. Son del año 1889, se rompe la 'verticalidad' de los diarios y se pasó del formato 'estándar' al 'sábana' (una tendencia que siguieron todos los demás). Se hacen eco de famoso "crimen de la calle de Fuencarral", suceso que conmocionó a la sociedad y que marcó un antes y un después en la prensa, dándole un impulso hasta convertirla en un auténtico medio de comunicación popular de masas, a lo que contribuyó el nuevo diseño que permitía titulares a cinco columnas ('horizontalidad') y algunas ilustraciones

Portada de Heraldo de Madrid de 1927 compuesta por Manuel Fontdevilla en la que redujo el formato del 'sábana' al 'estándar', y en la que incluso podemos apreciar una infografía. El equilibrio en la composición es perfecto, así como la jerarquía y el orden


Hasta la llegada de la II República además del citado Suárez de Figueroa, Vílchez destaca a Manuel Fontdevilla y al también mencionado José Escuder como las tres figuras más importantes en la confección de diarios. La Guerra Civil supuso un "terrible paréntesis" para todo el país del que la prensa y consiguientemente el diseño periodístico no podían escapar; "todos los buenos periodistas o bien tuvieron que dejar el país, perdieron la vida o fueron encarcelados". Hay que esperar hasta las décadas de los 60-70 para encontrar lo que Vílchez denomina un "esplendor, sobre todo, de la prensa vespertina de Madrid", con figuras destacadas como José Asensi (en el diario Pueblo), Fernández de la Cancela (figura importantísima en el diseño periodístico español que desarrolló su labor en El Alcázar, Nuevo Diario —el primer periódico español que incorporó el denominado 'diseño modular' y no El País como muchos creíamos; modelo modular creado por Peter Palazzo en 1963 para la edición dominical del New York Herald Tribune—), y al alumno de Cancela Luis Infante, director y diseñador de la etapa fundamental del diario Marca que lo llevó a lo que es ahora, el primer periódico en número de lectores de España, y que antes fue un pionero de lo que ahora se llama "rediseño", aplicando todo lo que permitía el offset y la fotocomposición en diarios de toda España ("algo así como el Cases de los últimos años", resume Vílchez).

Portada del Nuevo Diario, confección de Fernández de la Cancela del año 1967 en formato 'sábana' en la que se aplica por primera vez en nuestro país el denominado 'diseño modular'

Espectacular número especial de El Alcázar de 1963 con motivo del asesinato del presidente norteamericano Kennedy en formato 'tabolide', impreso en huecograbado y diseñado por Fernández de la Cancela, uno de los más grandes diseñadores de prensa de nuestra historia

Página arrevistada en formato 'estándar' para suplemento del diario Pueblo, 1970, obra de José Asensi. "Algo" sensacionalista pero muy compleja de hacer en tipografía

Diario vespertino Pueblo, 1970, formato 'estándar'. El trabajo de Asensi —con tantos detractores como entusiastas— no dejó indiferente a nadie. Pueblo llegó a ser el diario más popular de esta época, cercano a los 'tabloides' ingleses, con el diseño sensacionalista en función de los contenidos y del enfoque de la información. Llegó a ser el periódico más vendido del país con un promedio de 200.000 ejemplares

Diario Regional, 1975, con el rediseño de Luis Infante en formato 'tabloide', en el que aplicó como en tantos otros periódicos que pasaron por sus manos todo lo que permitía el offset y la fotocomposición


El último lugar de este primer tomo de la historia gráfica de la prensa española está dedicado al alemán Reinhard Gäde, autor junto a Julio Alonso del diseño del diario El País en 1976, y en el que participó el propio Vílchez. En último lugar, pero por puro orden cronológico ya que además de ser el único periódico que ocupa todo un capítulo, lo titula como "un diario para una nueva época". Por si fuera poco, si cuando le pregunté quién era el mejor diseñador Fermín Vílchez estableció diferencias y mencionó varias personas, cuando le pregunto a bocajarro "¿cuál es el periódico mejor diseñado en España en toda su historia?", a quemarropa me contesta de inmediato: "El País. Sin ninguna duda. El diseño que hizo Gäde para El País es el mejor de los que se han hecho nunca en España. Sin duda alguna, es el mejor". Un diseño que creó una escuela que no sólo han seguido en mayor o menor medida todos los diarios españoles desde entonces (habrá que esperar al segundo tomo), sino también parte de la prensa europea de calidad.

"La época más brillante de la historia de la prensa diaria española se inició con la aparición de El País", termina escribiendo Fermín Vílchez en este primer volumen. "A partir de entonces surgieron numerosos rotativos en casi todas las ciudades, editados en modernas imprentas de offset, y los que ya existían renovaron totalmente sus tecnologías de producción. El diseño periodístico se convirtió en uno de los ejes principales de los cotidianos". Pero concluye el autor que "sin embargo, esa época duró pocos años, comparada con todas las vividas desde que nació en Madrid, en 1758, Diario noticioso... Una crisis progresiva se apoderó del llamado cuarto poder por culpa, sobre todo, de los nuevos medios de comunicación surgidos a finales del siglo XX".

Primera página del primer número del diario El País, formato 'tabloide', 4 de mayo de 1976. El libro reproduce la plantilla de montaje con papel fotográfico (texto de fotocomposición montado después a mano) que el propio autor conserva y que el tiempo y la luz deterioran porque se fijaba para un tiempo pequeño de duración (debe conservarse en total oscuridad para evitar que se ennegrezca del todo). En ambas páginas destaca el estilo sobrio, el formato 'tabloide' en cinco columnas, la implantación de la modularidad incluso para la publicidad ('modularidad total', podríamos llamar y que este diario sí fue el primero en hacerlo), la uniformidad tipográfica, la cursiva en opinión... todo esa racionalidad que tantas veces hemos denominado "modelo que creó escuela"


Y hay más, mucho más que podréis encontrar en este libro absolutamente imprescindible del que sólo os hemos mostrado una pequeña muestra representativa. Periodismo 'visual' desde comienzos del siglo XX, portadas póster incluidas (aunque ahora a todo ello lo llamemos viewspaper con la pretensión de que así hablamos de algo 'nuevo'), siluetas, fondos de color, juegos tipográficos, portadas 'escritas a mano' en 1920... La historia del diseño periodístico español es un antídoto contra cierta arrogancia actual que supone que inventa cosas que ya están inventadas. Hay que tener cuidado, humildad y conocer lo que hicieron otros antes porque no vive precisamente el diseño periodístico una de sus mejores épocas... como no la vive en realidad la prensa impresa en general sobre cuyo futuro es pesimista Fermín Vílchez. "Escribí un artículo para Noticias de la Comunicación, ¡en 1980!", y recalca la fecha dos o tres veces, "titulado: '¿El fin de los periódicos impresos?... y creo que ahora le quitaría los interrogantes al título".

Cuando le pregunto para terminar por el diseño periodístico de nuestros días, sonríe Vílchez con ojos pícaros, de niño listo y travieso, y sin entrar en demasiados detalles ni mencionar periódicos concretos me confiesa que "no se trata de poner rayitas por todos lados. Si es que no es eso... o fondos de color así porque sí. El diseño tiene sentido si refleja la estructura de una redacción y, sobre todo, si está al servicio de los contenidos, del enfoque periodístico, de lo que se quiere contar. Y hacer lo más simple, lo más sencillo... eso es lo más difícil".

Nos despedimos ya en la calle, él sigue sonriendo y yo pesadísimo le repito mil veces que gracias. Gracias, Fermín, porque todos aquellos que como tú amamos los periódicos sólo podemos agradecerte el que hayas sacado adelante un libro así.