Mostrando entradas con la etiqueta Impresión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Impresión. Mostrar todas las entradas

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cumpleaños del offset

Recién publicada su monumental "Historia gráfica de la prensa diaria española (1758-1976)", como ya os contamos en primicia con todos los honores que merece (y que también han reseñado distintos diarios impresos con un tratamiento a la altura de esta auténtica obra de referencia), nuestro admirado Fermín Vílchez interrumpe brevemente su titánica labor en la segunda parte de la historia del diseño periodístico en la que está inmerso —que abarcará desde 1976 hasta nuestros días, la que podemos llamar "etapa democrática"— para hacernos una necesaria reseña sobre un "cumpleaños" muy especial. Nueva colaboración suya que, casi huelga decirlo, es todo un honor para encajabaja.







El diario impreso en offset
cumple 45 años en España


El 20 de octubre de 1966 se editó en offset un suplemento de 16 páginas del diario Última Hora, de Palma de Mallorca, y comenzó en España el uso de este procedimiento de impresión, aunque el rotativo mallorquín no lo utilizó diariamente hasta el 3 de febrero de 1967. Sólo algunos meses antes, el 14 de septiembre de 1965, había aparecido en Reading (Reino Unido) el Evening Post, primer periódico europeo hecho por el sistema de producción de periódicos ideado por el litógrafo ruso Ira W. Rubel. Para los interesados en el tema, recomiendo un amplio reportaje publicado en el número 318 de la excelente revista mensual Noticias de la Comunicación, que dirige el periodista e historiador asturiano Luis Muñiz.

Primera portada impresa en offset en nuestro país
(imagen facilitada por Fermín Vílchez)



Máquina de offset 'Oris Olimpic' fabricada en 1967 por Cabañol-Cavi, SA, de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), expuesta en el Museo de la Imprenta y las Artes Gráficas de Valencia en el Monasterio de El Puig (fotografía de Mario Benito)

Sin embargo, la introducción en nuestro país del offset provocó al principio rechazo y un cierto menosprecio. El Grupo Nacional de Diarios, entonces la organización patronal de la Prensa —lo que hoy es la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE)— no consideraba al offset como sistema de impresión de rotativos, y sólo admitía la tipografía y el huecograbado para obtener el suministro del papel. Este fue uno de los problemas que tuvo el rotativo Nivel, que sólo apareció el 31 de diciembre de 1969, aunque este título fue cancelado por el gobierno franquista por motivos políticos.

El veterano periodista Luis Ángel de la Viuda, gerente de la imprenta del Diario SP (el primer periódico español producido a todo color), cuenta en mi historia de la prensa que cuando el matutino ABC renovó su maquinaria en la década de 1960, Rodrigo Royo –director del Diario SP– le preguntó a Torcuato Luca de Tena –propietario del ABC– el porqué había invertido tanto en rotativas de tipografía y de huecograbado, cuando ya existía el offset. Torcuato le contestó: "Mira, Royo, eso del offset es para los tebeos".

Actualmente, de los 110 periódicos diarios que se publican en España (incluyendo los cuatro gratuitos de difusión nacional) todos están impresos en offset.

Juan Fermín Vílchez

martes, 22 de abril de 2008

Todo esto por un euro

Cuando hablamos de cómo se hace un periódico mucha gente piensa en los redactores, maquetadores y otros periodistas que intervienen en el proceso de producción del diario. Estos son una parte importante del proceso, pero para que todo lo que hayan hecho pueda ser leído, hace falta imprimirlo. Lo que hacemos en el periódico no es más que una versión digital, hasta que no está impreso no podemos decir que tenemos el periódico. Encajabaja visitó el pasado jueves la nueva e inmensa rotativa del diario El Mundo, gestionada por Fabripress. La antigua rotativa será montada en la misma nave que la nueva proximamente.

Poco antes de las 23.00 Paco y Luis nos recibieron en la sede de la rotativa, situada en Meco. A continuación comenzaron a explicarnos el proceso para que el periódico se imprima y distribuya por toda España.

El primer paso del proceso es la recepción de las páginas. Desde la mesa de cierre se envían las páginas que están cerradas (textos y maquetas terminados y corregidos). Poco a poco van llegando hasta la rotativa, que las empieza a distribuir por pliegos (dos páginas por pliego). Cuando los pliegos se van completando se imprimen en las planchas de aluminio, a través de láser, y que, posteriormente, servirán para imprimir el papel periódico. Se imprimen un total de cuatro planchas, una por cada color (CMYK). Esas planchas se colocan posteriormente en un distribuidor que indica en que cuerpo de la rotativa tienen que ir colocadas para imprimirlas según el orden correcto.

Paco nos muestra el ordenador donde se reciben las páginas que envía la mesa de redacción.

Detalle de las páginas recibidas (en verde). En naranja las que se están recibiendo.

Una de las planchas de aluminio recién impresa. Cada una cuesta dos euros.

Luis coloca las planchas en el distribuidor ante la mirada de Mercedes.

El distribuidor con casi todas las planchas colocadas.

Cuando las planchas de los cuatro colores están impresas, los operadores las vas colocando en la rotativa según indica el distribuidor. Ahí es donde la plancha se impregnará con las diferentes tintas e imprimirá el papel para obtener la página de periódico. La propia rotativa es la que se encarga de cortar las páginas y distribuirlas para ordenar el periódico.

Luis coloca las planchas en la rotativa.

Las planchas colocadas perfectamente en la rotativa. Los rodillos las impregnarán de tinta para imprimir el papel.

Las planchas y el papel que imprimirán.

Una vez impreso el papel pasa por esta sección donde la rotativa cortará las páginas del periódico.

Paco le enseña a Nacho un detalle del plano de la rotativa.

Una de las partes más llamativas del proceso es la gestión del papel . El transporte del papel lo hacen robots sin ningún tipo de control humano. Programados según las características de la nave en la que están, son capaces de ir a recoger el papel a la zona de desembalaje y colocarlo en la parte de la rotativa que se ha quedado sin papel. Todo ello sin intervención humana y gracias a unos sensores colocados en las paredes y columnas de la nave que alberga la rotativa.

Torres de papel esperando a ser desembaladas

Papel salmón para los periódicos económicos. También se emplea papel blanco y reciclado.

Aquí se prepara el papel...

...para que los robots lo distribuyan.

Y aquí se almacenan para cambiar los rollos cuando se agotan.

Cuando todo está listo, las máquinas arrancan y comienza la función. En los puestos de control la actividad es frenética y se trabaja a destajo para ajustar la impresión a la máxima calidad. Se trabaja con varias pantallas de ordenador donde se calibran las tintas, el agua, la velocidad, etc. y se sacan ejemplares de control para ver cómo va la impresión. "Esta rotativa consigue ejemplares buenos a partir de los 500-600", comenta Paco. A partir de esos ejemplares la máquina está calibrada y los ejemplares son perfectamente válidos para su venta.

Las máquinas comienzan a ponerse en marcha para imprimir el periódico.

El papel sigue el circuito de la rotativa para imprimir las páginas.

El puesto de control donde se maneja la velocidad, tintas, agua, etc. Trabajo a destajo.

Gráfica con las cargas de tinta de una parte de la rotativa.

70 ejemplares/minuto es lo que marca el ordenador. Poco a poco aumenta la velocidad. Puede tirar hasta 1000 en un minuto.

Dos operarios controlan los ejemplares impresos.

Por esta ventana se sacan los ejemplares de control.

La banda de colores que hay en el medianil del periódico sirve para controlar la impresión.

Comparando dos ejemplares ven que algo no va bien, los parámetros de una tinta no son correctos y las fotos salen verdes.

Depósitos de tinta de la rotativa.

Tuberías por donde discurren las distintas tintas, una por cada color.

Detalle del depósito de tinta amarillo (no os recuerdan las letras al word art).

Una vez que la máquina está ajustada, todo marcha sobre ruedas. Los ejemplares van saliendo hacia la zona de cierre a través de un complicado circuito donde se insertan los encartes, se dividen las ediciones, se embalan y se mandan a distribución.

Circuito por donde se distribuyen los periódicos en la zona de cierre.

Detalle de una parte del circuito.

Los ejemplares preimpresos se guardan en enormes cilindros para usarlos el día de publicación.

Varios cilindros de ejemplares preimpresos.

Detalle de uno de los cilindros preimpresos.

En esta máquina se insertan hasta seis encartes distintos, entre ellos los ejemplares de suplementos preimpresos.

Periódicos listos para embalar. Los primeros son los de las líneas aéreas, trenes, etc. y los que se tienen que distribuir más lejos.

Operarios embalan ejemplares de suscriptores en una máquina semiautomática.


Una vez que los ejemplares están embalados y empaquetados, están listos para su distribución a través de las furgonetas de prensa, encargadas de llevarlas a los kioscos, donde podemos comprar el periódico por sólo un euro. No os parece poco después de este proceso.

Las furgonetas listas para distribuir los periódicos.


P.D. Desde aquí queremos dar las gracias a Paco, Luis y todos sus compañeros por la amabilidad con la que nos atendieron. ¡Muchas gracias!

lunes, 4 de junio de 2007

La importancia de una buena impresión



El resultado final de un periódico es la suma del buen trabajo de muchas personas. Tiene que haber una buena planificación, una buena noticia, una buena redacción de la misma, un buen diseño, una buena impresión y una buena distribución. Si uno de los eslabones falla, el producto final ve mermada su calidad.

El caso es que últimamente el periódico Marca que nos llega a la redacción viene impreso de una manera más que defectuosa. El motivo, seguramente, es que las planchas se han movido en la rotativa y no se ha corregido su posición, por lo que el resultado final es lo que tenéis arriba.

Normalmente estos ejemplares son desechados para la venta en kioscos, y por ende deberían ser desechados también para su distribución por otros canales, pero supongo que, al ser ejemplares de cortesía entre periódicos, habrán decidido que no había problema en distribuirlos. Una pena, porque así no hay quien lea nada.