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jueves, 10 de julio de 2014

Otro caso práctico

Esta era la primera versión que hicimos de la apertura de Mundo de ayer, sobre el último y actual rebrote del eterno conflicto entre Israel y Palestina:


Y ésta era la primera página del periódico que teníamos preparada para la primera edición:



Habíamos considerado otras posibilidades para esa apertura de la sección de Internacional, como ésta...


...que posiblemente sea una mejor página doble, con una poderosa imagen de la explosión a un tamaño espectacular. Pero que repetía la explosión que ya dábamos en la portada.


Incluso habíamos probado también con otras imágenes muy buenas para no repetir la explosión:


Que aunque funcionan bien nos parecieron, no obstante, algo esteticistas. Y hablamos de una guerra.


Y llegó la realidad, otra realidad, en forma de partido de fútbol. Y la conmoción de los misiles se convirtió en la conmoción de los goles... Tuvimos que cambiar la portada. Ya no sería un alcance sino que iríamos con el partido, posiblemente uno de los más famosos ya de la historia del fútbol, desde la primera edición. Había que correr, más que los alemanes y muchísimo más que los brasileños, claro.


Lo que nos obligó a llevar la anterior fotografía del estallido del misil en la franja de Gaza desde la portada a las páginas interiores de la apertura de Mundo en las que no había explosión, recordad, porque la explosión estaba en la portada.


Que fue, finalmente, la página doble de apertura de Mundo que salió publicada.



También mejoramos la portada con un fotón en segunda edición, más tarde, muy tarde. Mucho.


Pero esa es otra historia. Otro caso práctico.

lunes, 28 de abril de 2014

Donde hay ilustración... también hay página

Y donde hay ilustrador, hay ilustración. De las buenas en este caso, muy buenas. Y si hablamos de un periódico de tirada nacional en el que publican Ricardo Martínez —para alguno de nosotros quizá el mejor ilustrador mundial de prensa si en tales artes se pudiera competir o incluso comparar—, Ulises o Raúl Arias, por mencionar sólo a los más destacados y 'habituales', pues tiene todavía muchísimo más mérito el que destaquen de esta manera, por su calidad, las ilustraciones del jovencísimo Carlos Rodríguez Casado, becario en la sección de Ilustración del diario El Mundo de Madrid. "Sangre nueva, tinta fresca", como lo calificó con acierto nuestro director de arte Rodrigo Sánchez.

Esta es la doble página sobre la canonización de los dos Papas publicada este fin de semana.


La técnica es soberbia. La delicadeza de la acuarela, tan difícil, tan 'ingobernable' para los profanos... Por cierto, esto, en una pantalla, les aseguro que no es lo mismo que impreso. Y a su tamaño. Compruébenlo si tienen ocasión de hacerse con algún ejemplar en papel.



Y esta otra fue su primera participación estelar, con una doble página en la apertura de Deportes publicada en la previa de la última final de la Copa del Rey de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona (jeje... la risilla no tiene nada que ver con la ilustración, mi querido Carlos Pérez de Rozas seguro que lo entiende).




En este caso, además, el talento en su debut le llevó incluso hasta la portada del periódico.



Como dato adicional, hay que destacar que en ambas páginas dobles el diseño utiliza la simetría, repitiendo el esquema en las dos páginas, con una estructura vertical en la primera, y horizontal en la segunda. Un buen recurso para estos casos.

Casos en los que si hay ilustración...

¡Magistral! Enhorabuena y bienvenido al papel prensa, compañero.

lunes, 13 de enero de 2014

El destrozapáginas (el retorno)

¿Pensabais que lo habías visto todo, verdad? ¿Que el más difícil todavía se superó hace mucho? ¿Pensabais que el 'destrozapáginas' que os mostramos hace unos días, justo en el post anterior a éste, era la peor manera en que la publicidad se cargaba una página, a que sí? Si hasta lo pensábamos nosotros, que no dejamos de sorprendernos estando convencidos de que ya nada nos sorprende, en lo relativo al diseño periodístico, y en la vida en general.



Pues en esas estábamos, convencidos de haber encontrado al auténtico 'destrozapáginas', cuando nuestro insigne compañero de redacción, el gran Ferran Boiza, nos envió esta auténtica quintaesencia del disparate publicada, nada más y nada menos, que en La Vanguardia de Barcelona el mismo día que el destrozapáginas anterior, el 5 de enero de 2014. Por cierto, lo de 'gran' no es palmadita en el hombro al amiguete y para quedar bien con un responsable de la sección de Nacional y tal, no; es que estamos hablando de una persona que reúne la asombrosa capacidad de siendo redactor, 'plumilla', de los que escriben, ser capaz de ¡ver las páginas casi como nosotros! ¡Un redactor, y encima jefe, con sentido del diseño! ¡Que dialoga! ¡Que acepta en ocasiones, y no pocas, nuestros puntos de vista! ¡Que no es capaz de cualquier cosa con tal de que le quepa todo en las páginas! En fin... no sé dónde vamos a ir a parar.

Destacamos la página en cuestión, la página par de esta gloriosa doble, y, bueno... ... .... .... .... .... .... ....  .... .... .... ..... .... .... .... .... .... ....  .... .... .... ..... .... .... (rellénese con los comentarios que cada cual considere más apropiados).



Porque, además, insistimos, es una página de La Vanguardia, el diario más serio y respetable de cuantos han querido serlo.

Venga,  a ver si alguien más se anima y es capaz de encontrar algo que supere esto.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Un texto, un dibujo y una fotografía

Un gran texto, un gran dibujo y una gran fotografía. Nada más. Y una de las mejores dobles páginas que hemos diseñado. Nos ayudaron el azar y el gran Ricardo Martínez. Nada menos.

Los medios de comunicación, tanto impresos como audiovisuales o digitales, teníamos ya preparadas coberturas especiales porque Mandela, uno de esos hombres irrepetibles, llevaba varios meses a punto de pasar a la inmortalidad. Sucedió en la noche del jueves al viernes como suelen suceder estas cosas, siempre de noche, tarde, en el cierre. Como todos, teníamos ya preparadas bastantes páginas... pero ésta, no.


Lo que sí estaba hecho de antemano era el genial dibujo del casi siempre genial Ricardo, de quien no nos cansamos de repetir la suerte que tenemos de compartir redacción con él. Por ser una persona tan encantadora —intenten encontrar alguien que pueda decir algo negativo de él, lo que sea, la más mínima queja, e intenten encontrar alguien que conociéndole no hable maravillas de él— y por ser uno de los mejores ilustradores de la prensa mundial.

Al día siguiente, viernes, y fiesta en España con un largo fin de semana 'constitucional' por medio, Ricardo apareció por la desangelada redacción para entregar el dibujo que ya tenía preparado. Esta ¿pequeña? obra maestra.



Y aquí es donde intervino el azar para terminar de echarnos una mano. Una mano azul, como la que dibujó Ricardo sin saber que las páginas en las que iría tendrían el azul, ese azul, como distintivo de páginas especiales. El sabía que en este día de fiesta su espacio habitual en opinión le correspondía a Idígoras y Pachi, con quienes se turna. A pesar de que él es a quien podríamos llamar el 'titular', y a pesar de la calidad de su dibujo, no quiso de ninguna manera 'quitar el sitio' a sus compañeros y nos lo entregó por si podía tener cabida en alguna otra página sobre Mandela. En cualquiera, ¿no?, aunque... dónde mejor que en la doble de apertura. Sobre la foto, el fotón, no hay que decir nada. Y el texto... leánlo.

martes, 16 de abril de 2013

'Quid pro quo'

Tener una sección en el periódico diferenciada del resto es una de las estrategias editoriales más extendida y posiblemente más acertada —aunque resulte difícil 'medirlo'— de los últimos tiempos, aciagos tiempos de crisis. Un tratamiento distinto tanto en la forma como en los contenidos en un cuadernillo del diario supone eso tan manido del "valor añadido" porque, realmente, el lector va encontrar más cosas donde antes no las había: otro tratamiento en los reportajes o incluso reportajes que en las páginas habituales no tendrían cabida, un ritmo distinto de lectura, una edición gráfica más poderosa, más cuidada, más atrevida gracias a un diseño que arriesgue mucho más.

Supone más trabajo en tiempos de recortes de personal, evidentemente, pero se trata del tipo de trabajo que el rigor de las páginas habituales no permite hacer y que diseñadores, fotógrafos, redactores y grafiqueros agradecemos... con la esperanza puesta en que lo agradezcan también los lectores. Un trabajo que, 'quid pro quo', puede verse penalizado en las ocasiones en las que tengamos que intercambiar información entre unas páginas y otras, los tan comentados "cambios" que tantas veces os hemos comentado y que la estructura modular de las páginas de los diarios permiten con cierta facilidad. Y es que, esa modularidad de las páginas es, precisamente uno de los elementos que suelen modificarse en la estructura de los nuevos cuadernillos.


Así diseñamos y publicamos en la primera edición del periódico de este lunes una nueva exclusiva sobre el interminable escándalo del Madrid Arena, incluida en las páginas de la sección 'España'.



Y así abría el suplemento EM/2 —que es precisamente en nuestro diario esa sección diferenciada de la que estamos hablando—, con un reportaje trabajado durante la semana tanto en su diseño como en sus contenidos. Como sucede que las páginas locales de 'Madrid' para la segunda edición del periódico son parte de este cuadernillo EM/2, había que abrir el suplemento con este nuevo tema del Madrid Arena. Y no resultó sencillo readaptarlo todo:


Porque el material gráfico no ayudaba ni un poquito, sino todo lo contrario. Porque lo que se trabajó con tiempo de adelanto había que hacerlo ahora en un momento... junto con todo lo que había que hacer en una tarde de domingo, suplemento deportivo DXT incluido —que es otro cuadernillo con un tratamiento diferenciado también, por cierto—. Acertamos o nos equivocamos casi en equipo porque en estas ocasiones la pantalla de uno, mi compañero de sección y blog Luis Blasco, se convirtió en la pantalla de un corrillo de diseñadores en el que junto a la gran Nora Ayuso estaba yo mismo, con la inestimable ayuda de nuestro entrañable Manu Llorente, redactor jefe encargado de la sección este domingo.

Nada fácil porque, además, no sólo tuvimos que improvisar una apertura y página doble nueva con un material gráfico que era el que era, sino reconvertir, claro, lo que antes era apertura de EM/2 (el reportaje de la sección de Ciencia sobre la afición a correr) en páginas interiores del suplemento... "con el mismo texto", insistía Manu, y los mismos elementos en una estructura que nunca podía ser la misma y con una página menos.


'Quid pro quo', repetía Hannibal Lecter a Clarice, ¿recordáis? Yo te doy información y tú me cuentas cosas de tu vida. 'Algo a cambio de algo', la posibilidad de hacer páginas diferentes... a cambio de una dificultad añadida en modificarlas con la rapidez y facilidad que la estructura modular que dejan de tener permite.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Si hay foto... hay página (II)

Hay ocasiones en las que las fotografías de las portadas en los diarios coinciden. Ocasiones en las que también suele coincidir el comentario generalizado de que "todos los periódicos hacen lo mismo". Sin intención de diferenciarse. Aunque lo que suele explicarlo es que hay días en los que LA foto del día es, precisamente, ésa.Y tampoco tendría sentido del todo dejar de dar en portada la foto más importante desde el punto de vista periodístico e informativo de esa jornada sólo por el hecho de pensar que la vaya a llevar también en portada la competencia. Lo que no suele ser tan común es llevar la misma foto... pero con una edición gráfica absolutamente distinta. Como sucede hoy con los diarios El País y El Mundo.


Es evidente que el comienzo del Cónclave en el Vaticano para elegir un nuevo Papa es la noticia más destacada de la jornada. Y de entre las distintas posibilidades para ilustrarlo, también parece evidente la imagen del encierro de los cardenales en la Capilla Sixtina para deliberar, rezar y votar tras escuchar el "extra omnes".

fotografía: AFP

Pero sucede que si hay una página en la que cada centímetro de papel es escaso es, sin duda alguna, la primera página del periódico. Especialmente en un modelo "clásico" —como los de estos dos diarios— que no apuesta por un sólo tema —al estilo de una portada 'póster'— y que reparte el espacio y a valoración entre varios. Problema: la foto, tal cual es, no cabe entera. La necesidad de editarla nos permite, eso sí, destacar algún elemento de la imagen o eliminar algún otro que consideremos que distrae.

El diario El País ha optado por no cortar la figura humana que aparece en esta imagen; es una norma clásica, lo primero que te suele venir a la cabeza en tales casos. Pero, ¿es el protagonista de la imagen el maestro de ceremonias? O no será más bien protagonista esa puerta que se cierra para todos los hombres. El corte de El Mundo parece más arriesgado pero potencia el marco superior de la puerta —para que veamos que es, precisamente una puerta— y permite además que se vea mucha más superficie del interior de la Capilla Sixtina, elementos ambos que tal vez sean más importantes que la figura humana que la está cerrando, circunstancia que se sigue manteniendo.

Claro que una tercera opción para dar un portazo tanto a los hombres, como al debate del corte de la foto, es considerar que el verdadero hecho noticioso que contamos es que las puertas se cierran. Del todo. Como hicimos en la gran apertura de la sección de Internacional:


Y en este asunto mundano, sí podemos votar todos:

lunes, 25 de febrero de 2013

Un caso (mágico) práctico

Hace exactamente una semana, el lunes pasado, tuvimos la oportunidad de volver a vivir una de esas situaciones ¿mágicas? que sólo pueden vivirse si tienes la suerte de formar parte de la redacción de un periódico. Uno de esos momentos que luego contarás varias veces, convertido en el inevitable 'abuelo cebolletas', que parecen diseñados por los dioses de la prensa para que todo resulte mucho mejor de como lo habías planificado y que suponen que tengamos que cambiar casi todo lo que habíamos hecho en un día de duro trabajo, con muy poca gente y en la peor hora en la que podría suceder: a punto de cerrar la primera edición, sobre las diez de la noche.

Vivimos el lunes pasado una extraña sensación ¿mágica? que bien podríamos describir como: estando hasta los huevos al nivel máximo... mirarnos a los ojos y estallar en una carcajada.


Teníamos una entrevista, muy buena (merece mucho la pena, insistimos, por si alguno no ha tenido la oportunidad de leerla y para mayor desgracia de los 'gurupollas' quienes, por cierto, qué mal comienzo de año están teniendo...) con Francisco Marco, detective propietario y director de la agencia de ¿investigación? 'Método 3', que está protagonizando los conocidos e increíbles casos de espionaje político en Cataluña, y más allá de Cataluña. Un auténtico emprendedor, cuya iniciativa privada requerían al parecer, además del gobierno de la Generalitat —esto no es 'al parecer' porque está reconocido y en las cuentas públicas, además de subvenciones en forma de "ayudas a la innovación"—, iniciativa privada, decíamos, que requerían también todos los partidos políticos catalanes para espiarse entre sí, e incluso la formación política más votada e importante en esta comunidad para espiarse a sí misma. Unos de sus miembros a otros, queremos decir. Todo supuestamente, claro está.

Pues en esas estábamos, recién terminada la portada con la entrevista abriendo a cuatro columnas —los cambios de páginas siempre, siempre, siempre se producen en cuanto la página está terminada, NUNCA antes, después puede que sí—, cuando aparece por la sección de Diseño donde el director adjunto terminaba con nosotros la portada, el gran Fernando Lázaro, uno de los más grandes periodistas de nuestro país, a quien además tenemos un cariño más grande aún, para anunciar: "No os lo vais a creer...  ¡acaban de detener a Marco!" —sí, ése, el de la foto a cuatro columnas, el de nuestra entrevista—, junto a tres de sus ex empleados en la agencia de detectives. Acudieron varias personas más por allí en pocos segundos anunciándolo a su vez y convirtiendo nuestra sección en algo parecido a esas redacciones que hemos visto en las películas cuando se desborda la emoción periodística. Y fue entonces cuando nos miramos. Y nos reímos. Por la misma emoción... y porque sabíamos lo que venía por delante.


Esta era la portada que acabábamos de terminar cuando la policía tuvo a bien detener a Francisco Marco con la acusación de "revelación de secretos" y delitos contra la intimidad de las personas. Que hubo que modificar.


Y ésta era la entrevista a doble página que teníamos en exclusiva con este presunto espía profesional de políticos, contratado por políticos. Que había que modificar.


Y ésta era la apertura en página doble con varios temas de corrupción política (sí, esos temas que, hasta la fecha, sólo publican en exclusiva periódicos impresos en papel), que en ese mismo instante dejaban de ser los temas de apertura y por eso... había que modificar.


... para hacer con ellos páginas interiores de la sección de España, que ahora abriría, lógicamente, con la entrevista a Marco, pero con una necesaria reestructuración para incluir como noticia principal lo que acababa de suceder, su detención.


Que es la misma reestructuración que sufriría la portada, llevando ahora la entrevista por debajo y el nuevo tema de la reciente detención por arriba, mandando.


Dejamos de reírnos, claro, e hicimos todo esto muy serios, muy deprisa, en un tiempo que parecería imposible de conseguir de no ser porque la redacción de un periódico, además de un lugar lleno de increíbles profesionales, es, todavía, un espacio mágico en el que, a veces, pueden suceder cosas imposibles, como tener una entrevista con el personaje principal de la trama del espionaje político en Cataluña —y Madrid, que aquí tampoco nos libramos del asunto, y con el mismo protagonista— y que lo detengan en ese mismo día, a la hora en la que teníamos todo terminado.

Cuando tuvimos todo listo en su nueva versión, muy muy muy poco tiempo después, paramos. Y volvimos a mirarnos... y nos reímos de nuevo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Doble horizontal... y distinta

Parece imposible que algo se pueda hacer tan mal. Y no hablo en este caso del diseño de páginas, sino de la tragedia del Madrid Arena, en la aparecen irregularidades en todos y cada uno de las aspectos en los que se investiga, cuando no flagrantes incumplimientos de la ley. Por parte de la empresa privada, cuyo nombre es mejor no mencionar porque parece una trágica ironía, y por parte de los responsables del Ayuntamiento de Madrid, técnicos y/o políticos, cuya responsabilidad primera es preservar la seguridad de los ciudadanos... y no sólo cumplir sino vigilar y hacer que se cumpla la ley. Pero es que ni de manera intencionada parece posible que se puedan acumular tal cantidad de despropósitos, tan graves, uno tras otro, todo lo que era susceptible de ser incumplido.

También ha puesto de manifiesto el nivel —tanto intelectual como político— y el comportamiento de una alcaldesa —viaje al spa portugués de lujo en medio de la tragedia incluido— cuyo principal mérito parece ser el de haberse casado con un señor que llegó a ser presidente del Gobierno, motivos por los cuales  muchos madrileños se avergüenzan ahora de tenerla como máxima ¿representante? y ¿autoridad? de nuestra ciudad, capital del país y una de las urbes más importantes del mundo. Entre innumerables artículos críticos con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, destacamos los publicados por Jesús Cacho, brutal, y el titulado En apenas un mes, de nuestro compañero Fernando Baeta, director de elmundo.es. Resultaría del todo inverosímil el guión de una película que relatara todo lo sucedido en relación al Madrid Arena tal y como lo vamos conociendo. No nos lo creeríamos. Pero sucedió, para mayor desgracia, sobre todo, de cinco familias.

Si hablamos de páginas relacionadas con el Madrid Arena, resulta difícil elaborar nuevas propuestas principalmente porque el material gráfico es el que es. Y ya no hay más. O aparecen fotografías que hasta ahora no se han hecho públicas o no vamos a tener buenas imágenes, distintas e informativas, a las que ya hemos publicado si hay que volver de nuevo sobre los hechos de la noche del 1 de noviembre. Nuestro periódico descubrió y publicó la semana pasada, por ejemplo, que durante horas no hubo nadie en la sala de de pantallas que debía controlar todo el recinto, algo elemental en la seguridad y que podía haber evitado la tragedia. Y no hay imágenes, evidentemente, de aquella sala vacía llena de televisiones conectados a más de 100 cámaras grabando todos y cada uno de los rincones del recinto, que nadie miraba.

Si, además, tenemos que hacerlo en una doble, cuya segunda página tiene un 4x5  (toda la mitad inferior) de publicidad.... Pues terminamos irremediablemente recurriendo a fórmulas acostumbradas:


¿Le damos una vuelta? ¿Pensamos un poco al revés esta vez... que disponemos de unos minutillos para hacerlo antes de que le llegue el turno al siguiente? Al revés, porque lo habitual es buscar la verticalidad en las páginas de un periódico en vez de estructuras horizontales que supuestamente son más 'calmadas', con menos tensión y que estilizan menos las páginas, cada vez más cortas por los recortes en el tamaño del papel. No aquí:


Disponer los elementos en dos bloques horizontales, igualando con la publicidad, hacen que consigamos una doble muy eficaz en la que todos ellos están más integrados. Es más 'una doble' que en la primera versión clásica en la que siempre tenemos esa publicidad como obstáculo para conseguir precisamente esa buscada unidad entre las dos páginas. Los textos de las tres piezas, el tema principal, el apoyo y el artículo de opinión de gran extensión son exactamente los mismos, con la excepción de un retoque mínimo en el título y en la entradilla, nada más. Las imágenes son las mismas. La doble página es completamente distinta.

Esta disposición nos permite además estilizar de otra manera, 'tirar' de ellas visualmente hacia arriba y abajo, crear un pequeño juego con los espacios en blanco... 



...que es una de las características que distinguen precisamente a las páginas de EM2 —la parte del periódico que cada día engloba las anteriores secciones de Cultura, Ciencia, Salud, Comunicación y toda la sección local de Madrid en segunda edición— con una propuesta tipográfica, de estructuras de páginas y contenidos propia y diferenciada.