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miércoles, 7 de mayo de 2008

Maqueta interruptus

Es aquella que no llega a consumarse... porque aparece un mensajito que seguramente todos hemos sufrido en alguna infausta ocasión. Un mensajito hijodeputa con efecto hipertensor, potenciador de la ira, causa de desmayos y lipotimias porque además de subir baja también la tensión de manera simultánea debido al enorme esfuerzo por reprimir el descomunal puñetazo que le quieres dar a la pantalla del ordenador cuando lo ves:



Efectivamente, es éste. ¿A que da como cosa verlo? "Quark (en este asqueroso caso, pero podéis sustituirlo por cualquier otro, el que sea, porque con todos pasa) ha detectado un problema y debe cerrarse", una falacia barata, rastrera y deshonrosa como cualquier otra porque lo que debería poner es "Este programa, o el sistema operativo, o los dos, son una puta mierda y este es uno de sus muchos fallos". Pero no, no tienen lo que hay que tener para afrontar la verdad. "Si está en pleno proceso, puede perderse la información con la que esté trabajando", continúa el muy cobarde. ¿Pero, cómo que si está en pleno proceso?, ¡siempre sucede en pleno proceso! De no haber proceso suponemos que no habría error, aunque cosas peores se han visto. ¿Pero, cómo que PUEDE perderse la información? Pero, ¿quién es el impresentable temoroso y pusilánime que ha escrito tal cosa?, ¿pero cuándo no se ha perdido la información en semejantes situaciones? SIEMPRE se pierde, mire usted, ¡SIEMPRE! ¡SIEMPRE! SIEMPREEEEEEE! ¡Joder!
Después viene ya lo mejor. Que informemos a Microsoft del problema. No nos reímos porque cuando nos sucede tenemos la vista tan nublada que ni leemos el cartel, inyectados en sangre tenemos los ojos como para enviar nada a nadie, congestionados por ese puñetazo que ya hemos dicho que la pantalla no se suele llevar de milagro ya que en realidad nos lo llevamos nosotros. ¿Así que hay gente en Microsoft que recibe nuestros "problemas", si es que se los enviamos, y los leen, y hacen caso, y se ponen en contacto con los de Quark, o con los de Adobe, con quien sea, o con la madre del cordero si hace falta, y lo resuelven, y nos vuelven a contestar diciéndonos que ya se ha resuelto, y de paso nos hacen el trabajo que se nos estropeó, y nos indemnizan por los daños que nos ha causado su producto, y nos piden perdón, y hasta otro día? ¿No? Sucede algo así, ¿no? Pero es que el baboso impresentable del cartel nos toma por tontos, ¿o qué? Claro que conozco a quien asegura enviar esos mensajes a Microsoft, "para que se fastidien por lo menos", dice soltando una risilla como de supuesto pícaro, o algo así. Existe tal persona.

Bueno, ya vale. A ver si me calmo un poco... Ya parece que vuelvo a mi estado habitual dulce y sereno. Todo este pequeño berrinche viene a cuento de esta página de Nacional que en cuanto hube terminado de maquetar, con sus fotitos y todo, con sus textitos falsos, con su canesú, pues decidieron que no les valía y que había que rehacer.



Un típico 3/2. O sea, dividimos la página en un primer tema ocupando las dos primeras columnas y otro en las tres columnas restantes, agrupados ambos por un cintillo porque todos los contenidos, junto con los de las otras dos páginas anteriores, la primera y segunda de Nacional ya que la página en cuestión es la tercera, pertenecen a un mismo bloque temático bautizado en este caso como "Desafío nacionalista". En cuanto estuvo terminada, decíamos, pues ya no les vale porque el tema a dos resulta que ahora se enteran de que va en la portada del periódico y por lo tanto hay que darlo con más texto... pero sin llegar a tres columnas, como les propongo en primer lugar, "porque para tres columnas no tenemos". En fin, lo de siempre. Que algo parezca lo que no es. O que parezca lo que debería ser pero no tenemos, o no queremos hacer.

Entramos, pues, de nuevo en la página. Reducimos la foto de las dos primeras columnas para que crezca el texto dándola a una columna y "mordiendo" la segunda para que también parezca algo y porque además "queda muy bien, ¿no?" Si, hijo, sí. Tenemos que poner entonces la otra foto a tres en la parte superior para que los títulos no "cabeceen", que es otra que ya os explicaremos con más tiempo y mejor ánimo, pero que puede resumirse, más que en dar cabezadas, en evitar el enorme desequilibrio que supondría que tanto títulos como fotos queden agrupados en la parte superior; y además hacer esa imagen más grande porque "nos parece una gran foto" aunque en realidad es que mucho texto no tienen para llenar el hueco de texto que han decidido que sea más grande, todo lógico y al servicio de la información como puede verse, cuando de repente...



Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo....

viernes, 2 de mayo de 2008

Forma y función (una de rayas)

Parece que están de moda, las rayas. A alguno se le debió ocurrir que les sientan bien a las páginas vestirse con rayas, y así lo hacen todas las que quieren estar a la última. Como también parece preocupación actual más la forma que la función en ese debate eterno entre la apariencia, la estética, y entre el uso o la función de los objetos, sobre todo si pertenecen al ámbito de lo visual. Claro que todo tiene un límite, hasta el número de rayas que caben en una página, y como las modas tienen por costumbre el ser efímeras hay ya quien se muestra cansado, por ejemplo, de los rayados rediseños del exitoso Casses.


Esta es una doble página en la que resulta difícil encontrar alguna raya, o filete si queremos ponernos profesionales, que cumpla con alguna función REAL. Pero como ya decíamos que entre forma y función, o estética frente a funcionalismo, todo parece haberse quedado en la forma, pues sólo escuchamos juicios del tipo de si esta página "queda bien" o "no queda bien". A no ser que alguno considere que adornar es una función... ¿Adornan las rayas? En caso afirmativo, ¿es eso cumplir una función? No, no lo es.

Pero nosotros a veces disimulamos y hacemos creer que sí, que nuestras rayitas adornan porque en la prensa de hoy la prioridad de algunos redactores jefe y responsables de la información da la impresión de estar más bien dirigida hacia el adorno, lo superfluo y accesorio. A que sus páginas, informen o no, "queden bien" como primer objetivo. Y les ponemos rayas...


.... que en este caso SÍ cumplen una función: separar dos temas que están relacionados, pero que son piezas distintas. Se trata de una página en la que dispusimos un reportaje sobre el horripilante caso descubierto en Austria esta semana acerca del "monstruo" que secuestró a su hija durante 24 años en el sótano de su propia casa, donde abusó sexualmente de ella con el resultado de siete hijos-nietos, además de los siete que tuvo con su esposa, que por lo visto no sabía nada. El reportaje está ilustrado con una foto en la que un manifestante se pregunta cómo pueden suceder estas cosas; y en la parte inferior hay un artículo de opinión del psicólogo Javier Urra acompañado de un gráfico que muestra las posibles secuelas que sufrirá Elisabeth, la hija y víctima.

Si os fijáis bien, el artículo inferior está enmarcado por rayas a izquierda y derecha. Cuando las ponemos se muestran muy contentos y nos dicen que "qué bien queda así", pero en realidad no lo hacemos por eso, lo hacemos para que no se confundan los textos del artículo superior con el del inferior. No podemos separarlos con una raya horizontal porque eso indicaría que son temas distintos y no es el caso. Así que utilizamos esas dos rayas verticales, esas tan monas, porque modifican el ancho de las columnas inferiores impidiendo así que el lector confunda los textos y continúe su lectura por ellos como si pertenecieran al mismo artículo. Por eso quedan bien las rayas, porque cumplen una función de una manera elegante. Unir forma y función es el difícil objetivo. Sin esas rayas, ni "queda bien", ni separamos los textos como podéis ver:


Y lo hacemos solo con DOS rayas. Las estrictamente necesarias. Pero como ya decíamos, llegan tiempos contrarrevolucionarios y es posible que las rayas dejen de estar de moda en las siguientes pasarelas pagineras. Entonces las páginas "quedarán bien" sin rayas, e incluso se eliminarán de donde sean necesarias... porque repetimos que lo triunfante es la forma y no la función. En el último caso que os mostramos, la página pertenece al nuevo suplemento Mercados que acompaña al diario El Mundo los domingos y que está concebido sin ninguna raya. Y tuvimos problemas. Nos vimos obligados a utilizar más blanco del habitual para separar noticias del mismo tema superiores e inferiores cuando las columnas coinciden y fotos y títulos no ayudan a separar... pero no es lo mismo, ¿verdad?


Tendremos que esperar a que cambie también la moda que prima la forma sobre la función para evitarnos problemas de este tipo, aunque mucho nos tememos que ese cambio resultará más difícil, porque sobre lo "bien que quedan" las cosas todo el mundo cree saber, mientras que para encontrar soluciones estéticas que se adapten a la función para la que se diseñan hay que saber realmente.

jueves, 24 de abril de 2008

Pero, ¿quién manda aquí?

El director, por supuesto; y mucho. Y casi nadie más excepto un tema sobre los demás en cada una de las páginas del periódico. Porque el término "mandar", en una redacción, se oye cada vez que hacemos una página. "Pero, vamos a ver, en esta página, ¿qué es lo que manda?" Frase que se pronuncia para saber cuál de las noticias que van a formar parte de una página tiene que recibir un tratamiento gráfico que indique al lector -aunque sea de manera inconsciente para él- que ésa es la noticia más destacada en esa página. Que la valoración periodística de nuestro medio de comunicación decide darle más valor informativo a esa noticia por encima de otras que también publicamos, y que a su vez tienen también mayor valoración para nosotros que las que no llegamos a publicar.

El diseño consigue hacer llegar esto al lector de dos maneras: utilizando la estructura propia de la maqueta modelo, sus columnas y módulos de alto, para darle mayor espacio y en zonas más importantes a aquello que queremos destacar; y con la tipografía, jerarquizando con títulos de mayor cuerpo, y en ocasiones con tipos de letra distintos que "pesen más", o que "manchen más", metáfora que no nos parece necesario explicar.



Os mostramos las maneras clásicas de utilizar una maqueta estándar tamaño tabloide a cinco columnas (la más habitual en nuestro país, la de mayor éxito... sí, sí, la que diseñó Reinhart Gade para El País) para dividir las páginas reservando un espacio a la noticia principal (sombreado). Los módulos horizontales, 9 en el caso del diario El Mundo que aquí mostramos, están indicados por esas rayitas de mayor grosor situadas a la izquierda de la primera columna y a la derecha de la última y quinta columna.



Y estas son las páginas reales que originan aquellas maquetas. El primer caso es el denominado 4-1, un clásico absoluto en la prensa, y que como sus números indican consta de una noticia principal a cuatro columnas (el 4) y de una noticia restante, secundaria, a una columna (el 1). El segundo es un 4-1 con faldón a cuatro columnas, o sea tema principal a cuatro columnas sin llegar hasta abajo, noticia secundaria a una columna y otra noticia más secundaria ocupando dos módulos de las cuatro primeras columnas por debajo. El tercer caso consta de un tema principal a cinco columnas por arriba y un tema secundario también en las cinco columnas pero ocupando los módulos inferiores (se trata de una estructura que divide la página de manera horizontal y que se suele utilizar menos en la prensa donde se prefieren particiones verticales para dar mayor "tensión" y estilizar las páginas, ya que se supone que la horizontalidad proporciona equilibrio, estabilidad... y buscamos movimiento y tensión). El último caso es otro clásico, el 1-3-1, esto es una columna de tema secundario (1), tema principal ocupando las tres columnas centrales de la página (3) y otro tema secundario en la denominada "columna de salida". Los módulos y columnas ayudan a jerarquizar, como se ve, y a la vez a separar los temas para conseguir orden.

El diseño modular (columnas y módulos horizontales que dividen la página en una retícula) fue una idea tan sencilla, como genial. Tan genial que quienes lo califican ahora de "aburrido" andan dándole vueltas al tema para mejorarlo... y los seguimos esperando. Ningún rediseño de estos que se venden ahora ha logrado deshacer este esquema para conseguir algo mejor, aunque tenemos que reconocer que deshacer sí han deshecho en nombre de lo "divertido". Se pueden probar formatos a seis columnas y llenarlos de rayitas por todos lados, buscar tipografías ciertamente atractivas, como suecede en los múltiples proyectos Cases i Associats que tanto triunfan ahora, y que tanto se parecen entre sí... pero la estructura de las páginas sigue siendo la misma. O peor, en caso de que se renuncie al diseño modular.

Porque para huir de lo "aburrido" y ser más "divertidos" habrá que renunciar a un sistema cuya estructura permite ordenar y jerarquizar a la vez; y no sólo eso, también nos ayudará a intercambiar elementos entre unas páginas y otras según se produzcan acontecimientos noticiosos a lo largo del día que nos obliguen a cambiarlas. Todo, como está mandado, al servicio de la información.

jueves, 27 de marzo de 2008

Romper el ritmo

Igual es cosa mía. Quizás sean los años, pero... a mí las siluetas me cansan. Me agotan. Y cuando veo muchas juntas... me aburro. Supongo que no os pasa a todos y que puede ser una manía mía. Entiendo que eso es algo que depende de la línea gráfica de la publicación, y que igual que en el periódico pueden ser útiles pero con medida, no sea que se nos arreviste demasiado la cosa, en un suplemento son fundamentales, por lo espectaculares y dinámicas que son. A ver. ¿Podríamos hacer una publicación sólo con siluetas? Pues sí, supongo. ¿Y sin ellas? Pues también, imagino. Pero a lo que yo voy es que no hay que ser dogmáticos. Porque al final, no hay soluciones buenas malas en sí mismas, si no mal empleadas o páginas torpemente resueltas.

De todas formas, soy firme defensor de la teoría de "menos es más" (o como decía acertadamente mi colega Mario en su último post, mejor un puñetazo que dos sopapos). Y me gusta utilizar siluetas como al que más, pero cuando se repiten mucho, pierden su capacidad de sorpresa y por encima de todo, se trata de controlar el ritmo gráfico en toda una publicación. Y a veces, romperlo puede ser una buena opción.

Este ejemplo me ocurrió en el último suplemento de motor del periódico. Tradicionalmente, las siluetas de coches funcionan y las aperturas o las pruebas, comparativas, etc. las emplean profusamente. Y está bien, porque es una forma de decir: son los absolutos protagonistas, fija en ellas toda tu atención. Y son espectaculares, y te imaginas dentro del coche... Y cuando llevo diez páginas así, a mí me parecen todos los coches iguales. Lo ideal es buscar un contrapunto, un equilibrio. Para una apertura fuerte, las siluetas funcionan. Fijaos en la serie de tres páginas. Bien resueltas, creo yo. El orden de la página influye mucho en esto, ya que con mucha foto el ojo necesita equilibrio, y éste se obtiene con orden. Tras la apertura, otro par de páginas más y el tema empieza a pedir a gritos algo más, algo distinto, quizá un fondo, algo de contraste. O empieza todo a ser lo mismo.

Ejemplo de apertura. Las siluetas funcionan adecuadamente.

Un simple fondo negro vuelve a llamar la atención del lector.

Con la página de Jaguar lo intentamos y creo que quedó bastante resultón. Utilizamos la foto tal cual, sin tocar para nada el fondo, y colocamos el texto calado en positivo y negativo (que a muchos no gustará, pero hay que asumir riesgos ¿no?) y los filetes de puntos para darle algo de volumen a la mancha negra y así evitar el posible efecto que todos temíamos: que pareciera una publicidad a mitad de página. Y para no restarle impacto visual, las fotos de abajo las pusimos con fondo, normalitas, para que se vieran los coches y algo más, por poquito que fuese. A mí, personalmente me gusta. Y consigue que me vuelva a parar en el tema tras las abundancia de siluetas en las primeras páginas. Vuelve a llamar mi atención. Y eso, precisamente era lo que intentábamos.

domingo, 12 de agosto de 2007

Cuando la edición gráfica aporta

A uno le gusta pararse un par de minutitos más,si se puede, para buscarle las vueltas a los temas. Ante lo aburrido de las soluciones evidentes, siempre existen otras más arriesgadas, diferentes. Cuesta trabajo encontrarlas y valor aplicarlas. Por eso me ha gustado mucho la edición gráfica que en EL PAÍS se hizo con uno de los temas fuertes del pasado lunes. La guerra abierta entre Alonso y Hamilton y la que se ha montado en McLaren.

Frente a una edición gráfica clásica (el podio, la carrera, las reacciones), algo distinto. Ni una sola foto de carrera. Ni un solo coche. Sólo primeros planos, de gran fuerza, que ilustran perfectamente el estado anímico de cada uno de los implicados en la refriega. Y esto, que como cualquier cuestión de criterio, puede ser discutible, a mí me gusta. Porque ayuda a centrar la información. Porque apuestas. Y porque no haces lo de siempre. Al fin y al cabo, después de todo el follón del fin de semana... ¿A quién le importa lo que pasó en la carrera? Era un poco lo de menos. La noticia estaba en sus consecuencias. Y ahí están esos primeros planos para expresar la hipocresía de Hamilton, esa sonrisa de satisfacción del que saborea su triunfo vía traición, la perplejidad y resignación de Alonso, esperando su momento, y el absoluto desbordamiento de Ron Dennis, que se tapa la cara como quién no quiere ver lo que se le avecina.

Me gustan estas apuestas. Me parecen valientes y originales. Y no tienen porqué funcionar siempre, pero en este caso, funciona. Quizá porque el tema trasciende lo simplemente deportivo y nos toca la fibra sensible, por lo flagrante de la injusticia. Y ahí, cuando se ha tomado partido, el dramatismo de los primeros planos es el vehículo perfecto para trasmitir la información. Es un buen ejemplo de cómo una buena edición gráfica aporta valores añadidos a una información.

PD: Sólo un pequeño pero. En la portada repitieron la foto de Alonso de la página 2. Habría que haberlo pensado un poquito más. Generalmente repetir foto es un poco síntoma de pobreza. De edición y de ideas. A veces repites porque sólo tienes esa foto, claro. Pero de Alonso el domingo entrarían unas mil. No se tarda tanto en buscar algo que complete lo que ya tienes.

viernes, 27 de julio de 2007

Curioso mosaico


El País (parece que tengo fijación con él) publicó en su suplemento Domingo de hace unos fines de semana un especial sobre el final del juicio del 11-M, con resumen, análisis y conclusiones varias, y en una página publicó un mosaico fotográfico algo inusual y quizás poco justificado (por las formas) sobre los implicados en el atentado. Quisieron seguramente salirse de un esquema puramente simétrico y ordenado pero, ¿podía haberse hecho mejor? Unas fotos se pisan a las otras, hay solapamientos por encima, por debajo...

Aunque intentan mostrar la jerarquía de los imputados o su importancia en el juicio con el tamaño y la colocación, a mi me resulta raro. No se, yo ahí lo dejo. Tiro la piedra.

Tropezando dos veces en la misma piedra con alevosía


El pasado 1 de julio, el Profesor Luis nos enseñaba un fragmento de una página de El País del 29 de junio sobre la polémica de Intervida en la que aparecía una fotografía de penosa calidad a un tamaño considerable. Pues bien, los malhechores han vuelto a la escena del crimen y sólo han tardado veintiséis días en volver a caer al mismo pozo. Misma sección, misma fotografía, inferior tamaño, igual de mala resolución.

El autor de la información no es el mismo que la primera vez, por lo que ahí encontramos la explicación. El redactor dice "bueno, por sólo una vez, presiono al maquetador, digo que viene de arriba y la publicamos". Si el maquetador que hizo la página tampoco es el mismo, ecuación completa, pero fallaron los mecanismos de control.

¿De verdad hace falta esta foto para entender la noticia?

lunes, 9 de julio de 2007

El día que El País se atrevió con un calado...


Parece mentira que hablemos de cosas así pero... sí, el pasado 22 de junio de 2007 el diario El País tuvo la "valentía" -para lo poco dado a la experimentación que es su estilismo gráfico- de meter un titular calado en una fotografía (sin tratarse de un suplemento, aclaro). Se trataba de una sección poco comprometida (Gente) y de una página bastante dispersa en la paginación general, entre las necrológicas y la cartelera.

Aprovechando una foto con gran mancha de negro sobre los asistentes a las carreras de caballos de Ascot, en la que se observan las siluetas de los típicos sombreros de copa y, sobre todo, de las pamelas, se recorta en blanco el titular.

Como siempre, no todo podía ser perfecto. Quizás en esta ocasión se podía haber variado el cuerpo del titular y hacerle que destacase más sobre el negro y también se podía haber modificado la posición del pie de foto para que no se interpusiese entre el subtítulo y el texto. Pero eso ya son cosas que sólo la flexibilidad del Libro de Estilo de cada medio puede favorecer.

Lo dicho (irónicamente): día para la Historia.

Ayudemos al lector


Se me había pasado comentar el siguiente tema al hilo de esta doble página de Marca sobre el cuarto partido de la final de la Liga ACB de baloncesto publicada el 24 de junio pasado.

En el diseño en prensa hay una máxima que muchos repiten: "trata al lector como si fuera tonto". Aunque éste no lo sea, yo si pienso que hay que darle algunas facilidades, y dejar frases colgando no es la mejor manera de hacerlo. Vemos como los compañeros de este diario deportivo han dejado partido el antetítulo de la noticia principal: "EL MADRID QUIERE GANAR" aparece en la impar y "HOY LA LIGA EN EL PALAU" en la par. ¿Qué parte la línea? Una foto de un tapón.

El impacto negativo es mayor porque el lector empieza a leer la información, ve lo de "EL MADRID QUIERE GANAR", que tiene significado pleno de por sí, lo combina con el titular ["Alirón (segundo asalto)"] y cree que la cosa acaba ahí. De ahí la sorpresa al encontrase en la página siguiente el resto de la frase. Y es que leemos a golpes de vista, por lo que hay que tener estos aspectos en cuenta.

En mi opinión, la imagen corta en exceso esa línea y el efecto, estéticamente, no es el más adecuado, aunque la frase vaya subrayada. Se podía haber optado por un antetítulo a dos líneas en la impar y hubiese quedado mejor. Y otra cosa es si la frase sólo se hubiese visto interrumpida por un brazo silueteado de un jugador o algo así, lo que hubiera supuesto un corte mucho menos abrupto

Sobre gustos, los colores, por supuesto, pero no es bueno dejar las cosas colgando (en ninguna circunstancia).

domingo, 1 de julio de 2007

¿Qué fue primero: el huevo o la gallina?


O dicho de otra forma. Qué hay que tener en cuenta primero: el contenido o la forma que se le da al contenido; el diseño o la noticia en sí.

Y digo esto porque leyendo el otro día El País y haciendo balance de la experiencia propia me asaltó esa tremenda duda.

Reproduzco una típica conversación entre un integrante de la sección de Diseño y Maquetación y cualquier redactor de otra sección (excepto honrosísimas excepciones, rara avis, la verdad):

-Redactor: Hola. Quería la página XX. Tiene un 4x5 con esta foto y este texto. (Toma, creatividad al poder).
-Maquetador: Muy bien.

El maquetador se pone con ello y ve que con el texto que le ha dado y la foto no consigue llenar la página de ninguna de las maneras. Tras pintarla de la manera en la que todo queda más o menos equilibrado, el redactor vuelve por la sección de Diseño.

-Redactor: No me vale cómo la has pintado. Tenemos que darlo a cinco columnas
-Maquetador: Pero el texto se queda corto. No llena.
-Redactor: Pues mete otro sumario.
-Maquetador: Ya lleva uno. Y no caben más.
-Redactor: Pues haz más grande la foto.
-Maquetador: No la puedo dar más grande. Es una foto muy mala.
-Redactor: Da igual. No tengo más texto que ese y no hay más para meter en esa página. (También se puede argumentar: "es una opinión y no puede pedirle que escriba más texto".)
-Maquetador: Pero queda fatal.
-Redactor: Me da igual.

Tras un largo tira y afloja, el redactor esgrime un argumento que suele ser tipo directivo ("lo pide así el subdirector"; "esto viene de arriba", etc.) que trae como resultado lo que os muestro en las dos páginas de El País. En la esquina izquierda, una página con muy pocas líneas de texto, una foto grande y dos sumarios de relleno, sobre todo el de la penúltima columna. Totalmente antiestética, innecesarios e inútiles. Y en la esquina contraria, una foto en la segunda columna que muerde a la tercera en una noticia recuadrada, que ya de por si pierde un poco de texto. Además, la calidad de la foto deja mucho que desear, por lo que el relleno está más que comprobado. Eso suena a nocturnidad y alevosía. Si eso no es de relleno, que venga Dios y lo venga.

Y por no mencionar el track (espacio entre letras) de algunos textos. Pero de eso ya hablaremos otro día, que tiene mucha miga.

martes, 26 de junio de 2007

Publicidad textual o cómo mimetizarse


Todos hemos visto en multitud de ocasiones esos publirreportajes que se insertan dentro de una página del periódico. Particularmente recuerdo un par sobre un país de Oriente Medio que iban !encartados dentro del periódico! como un suplemento más. Sobran las palabras para decir que, desde el punto de vista del diseño, son un éxtasis de mal gusto.

Pero hoy me he encontrado con una publicidad que últimamente está frecuentando las páginas de los periódicos. Se trata de un par de columnas en la que prima el texto sobre la imagen, pero no es una publicidad institucional, que es la habitual en estos casos. Es sobre aire acondicionado.

Es un anuncio que intenta integrarse dentro de la página y que si eres de los que primero echa una hojeada al periódico para luego mirarlo más a fondo, puede confundirte. Utilizan lo que se conoce como mímesis, es decir, parecerse lo más posible a una noticia del periódico en cuestión , es este caso de El Mundo. Pero el resultado es de lo más desagrable y chocante, ya que lo único que hacen es estropear el conjunto de la página.

Y enlazo aquí con uno de los problemas que tenemos los que trabajamos en este mundillo. Y es la falta de comunicación con los responsables de publicidad. Porque de saber que la publicidad iba a ser así, igual se podía haber hecho otra cosa. Pero eso es harina de otro costal.

En esta entrada podéis ver más ejemplos de publicidad textual, aunque no tan descarada (páginas 4 y 5).

jueves, 21 de junio de 2007

Sumarios y títulos a pie de pagina: Soria existe








Por casualidad, gracias a AlBa, nos encontramos con un ejemplar del Heraldo de Soria del pasado 10 de junio y observamos un uso curioso de la parte baja de las páginas.

Por un lado, doble página del suplemento DeDomingo, en el que se ve la colocación de sendos sumarios en la franja inferior de la maqueta. Bien es sabido que, aparte de para destacar algún aspecto singular del texto principal, los sumarios son útiles a la hora de descargar la mancha de texto de pesadez y dar así más alegría y variedad a la composición. Pero nuestros compañeros sorianos prefieren esta solución curiosa e inusual.

Al otro lado, suplemento especial Lavalenguas (parece ser que son son unas fiestas típicas). En este caso, usan la parte baja, antes del faldón publicitario, para colocar pequeños títulos o frases de resumen que no necesariamente se enmarcan con el contenido de la página.

Como siempre, podéis pinchar en cada imagen para verlas ampliadas.

Soria is different.

viernes, 15 de junio de 2007

Publicidad invasiva, "stricto sensu"


Últimamente se están poniendo de moda nuevos formatos publicitarios que dentro de este mundillo calificamos como invasivos. Normalmente se trata de una página, a lo sumo dos, en las que la publicidad se sale del corsé habitual de los módulos y columnas.

Sin embargo este caso es distinto aunque siga la norma del modulaje. Y es invasiva en el más estricto sentido de la palabra. Se trata de toda una sección llena de publicidad. No son formatos distintos, pero al tener tanta publicidad se hace complicado hacer un trabajo bueno y destacable.

El periódico en cuestión es El Mundo y su sección de Economía. Toda las páginas, excepto la primera, tienen publicidad. Y en dos de ellas hay un 3x3 centrado, por lo que la repetición es casi inevitable. Además, el tipo de publicidades que suele llevar esta sección es muy textual, con pocas imágenes, lo que embarulla más el asunto.

Pero el problema no se plantea solo a los maquetadores. También es una gran dificultad para los responsables de la sección. Con tanta publicidad se hace difícil apostar por un tema y darle la importancia que realmente merece. Además, las fotos, en el caso de las páginas con publicidad centrada, pierden importancia respecto a otra que llevara anuncios más normales.

martes, 12 de junio de 2007

La virtud de la simetria o como usar imagenes

con buen gusto



El pasado domingo Rafael Nadal ganó Roland Garros por tercera vez consecutiva, acontecimiento que copó las secciones de deportes ayer lunes y que dió pie para incluir una fotografía del vencedor en las portadas de la mayoría de medios nacionales. El diario El País encontró una bonita manera de utilizar los recursos gráficos a la hora de ilustrar una de las diversas páginas interiores que dedicó al partido.

El incidir en la simetría de dos imágenes confrontadas para ilustrar un partido de tenis puede que ya esté visto, pero no deja de ser una solución curiosa, elegante y visualmente interesante, más allá de las sensaciones de fuerza bruta y esfuerzo que suelen mostrar los tenistas en las fotografías que se toman de ellos. Las pelotas colocadas en posiciones contrapuestas, las miradas de los jugadores que se cruzan, el fondo uniforme...

La página se remata de manera impecable: a dos fotografías horizontales de este calado, composición vertical, titular a tres columnas centrado y dos sumarios también colocados de forma simétrica. O sea, hacer fácil lo que debería resultarnos obvio.

Es cuando la discreción oculta un buen trabajo.

Mil gracias a AlBa que nos puso sobre la pista.

sábado, 9 de junio de 2007

Las siluetas y el flujo de lectura


El uso de las siluetas en prensa es bastante habitual. Lo que no quiere decir que siempre se haga bien. A la hora de incluir una silueta hay que tener muy en cuenta el contexto en el que la vamos a incluir, el texto que va a llevar alrededor y si está justificada.

Hay determinados temas en los que las siluetas son más habituales. Por ejemplo en las feries de coches. Esto suele ser así porque los departamentos de prensa de las marcas ofrecen imágenes de los vehículos con fondos neutros. Pero no por ello conviene abusar de las siluetas.

Pero cuando se hace una silueta hay que vigilar las islas de texto que hace a su alrededor. Manejar el contorneo de forma correcta es muy importante y es preferible dejar un blanco antes que dejar líneas de tres o cuatro palabras, que lo único que hacen es cortar el ritmo de lectura. Igualmente hay que diferenciar lo que es texto principal de lo que es el pie de foto que va a explicar la imagen. Los pies, al poder moverlos alrededor del blanco que deja la silueta, pueden llegar a confundir.

Un ejemplo de esto que comento lo tenéis en la página de Expansión que tenéis arriba. La segunda columna tiene líneas de una o dos palabras, la tercera columna tiene una parte del texto general perdida en la parte superior y un pie de foto que se confunde con el texto principal. La cuarta columna también tiene líneas de dos o tres palabras y el sumario no respeta el mismo blanco en la parte superior que en la inferior.

Algunos contorneos pueden estar justificados, pero hubiera sido mejor que en el coche que manda, el Seat, se hubiera eliminado el texto que tiene a su derecha y desplazarlo un poco hacia la derecha para que llenara ese espacio, ya que el contorneo comienza al principio de la crónica.

Un claro ejemplo, a mi entender, de cómo se ha abusado de las siluetas.

jueves, 7 de junio de 2007

Un cintillo distinto


Recojo del blog de los diseñadores del Heraldo de Aragón una idea que me ha parecido estupenda. Se trata de un cintillo distinto al que habitualmente se usa en la prensa.

Normalmente los cintillos suelen constar de una frase o dos que engloba, bajo un mismo tema, las distintas noticias de una página o de una serie de páginas. En este caso los compañeros del Heraldo de Aragón han utilizado como cintillo las reacciones de diversos personajes sobre la ruptura unilateral de la tregua por parte de ETA.

Una muy buena idea para destacar las distintas opiniones en un tema crucial para la sociedad española.