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jueves, 15 de mayo de 2014

Periodismo comprometido, periodismo incómodo: una tarde de mayo con Joe Sacco, Paco Roca y Gervasio Sánchez

Gervasio, Joe y Paco, mano a mano.
Guerra. Exilio. Violación. Matanza. Víctima. Corrupción. Desamparo. Olvido.

El periodismo debe estar cerca de la verdad, de la gente que lo pasa mal, de las víctimas”, decía una vez el reportero Ramón Lobo. Nos viene a la mente el término “periodismo comprometido”, y uno se sorprende al razonar que todo periodismo debería ser comprometido; comprometido con esa verdad (¿quién la posee?), con esos que sufren, con los olvidados, con los marginados, con los perseguidos, con los incomprendidos. ¿Objetividad? Dejemos ese debate para otro día. Uno se pregunta si hoy en día existe periodismo que no sea comprometido, y la afirmación consiguiente es tan obvia y rotunda que uno entrevé un rictus amargado por el presente y futuro de nuestra profesión. Pero siempre habrá “quijotes” para luchar contra gigantes, o simplemente PERIODISTAS en el sentido más maximalista de la definición, aunque la Real Academia Española sea tan parca al afirmar que periodista es aquél que se dedica a informar a través de un medio de comunicación. Habría que añadir que “nada más y nada menos”.

Las últimas obras de los tres autores.
Entre la mediocridad refulgen los verdaderos profesionales. Y uno entiende rápidamente la diferencia. El martes 13 por la tarde se produjo uno de esos encuentros excepcionales en Madrid. En el Auditorio Sabatini del Museo Reina Sofía concurrieron el dibujante valenciano Paco Roca (Premio Nacional de Cómic 2008), el periodista y reportero gráfico cordobés Gervasio Sánchez (Premio Nacional de Fotografía 2009) y el que supondría un híbrido de ambos: el periodista y dibujante maltés Joe Sacco. La excusa era presentar las últimas obras de este último, tanto ese retablo encomiable sobre el primer día de la Batalla del Somme en la I Guerra Mundial que supone ‘La Gran Guerra’ (publicado por Reservoir Books) como ‘Srebrenica’, un cómic web para tabletas, financiado mediante micromecenazgo, realizado en exclusiva para Acuerdo y que suponía el retorno del autor a Bosnia 18 años después del infame genocidio.


The Great War by Joe Sacco from WW Norton on Vimeo.



Srebrenica, un cómic digital de Joe Sacco from Acuerdo on Vimeo.


Esa era la excusa, pero realmente no se presentó ninguna obra. Se habló. Se conversó. Se reflexionó. Y mucho. Periodismo. Guerra. Ética. Responsabilidad. Vida. Tanto Paco Roca como Gervasio Sánchez admiran a Sacco, y no lo ocultaron, pero el encuentro no se convirtió en un panegírico laudatorio del ilustre invitado, sino en un delicioso retrato a tres bandas sobre el estado de la profesión periodística, el poder de medios como la fotografía o la historieta para narrar realidades y el fracaso del género humano como civilización. Que Sánchez compartiera sus visiones como periodista y que hubiera visitado y documentado fotográficamente algunos de los lugares que Sacco transitara en la génesis de sus obras, y el hecho también de que Roca pudiera compartir con Sacco idéntica posición como dibujante de historias, enriquecieron sin duda la profundidad e interés del debate.

Tras un breve apunte inicial de Paco en el que certificaba que el mérito de Joe es ser fiel a la realidad y poder contar los hechos en base a dibujos, el “fuego amigo” lo abrió Gervasio para presentar a Joe con un texto en el que afirmó la honda impresión que causa el equilibrio entre honestidad y deber de sus obras. Lo vinculó con Francisco de Goya: “Si viviese hoy sería fotógrafo de conflicto o quizá un ilustrador como Joe Sacco”. Entre las principales características del trabajo de Joe, Gervasio señaló el dibujo, su maravillosa cadencia, la empatía con las víctimas y la huída de la comodidad. Joe baja al terreno de los muertos y los héroes anónimos con humildad, “pero sin objetividad, ese maldito dogma que equipara la equidistancia y la veracidad”. Aprovechó para dejar clara su opinión sobre determinados periodistas de conflicto incapaces de empatizar con las víctimas pese a sus conocimientos, sin apenas salir del “hotel para periodistas” y sin haberse implicado emocionalmente. Gervasio entonces citó ese monumental ‘La Gran Guerra’, un alucinante pliego de 26 páginas desplegable en acordeón, de 7,3 metros de largo, sin textos ni anotaciones, que funciona como una única ilustración continua. Al respecto, Gervasio indicó que Joe había vuelto a conseguir la esencia gráfica, convirtiendo a las víctimas en la única verdad incuestionable de las guerras: “Joe Sacco huye de la retórica e intenta comprender lo atroz sin negarlo, comprendiendo así la realidad”, y rescatando unas palabras del propio Joe de 2009 remató: “Las personas que viven debajo de los titulares son las que de verdad importan”.




'La Gran Guerra' (Sacco, 2014).
Recogiendo esa vinculación con Goya que adelantaba Gervasio en su presentación, Joe se mostró impresionado por 'Los fusilamientos del 3 de mayo' -del que precisamente se cumplen 200 años-, óleo que admiró en el Museo del Prado. “Hoy aún se repiten escenas de ese tipo, parece que la humanidad no aprende nunca”, azotó para escarnio de todos. Paco intervino para señalarle la relación entre cómic y prensa, pues existe un sentimiento de que el cómic -el vilipendiado tebeo- debe ser sólo entretenimiento, humor; aunque sí es cierto que el cómic periodístico empieza a coger valor y a recibir un cierto apoyo. Joe recogió el guante diciendo que con ‘Palestina’ le costaba mucho explicar lo que estaba haciendo: “Estoy dibujando tu sufrimiento”. En Sarajevo, por ejemplo, los lugareños estaban cansados de tanta entrevista con periodistas extranjeros, pero no se veía así a un dibujante. Cuando viajó a Gaza, “en vez de tener vergüenza por mi trabajo, me llevé ‘Palestina’ para que vieran lo que hacía. Lo entendían claramente, reconocían los hechos porque no eran textos en inglés, sino dibujos”. Es optimista porque los editores confían cada vez más en este tipo de obras, citando el sector en Francia como especialmente potente. Sobre la complicidad entre un dibujante y el protagonista que le planteó Paco, Joe afirmó que le interesa un periodismo de escaso impacto en la escena, acertando al describir que ante una cámara la gente cambia, mientras que un dibujante es noticia la primera semana, pero “luego eres aburrido y se olvidan de ti”.

Gervasio equiparó su modo de sumergirse con el de Joe, aclarando que, en su caso, las fotos buenas aparecían años después, cuando su presencia ya no era advertida. Su crítica más lacerante fue para determinados periodistas muy significados (citó sin nombrar a una reportera del Sunday Times y no pude dejar de pensar en la difunta Marie Colvin) que al buscar SU historia “son capaces de preguntar obscenamente a una chica, a bocajarro, cuántas veces la habían violado”. Eso provocaba que a periodistas como Gervasio les pudieran echar a patadas por culpa del trabajo previo de esos otros periodistas. Reflexionó sobre que el periodismo también actúa con violencia cuando usa su prestigio para desprestigiar. El fotógrafo le inquirió a Joe si se había sentido censurado en los medios de EE.UU., en concreto refiriéndose a posibles presiones del lobby judío ante obras como ‘Palestina’, y Joe negó haberlo sentido así. Explicó que sí era cierto que algunos medios estaban dispuestos a dar cobertura y hacerle una crítica a 'Notas al pie de Gaza', entre ellos The New York Times, pero determinadas organizaciones no; sin embargo, con ‘La Gran Guerra’, historia más lejana en el tiempo y en el espacio, las mismas organizaciones sí se mostraron interesadas. Joe empezó a dudar de la objetividad del periodismo realizando ‘Palestina’; de niño, sólo por ver la televisión, creía firmemente que los palestinos eran terroristas. Afirmó que el “periodismo objetivo americano” presenta los hechos, pero no el contexto, lo que redunda en ideas equivocadas, un camino que no le interesa. Él pretendía que el lector supiera de qué lado estaba él mismo, pero no por eso iba a presentar a las víctimas como ángeles sin defectos. 

Paco planteó la dificultad de combinar el rigor periodístico con el reto de enganchar al lector hasta el final. Joe sacó su vena más periodística al contestar que para él lo más importante es ser honesto (que no objetivo) y no tomar atajos, sacrificando la agilidad a cambio de ser preciso, sin cambiar hechos ni citas. “Quería llegar a la verdad. Soy una persona comprometida”, aseveró. Intenta que los dibujos no salgan de su imaginación, pergeñando bocetos in situ hasta que los testigos le confirman que así era o así sucedió todo. Aclaró, eso sí, que el dibujo no es una fotocopia de la realidad, sino su interpretación de la misma, ya que las ilustraciones son muy subjetivas por definición. Nótese ese fino límite y contraste entre subjetividad y ficción. El resto del proceso consiste en dibujar definitivamente partiendo de esos bocetos y fotografías.

'La Gran Guerra' (Sacco, 2014).
¿Qué motiva a alguien como Joe Sacco? ¿Cómo criba entre historias y las planifica? La duda de Gervasio la responde Joe recordando los 7 años de gestación de ‘Notas al pie de Gaza’, confesando: "Tienes que confiar en la persona que eras cuando tomaste la decisión, cuando te planteaste qué hechos te enfadaban". Y cuando se decanta, admite que no se quita el viaje de la cabeza. “Es como elegir una chica”, bromeó. También acertó Gervasio al preguntarle por su condición de emigrante como impedimento o ventaja a la hora de interpretar la realidad; Joe rememoró sus inicios, cuando odiaba el periodismo porque no había temas interesantes que destacasen, cuando primaba el negocio. Quería conocer la realidad por sí mismo, aprendiendo con cada viaje a comportarse sobre el terreno y “a descubrir lo que puedes y no puedes hacer”. Paco explicó con admiración cómo él tardó dos años en poner a punto su magnífica ‘Los surcos del azar’ (historia sobre La Nueve, la compañía del Ejército de la Francia Libre formada por exiliados republicanos españoles que lucharon contra el fascismo en la II Guerra Mundial y que fueron los primeros en entrar en París para su liberación), mientras el historiador que investiga sobre el mismo tema, que le sirvió de ayuda y soporte, lleva diez años y sin visos aún de concluir… Esto puso sobre el tapete el riesgo del dibujante de no saber cuándo parar. Joe admitió que es triste no poder narrar todas las historias que le contaban, pero que hay que tener al lector en mente. Inesperadamente, anunció que su próximo proyecto estará versado sobre Mesopotamia: “Los arqueólogos dedican su vida entera a piezas claves pero muy pequeñas del puzzle, por lo que ellos sí que deben de elegir bien el proyecto”.

Una de las características más reconocibles del estilo de Joe es la narración en primera persona, algo que puede verse desde sus primeros trabajos autobiográficos (por ejemplo, su periplo con una banda de rock y hasta alguna historia sentimental). “Hay cosas que ocurren que no podría contar si no saliera yo en los cómics”, relata como muestra de honestidad (una vez manifestó ser “el filtro y la lupa”), pero Joe admite que no piensa mucho en ello. Más adelante le dio un punto de vista periodístico a las historias porque era lo que había estudiado. Narró cómo había gente en Bosnia que le pedía que llevara cartas a sus seres queridos, experiencia por la que también pasó Gervasio. Y hablando de ese nuevo cómic web llamado ’Srebrenica’, Gervasio, conocedor del terreno, afirmó admirado que Joe había llegado a “la esencia del drama”, certificando que estaba muy bien documentado, y que había comparado imágenes suyas con los dibujos de Sacco sin encontrar fallos. Incidiendo en la precisión documental de ‘La Gran Guerra’, Joe explicó que había buceado especialmente en los archivos del Museo Imperial de la Guerra de Londres, donde recopiló cerca de 700 fotocopias sobre aspectos no presentes nunca en los libros de Historia, tal y como explica, por ejemplo, en este artículo traducido de The Guardian. “Como decimos en el periodismo, el detalle importa”, recalcó con acierto. Gervasio quiso recomendarle dos temas a Joe para próximas obras: la violencia contra la mujer o la violación como arma de guerra por un lado y la sempiterna Guerra Civil española por otro (“tienes tiempo hasta el centenario en 2036”, le bromeó Gervasio; “Es un tema terrible y muy interesante, la típica historia que le recomienda un periodista a otro”, contestó divertido Joe), ambos temas sugerentes y ambiciosos. 

'Srebrenica' (Sacco, 2014).
Cuando llegó el turno del público éste se interesó por la financiación de sus obras. Joe llegó a Palestina con apenas 1.200 dólares y compartía casa (nunca hotel) con otras personas mientras él trataba de hacer su trabajo. Esta convivencia facilitaba la inmersión en la situación de los palestinos. Esta integración practicada también por otros periodistas como Gervasio permite al profesional conocer la realidad que quiere retratar de primera mano. Para su trabajo en Bosnia, tras un mes intentando encontrar financiación de alguna revista o editorial neoyorquina sin obtener éxito, se trasladó a Berlín, reducto de historietistas, donde mediante pequeños trabajos y la venta de originales consiguió los fondos necesarios. La fama que fue consiguiendo trabajo tras trabajo le permitió preparar mejor los viajes y pagar las facturas con mayor comodidad. 

Joe aplica a nivel visual perspectivas profundas, panorámicas, intentando mostrar la mayor información posible en sus fondos y desplegando el mayor ruido disponible (puso como referencia ‘El jardín de las delicias’ de El Bosco, también presente en El Prado). 

Los referentes ideológicos que Joe nombró fueron George Orwell (’Homenaje a Cataluña’), Edward Said y Noah Chomsky: “Me abrían avenidas que no transitaba leyendo periódicos americanos”. Además dejó caer que se sitúa entre el marxismo y el anarquismo, “sin creer en sus soluciones, pero paseando entre ambas según el día”. Aún no le han acusado de ser proterrorismo en EE.UU.: “Todo llegará, pues cada vez los gobiernos son más autoritarios”, bromeó. La idea de Joe es cuestionar al poder desde el periodismo y ser su opuesto, pero reconoció que en EE.UU. si quieres acercarte al poder tienes que ser amable con él o seguir su ideario.

Es interesante reseñar el papel del cómic como herramienta pedagógica, y Joe Sacco tiene la suerte de que muchas universidades estadounidenses adquieren sus cómics. Como Gervasio señaló, Joe no pudo pagar las facturas relajadamente hasta cumplir los 40 años: “Ser pobre es una suerte, porque cuesta más salir adelante y hay mayores obstáculos, pero tu trabajo te lo agradece”, explicó Gervasio,Joe estuvo de acuerdo: “Agradezco los sacrificios pasados”. La motivación de estos profesionales es un tema crucial; Joe contó que al preparar ‘Palestina’ constató que el trabajo de los periodistas americanos había sido erróneo. “La ira es un sentimiento infravalorado, pero es un sentimiento válido”, sentenció sobre lo que le movía a realizar su labor. Gervasio, por su parte, añadió que una sociedad sin (buen) periodismo supone un triunfo del poder, siendo el periodismo tan necesario como la sanidad o la educación. Lamentó que, en su opinión, en España no haya buen periodismo actualmente y, tal y como hizo hace unas semanas en el Matadero de Madrid en la presentación del documental homónimo sobre su trabajo, se mostró descreído: “Nadie va a cambiar nada ya. Yo, sinceramente, trabajo sólo para salvaguardar mi propia conciencia”. A esas alturas, a Paco Roca le habían requerido otros compromisos, por lo que no pudimos oír su opinión al respecto. 

Rostros y gestos en 'La Gran Guerra'.
Para rematar, Joe afirmó que intenta ayudar a la gente a ver y que trata de ser lo más fiel posible a la realidad, para evitar así el patetismo o lo gracioso a la hora de plasmar un dibujo, aunque le resulta difícil decir si en verdad lo consigue. Al fin y al cabo, lleva al lector a un lugar en el que solo están el torturador y su víctima. ¿Cómo dibujas a una persona normal -su cara-, que en su día también era un civil, matando a otra persona normal, a otro civil, sin saber lo que piensa? Eso le resultaba confuso y confesó que le costó especialmente dibujar las caras de soldados matando en Palestina. “Supongo que sólo puedo pintar a una persona cualquiera, alguien que únicamente cumple órdenes, pero que no puedo llegar a comprender”. Joe admite que aún debe reflexionar y profundizar sobre ese aspecto de la Naturaleza Humana. Gervasio concluyó recordando una vez más cómo la guerra lo desfigura todo y que ahí aparece el lado inhumano de las personas, ese que impele a quienes no habrían matado “ni a una mosca tiempo atrás” a asesinar a sus semejantes al considerarlos enemigos de su supervivencia.

Seguimos anhelando que encuentros así sigan prodigandose. Gracias Joe. Gracias Gervasio. Gracias Paco. Por la cultura. Por el periodismo. Por la honestidad. Por la vida.

Autorretrato made in Sacco.

lunes, 7 de abril de 2014

Heraldo de Madrid

El 27 de marzo de 1939 un grupo de falangistas entraba en la redacción del Heraldo de Madrid. Era una avanzadilla armada de las tropas que pocos días después tomarían la capital y darían por terminada la Guerra Civil española. Ese fatídico día de marzo sería el último de la historia del Heraldo. Posteriormente se cedería la cabecera a Juan Pujol para editar en su lugar "Madrid", de espíritu totalmente opuesto al Heraldo. Durante años, los propietarios reclamaron la devolución del periódico, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Hasta hoy, cuando un grupo de nuevos medios se han decidido a lanzar una edición única que rinde homenaje a uno de los periódicos clave de la prensa española.




Fernando Rapa Carballo nació en París en 1969, aunque su espíritu navega a orillas del Río de la Plata. donde se crió en su Buenos Aires querida. Diseñador gráfico y docente de Tipografía en la UBA (Universidad de Buenos Aires), vive en España desde 1998, donde comenzó su andadura en el estudio catalán Casses i Associats elaborando los periódicos bonaerenses Clarín y Olé. También ha participado en El Comercio de Lima, Corriere della Sera, Gazzeta dello Sport y el portugués Diario de Noticias, entre otros. En nuestro país, fue fundador y director de Arte del extinto, y varias veces premiado, Público, diario que abandono tras su cierre. Actualmente edita la revista Mongolia y una vez al año el libro/fanzine Viernes Peronistas. Ha sido el responsable, junto con Asier Barrio y Erika Takenouchi, del diseño del número especial de Heraldo de Madrid que estará a la venta en todos los kioscos hasta el día 30 de abril.



Heraldo

En este emprendimiento hay un doble concepto: por un lado es una invocación y un rescate a un periódico silenciado por el fascismo y por otro es un reflejo de un abanico de nuevos medios independientes que han surgido en España a partir de la crisis.

Estos medios tienen en común un cambio de paradigma y de modelo.


El periodista se hace dueño de todo el proceso. Entonces el periodista ya no solo escribe una crónica y "alguien" se la publica, ahora el periodista forma parte de todo el entramado y se involucra en logística de crear y poner en la calle o en la red su medio. Ahora tiene que saber de calidad de papeles, gramajes, tintas, pay per views, de costes de distribución, precios de fotos, etc...


Un nuevo modelo que es posible gracias a la tecnología, porque realmente algo así hubiese sido muy difícil de realizar en una etapa tecnológica anterior.



Renacimiento
Esto me hacía recordar mucho a un personaje fantástico que tiene que ver con el Renacimiento italiano. Porque creo que en nuestra modesta y minúscula escala este tipo de emprendimientos también es un renacer en la forma de la edición. Este personaje es Aldus Manutius, un impresor italiano de 1490 que es el responsable de la implantación del libro como objeto en la europa del Renacimiento. Este impresor, no solo era impresor, era el responsable de toda la cadena de producción rescatando del pasado (como nosotros El Heraldo) obras clásicas que habían sido silenciadas o se habían ocultado tras los paredones de los monasterios, todo ello con nueva tecnología. Durante una era oscura de casi 1000 años, en Europa la cultura se había refugiado puertas adentro de los monasterios. No olvidemos que los libros los reproducían de manera artesanal los monjes benedictinos. A partir de 1400 surge un soplo de cambios en la mentalidad europea por nuevas ideas del Renacimiento y las nuevas tecnologías.

Pequeños impresores italianos, venecianos, florentinos, milaneses comienzan a crear pequeños talleres de impresión en el que se realiza todo el proceso, desde la configuración hasta el diseño de los tipos (por ejemplo Bembo). No por casualidad el primer programa de Desktop Publishing (término ya caduco pero muy utilizado en los 80) se llamaba Aldus PageMaker, en homenaje a Aldus Manutius de Italia, que es el que crea el concepto de portabilidad. Ahora que todo el mundo habla de portátiles y demás el hombre crea un tipo de letra muy pequeña e inclinada llamada itálica (esas letras están tan bien diseñadas que llegan hasta el día de hoy). Manuncio crea el concepto moderno de libro de bolsillo en 1500 que permite que el objeto pueda ser fácilmente transportado y el conocimiento sea rápidamente distribuido. 

El Proceso
Pero todo esto es para decir que el espíritu de Manuncio es un poco el que nosotros tuvimos a la hora de recrear al Nuevo Heraldo. Tener todo el proceso en nuestras manos trayendo algo del pasado. Porque es interesante entender como armamos Heraldo. De alguna manera cada una de las partes que lo componen, la parte histórica a cargo de Gil Tolleldiario.es e infolibre para política, FronteraD para internacional, Alternativas Económicas para economía, Materia para Ciencias, Líbero para deportes, Jotdown para cultura, Fiat Lux para sucesos, La Marea para Sociedad y Mongolia para Humor. Cada una de estas partes ya arma su propio medio, unos en papel, otros en web y otros de manera combinada. Pero el desafío era ver cómo podíamos generar algo nuevo con 10/11 jugadores. Once redacciones, era como hacer un equipo de equipos, como un Cosmos de los medios independientes. La idea de un equipo dirigido por Miguel Ángel Aguilar, Carlos Bello y Pere Rusiñol debía generar en muy poco tiempo un ejemplar de casi 50 páginas y, además, un ejemplar digno, ya que íbamos a estar en la mira de todos. 


El Heraldo es la mezcla de un espíritu libertario republicano con la idea de la autoedición de Aldus Manuncio y un solapado concepto punk del DIY (do it yourself).

Nada más alejado que los power points de los gurús del periodismo que predecían la muerte del papel hace ya 10 años y nos invitaban a regalar los contenidos, ya que la publicidad estaría ahí para salvarnos.

Cada una de las células de este componente Heraldo generó un guión de su "parcela" que fue enviada a la dirección. A partir de ahí, los contenidos se acomodaron en maquetas que les fueron entregadas a las secciones para que cada equipo pudiese completarlo con su material. Cada sección cerraba sus piezas y nos las entregaba para que nosotros las editáramos y produzcamos ya de cara a la imprenta.


Todo se ha hecho en la Nube. El tema físico ha estado presente en las reuniones de pauta y demás, pero nos hemos manejado traspasando información en la red, cada uno en su lugar particular de trabajo. El concepto de empresa redaccional como lugar se diluye, no hace falta oficina, ni teléfono fijo, solo hace falta estar conectados y tener un objetivo común.

El diseño del Heraldo es muy simple, es resultante de la practicidad que queríamos imprimirle a este proyecto junto a mis compañeros Asier Barrio y Erica Takenouchi.  Nada de artificios ni barroquismos, tampoco queríamos intentar simular un periódico de época porque nos parecía totalmente anacrónico e impostado. Sí nos hemos permitido generar algún guiño de trasvase de lenguajes en la pieza de la portada.

Conclusión

Para concluir creo que lo más importante de este experimento es que hemos conseguido llevarlo a cabo, que hemos mostrado que es posible, que abre nuevas puertas, que es un mensaje de optimismo en medio del cataclismo de los medios de comunicación, de despidos y de cierres.

Citando aqui a Pere Rusiñol que es uno de los cerebros detrás de todo este proyecto, cuando vamos a dar charlas a Universidades que nos llaman para que comentemos Mongolia, Pere les dice, "olvídense de los medios tradicionales, están muertos, hagan el suyo". Es que cuando nosotros pensamos en Mongolia nos imaginamos "vamos a hacer la revista que nos gustaría leer, no tenemos nada que perder, sabemos hacerla, ya que nadie la la hace, manos a la obra."

Es lo más interesante que nos ha pasado en nuestra vida, e imaginamos que lo mejor está aún por llegar.


Fotografía de Rapa Carballo: Asociación de Periodistas Europeos

domingo, 30 de marzo de 2014

La mejor página que he podido hacer nunca

Nuestro compañero, el veterano corresponsal de guerra Javier Espinosa, fue liberado ayer después de casi seis meses secuestrado en Siria, uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. Llamó sobre las nueve y veinte de la noche a Carmen, secretaria de redacción —algún día tendremos que escribir sobre la inclasificable y eficacísima labor del fabuloso equipo de secretarias de redacción del diario El Mundo—, llamó con su voz calmada de siempre y le dijo: "Soy Espinosa, anota este número y llámame cuando puedas. Estoy con Ricardo y estamos bien, llamad a nuestras familias". Ricardo es Ricardo García, fotoperiodista freelance secuestrado y liberado también junto a Javier.

Carmen corrió hacia donde hacíamos la portada en ese momento el director adjunto, Agustín Pery, a los contenidos, y yo a los mandos de Quark, para contarnos muy nerviosa, con la voz temblando, toda ella temblando: "Ha llamado Javier, ha llamado Javier Espinosa". Después todos corrimos hacia el despacho de las secretarias desde donde ella volvió a llamarle, y gritamos, y aplaudimos, y nos abrazamos con quien estaba a nuestro lado. No es la primera vez que digo, o escribo, que la redacción del diario El Mundo de Madrid es un sitio cojonudo.

Tuvimos que esperar algunas horas, no obstante, para poder informar. Y preparamos una segunda edición, la vez que menos me ha importado rehacer un periódico, parte de él, claro. ¡Cómo que importarme!, la vez que he disfrutado haciéndolo, en especial esta sencilla y poderosa página, la nueva apertura de la sección de 'Mundo' del diario El Mundo de Madrid, de fecha 30 de marzo de 2014:



Lo más difícil fue encontrar la imagen. Concha Fernández, editora gráfica del diario que por suerte compartía guardia de fin de semana conmigo —también tenemos pendiente hablar de su excelente profesionalidad y de la importancia de un editor gráfico como ella—, buscó, buscó, busco... También yo por mi lado busqué, busqué, busqué... Y es que resulta que Espinosa huye de las cámaras, es el clásico buen reportero que mantiene a rajatabla la máxima de que el periodista nunca debe ser la noticia. Tanto es así, que al final lo que publicamos es una foto de una foto, realizada en la rueda de prensa que su pareja, la también reportera de guerra Mónica García —qué decir de Mónica, que un beso y un abrazo, lo demás ya está casi todo dicho y escrito—, dio hace unos meses para pedir su liberación.

El título de la página es una maravilla, "Estamos bien. Avisad a Mónica", mucho mejor además junto a esta imagen tan poderosa. Se refuerzan. Como debe suceder en el diseño periodístico.

¿Quién dijo que las buenas noticias no son una noticia?

lunes, 27 de enero de 2014

'News',
cuando el periodismo se transforma en arte

"Es por todos vosotros", me dijo Julio Rey sobre el título de su exposición de pintura, en su inauguración. El subtítulo se lo he puesto yo porque seguramente la humildad de Julio le impediría definirlo así, aunque así fuese, aunque así es. Mi muy querido amigo y compañero (nos sentamos cada día a muy poquitos metros el uno del otro) Julio Rey es la mitad de 'Gallego&Rey' —humoristas gráficos en la prensa española que no necesitan presentación—, y no es precisamente Julio la mitad que dibuja. Pero ahora nos muestra a todos con su habitual generosidad su obra pictórica, personal, llena de verdad, vida y periodismo. Y como sería una temeridad por mi parte escribir algo sobre ello después de la página que sobre ello publicó el pasado día 15 nuestro periódico, escrita por el genial Antonio Lucas, amigo y compañero también, pues mejor os cuento con un pequeño 'plano secuencia' —por llamarlo de alguna manera— que grabé ese día lo que podéis ver si os acercáis hasta la galería de arte Cano Estudio en la calle Alameda, 3, de Madrid, hasta el próximo día 15 de febrero.



Pero antes, tan sólo quiero destacar que además del interés y la calidad de cada una de las obras por sí misma, resulta especialmente acertado cómo las ha dispuesto unidas sobre una gran pared formando todas ellas una obra global y colectiva... como un periódico. 'News"...



Además del sonido ambiente, suena una versión del clásico de Pink Floyd 'Breath', de su álbum 'The Dark Side of the Moon' (1973), que mi guitarra y yo nos hemos atrevido a incluir  en el vídeo —y que los dioses de la música y todos ustedes nos perdonen— por estar relacionado también con la obra de Julio.

Las imágenes dan una idea aproximada de lo que podéis ver, pero sólo aproximada porque las texturas y las distintas técnicas utilizadas, la madera... Hay que ir hasta allí.














¡Enhorabuena y gracias!, Julio.



miércoles, 4 de diciembre de 2013

Diseña tu periódico y Newspaper Club te lo imprime

En 2009 Ben Terret, Tom Taylor y Russell Davis querían hacer un regalo especial a sus amigos, algo original y que pudieran guardar para siempre. Se les ocurrió hacer un periódico con los textos y fotos que sus amigos habían colgado en Internet durante el año 2008. Al proyecto le llamaron "Things our friends have written on the Internet 2008" (Cosas que nuestros amigos han escrito en Internet en 2008). Nada más emotivo y personal que ver tu trabajo impreso en papel "porque a la gente le sigue gustando el objeto físico, quieren seguir viendo sus textos impresos", reconocen los creadores en una entrevista con Wired.

Con esta idea en la cabeza, y una vez diseñado el periódico (un proceso, el de crear un periódico de cero, que llamaron "reducir los enemigos"), acudieron a una imprenta con la intención de obtener 50 ejemplares. Sin embargo, en la rotativa les dijeron que vale, que podían usar sus máquinas entre las impresiones de grandes tiradas (así evitaban parar las máquinas y volver a encenderlas, un proceso muy costoso), pero que la tirada mínima tenía que ser de 1.000 ejemplares. Lejos de achantarse por el número de copias tiraron para delante, al fin y al cabo tenían sus 50 copias; el resto las regalaron a todo el que la solicitara a través de su web.

Pero de esta [costosa] frustación nació un proyecto: que cada persona pudiera tener su propio periódico, desde 1 ejemplar hasta 10.000; desde una pequeña tirada para la familia a un más grande que abarcara un barrio entero o una distribución más ambiciosa. Era un proyecto que, a priori, parecía una locura. "Todo el mundo está corriendo en una misma dirección, así que alguien tenía que mirar en la dirección contraria", confiesan sus fundadores. "Los editores se vuelven locos con maquillar sus cuentas de resultados con productos digitales, mientras abandonan una experiencia de cientos de años imprimiendo", reflexionan, "aún cuando puede haber un punto de integración entre el papel y lo digital". Bajo esta premisa, con el mantra de que algunos están matando [antes de tiempo; o sin razón] al papel, nació Newspaper Club, un club con el soporte de la fundación 4iP.

Periódico impreso en newspaper club

Los inicios, como casi siempre, no fueron fáciles. Los requerimientos técnicos de los impresores suponían una traba para un proceso que ellos querían que fuera lo más rápido y sencillo posible.

Poco a poco consiguieron sortear los obstáculos. El primero de ellos lo han solventado desarrollando su propia herramienta de edición, ARTHR, que hace el proceso más sencillo y rápido a través de plantillas prediseñadas (o en blanco). Aunque también ofrecen plantillas en blanco para programas de edición profesional como Indesign o Scribus.


Solucionado el problema técnico, había que saltar al problema de la impresión. La solución fue agrupar los pedidos en el tiempo para optimizar la impresión y así conseguir un precio más económico. Al principio aprovechaban las ventanas de impresión entre dos grandes tiradas (así las rotativas evitaban el costoso proceso de parar y volver a encender la rotativoa), pero los pedidos fueron creciendo y ya tienen su propia ventana asignada. "Incluso alguna rotativa ha invertido en nosotros", dicen. Actualmente imprimen en digital (desde una copia) o tradicional (mínimo 300 ejemplares).

Un ejemplar impreso en newspaper club

Y por si hubiera alguna duda de la calidad de sus impresiones, Newspaper Club te manda una muestra del producto en el que estés pensando imprimir para que veas cómo quedaría la distinta gamas de colores, en distintos porcentajes y en distintos tipos y gramaje de papel. También con material impreso en blanco y negro o en color, fotografías y textos. Un periódico como el que tú quieres imprimir.

Wired impreso


Desde su creación han impreso más de cuatro millones de ejemplares de periódicos de todo tipo (algunos muy trabajados): recuerdos familiares, experimentos para la administración local como Data.gov.uk, o periódicos para medios como Wired. También diarios fotográficos o catálogos. Todo lo que quiera uno imprimir en papel prensa. Y por esto han sido premiados con el Design of the Year for Graphics en 2010 y por BIMA como avance tecnológico.


Pero hay un proyecto que requiere especial mención y es la colaboración entre Newspaper Club y The Guardian. Entre ambos han creado un periódico impreso con la sección The Long Good Read de la web de The Guardian. Este periódico se nutre sólo de artículos de esa sección (una especie de repositorio de grandes artículos que merecen una lectura reposada) seleccionados a través de una aplicación creada ad-hoc para la ocasión y editados en una versión adaptada de su herramienta ARTHR con las características tipográficas y de diseño de The Guardian.

El resultado es un periódico impreso de 24 páginas con 14 historias que sólo se distribuye en el #guardiancoffee, una cafetería creada a medias entre el periódico y la empresa de telecomunicaciones EE, donde se mezcla lo tradicional con las nueves tecnologías.

Un lugar donde poder disfrutar de un café y un periódico impreso en maravilloso papel prensa.

Larga vida al papel.

jueves, 18 de abril de 2013

Periodiquería #BostonMarathon

Ayer por la noche recibimos la que posiblemente sea la 'Periodiquería' más especial de cuantas llevamos publicadas. Por el lugar en el que está hecha y por quienes nos la envían.

Se trata del kiosko 'Hudson News' en el aeropuerto Logan de la ciudad de Boston. Quien sujeta los ejemplares de The Boston Globe y The New York Times con la noticia de los atentados que tuvieron lugar en la línea de meta de la maratón popular es nuestro amigo y compañero Juan Fornieles, y la autora de la imagen es su mujer, Cristina Pinel.

Y es que resulta que Forni, nuestro compañero de periódico, era uno de los participantes en esa carrera que en el momento de las explosiones estaba a unos doscientos metros de donde se produjeron. Y la autora de nuestra periodiquería especial de Boston —que queremos dedicar modestamente a las víctimas de tan absurdo y cruel atentado— es su mujer, Cris, quien junto a otros amigos y familiares, estaban esperándole en la cera de enfrente, a 20 metros del horror que presenciaron, tal y como relata él mismo en una crónica que es más que una crónica, es una vivencia emocional llena de interés —lean, por favor— contada en primera persona.



Boston (EEUU, 2013) / Cristina Pinel





Enviadnos fotos de vuestras "periodiquerías" antes de que todas sean iguales y se llamen iPad. Fotografiad esos lugares en los que todavía se venden periódicos, y las publicaremos en esta serie. Si queréis.



Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima
Periodiquerías (XVII): Hollywood (Los Ángeles - USA)
Periodiquerías (XVIII): Cagliari (Cerdeña - Italia) - São Paulo - Parlamento Europeo (Bruselas)
Periodiquerías (XIX): México DF - Salzburgo - Buenos Aires
Periodiquerías (XX): Milán - Punta Arenas (Chile) - Cannes
Periodiquerías (XXI): Londres
Periodiquerías (XXII): Xian (China) - Assilah (Marruecos) - Bergen (Noruega)
Periodiquerías (XXIII): Damasco - Washington - Turku (Finlandia) - ¿Monumento al lector de prensa? Tampere (Finlandia)
Periodiquerías (XXIV): El Vaticano - St. Ives (Reino Unido) - Harvard (Estados Unidos)
Periodiquerías (XXV): Denia (España) - Seúl - Nápoles
Periodiquería de la Paz (XXVI): Pekín
Periodiquerías (XXVII): Como (Italia) - Oporto - Plasencia (España)
Periodiquerías (XXVIII): Pretoria (Sudáfrica) - Manchester - Aeropuerto de Heathrow (Reino Unido)
Periodiquerías (XXIX): Guayaquil - Valladolid - Avilés
Periodiquerías (XXX): La Habana - Aeropuerto de Ezeiza (Argentina) - Getafe
Periodiquerías (XXXI): Algeciras - Zamora - Gijón
Periodiquerías (XXXII): Melbourne - Ágreda (Soria) - Oviedo
Periodiquerías (XXXIII): Maranello (Italia) - Llanes (España) - Antigua Venta de Almadrones (Km. 103 de la Autovía A-2 Madrid-Barcelona, España)
Periodiquerías (XXXIV): Oslo - Huesca - Ribadesella (España)
Periodiquería del 15-M: Periodiquería 15-M (Puerta del Sol, Madrid, España)
Periodiquerías (XXXV): Atenas - Puerto de Mazarrón (España) - Aínsa (España)
Periodiquerías (XXXVI): Béjar (España) - Valencia - Jávea (España)
Periodiquerías (XXXVII): Montegordo (Portugal)
Periodiquerías (XXXVIII): Florencia - Split (Croacia) - Kaunas (Lituania)
Periodiquerías (XXXIX): Penang (Malasia) - Liverpool - Cancún
Periodiquerías (XL): Volterra (Italia) - Son Bou (Menorca) - 'El Molino' (Albacete)
Periodiquerías (XLI): Rovinj (Croacia) - Sanlúcar de Barrameda (España) - San Juan de Alicante (España)
Periodiquerías (XLII): Teherán - Bolonia - Monza (Italia)
Periodiquerías (XLIII): Santiago de Compostela (España)
Periodiquerías (XLIV): Pola de Laviana (España) - Pisa (Italia) - Pula (Croacia)
Periodiquerías (XLV): Rangún (Birmania) - Soria - Coca (España)
Periodiquerías (XLVI): Varsovia - Praia (Cabo Verde) - Copacabana (Río de Janeiro
Periodiquerías (XLVII): Chichén Itzá (México) - Cuzco - Vitoria-Gasteiz
Periodiquerías (XLVIII): Turín - São Paulo - Arequipa (Perú)
Periodiquería especial Huracán 'Sandy' (XLIX): Nueva York.
Periodiquerías (L): Valladolid (Yucatán, México) - Montevideo - Santander
Periodiquerías (LI): Taipei (Taiwán) - Colonia (Uruguay) - Viena
Periodiquerías (LII): Auckland (Nueva Zelanda) - Sigüenza (España) - Orozko (España)
Periodiquerías (LIII): Córdoba (España) - Lugo - San Vicente de la Barquera (España)
Periodiquerías (LIV): Especial Buenos Aires.
Periodiquerías (LV): Hoi An (Vietnam) - Marrakech (Marruecos) - Sidney
Periodiquerías (LVI): San Lorenzo del Escorial (España) - La Granja de San Ildefonso (España) - Benasque (España)

martes, 19 de marzo de 2013

El diseño periodístico es cultura
XVI Jornadas del CEU (y II)

Os ofrecemos la segunda parte de las XVI Jornadas de Diseño periodístico y Fotoperiodismo que organiza cada año la Univerisidad CEU de Madrid y que, como ya os detallamos en la primera entrega, constituyen sin lugar a dudas el acontecimiento más destacado de este tipo de cuantos se organizar anualmente en nuestra ciudad.



Diego Areso: El diseño de la moda

Diego Areso es un reconocido diseñador con una trayectoria importante y destacada, posiblemente la más destacada de los de su generación, especialmente en lo relativo al diseño de revistas: director de arte en diversas revistas del Grupo Z (Man o PlayStation, entre otras, además de participar en  rediseños de Tiempo e Interviú), jefe de diseño en el desaparecido diario Público, profesor de diseño periodístico en la Universidad Carlos III de Madrid y en el prestigioso Instituto Europeo di Design (IED Madrid). Además, es el editor de uno de los mejores blogs de diseño en lengua castellana que seguro que casi todos conoceréis: QuintaTinta, al que ha sumado después El Portadista.

Actualmente, es el director de arte de la revista suplemento semanal de El País, SModa, desde su lanzamiento hace ya más de uno año. Fue el responsable de su diseño original y éste fue el tema de su conferencia. Areso explicó detalladamente el análisis previo que hicieron de las revistas de moda que existen actualmente en el mercado y la necesidad de hacer un producto que se diferenciase. Una vez delimitados los contenidos, se centraron en la forma.

Distintas posibilidades que estudiaron para la cabecera de la revista

Apuesta importante por la fotografía, como no puede ser de otra manera en una revista de estas características —"la fotografía es el alma de la revista", reconoció—, y, sobre todo, en la tipografía, aspecto éste último que interesa especialmente a Diego Areso y que nos pareció también a nosotros la parte más jugosa de su conferencia. "Aunque el lector no sepa conscientemente qué tipos de letras se utilizan", manfiestó lleno de razón, "lo percibe de manera inconsciente y por eso es muy importante". Después detalló las tipos utilizados: Pradell (del grandísimo tipógrafo catalán Andreu Balius) para el texto base, Regal para los titulares, y "una pareja de baile para la Regal que dé contraste" como la Encore. Él mismo nos lo mostraba y explicaba en su blog en el momento del lanzamiento.

Antes del turno de preguntas intentó sin mucho éxito hacernos una demostración práctica de cómo es posible cruzar las piernas a la manera imposible de Carmen Chacón, para aclarar así el malentenido que se produjo con una supuesta 'manipulación photosopera' de una imagen de la entonces ministra; un contratiempo al comienzo de la andadura de la revista con cierta trascendencia en las redes sociales.

No es fácil cruzar las piernas como hizo la ministra en la fotografía que se proyecta arriba...

Finalmente, a preguntas de los estudiantes, Diego Areso confesó que para él "el diseño es diseño en cualquiera de las distintas plataformas, digitales o de papel", y terminó con una interesante reflexión: "Los buenos redactores son los que saben de diseño —hay redactores jóvenes que son incapaces de aplicar un estilo a un texto, algo básico, y eso condiciona sus contenidos—, así como los buenos diseñadores son los que saben redactar".





Carlos Pérez de Rozas

Sabíamos ya que era el mejor. Los mejores saben que es el mejor. Pero que fuera a ser mejor todavía no lo sabíamos. No podíamos saberlo. Era imposible. Y lo fue... por eso el título de su conferencia, después de haber intentado muchos, sólo puede ser su nombre.

Eran además circunstancias excepcionales las que se dieron aquella mañana, como bien señaló en la presentación la profesora y organizadora de las Jornadas en el apartado del Diseño, Laura González —nuestra querida Laura— cuando anunció lo que ya sabíamos: que Carlos venía desde Barcelona tras pasar un día antes por una desgracia familiar... que no sólo no impidió que disfrutáramos de su habitual pasión por el periodismo sino que pareció multiplicarla. "Claro que voy..."

"Carlos es un periodista al que le gusta contar historias, es el mejor conferenciante, el que más sabe", dijo de él Laura y, acto seguido, nos lo corroboró él nada más comenzar a hablar: "Voy a contaros muchas cosas: tantas, que llegará un momento en el que no podréis más; estaréis agotados, cansados... y yo seguiré. Me gusta tanto hacer esto... ¡que debería pagarme a mí mismo!"

Después se puso en pie, pulsó el 'on' de su presentación y empezó a bailar. Sí, literalmente a bailar.


Hasta que conocí a Carlos Pérez de Rozas, hace ya unos cuantos añitos, pensé que yo era la persona a la que más le gustaban los periódicos del mundo. Iluso de mí... "El papel es lo que más quiero en este mundo, y quiero que tengáis un papel en la mano", había recomendado a los alumnos en su introducción previa a los pases de baile al ritmo de Lucio Dalla, "para que pongáis en él qué fotografía de esta conferencia os ha interesado más, y qué portada os ha gustado más".

Y llegaron fotografías, y portadas, muchas fotografías, muchas portadas —en esta actualización de la conferencia que ofreció en la URJC y de la que os ofrecimos una amplia reseña con imágenes—, "ésta me interesa más, ésta no me interesa pero yo no hablo mal de nadie, ¡de nadie! ¡Nunca! Esta es maravillosa, grandiosa, ¡genial!" Todo apoyado en una historia, como bien había anunciado Laura al comienzo. Todo lo que contó eran historias y la manera de contarlas, porque... ¿qué otra cosa es el diseño periodístico, el periodismo en definitiva? Para ello, una idea común como tema de toda la conferencia: la cultura. "Hace falta cultura, la cultura es muy importante. Es imprescindible para hacer ese periodismo de calidad que la sociedad necesita. Hay que saber. La cultura es fundamental, sin cultura los periodistas no puede hacer nada. Son necesarios los referentes".




Intenté tomar notas, pero ¿cómo se anota la pasión? ¿Cómo se puede anotar su danza sobre el estrado mientras grita o aplaude, salta, se detiene, se vuelve hacia el auditorio, modula la voz, susurra...? ¿Cómo se registra por escrito el entusiasmo contagioso? Es imposible reproducir por escrito una conferencia de Carlos Pérez de Rozas. O soy yo que no puedo, que me faltan recursos periodísticos para hacer una crónica que os lo transmita y no me quede más remedio que recurrir al odiado y facilón tópico de que hay que vivirlo. Porque es verdad. Si luego se tiene, como tuvimos los miembros de encajabaja, la enorme suerte de compartir comida y sobremesa con Carlos junto al maestro de maestros Fermín Vílchez, la propia Laura —junto a su colaboradora Monica M. Yuan—, y Pedro Pérez Cuadrado... entonces la felicidad es completa.

Carlos Pérez de Rozas y Fermín Vílchez

Volviendo a la conferencia, después de muchas preguntas, de bromear con el Madrid, y con su Barça —aunque te dije que no pasaríais ante el Milan, tengo que darte, desgraciadamente, la enhorabuena Carlos—, de hablar y recomendar a importantes fotógrafos —Luke MacGregor (y su lucha, su perseveracia por conseguir esa foto de la luna), Martin Schoeller, Idris Khan, Morenatti, "graaaaaande Morenatti", Bernat Armangué, "grandeeeeeee Armangué, muy grande"... el blog TheWSide del fotoperiodista de La Vanguardia David Airob, gran descubrimiento para nosotros que pasa a formar parte de nuestra galería de enlaces, "seguidlos, seguid su trabajo..."—, después de todo esto y mucho más, decíamos, los alumnos le felicitaron al terminar y, emocionado, emocionándonos, recordó que "lo más grande que me ha pasado, sucedió hace poco en Pamplona cuando una alumna me preguntó al final de mi conferencia: usted, ¿cuándo vuelve? Nada más... Es lo más grande. Por eso merece la pena lo que hago. Me da igual hablar para 300 que para 30 o para tres. Yo hablo para alguien que me escuche y le parezca interesante".


Así que sólo puedo terminar preguntándote: Carlos, ¿cuándo vuelves?

Fotografías: Luis Blasco

jueves, 14 de marzo de 2013

Habemus paginam

Dicen, escriben, que es un hombre sencillo y humilde, y lo contamos en una página sencilla pero muy eficaz. Poderosa visualmente.


Que ofrece lo mejor que un periódico puede ofrecer: un gran texto de análisis para que que sepamos quién es el nuevo pontífice, escrito por Enric González desde el lugar en el que están sucediendo los hechos, condición indispensable, como lo es también su cultura, los datos, los años de experiencia y la brillantez de su sencilla prosa periodística.

Una ilustración genial de uno de los más grandes, Raúl Arias, realizada en rojo y toda la gama de tonalidades y transparencias de quien domina con maestría la tinta en un tiempo de récord porque pasaban las 8 de la tarde cuando se supo por sorpresa —lo que hacía imposible tener ilustraciones preparadas de antemano— que el nuevo Papa sería, es yaJorge Mario Bergoglio, Francisco.

Y, finalmente, un diseño perfecto que lo es porque potencia e integra con total equilibrio precisamente esos dos elementos fundamentales de la página: texto e imagen.