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martes, 13 de noviembre de 2012

ÑH9

Falta poco más de una semana para que se celebre la novena edición del congreso ÑH. Como casi todos sabéis, tendrá lugar en Madrid, en el Salón de Grados de la Universidad San Pablo CEU (Calle Julián Romea, 23).

Este año, el programa se desarrollará durante un día y medio y contará con sesiones más que interesantes. En él, se tratarán temas como rediseños, ilustración, fotografía, convergencia de medios, diseño para tabletas, revistas, etc. todo con una selección de profesionales envidiable.

Esta portada de El Correo ha sido seleccionada como la mejor del año por el jurado del ñh9


Estarán presentes el director adjunto de La Nación de Buenos Aires (Argentina) Carlos GuyotCarmen Riera, directora de Periodismo Gráfico y Audiovisual de la Cadena Capriles (Venezuela); y  la profesora e investigadora Sara Quinn, de The Poynter Institute de Florida (EE UU). Los tres estarán acompañados por profesionales de la fotografía y otros ámbitos, como Pascal Philippe (Courier International), Gorka Lejarcegi (El País), el cronista gráfico franco-belga Jean Philippe Stassen,  Enric Jardí, Jan Schwochow (Olden Section Graphics) y António Pedro Santos (i).

También podremos escuchar a Marcus Hurst (Yorokobu), Ana Ormaechea (Tablet Army) y Fernando Rapa Carballo (Mongolia). Y un clásico que toda jornada debe tener, como el periodista y escritor Juan Fermín Vílchez, que hablará sobre la prensa satírica en España y hará un homenaje a Reinhard Gäde



Podéis consultar el programa completo aquí: programa ñh9 [pdf].

Como es habitual, al final del congreso se procederá a dar los galardones a los premiados en esta edición. Podéis consultar la lista completa en la web del certamen: snd-e. 

La inscripción para profesionales del sector es de 150 euros, 100 para los profesores y 50 para los estudiantes.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Elecciones USA 2012


Esta semana pasada se celebraron las elecciones más apretadas de los últimos años en EEUU. Por un lado, Barack Obama, el presidente, el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca y, no vamos a negarlo, nuestro candidato favorito, más allá de simpatías políticas,  por su impresionante fotogenia... Si Obama salía reelegido teníamos garantizados cuatro años de magníficas imágenes para maquetar. Por el otro lado, Mitt Romney, el reconocido gestor y el hombre sin gestos, una especie de Ken presidencial, tieso y sin matices ante las cámaras.

Las elecciones americanas son una delicia para los maquetadores. Los americanos tienen un innato sentido del espectáculo y un dominio de la imagen espectacular. Todo en unas elecciones recuerda a una película, a un show televisivo. El colorido y el ambiente son inigualables. Y el material que llega a las redacciones ofrece tantas posibilidades a las secciones de diseño que sería un crímen imperdonable no aprovecharlo... La sección de internacional diseñó una ambiciosa cobertura de los últimos días de campaña antes de las elecciones. Eso implicaba un planteamiento distinto de la información y un paso adelante en la edición de la información. Y maquetas recogió el guante gustosa...


1. EL SERIAL

La idea original era presentar un serial la semana anterior a las elecciones. Un serial en el que se desgranaran las claves que definirían los resultados de una de las elecciones más ajustadas de la historia en Estados Unidos. Apoyados en el magnífico trabajo del equipo de corresponsales de EL MUNDO en EEUU, Eduardo Suárez, María Ramírez y Pablo Pardo, se presentarían las claves para anticiparse y entender el posible resultado del día 6. La sección de internacional dio el paso adelante necesario para acometer ese ambicioso enfoque. Y como no podía ser de otra manera, recibió el respaldo de diseño. 

Muchos de nosotros llevamos tiempo diciendo nos gustaría ver otro tipo de periódicos. Unos que apuesten más por el análisis, la anticipación y la contextualización de las cosas que por el ir contando (tarde) lo que ya ha pasado y todos conocemos. Unos periódicos que ofrezcan lo que no pueden ofrecer las webs: lectura, reposo, análisis... ese pasito atrás para aumentar el campo de visión. El auténtico valor añadido. Es cierto que es un cambio complicado y que no puede hacerse de un día para otro. También es cierto que ese otro tipo de periódicos (o periódicos del día después como les llama Juan Antonio Giner en su imprescindible blog Periodismo caviar) requieren otro tipo de planificación de la información, un planteamiento gráfico distinto y por supuesto, otro tipo de edición y diseño.

Si enfocamos la información de otra manera y analizamos lo que va a pasar hay que cambiar el tipo de páginas. Tenemos que hacer que la información del día y el análisis se diferencien formalmente. Para eso la edición gráfica es fundamental. Huyamos de la foto del día que traduce en imágenes lo que dice el titular. Busquemos más el impacto, el diálogo propio e incluso independiente de la imagen. Ofrezcamos al lector una poderosa vía de entrada a la página. Juguemos con el (inherente) espectáculo que rodea todo lo concerniente a unas elecciones en Estados Unidos. Tenemos el material. Podemos hacerlo. Sólo hay que atreverse. 

El serial constaba de las siguientes entradas: Una primera entrega de introducción y después, una doble diaria, empleo, salud, educación, el voto inmigrante, la importancia del voto femenino, la comunidad afroamericana y por último los 'swings states' esos estados bisagra, cambiantes en cuanto a decisión de voto, donde se suelen disputar las elecciones en EEUU. 

Durante la semana anterior a las elecciones, nuestros lectores encontraron estas páginas en EL MUNDO: 


Introducción: El azul reclama poderosamente la atención del lector


El empleo: los mineros protagonizan la página, no el candidato



Sanidad: Fuerza en las dos imágenes. La de Obama, espectacular



Educación: Obama resalta entre el verde de los estudiantes. La niña de la dos, un descubrimiento.



Inmigración: Fiesta y colorido para el voto inmigrante. La bandera de EEUU  resalta especialmente.




Voto femenino: 'Women for Mitt' una de las mejores fotos de toda la serie



Comunidad afroamericana: El gesto de la mujer junto a Obama justifica toda la página



Los 'swing states': Datos para leer con calma el fin de semana. Análisis. Lectura. 


Vidas paralelas: Acompañaba a los 'swing states'. Raúl Arias, genial, consigue sacarle un rasgo a Romney



Grandes, sugerentes y poderosas imágenes. Textos largos, lectura. Somos un periódico y nuestros lectores leen. La información presentada en bloques diferenciados, una gran masa azul contiene las claves despiezadas que harán comprender a los lectores por dónde se resolverán las grandes incognitas que se presentan. Los textos se editan y despiezan, no se recurre al socorrido texto largo a punto y seguido. El análisis requiere edición, y la anticipación requiere diferentes fórmulas. 



2. EL EFECTO CONTAGIO

Como suele suceder cuando las cosas se hacen bien, el entusiasmo aumenta. Y la satisfacción de estar haciendo las cosas como corresponden al momento que estás contando. Cuando se trabajan bien los temas las soluciones suelen presentarse solas y las cosas salen más fácil. Y se produce un efecto contagio. Empiezan a llegar gente de otras secciones y preguntan que por qué ellos no tienen páginas tan buenas como las de internacional. Y les explicas que las páginas hacen justicia al planteamiento de la información, que a más ambición en los planteamientos, más despliegue, que a mejores textos, mejores páginas... Sin más... 

Pero la realidad es que el serial está funcionando tan bien que ha desarrollado rápido una personalidad propia. Y vemos que si no la aplicamos al resto de la información de las elecciones, la cosa queda incoherente, sin unidad. Son cruciales los primeros días del huracán Sandy, en los que no está muy clara la línea entre los destrozos e inundaciones en Nueva York y la campaña para las presidenciales. El primer día hacemos esto... y no funciona. 


Parecen páginas de temas distintos. No hay unidad, ni en los planteamientos, ni en la forma...  y mandamos al lector una idea confusa. Sí pero no... 

Si el serial estaba quedando tan bien, tenía tanta presencia y estábamos tan satisfechos del contenido y la forma de venderlo ¿porqué parar? El tratamiento debía ser coherente con el resto de la información, era la gran semana de EEUU. Pero claro, hacer esto requería un mayor esfuerzo a la sección de internacional. Tenían que ser flexibles a las posibles demandas de las páginas, no valían las galeradas de texto a punto y seguido. La implicación y compromiso de Ana Alonso, jefa de Internacional, y su equipo fue total. 

Y la apertura del día siguiente fue ésta. Ya no había duda posible: Sandy era parte de la campaña.



Y la del día siguiente, ésta:




El espíritu del serial se había filtrado, imparable, al resto de las páginas de EEUU. Y, al menos yo, como lector, las esperaba al día siguiente impaciente. Y extender la unidad al resto de páginas fue la solución. A veces es tan simple (¡tan difícil!) como empezar a usar esos bloques azules por las páginas, llenar los espacios de referencias para el lector. Pero el gran factor unificador reside en las imágenes. La información de las elecciones americanas está llena de grandes imágenes, cuidadosamente escogidas entre cientos de imágenes cada día. La intensidad, la pasión, la incertidumbre, el innato sentido del espectáculo que tienen los americanos... todo esto estaba en todas y cada una de las imágenes. Y el resultado se nota.






El día de las elecciones, la sección quedó así. La identidad está ya claramente definida: 





Pero la mañana en la que todo el mundo sabe quién es el nuevo presidente de los EEUU, los diarios llegamos a los quioscos con la información de ayer...


3. EDICIÓN EXTRA EN ORBYT

Los periódicos llegamos tarde a este tipo de eventos. Para cuando lleguemos al quiosco habrán pasado veinte horas de la elección del presidente de EEUU. Esa misma mañana del día 7, la prensa en los quioscos habla de posibles cuando ya todos sabemos el nombre del ganador. En EL MUNDO se hicieron cuatro ediciones, siendo la última a las 4:30 de la mañana, en un esfuerzo mayúsculo por hacer llegar a los lectores los datos de la manera más actualizada posible. 

Pero EL MUNDO dispone de Orbyt. Y soportes como Orbyt ofrecen muchas ventajas. Una de las más interesantes es la posibilidad de llegar a los lectores en una edición especial de manera barata y lo que es más importante, rápidamente. Desde hace mucho tiempo, las ediciones extras están consideradas una pérdida de dinero... imaginaos ahora. Sus costes son enormes. Pero en las redacciones siempre se ha pensado que son necesarias, primero porque nuestra obligación es informar y luego por una cuestión de prestigio y profesionalidad. Orbyt nos permite hacerlo de una manera económica y rápida. Y eso mantiene el canal de comunicación con nuestros lectores abierto para cuando sea necesario. Algunos aspirantes a gurús braman en las redes sociales que Orbyt pertenece a una modernidad ajena a los periódicos. Discrepamos abiertamente. Y en el caso de alguno de ellos estamos aún esperando a que aporten alguna idea innovadora al respecto. Claro que para ello tendrían que pisar una redacción primero... Y enterarse de lo que va...

El caso es que mientras que otros medios actualizaban sus webs, EL MUNDO llegaba con una doble oferta: una web actualizada al minuto, y una edición extra que llegaba a sus lectores mediante Orbyt. Y para satisfacción de nuestros lectores lo que les llegaba era su periódico. Es decir, edición, información, lectura, contexto, edición gráfica, infografía, opinión, intención, planteamiento. La web posee una enorme capacidad de actualización, pero el periódico responde a un planteamiento mayor. Global. Ese que se compra en un quiosco y por el que tantos lectores pagan todos los días. El día siete, a las 12:30 h. del mediodía, nuestros lectores pudieron descargar eso en Orbyt. Una edición extra de su periódico casi al mismo tiempo que en las televisiones y radios del país se analizaban los resultados de las elecciones. 







Edición extra de EL MUNDO a las 12:30 de la mañana. 12 horas antes que la competencia.

En la edición del día 7 se actualizaron los contenidos de todas las informaciónes, más estas otras páginas que se incluyeron nuevas: 




En definitiva, un magnífico trabajo del que estamos muy orgullosos. Como siempre, cuando se trabaja así, en equipo, implicados y comprometidos, el resultado suele ser espectacular. Estas páginas y su brillante contenido no hubieran sido posibles sin el enorme trabajo de las secciones de internacional, diseño, fotografía e infografía del periódico. Enhorabuena a todos. Os la merecéis.

lunes, 29 de octubre de 2012

El efecto Amieiro

Tengo un amigo que sostiene que es un mutante, como los de la Patrulla X. Es decir, que posee un don, una cualidad que apenas puede controlar y que se le manifiesta cuando menos le conviene, causando todo tipo de estragos. Él llama a su capacidad mutante el superpoder de la confusión: en todo lo que él participa acaba desatándose el caos, complicando hasta el extremo operaciones tan sencillas como repostar en una gasolinera, o ir a comprar tabaco.

Sus amigos lo tenemos bien comprobado y alguno ya hasta reniega de su compañía cuando, amablemente, se ofrece para ayudarte a pintar tu casa o a acompañarte al dentista. En cierta ocasión él terminó hospitalizado cuatro días cuando acudió a una sencilla revisión y yo que le acompañaba... yo terminé librándome por los pelos porque me di a la fuga como la rata que soy...

En el periódico tenemos un compañero al que le acompaña esta misma extraña sombra mutante. Una persona en apariencia normal, simpático y sencillo, alguien al que te arrimarías si te lo cruzaras por la noche a solas en un oscuro callejón, un tipo que emana buen rollo por los cuatro costados. Ese tipo es el único, el gran Fernando Amieiro. Fernando es un clásico de la sección de diseño de EL MUNDO, y además de un magnífico maquetador ha sido maestro y mentor de tantos y tantos becarios que han pasado por la sección, entre ellos, yo. Son legendarias su infinita paciencia y su capacidad para explicar a un ladrillo cómo hacer una buena maqueta. Quizá por eso se le ha encasquetado durante años la labor de enseñar a todo el que llegaba con cara de pez a la sección y que, descolocados,  lo más que recibían era un desabrido: “¿No pensarás que te voy a enseñar yo, verrrrdaaad?” Fernando recogía aquellas piltrafas humanas y con mano izquierda y un poquito de cariño las conseguía encauzar, hasta que algunos hicimos carrera y todo. Pensaréis que no tiene tanto mérito en estos tiempos de Quark y Photoshop... Sólo diré que Fernando conseguía en unas semanas que unos becarios sonrosados utilizaran con cierta soltura aquel infame editor de Edicomp 4.000. Palabras muy mayores...

Pero Fernando es mucho más. Como al mutante de mi amigo, a Fernando le acompaña una leyenda, una sombra que se cierne sobre todos cuando trabaja un fin de semana. Algo que ha sido tan recurrente en estos años que ha sido bautizado por sus compañeros como El efecto Amieiro.

Cuando Fernando Amieiro trabaja los fines de semanas pasan cosas. Cuando haces el turno de noche con él... pasan cosas. No cosas en plan sonidos extraños, o libros que cambian sospechosamente de repisas... Cuando Fernando Amieiro trabaja los fines de semana o por las noches, la gente muere. Tampoco pasa nada, la gente muere todos los días. Pero cuando Fernando trabaja por las noches o los fines de semana muere ese tipo de personas que hacen que se tenga que cambiar el periódico entero y haya que hacer unos o dos especiales... El detalle es importante porque estas cosas no pasan cuando está arropado por su sección, rodeado de compañeros... Es cuando estás sólo con él, cuando estallan conflictos armados, muchos esperados, algunos totalmente inesperados. Tiroteos, matanzas, inundaciones... El efecto Amieiro suele ser en fin de semana, en inferioridad de condiciones y en gran medida, con nocturnidad y alevosía. A traición y por la espalda, vamos...

¿Creéis que exageramos? Veamos...

2 de agosto de 1990. Hacen 22 años de esto... Empieza la primera guerra del Golfo. Desde hace días se hacen turnos por parejas por la noche para hacer ediciones especiales en el momento que estalle el conflicto. Fernando trabajaba esa noche con nuestra compañera Mariví. Todavía hoy, Mariví reconoce que se le saltan las lágrimas al recordarlo:  “Fernando en el despacho de nuestro director de Arte, en la antigua redacción de Sanchez Pacheco riéndose porque decía que esa noche iban a invadir los altos del Golán”... Hasta que Irak ardió.




30 de junio de 1997. Lunes. Pensaréis, “no era fin de semana” y estáis en lo cierto. Fernando trabajaba con otro compañero, con tendencia al escapismo. Y aquel día, escapó. Fernando se quedó sólo en la redacción. Y claro, por la noche (recordad nocturnidad y alevosía) ETA liberó a Cosme Delclaux, que llevaba secuestrado 232 días. Llegó a casa entrada la madrugada y recibió una llamada pocas horas después: “Corre, vente, han liberado a Ortega Lara”. Ortega llevaba 532 días secuestrado por ETA. Podían haber buscado al compañero escapista ¿no? No. Cuando hay una crisis, a Fernando suele ser al primero que buscan. Al César, lo que es del César.





30 de agosto de 2001. Jueves. No era fin de semana. Era agosto y por la noche. Él y yo, mano a mano. Y se muere Paco Rabal volviendo a España de recibir un premio. Éste va en versión doble, con portada y especial, que el gran Paco Rabal bien que lo merecía. Por cierto, fijáos en el titular y la foto que abren ese día el periódico. Técnicamente no pueden atribuirse al efecto Amieiro, porque sucedió durante el día, pero la coincidencia es realmente curiosa...







2003-2004. Por ahí anda la cosa. Alguna vez os hemos contado el día en que ardió el servidor en la redacción y al día siguiente el periódico salió de puñetero milagro ¿verdad? Ese día era un domingo. Y trabajaba Fernando. Con Esmeralda y conmigo. Yo todavía me despierto algunas noches entre sudores fríos pensando que sigo en aquel día, pintando páginas con un título, un apoyo y un textito corto... Y Orfeo, de deportes, que quería un sumario...

2 de abril de 2005. Sábado. Juan Pablo II muere en sus estancias del Vaticano tras luchar muchos, muchos días al final de su enfermedad. El mundo siguió la evolución de su estado con inquietud. Pero todos sabíamos que iba a ser ese fin de semana. Trabajaba Fernando. Otra vez con Esmeralda y conmigo. Ya estábamos en casa. Fue sobre las 11 de la noche. Volvimos corriendo al periódico y no recuerdo a que hora salimos. Este caso es especialmente enmarronante porque no sólo era una edición entera del periódico, sino también un Documentos especial. El efecto Amieiro se nos empezaba a escapar de las manos...




23 de julio de 2011. Sábado.  El colofón de un verano que no olvidaremos nunca entre las primas de riesgo, los adelantos electorales, los consejeros delegados y lo que pasó este fin de semana. Mario Benito, que lo sufrió en primera persona y ha presenciado muchos efectos Amieiro asegura que éste es la madre de todos los efectos, la tormenta perfecta, el efecto Amieiro por antonomasia. En Noruega se vuelve loco un tiparraco y provoca una de las mayores matanzas de los últimos años. Portadón. Todo el día dedicados al tema de internacional, uno de esos días en los que parece que no llegas, todo el periódico patas arrba. A última hora de la tarde, alguien dice: "Amy Winehouse ha muerto". El jefe de cultura, nuestro querido Manu Llorente estalla enfadadísimo: "¡¡No me vengáis con esas bromas, no tienen ni puta gracia!!...  Todos empiezan a mirar de reojo hacia maquetas, para comprobar quién trabaja. De repente se les corta la respiración. Noruega, Amy Winehouse... y mientras tanto, José Tomás toreando por la tele... No hagas eso, no José Tomás, eso no hace falta... No te arrimes tanto, coño, que está Fernando aquí... ¡Míralo! Cogida terrorífica en el quinto toro. El torero por los aires y ensangrentado... "¡Que no hay sitio en la portada para tanto desastre, coño! grita alguien corriendo por la redacción. El de Galapagar, todo pundonor, se rehace a duras penas y mata al quinto ¡y al sexto! en una lección de coraje y torería... Mientras en la redacción todos acojonados pensando: "lo mata..." El efecto Amieiro era para entonces una bestia sin control, con un apetito insaciable...



13 de febrero de 2011. Domingo.  El guardaespaldas de Wihtney Houston la encuentra muerta de una sobredosis. Llevaba tiempo demacrada y bordeando el final. Fernando, por supuesto, trabajaba aquel fin de semana. 



26 de agosto de 2012. Sábado.  Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la luna, héroe mundial, un tipo que desafió al espacio y a las leyes de la física muere por sorpresa. Estaba mayor y enfermo, pero nadie lo esperaba. Esa semana habíamos estado bromeando con Fernando sobre el efecto Amieiro y sus posibles consecuencias de cara al fin de semana...






Creednos, hay muchos casos más.  Sólo una persona de las quinielas ha sobrevivido (de momento, todo llegará) al temible efecto Amieiro. De hecho, empezamos a pensar que es inmortal porque no es normal lo que lleva este hombre aguantando. La revolución, la CIA, Bahía Cochinos... y el efecto Amieiro, ahí acechante. Lo de Fidel Castro es algo digno de estudio. ¡Qué aguante, Comandante! 

Y vosotros pensaréis que, con semejante historial los compañeros de la redacción huirán sólo con verlo. Pues no. No hay un tío en la redacción más querido ni más valorado profesionalmente. Fernando es de esas personas con las que no puedes discutir y con las que, como discutas, terminas dándoles la razón, abochornado. Y si algún día el mundo se cae a pedazos, no se me ocurre mejor pareja de baile para ninguno de nosotros en la sección de maquetación... Solo que será en fin de semana, seguro.

Que sepáis que este pasado fin de semana ha trabajado. Y a la hora que escribo esto, parece ser que todavía no tenemos que lamentar ninguna baja de última hora. El insiste en que la maldición se ha terminado cuando pasa un fin de semana sin que muera nadie o explote nada... Pero tanto él como nosotros sabemos que eso no es cierto, que sólo descansa, como una bestia agazapada dentro de su guarida, esperando la próxima ocasión en la que saldrá, coincidiendo con el siguiente fin de semana de Fernando. Tanto es así que se le está poniendo mala conciencia, y ahora cuando no pasa nada se va a su casa por la noche inquieto. Y cuando llega llama a la redacción y pregunta: "¿De verdad que no ha muerto nadie..?"

Post elaborado con información de sus compañeros
 de la sección de diseño, Mariví García-Miguel, Esmeralda Sáez, Elena Costa, Nora Ayuso, Luis Blasco, Mario Benito, Quique Falcón y Javier Vidal.. que pese a todo, le aprecian.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Una conferencia colosal
Jornadas de Diseño de la URJC (y IV)



Asistir a una conferencia de Carlos Pérez de Rozas es una experiencia que todo estudiante de periodismo debería tener una vez. Y cualquiera. Porque en ella vas a ver a Carlos saltar, brincar, bailar, cantar, gritar, susurrar, preguntar, cuestionar, responder, criticar (con moderación y sin excesos verbales), alabar, sugerir, proponer, saltar otra vez, brincar un poco más, andar de aquí para allá, repetir la palabra fantástico, ¡¡¡¡¡grandioso!!!!! las veces que haga falta, hablar de su trabajo, del trabajo de los demás, de lo que le gusta, de lo que le gustaría y de lo que nunca le gustará. En definitiva porque en ellas vas a ver Periodismo. El periodismo en el que cree Carlos Pérez de Rozas:


Un periodismo capaz de homenajear al gran Lucio Dalla con títulos de sus canciones en lugar de titulares como hizo la Gazzetta dello Sport con motivo de su muerte. Y homenaje el que también hizo Carlos poniendo esta canción suya y ataviándose con un panameño como en el propio Dalla.


Portada homenaje de La Gazzetta dello Sport a Lucio Dalla.

Un periodismo que busca las historias capaces de interesar a todo un país, como la de la Gabby Douglas, la ardilla voladora. Pero también historias que sólo interesan en un lugar, en un periódico, como la historia de superación de la judoka Kayla Harrison y sus entrenadores, los Pedro´s. Un periodismo, el de proximidad, “entrañable”, en el que el periódico busca conectar con el corazón de sus lectores.





Los Pedro´s, entrenadores de Kayla Harrison.

Un periodismo con una mirada propia, con referentes, con “una cultura visual del pasado” muy importante, como El Tufatore, el primer saltador y la ardilla voladora. Un periodismo capaz de recordar una imagen mítica, la de Coppi y Bartoli, con una sencilla imagen de un padre y su hijo. Aunque no un padre cualquiera, un padre ganador del Tour de Francia. 




Arriba, El Trufattore, del 475 a. C. Abajo, Gaby Douglas en los JJOO de Londres.




Arriba, Wiggins con su hijo. Abajo, Coppi y Bartoli.




Neymar, a la derecha, caracterizado tal y como posó Pelé hace más de treinta años.

Un periodismo de edición, donde no importa la foto que va a dar todo el mundo, donde se busca LA IMAGEN, la foto que resume todo el personaje, donde se busca LA HISTORIA. Un periodismo donde el corazón es importante, porque ahí es donde tiene que ir los periódicos, al corazón de la gente.





Imagen del monumento a las víctimas del 11S.

Un periodismo que, al contrario de lo que dice el periodista uruguayo Benjamín Fernández, no está asustado ni deslumbrado por la tecnología. Un periodismo como el del fotógrafo Idris Khan para The New York Times Magazine o el del Martin Schoeller para Time. Un periodismo donde se busca algo diferente a lo que vemos mayoritariamente.


Trabajo fotográfico para The New York Times Magazine.


Un periodismo donde HAY QUE APOSTAR, así en mayúsculas. Donde quedarse a medio camino no es posible. Donde la mejor portada sobre Bolt no es en la que sale Bolt. Donde seleccionar la mejor imagen entre las más de 600 fotografías que salen de una carrera de menos de 10 segundos.


¿La mejor portada sobre Bolt?


Un periodismo que apela a la historia de un país, donde se puede titular con ripios, o con los nombres de una canción que toda Inglaterra se sabe o donde Carros de fuego no es sólo un tarareo, es toda una declaración de intenciones desde el títular de la portada.






Periodismo de miradas, que huye de lo obvio.


Un periodismo de miradas, de gesto, de expresiones, de la parte humana, de imaginación, de contacto con la gente que te lee, en el que huir de lo obvio. Un periodismo que haga de una imagen un tema de portada.


Una imagen que convierte el tema en portada.

Un periodismo capaz de dar una conferencia así. Una conferencia colosal.