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sábado, 5 de marzo de 2016

Jeff Jarvis y el futuro del periodismo

Llegaba Jeff Jarvis (1954) a la Universidad San Pablo CEU con el aura de gurú del que todos quieren oír cómo será el futuro de los medios. Pero nada más lejos de la realidad. El norteamericano confesaba, humilde, no saber cómo será ese futuro, aunque sí sabía quién lo protagonizaría: “Vosotros”, le dijo a los centenares de estudiantes que abarrotaban el Aula Magna. Serán ellos los que tengan que “construir” ese futuro. “Sois vosotros, los jóvenes, los que tengáis que reinventar lo viejo, yo ya estoy demasiado viejo para luchar”, ironizaba arrancando una sonrisa a su entregado audiencia.


Jeff Jarvis durante la charla en el CEU. Foto de Fernando Bonete Vizcaíno

Al igual que lo hizo Guttemberg, el primer emprendedor en esto de los medios, según Jarvis, son los jóvenes los que tengan que conseguir un producto nuevo, los que tengan que salir a la calle y preguntar “qué os hace falta, qué queréis, qué necesitáis”. Es esa búsqueda de las comunidades donde está el futuro del periodismo. Porque la función del periodismo, de los periodistas, es “servir a las comunidades, identificar un problema y ayudar a la comunidad a resolverlo". “Hay que añadir valor a la vida de la gente”, dijo. “No podemos pensar que basta con hacer un periódico”.



El auditorio del CEU. Foto de Fernando Bonete Vizcaíno

La época en la que la responsabilidad del medio terminaba cuando el receptor recibía el mensaje empaquetado ha terminado. “Con Internet todo ha cambiado”, sentenciaba Jarvis. “Estamos volviendo a la época pre Guttemberg”, donde el conocimiento se transmitía boca a boca, lo único que “ahora se transmite click a click”. “El público es lo valioso”, enfatizaba, y puso como ejemplo los podcast, que “nos enseñan a tener una relación directa con la comunidad”.

En esta situación es difícil diferenciarse en la maraña de medios, webs, radios, televisiones, etc. que hay en todo el mundo, pero Jarvis animaba a los estudiantes a agarrar “ese gran reto” y hacerlo suyo. A ser algo más que periodistas, a arriesgarse, a emprender, a terminar con el modelo de negocio actual de “copiarnos unos a otros infinitamente y desaprovechar un montón de talento”. “Hay un montón de nuevas oportunidades”, les animaba.

Google y Facebook

El profesor de la Universidad de Columbia, que se acercó a los alumnos para contestar a sus preguntas, criticó la actitud de los medios europeos respecto a Google y Facebook, inmersos en una absurda pelea que desde su punto de vista, americano 100%, no comprende. “Necesitamos estar ahí”, insistía el americano, que invitaba a los medios a reunirse con ambos gigantes tecnológicos para explicarles qué hacen, cómo lo hacen e intentar sacar el mayor provecho posible. Porque las vías de distribución han cambiado, para siempre. Y Google y Facebook son esas nuevas vías.

Eso, además, supone un cambio cultural. "Las masas, como tal, han desaparecido". Ahora somos individuos, y “Google y Facebook lo saben” y nos tratan como tal. "Mi periódico local no sabe dónde vivo, doónde trabajo, qué me gusta; Google y Facebook, que son empresas gigantes, sí". El trabajo es escuchar a esos individuos e identificar sus necesidades. “Necesitamos menos productos para las masas y más productos para los individuos”, recetaba Jarvis. “Google y Facebook nos pueden enseñar muchas cosas”.



Jeff Jarvis escucha atentamente una de las preguntas que le hicieron. Foto de Fernando Bonete Vizcaíno


Ese producto, además, es infinito, no se acaba nunca, se alimenta constantemente. “Hay que acabar con la idea de que vendemos un producto acabado”, decía Jarvis. La conversación sigue presente, “no pasa nada por reconocer que te has equivocado”, escucha a tu audiencia, alimenta la conversación. “Nuestra labor como periodistas es aportar valor a ese flujo, tenemos que volver al periodismo ‘slow”.

Ese periodismo slow que hace falta también necesita de un nuevo modelo de publicidad. “Ya no vale decir, ‘mira que auriculares más bonitos, cómpralos'. No, la publicidad ha cambiado, los periodistas tenemos que reinventar la publicidad porque los anunciantes no lo van hacer”. Ya no vendemos audiencias, posibilidades de que visualicen el producto miles de personas, “ahora vendemos habilidades, como la capacidad de hacer viral un contenido, la capacidad de crear comunidad”.


Y eso lo tienen que hacer los periodistas. No los robots, “que no sustituirán a los periodistas”. Tampoco los programadores, “porque los periodistas no tienen necesariamente que saber programar, pero sí tienen que saber hablar con el que programa”, conocer su lenguaje, saber qué te está diciendo.

Por eso Jarvis apuntaba a otro fundamento del periodismo del futuro, “el trabajo en equipo”, pequeños equipos de trabajo con variedad de perfiles para conseguir lo que para él es la clave de la cuestión: identificar una comunidad y resolver sus necesidades. Es decir, volver al periodismo.






Además del autor de libros como ‘Y Google ¿cómo lo haría?’ o ‘El fin de los medios de comunicación de masas’, también han participado Ana Ormaechea, periodista y alumna de Jarvis en la Universidad de Columbia, Luis Martín, Chief Digital Officer de Cope, Borja Bergareche, Chief Innovation Officer de Vocento, Jesús Moreno, Director de desarrollo de producto web de A3Media, Carlos Relloso, Chief Digital Transformation Officer de Prisa, Olalla Novoa, periodista de El Mundo, Anaïs Pérez, Head of Communcations de Google España, Consuelo Sánchez Vicente, Directora General de Comunicación del Ministerio de Presidencia y Pere Vila, director de Tecnología, Innovación y Sistemas de RTVE.

lunes, 15 de febrero de 2016

Firmas en caja alta: Rodrigo Sánchez

Este pasado fin de semana se ha celebrado en Siracusa (Nueva York, EEUU) la elección de los ganadores de la 37 edición de los premios SND a los periódicos mejor diseñados del planeta. Pronto sabremos qué periódico será elegido como el mejor diseñado en 2016, galardón que recibirá durante la celebración del congreso de la SND que tendrá lugar en San Francisco los días 7, 8 y 9 de Abril. Durante esos tres días se reúnen en California los mejores diseñadores de prensa del mundo en los que dan su punto de vista sobre la profesión. Este año, además, contará con dos españoles, Alberto Cairo y el Director de Arte de El Mundo Rodrigo Sánchez.

La SND publica una entrevista en inglés con el reconocido Director de Arte de El Mundo y las revistas de Unidad Editorial y que nosotros recogemos en castellano aquí, bajo nuestra sección Firmas En Caja Alta, donde los más destacados profesionales del diseño periodístico, y el periodismo en general, dan su punto de vista.



Rodrigo Sánchez ha pasado la mayor parte de su vida profesional rodeado de periódicos y revistas, donde se siente como pez en el agua. Inició su andadura en el mundo de la prensa en ABC. Poco tiempo después pasó al diario económico Cinco Días, que dio pasó a la revista Cambio16 y de ahí a la revista Mercado. En 1990 desembarca en el madrileño Diario El Sol como Jefe de Diseño del Dominical y de los Suplementos. Con el cierre del rotativo en 1992 pasa a formar parte de Unidad Editorial como Director de Arte de sus revistas (Magazine, La Luna, La luna de Metrópoli, etc.) donde ha cosechado innumerables premios por el diseño de sus portadas. En enero de 2014 es nombrado Director de Arte de todo Unidad Editorial, tomando bajo su mando el diseño del periódico El Mundo. Ese mismo año recibe de la Society of News Design (SND) un premio por toda su trayectoria.

¿Cómo ha cambiado tu vida profesional desde que te convertiste en Director de Arte de El Mundo en lugar de sólo sus revistas?

El trabajo se ha multiplicado por 10. Antes llevaba la dirección artística de una docena de publicaciones, algunas semanales, otras mensuales, alguna anual e, incluso, una diaria (un periódico de información médica). Ahora, a todo eso, hay que sumar un diario de tirada nacional y todos sus suplementos semanales y mensuales. Ya no es posible mimar personalmente cada página como antes. Tengo que centrarme en páginas especiales o en proyectos ambiciosos. Por eso es fundamental inculcar al equipo la esencia del diseño, de mi diseño, y las bases de un trabajo bien hecho; cuáles son los mínimos que nos auto exigimos y cuál es nuestra meta de excelencia. Hacer que el periodista diseñador pierda el miedo a la página en blanco y que trate de pensar cada página cada vez, cada día. No hay dos temas iguales, no debería haber dos páginas iguales. Cada tema, cada noticia, cada exclusiva, merece ser tratada de una manera exquisita y singular.


Es cierto que el trabajo se ha multiplicado por diez, pero también se han multiplicado por 10 las oportunidades de hacer páginas interesantes. Cada día es un reto, cada día es una oportunidad. Frente a la serialización de las páginas hemos de ofrecer artesanía periodística. Especialización y diferenciación frente a monotonía y plantillas prediseñadas. Todo se puede hacer, todo se puede cambiar. Solo hace falta rigor y gusto, sensatez e imaginación. Y, por supuesto, mucho trabajo, mucho esfuerzo. Hay que estar en la redacción, hay que estar pendiente y dispuesto a cambiar ideas y modelos sobre la marcha. Desde primera hasta última hora, desde primera a última página. La interacción permanente con los redactores y con los responsables de redacción enriquece el producto final.



Todo periódico tiene en su interior nichos de información donde es posible experimentar gráficamente. La ubicación de los bloques gráficos y tipográficos, la relación entre ellos y su secuencia en el espacio modifican la percepción que el lector tiene de la noticia. Tenemos que trabajar el periódico como si se tratase de una película hecha con cortometrajes, con muchas historias individualizadas pero que todas ellas cuentan la historia de un día. Un día concreto, irrepetible, como el periódico de ese día. El periódico ha de tener dosis permanentes de sorpresa. Una equilibrada mezcla de audacia creativa y rigor informativo. En definitiva, ser capaces de hacer un producto coherente pero que sepa articular y armonizar los diferentes ritmos, las velocidades, que deben coexistir en un diario.

Delicatessen impreso frente a la noticia rápida, una joya diaria para mimar a nuestros mejores y más fieles lectores. Que estén orgullosos de llevarnos bajo el brazo.

Has ganado un premio a tu trayectoria por tus divertidas, inteligentes y bonitas portadas de Metrópoli. También has ganado grandes premios por la narrativa de noticias en las páginas de El Mundo, en particular por el enfoque visual del aniversario de los atentados del 11-M en Madrid. ¿Cómo es tu dirección de arte en este tipo de noticias, tan diferente al entretenimiento y estilo de vida de las revistas?

Metrópoli ha sido, y es, un gran banco de experimentos. En general, las revistas en las he trabajado lo son. Podría decir que he estado casi treinta años entrenándome para este momento. Ahora puedo tratar la información diaria con el respeto y la dedicación que se trata a los reportajes semanales o mensuales. Es como tener un “metrópoli” cada día. Cada página es una portada. La oportunidad de hacer magia con noticias de actualidad, con fotografías de actualidad y, a veces, sacar jugo al hecho de no tener nada: ilustrar solo con tipografía. La noticia se ilustra a ella misma.



No es muy diferente explicar gráficamente un suceso o una catástrofe natural a contar la sinopsis de una película de cine negro o policíaco; o una entrevista a una portada de revista dedicada a un protagonista de una superproducción de Hollywood. Todo son historias en las que hay personas involucradas. Y todas esas historias que hay que explicarlas a los lectores. Las unas son de ficción, estas son reales. Pero todo son historias. Nosotros vivimos de contar esas historias.

¿Cuánto tiempo puedes seguir invirtiendo en Metrópoli?

El mismo de antes. Saco tiempo de donde puedo y, si es necesario, de mi tiempo libre. Sigo considerando a Metrópoli como un regalo de Dios, un juguete, una afición más que un trabajo. Es una bendición poder usar ese espacio cada semana y contar con algunos de los mejores profesionales del mundo que están deseando publicar en ese trozo de papel. Envidiaría a cualquier profesional que tuviese la oportunidad de hacer esas portadas semana tras semana…y ya va para más de veinte años.



“Escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida.” Confucio

¿Qué rol tiene el trabajo en el área digital dentro de tu jornada habitual? ¿Inviertes mucho tiempo el en el área digital, y en caso afirmativo, en qué tipo de trabajo?

El diseño digital, de momento, no me ocupa un porcentaje de tiempo muy alto. Creo que es un mundo que ofrece un campo enorme de posibilidades pero adolece de poco rigor tipográfico, escaso control de la ubicación exacta de elementos informativos y exceso de publicidad, mucha de ella invasiva. Si a eso sumamos que, además, su diseño externo e interno ha de servir para múltiples soportes digitales (responsive), el reto es aún mayor.



El problema, común en todas las webs, es que su diseño sigue dominado por técnicos e ingenieros sin conocimientos informativos y con casi nulas nociones de tipografía o edición fotográfica. Lamentablemente el diseño digital convencional (webs de diarios) está a años luz del diseño editorial impreso. Falta de jerarquía, falta de precisión gráfica y de relación entre noticias. Funcionan más como un almacén de noticias que como un producto informativo elaborado profesionalmente. Siempre existe una justificación técnica para poder decir que no es posible hacer tal o cual cosa.

Hay un rechazo casi físico a que los diseñadores de prensa intervengamos en la creación y desarrollo, en la traslación de la información de papel a web. Son dos soportes diferentes, dos contenedores diferentes pero trabajan con el mismo contenido: la información.


Los códigos, el lenguaje, el método, los envoltorios, deben estar siempre en manos de diseñadores no de técnicos. La labor de estos, fundamental, es dar soluciones a los retos estéticos e informativos que les planteemos desde las redacciones.

Con una web no eres capaz de hacer la “fotografía” de un día; las historias antiguas se mezclan con las recientes, los géneros se entremezclan, las secciones se confunden. Es un periodismo urgente, descolocado. Se leen noticias aisladas, no medios en conjunto. La capacidad de relacionar historias se pierde. Así como la jerarquización de las noticias. El diseño informativo desaparece. La portada como tal deja de tener sentido.

Es un consumo de noticias “crudas”, pues se llega a la noticia directamente a través de enlaces de redes sociales; noticias descontextualizadas del resto, con la edición justa y sin cuidado por el detalle.

La noticia sin su empaquetado profesional se convierte en “materia prima”, vuelve al origen y se deja en el camino muchas décadas de enriquecimiento, de edición gráfica, de valoración.

Como Director de Arte, parte de tu trabajo es la excelencia, motivación y creatividad de otros. ¿Cómo mantienes tu propia motivación y creatividad en niveles tan altos?

Hay que contagiar la emoción por el trabajo al equipo. Todos han de sentirse parte del producto, coautores, partícipes del éxito. Y, también, hay que ser generosos con los errores, pues es parte del aprendizaje. La parte más difícil es hacer cambiar de mentalidad. Hacerles ver y creer, sobre todo, que es posible hacer las cosas de otra manera. Que hay que saber manejar los principios básicos de la maquetación para poder hacer diseño editorial de altísimo nivel.



Tenemos que crear reglas muy estrictas: formatos rígidos para cualquier tipo de contingencia, con todas las posibilidades contempladas y sus correspondientes soluciones gráficas sistematizadas. Luego, esas estrictas e inquebrantables reglas, hay que tirarlas a la basura y reinventarlas cada día.

La creatividad mejora con el uso. La práctica continua mejora los resortes para relacionar problemas y soluciones y, con ello, muchos recursos surgen casi espontáneamente. La creatividad nunca decae, sino que mejora con el tiempo. Y, además, es contagiosa. El equipo se empapa y se esfuerza en conseguir soluciones ingeniosas a asuntos banales.

lunes, 21 de diciembre de 2015

De derecha a izquierda pasando por el centro

Lo barruntaban las encuestas y lo han confirmado las Elecciones Generales. España ya no es la cuna del bipartidismo. España es un país de, al menos, cuatro partidos fuertes. Se acabaron las mayorías absolutas y los líderes del PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos tendrán que pactar para conseguir que uno de los cuatro sea presidente del gobierno.


Y pactar significa gestionar los puntos clave de los programas para dar, quitar, sumar, restar, ceder o presionar para llegar a un acuerdo. Programas que, según los analistas políticos, definen en una posición en el espectro político a cada partido, a pesar de que alguno se resista a ello. El PP en la derecha, el PSOE en el centro izquierda, Podemos en la izquierda y Ciudadanos en el centro derecha.

Plasmar esto gráficamente es complicado…excepto si cuentas con los excepcionales dibujos que Ricardo Martínez hizo de los cuatro candidatos y con la flexibilidad del rediseño estrenado hace poco más de un año.



Los brutales retratos de Ricardo Martínez publicados en El Mundo


Lucía Méndez, Jorge Bustos, Emilia Landaluce y Enric González son los grandes periodistas que se iban a encargar de perfilar a estos cuatro líderes políticos en otras tantas dobles que se iban a publicar en días alternos en la sección de Nacional de El Mundo.

El orden de publicación sería Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias.

Los brutales retratos de Ricardo permitían repetir la misma maqueta para los cuatro, haciendo la misma edición para los cuatro. Pero esa no era la intención desde el principio. Se quería contar, desde el aspecto gráfico, en qué espectro político estaba cada partido.

Se optó por colocar a cada candidato en la parte de la página que representaba su ubicación ideológica. No sólo hacer un retrato literal, que montara y sostuviera fuertemente unas dobles impresionantes desde el punto de vista gráfico y de contenido.

Rajoy situado a la derecha de la página; Sánchez, en el centro izquierda; Rivera en el centro derecha; e Iglesias en la izquierda

También contar algo desde el aspecto de la edición gráfica, del diseño periodístico. Rajoy ubicado a la derecha de la doble; Sánchez en el centro izquierda; Rivera en el centro derecha; e Iglesias en la izquierda. Hacer algo que venimos contando aquí desde hace tiempo: maquetar es informar.


martes, 30 de junio de 2015

"Un 10% de potra"
Enrique Meneses. La vida de un reportero



Decía, dice, Enrique Meneses que "este oficio [el de periodista en general, y el de fotoperiodista en particular] está compuesto por un 70% de paciencia, un 20% de profesionalidad, y un 10% de potra". Dice tantas cosas... muchas de ellas que yo no conocía. Conocíamos sus imágenes más conocidas, las de Sierra Maestra con Fidel Castro y el Che en los momentos iniciales de su revolución cubana durante cuatro meses de 1957 en los que fue el único periodista cubriendo aquel acontecimiento histórico, autor de aquella exclusiva mundial; las de la mítica marcha en 1963 en la que Martin Luther King pronunció su emocionante "I have a dream" desde las escalinatas del monumento a Lincoln en Washington ("yo era el único español que estaba allí", nos dice Meneses).

Nos dice Meneses que "hay que ser fuerte con los fuertes y débil con los débiles", que "hay que dar voz a quien no la tiene", periodista comprometido con lo que cuenta a quien no le interesa esa falsa objetividad en la que suele disfrazarse la hipocresía; y nos dice muchas cosas más en los rótulos de cada una  de las imágenes de esta maravillosa exposición: "Enrique Meneses. La vida de un reportero". Léanlos todos y cada uno de ellos, rían abiertamente, emociónense con ellos si el periodismos en su faceta más pura y canalla les apasiona, como a mí. Todavía hay tiempo, está abierta hasta el 26 de julio en el antiguo depósito de agua de la calle Santa Engracia de Madrid, un lugar que te envuelve, perfecto para entrar en el mundo de Enrique Meneses, en lo que nos dice con sus fotografías y los textos impagables que las acompañan.





Presentación de la exposición a cargo de su comisario, el gran fotoperiodista Chema Conesa:



Su vida es otra historia. Casi más fascinante que lo que cuentan sus fotografías, imágenes con los acontecimientos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Hay que ver el documental de la primera planta de la exposición y escuchar al propio Meneses relatando su periplo por África "buscando una negra en pelotas de la que Jaimito Bailén [su amigo íntimo y compañero de correrías en sus inicios] se había enamorado tras verla en una fotografía de Paris Match". Salieron de El Cairo y recorrieron miles de kilómetros hasta el sur de Sudán. "Nos acusaban de esclavistas cuando preguntábamos por esa negra en pelotas... No la encontramos, claro". Sobre la que montó para cubrir el peligrosísimo cerco de Sarajevo, su último trabajo en 1993, sexagenario y gravemente enfermo, no voy a desvelar nada... Es mejor escucharle a él.



Salgo del antiguo depósito de agua del Canal de Isabel II junto a mis muy queridos Concha Fernández y Luis Blasco de ver juntos esta emocionante exposición del maestro Meneses con la sensación de haber disfrutado mucho más de lo que suponía que lo iba a hacer, queriendo ver más fotos de él, escuchar más historias sobre su vida y convencido de que se necesita algo más que "un 10% de potra" para hacer lo que Enrique Meneses hizo y nos ha legado a quienes amamos el periodismo.

Más exposiciones fotográficas actualmente en Madrid:


jueves, 14 de mayo de 2015

Revista 5W, apuesta por lo digital...y el papel

El periodismo sigue interesando. La gente quiere seguir consumiendo buenas historias. Hay múltiples pruebas de ello. El último ejemplo de ello es la Revista5W, fundada por un grupo de periodistas españoles y enfocada en la información internacional. En poco más de 48 horas habían logrado su objetivo de crowfunding para arrancar un proyecto, con vocación visual, tanto en papel como web. Porque lo uno no quita lo otro. Porque se trata de sumar, no restar. Un ejemplo más de que la información, bien contada, y en todos los formatos posibles, sigue teniendo cabida en la era de los 140 caracteres.

Hablamos con Agus Morales, uno de sus fundadores, sobre este proyecto de Crónicas de Larga Distancia


Agus Morales, de Revista5W


¿Por qué una revista en papel? ¿Cómo será esta revista en papel, os inspiráis en alguna otra revista? 
Queremos que el lector haga un espacio en su estantería para nuestra revista en papel. De ahí también que planteemos una revista anual: queremos cuidar el diseño, la imagen y los contenidos. Creemos que hay un público que sí que está dispuesto a pagar por una revista de este tipo, que aguante el paso del tiempo. En el ámbito de la información internacional, nos gustan revistas como Revue XXI, lo cual no quiere decir que nos vayamos a fijar en ella desde el punto de vista estético. 

¿Quién hará el diseño? ¿Nos puedes adelantar algo del diseño de la misma? 
Nuestra campaña de micromecenazgo empezó hace poco  y aún no tenemos definido quién se encargará del diseño de la revista en papel, pero ese es un ámbito en el que queremos marcar la diferencia.

¿El diseño de la web cómo va a ir enfocado? ¿Va a tener una integración visual con el diseño en papel o va a ser totalmente diferenciado?

Aunque web y papel son formatos diferentes, queremos encontrar la forma de que ambos espacios guarden una coherencia estética. El diseño de la web está bastante avanzado, se está encargando de él Alex Català

¿La web va a ser cerrada para el que no sea suscriptor?
No, será abierta. Los socios (suscriptores) recibirán antes los contenidos en profundidad. También les enviaremos un resumen mensual de información internacional, con contenidos que publicamos nosotros y otros medios. Les ofreceremos productos adicionales, como por ejemplo podcasts. Y la revista en papel, claro, que está incluida en la cuota anual. La idea es formar una comunidad que crea en el proyecto, que se sienta partícipe y que reciba la información internacional en distintos formatos.

Foto: Juan Carlos Tomasi


En pocas horas habéis conseguido vuestro objetivo del crowfunding en Verkami, qué os supone esto. Con el dinero que habéis recaudado, ¿cuántos números o reportajes tenéis pensado sacar?

El dinero recaudado hasta ahora, junto a nuestra inversión inicial y la que llegue de pequeños inversores, solo nos permite cubrir 2015. Eso quiere decir llenar la revista en papel (un número) y actualizar la web con contenidos durante este año. No solo trabajaremos reportajes sino entrevistas, perfiles y otros géneros periodísticos. Pero a medio plazo tenemos que abrir más vías de financiación para hacer viable el proyecto. 


¿Cómo surgió la idea de crear una revista de grandes reportajes internacionales?

La idea nació de un deseo común de profesionales dedicados a la información internacional de crear un espacio específico para impulsarla, con atención a la narración y a la imagen. Ha sido un proceso natural de convergencia, había una necesidad en ese campo, tanto de los profesionales que se dedican a ello como del público.


¿Quiénes forman el equipo de 5W y cómo se va a distribuir el trabajo, porque no tenéis un director como tal, verdad? Si no tenéis director,¿cómo vais a decidir qué temas se publican?

Los fundadores del proyecto son Xavier Aldekoa, Mikel Ayestaran, Igor G. Barbero, Maribel Izcue, Agus Morales, Pablo R. Suanzes, Anna Surinyach y Quim Zudaire. Contamos también con una red de una treintena de colaboradores. En la página de la campaña se pueden consultar la función de los fundadores y el nombre de los colaboradores. La coordinación de los contenidos recae sobre Agus Morales, que cuenta con el apoyo de los encargados de cada área geográfica (Xavier Aldekoa, África; Igor G. Barbero, Asia; Pablo R. Suanzes, Europa; Mikel Ayestaran, Oriente Medio) y de los responsables de distintas áreas (Anna Surinyach, audiovisual, y Quim Zudaire, web). 


¿Cuál va a ser vuestra estrategia en las redes sociales?

Las redes sociales están derrumbando el muro entre el público y los informadores. Queremos aprovechar eso y explotar la cercanía para afrontar uno de nuestros principales retos: acercar la información internacional al lector. En cuanto a los contenidos que divulgaremos en redes, no haremos un seguimiento de toda la actualidad internacional como si fuéramos una agencia de noticias, pero sí que apostaremos por determinadas crisis y, sobre todo, ayudaremos al público a entender las noticias con nuestros propios contenidos pero también recomendando artículos e incluso a personas a las que seguir.


Estáis enfocados en la información visual, ¿creéis que va por ahí el futuro del periodismo? ¿Se ha abandonado la información internacional en la prensa española?
Para transportar a alguien a lugares recónditos del mundo, el apartado visual es fundamental. Es el futuro y también el presente. El reto es que la imagen no solo sirva para causar un impacto emocional, sino sobre todo para explicar y contar historias. Eso lo queremos trabajar. En cuanto a la prensa española, la inmensa mayoría de nosotros trabaja o ha trabajado en algún momento para grandes medios. Se publican grandes reportajes en la prensa española, también en las páginas de Internacional. Pero sí que es verdad que hemos visto un nicho, una necesidad de ir más allá. Lo que estamos creando es un espacio específico para tratar la información internacional a nuestra manera, y eso muchas veces significa dar cabida a temas que no tienen sitio en el actual mapa de los medios de comunicación.

martes, 5 de mayo de 2015

Así se hace una portada

Es la página más importante del periódico. La más vista, la más leída, la más comentada. La que ven aquellos incluso que no compran el periódico. La que comentan en las teles, en las radios, incluso en las redes sociales, donde noche tras noche twitter se llena de primeras páginas de cientos de periódicos impresos. En papel. 

Y también es la página que, por lo general, más tiempo lleva hacer,  la página [casi] sin reglas. Porque en ella se cuida todo al milímetro, textos, cortes de foto, publicidad, títulos. Y porque en ella intervienen muchas personas, aportando ideas, cambiando títulos, levantando temas, poniendo otros. Porque la portada puede llevar 20 minutos hacerla o toda una tarde, hasta bien entrada la noche. Porque puede parecer cerrada y cambiar en un minuto completamente. Porque lo que iba abriendo el periódico puede desaparecer de la portada en menos de lo que tardas en escribir un tuit. Porque la portada del periódico es... LA PÁGINA.

Y así la hacemos.



En este vídeo hemos resumido una portada sencilla, sin muchos cambios. 45 minutos de trabajo condensados en poco más de minuto y medio.

jueves, 15 de mayo de 2014

Periodismo comprometido, periodismo incómodo: una tarde de mayo con Joe Sacco, Paco Roca y Gervasio Sánchez

Gervasio, Joe y Paco, mano a mano.
Guerra. Exilio. Violación. Matanza. Víctima. Corrupción. Desamparo. Olvido.

El periodismo debe estar cerca de la verdad, de la gente que lo pasa mal, de las víctimas”, decía una vez el reportero Ramón Lobo. Nos viene a la mente el término “periodismo comprometido”, y uno se sorprende al razonar que todo periodismo debería ser comprometido; comprometido con esa verdad (¿quién la posee?), con esos que sufren, con los olvidados, con los marginados, con los perseguidos, con los incomprendidos. ¿Objetividad? Dejemos ese debate para otro día. Uno se pregunta si hoy en día existe periodismo que no sea comprometido, y la afirmación consiguiente es tan obvia y rotunda que uno entrevé un rictus amargado por el presente y futuro de nuestra profesión. Pero siempre habrá “quijotes” para luchar contra gigantes, o simplemente PERIODISTAS en el sentido más maximalista de la definición, aunque la Real Academia Española sea tan parca al afirmar que periodista es aquél que se dedica a informar a través de un medio de comunicación. Habría que añadir que “nada más y nada menos”.

Las últimas obras de los tres autores.
Entre la mediocridad refulgen los verdaderos profesionales. Y uno entiende rápidamente la diferencia. El martes 13 por la tarde se produjo uno de esos encuentros excepcionales en Madrid. En el Auditorio Sabatini del Museo Reina Sofía concurrieron el dibujante valenciano Paco Roca (Premio Nacional de Cómic 2008), el periodista y reportero gráfico cordobés Gervasio Sánchez (Premio Nacional de Fotografía 2009) y el que supondría un híbrido de ambos: el periodista y dibujante maltés Joe Sacco. La excusa era presentar las últimas obras de este último, tanto ese retablo encomiable sobre el primer día de la Batalla del Somme en la I Guerra Mundial que supone ‘La Gran Guerra’ (publicado por Reservoir Books) como ‘Srebrenica’, un cómic web para tabletas, financiado mediante micromecenazgo, realizado en exclusiva para Acuerdo y que suponía el retorno del autor a Bosnia 18 años después del infame genocidio.


The Great War by Joe Sacco from WW Norton on Vimeo.



Srebrenica, un cómic digital de Joe Sacco from Acuerdo on Vimeo.


Esa era la excusa, pero realmente no se presentó ninguna obra. Se habló. Se conversó. Se reflexionó. Y mucho. Periodismo. Guerra. Ética. Responsabilidad. Vida. Tanto Paco Roca como Gervasio Sánchez admiran a Sacco, y no lo ocultaron, pero el encuentro no se convirtió en un panegírico laudatorio del ilustre invitado, sino en un delicioso retrato a tres bandas sobre el estado de la profesión periodística, el poder de medios como la fotografía o la historieta para narrar realidades y el fracaso del género humano como civilización. Que Sánchez compartiera sus visiones como periodista y que hubiera visitado y documentado fotográficamente algunos de los lugares que Sacco transitara en la génesis de sus obras, y el hecho también de que Roca pudiera compartir con Sacco idéntica posición como dibujante de historias, enriquecieron sin duda la profundidad e interés del debate.

Tras un breve apunte inicial de Paco en el que certificaba que el mérito de Joe es ser fiel a la realidad y poder contar los hechos en base a dibujos, el “fuego amigo” lo abrió Gervasio para presentar a Joe con un texto en el que afirmó la honda impresión que causa el equilibrio entre honestidad y deber de sus obras. Lo vinculó con Francisco de Goya: “Si viviese hoy sería fotógrafo de conflicto o quizá un ilustrador como Joe Sacco”. Entre las principales características del trabajo de Joe, Gervasio señaló el dibujo, su maravillosa cadencia, la empatía con las víctimas y la huída de la comodidad. Joe baja al terreno de los muertos y los héroes anónimos con humildad, “pero sin objetividad, ese maldito dogma que equipara la equidistancia y la veracidad”. Aprovechó para dejar clara su opinión sobre determinados periodistas de conflicto incapaces de empatizar con las víctimas pese a sus conocimientos, sin apenas salir del “hotel para periodistas” y sin haberse implicado emocionalmente. Gervasio entonces citó ese monumental ‘La Gran Guerra’, un alucinante pliego de 26 páginas desplegable en acordeón, de 7,3 metros de largo, sin textos ni anotaciones, que funciona como una única ilustración continua. Al respecto, Gervasio indicó que Joe había vuelto a conseguir la esencia gráfica, convirtiendo a las víctimas en la única verdad incuestionable de las guerras: “Joe Sacco huye de la retórica e intenta comprender lo atroz sin negarlo, comprendiendo así la realidad”, y rescatando unas palabras del propio Joe de 2009 remató: “Las personas que viven debajo de los titulares son las que de verdad importan”.




'La Gran Guerra' (Sacco, 2014).
Recogiendo esa vinculación con Goya que adelantaba Gervasio en su presentación, Joe se mostró impresionado por 'Los fusilamientos del 3 de mayo' -del que precisamente se cumplen 200 años-, óleo que admiró en el Museo del Prado. “Hoy aún se repiten escenas de ese tipo, parece que la humanidad no aprende nunca”, azotó para escarnio de todos. Paco intervino para señalarle la relación entre cómic y prensa, pues existe un sentimiento de que el cómic -el vilipendiado tebeo- debe ser sólo entretenimiento, humor; aunque sí es cierto que el cómic periodístico empieza a coger valor y a recibir un cierto apoyo. Joe recogió el guante diciendo que con ‘Palestina’ le costaba mucho explicar lo que estaba haciendo: “Estoy dibujando tu sufrimiento”. En Sarajevo, por ejemplo, los lugareños estaban cansados de tanta entrevista con periodistas extranjeros, pero no se veía así a un dibujante. Cuando viajó a Gaza, “en vez de tener vergüenza por mi trabajo, me llevé ‘Palestina’ para que vieran lo que hacía. Lo entendían claramente, reconocían los hechos porque no eran textos en inglés, sino dibujos”. Es optimista porque los editores confían cada vez más en este tipo de obras, citando el sector en Francia como especialmente potente. Sobre la complicidad entre un dibujante y el protagonista que le planteó Paco, Joe afirmó que le interesa un periodismo de escaso impacto en la escena, acertando al describir que ante una cámara la gente cambia, mientras que un dibujante es noticia la primera semana, pero “luego eres aburrido y se olvidan de ti”.

Gervasio equiparó su modo de sumergirse con el de Joe, aclarando que, en su caso, las fotos buenas aparecían años después, cuando su presencia ya no era advertida. Su crítica más lacerante fue para determinados periodistas muy significados (citó sin nombrar a una reportera del Sunday Times y no pude dejar de pensar en la difunta Marie Colvin) que al buscar SU historia “son capaces de preguntar obscenamente a una chica, a bocajarro, cuántas veces la habían violado”. Eso provocaba que a periodistas como Gervasio les pudieran echar a patadas por culpa del trabajo previo de esos otros periodistas. Reflexionó sobre que el periodismo también actúa con violencia cuando usa su prestigio para desprestigiar. El fotógrafo le inquirió a Joe si se había sentido censurado en los medios de EE.UU., en concreto refiriéndose a posibles presiones del lobby judío ante obras como ‘Palestina’, y Joe negó haberlo sentido así. Explicó que sí era cierto que algunos medios estaban dispuestos a dar cobertura y hacerle una crítica a 'Notas al pie de Gaza', entre ellos The New York Times, pero determinadas organizaciones no; sin embargo, con ‘La Gran Guerra’, historia más lejana en el tiempo y en el espacio, las mismas organizaciones sí se mostraron interesadas. Joe empezó a dudar de la objetividad del periodismo realizando ‘Palestina’; de niño, sólo por ver la televisión, creía firmemente que los palestinos eran terroristas. Afirmó que el “periodismo objetivo americano” presenta los hechos, pero no el contexto, lo que redunda en ideas equivocadas, un camino que no le interesa. Él pretendía que el lector supiera de qué lado estaba él mismo, pero no por eso iba a presentar a las víctimas como ángeles sin defectos. 

Paco planteó la dificultad de combinar el rigor periodístico con el reto de enganchar al lector hasta el final. Joe sacó su vena más periodística al contestar que para él lo más importante es ser honesto (que no objetivo) y no tomar atajos, sacrificando la agilidad a cambio de ser preciso, sin cambiar hechos ni citas. “Quería llegar a la verdad. Soy una persona comprometida”, aseveró. Intenta que los dibujos no salgan de su imaginación, pergeñando bocetos in situ hasta que los testigos le confirman que así era o así sucedió todo. Aclaró, eso sí, que el dibujo no es una fotocopia de la realidad, sino su interpretación de la misma, ya que las ilustraciones son muy subjetivas por definición. Nótese ese fino límite y contraste entre subjetividad y ficción. El resto del proceso consiste en dibujar definitivamente partiendo de esos bocetos y fotografías.

'La Gran Guerra' (Sacco, 2014).
¿Qué motiva a alguien como Joe Sacco? ¿Cómo criba entre historias y las planifica? La duda de Gervasio la responde Joe recordando los 7 años de gestación de ‘Notas al pie de Gaza’, confesando: "Tienes que confiar en la persona que eras cuando tomaste la decisión, cuando te planteaste qué hechos te enfadaban". Y cuando se decanta, admite que no se quita el viaje de la cabeza. “Es como elegir una chica”, bromeó. También acertó Gervasio al preguntarle por su condición de emigrante como impedimento o ventaja a la hora de interpretar la realidad; Joe rememoró sus inicios, cuando odiaba el periodismo porque no había temas interesantes que destacasen, cuando primaba el negocio. Quería conocer la realidad por sí mismo, aprendiendo con cada viaje a comportarse sobre el terreno y “a descubrir lo que puedes y no puedes hacer”. Paco explicó con admiración cómo él tardó dos años en poner a punto su magnífica ‘Los surcos del azar’ (historia sobre La Nueve, la compañía del Ejército de la Francia Libre formada por exiliados republicanos españoles que lucharon contra el fascismo en la II Guerra Mundial y que fueron los primeros en entrar en París para su liberación), mientras el historiador que investiga sobre el mismo tema, que le sirvió de ayuda y soporte, lleva diez años y sin visos aún de concluir… Esto puso sobre el tapete el riesgo del dibujante de no saber cuándo parar. Joe admitió que es triste no poder narrar todas las historias que le contaban, pero que hay que tener al lector en mente. Inesperadamente, anunció que su próximo proyecto estará versado sobre Mesopotamia: “Los arqueólogos dedican su vida entera a piezas claves pero muy pequeñas del puzzle, por lo que ellos sí que deben de elegir bien el proyecto”.

Una de las características más reconocibles del estilo de Joe es la narración en primera persona, algo que puede verse desde sus primeros trabajos autobiográficos (por ejemplo, su periplo con una banda de rock y hasta alguna historia sentimental). “Hay cosas que ocurren que no podría contar si no saliera yo en los cómics”, relata como muestra de honestidad (una vez manifestó ser “el filtro y la lupa”), pero Joe admite que no piensa mucho en ello. Más adelante le dio un punto de vista periodístico a las historias porque era lo que había estudiado. Narró cómo había gente en Bosnia que le pedía que llevara cartas a sus seres queridos, experiencia por la que también pasó Gervasio. Y hablando de ese nuevo cómic web llamado ’Srebrenica’, Gervasio, conocedor del terreno, afirmó admirado que Joe había llegado a “la esencia del drama”, certificando que estaba muy bien documentado, y que había comparado imágenes suyas con los dibujos de Sacco sin encontrar fallos. Incidiendo en la precisión documental de ‘La Gran Guerra’, Joe explicó que había buceado especialmente en los archivos del Museo Imperial de la Guerra de Londres, donde recopiló cerca de 700 fotocopias sobre aspectos no presentes nunca en los libros de Historia, tal y como explica, por ejemplo, en este artículo traducido de The Guardian. “Como decimos en el periodismo, el detalle importa”, recalcó con acierto. Gervasio quiso recomendarle dos temas a Joe para próximas obras: la violencia contra la mujer o la violación como arma de guerra por un lado y la sempiterna Guerra Civil española por otro (“tienes tiempo hasta el centenario en 2036”, le bromeó Gervasio; “Es un tema terrible y muy interesante, la típica historia que le recomienda un periodista a otro”, contestó divertido Joe), ambos temas sugerentes y ambiciosos. 

'Srebrenica' (Sacco, 2014).
Cuando llegó el turno del público éste se interesó por la financiación de sus obras. Joe llegó a Palestina con apenas 1.200 dólares y compartía casa (nunca hotel) con otras personas mientras él trataba de hacer su trabajo. Esta convivencia facilitaba la inmersión en la situación de los palestinos. Esta integración practicada también por otros periodistas como Gervasio permite al profesional conocer la realidad que quiere retratar de primera mano. Para su trabajo en Bosnia, tras un mes intentando encontrar financiación de alguna revista o editorial neoyorquina sin obtener éxito, se trasladó a Berlín, reducto de historietistas, donde mediante pequeños trabajos y la venta de originales consiguió los fondos necesarios. La fama que fue consiguiendo trabajo tras trabajo le permitió preparar mejor los viajes y pagar las facturas con mayor comodidad. 

Joe aplica a nivel visual perspectivas profundas, panorámicas, intentando mostrar la mayor información posible en sus fondos y desplegando el mayor ruido disponible (puso como referencia ‘El jardín de las delicias’ de El Bosco, también presente en El Prado). 

Los referentes ideológicos que Joe nombró fueron George Orwell (’Homenaje a Cataluña’), Edward Said y Noah Chomsky: “Me abrían avenidas que no transitaba leyendo periódicos americanos”. Además dejó caer que se sitúa entre el marxismo y el anarquismo, “sin creer en sus soluciones, pero paseando entre ambas según el día”. Aún no le han acusado de ser proterrorismo en EE.UU.: “Todo llegará, pues cada vez los gobiernos son más autoritarios”, bromeó. La idea de Joe es cuestionar al poder desde el periodismo y ser su opuesto, pero reconoció que en EE.UU. si quieres acercarte al poder tienes que ser amable con él o seguir su ideario.

Es interesante reseñar el papel del cómic como herramienta pedagógica, y Joe Sacco tiene la suerte de que muchas universidades estadounidenses adquieren sus cómics. Como Gervasio señaló, Joe no pudo pagar las facturas relajadamente hasta cumplir los 40 años: “Ser pobre es una suerte, porque cuesta más salir adelante y hay mayores obstáculos, pero tu trabajo te lo agradece”, explicó Gervasio,Joe estuvo de acuerdo: “Agradezco los sacrificios pasados”. La motivación de estos profesionales es un tema crucial; Joe contó que al preparar ‘Palestina’ constató que el trabajo de los periodistas americanos había sido erróneo. “La ira es un sentimiento infravalorado, pero es un sentimiento válido”, sentenció sobre lo que le movía a realizar su labor. Gervasio, por su parte, añadió que una sociedad sin (buen) periodismo supone un triunfo del poder, siendo el periodismo tan necesario como la sanidad o la educación. Lamentó que, en su opinión, en España no haya buen periodismo actualmente y, tal y como hizo hace unas semanas en el Matadero de Madrid en la presentación del documental homónimo sobre su trabajo, se mostró descreído: “Nadie va a cambiar nada ya. Yo, sinceramente, trabajo sólo para salvaguardar mi propia conciencia”. A esas alturas, a Paco Roca le habían requerido otros compromisos, por lo que no pudimos oír su opinión al respecto. 

Rostros y gestos en 'La Gran Guerra'.
Para rematar, Joe afirmó que intenta ayudar a la gente a ver y que trata de ser lo más fiel posible a la realidad, para evitar así el patetismo o lo gracioso a la hora de plasmar un dibujo, aunque le resulta difícil decir si en verdad lo consigue. Al fin y al cabo, lleva al lector a un lugar en el que solo están el torturador y su víctima. ¿Cómo dibujas a una persona normal -su cara-, que en su día también era un civil, matando a otra persona normal, a otro civil, sin saber lo que piensa? Eso le resultaba confuso y confesó que le costó especialmente dibujar las caras de soldados matando en Palestina. “Supongo que sólo puedo pintar a una persona cualquiera, alguien que únicamente cumple órdenes, pero que no puedo llegar a comprender”. Joe admite que aún debe reflexionar y profundizar sobre ese aspecto de la Naturaleza Humana. Gervasio concluyó recordando una vez más cómo la guerra lo desfigura todo y que ahí aparece el lado inhumano de las personas, ese que impele a quienes no habrían matado “ni a una mosca tiempo atrás” a asesinar a sus semejantes al considerarlos enemigos de su supervivencia.

Seguimos anhelando que encuentros así sigan prodigandose. Gracias Joe. Gracias Gervasio. Gracias Paco. Por la cultura. Por el periodismo. Por la honestidad. Por la vida.

Autorretrato made in Sacco.