miércoles, 13 de febrero de 2008

La masificación del arte

El caso es quejarme, pienso de mí. Porque cuando hace ya unos años visitaba cualquiera de las exposiciones de arte en mi ciudad, en Madrid, recorría solitario los pasillos y llegaba a casa lamentando el poco interés de mis semejantes por la cultura y ahora, sin embargo, aborrezco la masificación de estas muestras "fundamentales" que nos ofrecen cada muy poco, cada vez más poco, para que adoremos las obras de Velázquez, de Modigliani o de Picasso entre empujones, comentarios inteligentes, el calor de los abrigos y sin salirnos de la fila que las simpáticas cuidadoras nos obligan a seguir con sus amables gruñidos, especialmente atentas las que contrata el Reina Sofía. Todo un arte encontrar empleados tan poco interesados por el arte.




Esta es la manera de entrar a la exposición sobre Picasso que acaba de abrir el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía con el título "La colección del Museo Nacional Picasso París". Lo de siempre desde hace un tiempo, desde que el arte, no, más bien desde que ir a exposiciones de artistas famosos, se puso de moda. Tan de moda que el museo parisino ha decidido hacer obras y que nosotros se las paguemos, porque mientras cierra para ampliar salas y futura venta de entradas, su colección viajará por el mundo recaudando allí donde vaya: tres millones de euros, para empezar, aporta el Reina Sofía a las obras del museo de París, y para ello, conviene vender muchos tickets también aquí, conviene que apenas puedan verse los cuadros entre la turba que atesta sus salas, aunque de instituciones públicas dedicadas a la cultura estemos hablando. Curiosamente en Madrid, son estas instituciones públicas las únicas que cobran por acceder a la cultura mientras que la mayoría de las galerías de arte, fundaciones e instituciones culturales privadas (incluida la ejemplar "Casa Encendida") ofrecen el acceso de modo gratuito. ¿Caerá algún político en la cuenta y propondrá el gratis total a la cultura en esta campaña electoral que más parece una subasta de quién ofrece más?





Hasta el 5 de mayo podremos "disfrutar" de las obras que el propio Picasso conservó con él hasta su muerte y que la familia donó después al estado francés en 1979 como parte del pago de impuestos de sucesión (el dinero, de nuevo) para que abrieran en 1985 el Museo Picasso de París que ahora se renueva, renovamos. La exposición está dividida en cuatro espacios cronológicos repartidos entre el antiguio edificio del Reina Sofía y la ampliación que diseñó el arquitecto francés Jean Nouvel. La fuerza de las pinturas se diluye entre tantos visitantes apiñados pero hay dibujos asombrosos, un "Autorretrato" de 1901 colgado junto a "La Celestina" (1904), la curiosidad de ver las últimas obras que hizo antes de su muerte, o el "Retrato de Olga en un sillón" de 1917 que por un momento casi me hacen olvidar a estas molestas guardianas empeñadas en que nos apartemos de los lugares señalizados para ver los cuadros -hay una línea o un cordón pero insisten machaconamente en que nos retiremos una baldosa más ¡¡¡¿?!!!- o en que a nadie se le ocurra hacer una fotografía -¿por qué no toma nota el Reina Sofía de lo que hace el Moma de Nueva York y tantos otros grandes museos en este sentido?, seguro que siguen vendiendo postalitas, pósteres y libros a precios desorbitados a la salida aunque la gente haga fotos con sus camaritas digitales o los teléfonos móviles-.
Una maravilla y yo quejándome, como siempre. Claro que también nos podrán argumentar que es mejor que el arte llegue a cuantos más, mejor; y nada podremos objetar a eso, salvo que pongamos en duda si el arte está llegando a alguien de esta manera. Anímense, todavía cabe alguno más allí, apretándonos un poco más... por favor... quiero salir...

lunes, 11 de febrero de 2008

Diseñario (IV)

Nueva entrega del Diseñario elaborado por el comité de expertos en exclusiva para encajabaja, obra irreverente, colectiva y abierta a la participación de cuantos quieran aportar ideas a través de comentarios o de nuestro correo electrónico.




Blog. Esto.

Bodoni. Uno de los sinónimos de belleza. Un tipo de letra. Si hubiera que ponerse de acuerdo en elegir cuál es el tipo de letra más bello jamás diseñado, sin duda el alfabeto grabado por el cavaliere Giambattista Bodoni aproximadamente en 1790 resultaría el elegido, pero no hay que ponerse de acuerdo, los numerosos elogios de los grandes tipógrafos que le sucedieron, de artistas y amantes de la cultura en general desde hace más de dos siglos bastan. No obstante, seguro que habrá algún memo de esos de "pues a mí no me gusta".
El muy ilustre caballero Bodoni nació cerca de Turín, en Saluzzo, en 1740, y murió en Parma en 1813, ciudad que le acogió y en la que instaló su taller de fundición de tipos y donde después dirigió la imprenta real nombrado por el Duque de Parma, ubicada en el palacio que ahora es Museo Bodoni. Allí desarrolló hasta las cotas más altas el oficio de impresor que había aprendido de su padre y no sólo diseñó el tipo que lleva su nombre y que pervive hasta hoy sino que realizó una labor titánica llegando a grabar 289 tipos distintos de letras, más de 22.000 punzones y 42.000 matrices. De su imprenta salieron las más bellas ediciones impresas hasta entonces, llevándole a la fama en toda Europa, incluso ante papas y emperadores como Napoleón. Entre ellas, destacan su celebérrima Oratio Dominica (1806), una obra de arte apabullante que consta de Padrenuestros en 155 idiomas compuestos con 250 tipos distintos de caracteres diseñados y grabados por él mismo. Fue autor también del que posiblemente sea el libro de tipografía más famoso de todos los tiempos, su Manuale Tipografico, un muestrario de 178 tipos que publicó en 1788 y que se reeditó después de su muerto por su viuda en 1818, con más de 250 tipos en una bellísima edición en dos tomos que siguen y seguirán causando admiración. No podemos imaginar qué hubiera hecho este hombre ilustrado con un Mac en sus manos y utilizando los actuales programas de edición digital de tipos... tal vez nada, no parecen ser estos los mejores tiempos para la belleza.
En su Manuale, Bodoni estableció cuatro reglas para una buena tipografía: la uniformidad o regularidad en el diseño de los caracteres en un alfabeto; la elegancia y nitidez, que procedían en parte del buen corte y el acabado meticuloso de los punzones grabados para producir matrices limpias; el buen gusto, que el cavaliere sintetiza en una "simplicidad nítida" (tomen nota de esto último, por favor, ¡simplicidad nítida!); y la cuarta y última, el encanto, realmente difícil de definir y que el propio Bodoni califica como el trabajo hecho "no a desgana o rapidez, sino con sumo cuidado, como un acto de amor".
El tipo de letra Bodoni está clasificado entre los denominados neoclásicos, se caracteriza por un extremo contraste entre los trazos gruesos y finos de los caracteres y por una fuerte modulación vertical (suben y bajan mucho los rasgos ascendentes y descendentes) lo que obliga a tener que usarlos con una interlínea amplia. Existen tantas versiones de Bodoni como firmas tipográficas, todo el mundo tiene su Bodoni (en nuestro blog ya os hablamos de la curiosa García Bodoni de uno de los mejores tipógrafos españoles en activo, el catalán Andreu Balius, como parte de su proyeto García Fonts), y hace falta tan sólo fijarse un poco, levantar la vista, hojear publicaciones, detenerse en sus cabeceras o en mil logotipos... buscar la belleza en definitiva, para encontrar por todos lados los caracteres Bodoni.




C


Cabecera. Parte superior de algunas páginas del periódico que sirve para identificar la publicación (portada) o la sección a la que pertenecen las informaciones. En el caso de la portada, incluye la mancheta, el precio, número, edición, un lema y recientemente la página web del medio. Al igual que en un cuerpo humano, los medios no pueden subsistir sin su cabeza, o cabecera, ya que es parte esencial de los mismos a la hora de identificarlos. Te imaginas un periódico sin cabecera, ¿qué estarías comprando?.
Cuando la cabecera va dentro de la publicación, se denomina cabecera de sección y engloba a todas las informaciones de esa página y las siguientes (hasta encontrar la próxima cabecera) bajo un mismo ámbito informativo. Es decir, informaciones sobre España, Deportes, Cultura, etc. No confundir con folio, que como su propio nombre indica es la parte de la página, por encima de la cabecera, en la que se folia (numera) una página y a la que acompaña la fecha de publicación.
De la misma familia es cabezón, que es el redactor que, obcecado en que tiene razón, quiere imponer a toda costa su criterio. Son fáciles de identificar por su pesadez e insistencia a la hora de solicitar algo que, normalmente no es correcto pero que ellos consideran una genialidad.

Caja. Una caja es, evidentemente, un recipiente para meter cosas. Ahora suelen ser de cartón (lo que no quita para que las fabriquen en todo tipo de materiales, como el plástico, el metal o la madera) mientras que hace ya tiempo lo normal es que fueran de madera, como cuando se ideó un recipiente para guardar los tipos de letras. A esa caja es a la que nos referimos, a la que contiene todos los caracteres para que el cajista los emplee uno por uno para componer a mano las líneas de texto. Está dividida la caja en cajetines, cada uno de los cuales contiene varias unidades de un mismo caracter. Los cajetines son de distinto tamaño según la frecuencia con que se usa cada signo, esto es, el cajetín donde están los caracteres de la "a" minúscula es muy grande, mientras que el cajetín de la "X" es muy pequeño, porque suelen hacer falta muy pocos de estos últimos.
La caja tiene además una gran división en dos partes: la superior, destinada a los caracteres de las mayúsculas o versales, motivo por el que se denominó "caja alta", y la parte inferior para las minúsculas, o "caja baja", o sea, nosotros. Contracaja era otra caja destinada a los caracteres especiales (arrobas, dólares, bolos, cruces y demás).
En el mundo digital en el que vivimos y trabajamos tal caja ya no existe, aunque pudiéramos asimilarla en cierto sentido a los mapas de caracteres. Las cajas, ahora, son esos elementos básicos de todos los programas informáticos de diseño e infografía que delimitan un espacio determinado para texto o para distintos tipos de imágenes. Es el espacio que algunos insisten en agrandar más allá de lo razonable cuando nos imploran "ábreme un poco esa caja, tiras de ahí un poquito, que no me cabe el título", algo a lo que cualquier maqueta que se tenga por tal se negará siempre, siempre, siempre.

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.

jueves, 7 de febrero de 2008

Sobre los concursos

Encajabaja ofrece desde hoy a sus lectores una nueva sección que hemos bautizado como "Firmas En Caja Alta". En ella intentaremos recoger la opinión de todos aquellos que tienen algo que decir en el mundo del diseño periodístico, o sobre la prensa en general, y que tengan la gentileza de aceptar nuestra invitación. Nuestra intención es poder contar con diseñadores, periodistas, profesores universitarios, gentes de la profesión... todos ellos de prestigio y con puntos de vista interesantes. Es un auténtico lujo ofreceros como primer invitado a Norberto Baruch, alguien que cumple precisamente todos estos requisitos, y a la vez porque es un mutante, con una reflexión en torno a los concursos de diseño de la información. Su teoría sobre la "solidaridad editorial", que ya hemos reseñado, y la necesidad de que los premios valoren actitudes no sólo estéticas sino principalmente periodísticas, son los ejes de este artículo.




Norberto Baruch es periodista, diseñador, ilustrador, escritor, director de la SND del Río de la Plata, profesor universitario en la Universidad de Palermo donde imparte Diseño de la Información (curiosa carrera que al menos en España no existe y falta nos haría), creador del blog Visualmente que alimenta desde 2005 y que es toda una referencia en el mundo de los blogs sobre diseño de la prensa en lengua castellana... No sería esto una breve reseña biográfica si incluyéramos la lista de revistas, publicaciones de todo tipo, agencias de publicidad y periódicos en los que ha trabajado y trabaja (figuran los principales diarios argentinos como Clarín o La Nación). Entre viajes, conferencias, artículos, ilustraciones e infografías todavía ha tenido tiempo para idear y editar la revista online HotelVisual. En definitiva, Norberto Baruch es un periodista argentino.


Los concursos salvarán a los diarios

Esto es una muestra de amor. Estoy de vacaciones, en medio del inmenso campo argentino. Entre vacas, teros, perros, caballos y lagartos, me proponen escribir un texto para un blog español. Como los responsables de dicho medio digital han superado la barrera de los conocidos para sentarse en la mesa de la amistad, salgo de la piscina y mojado me dispongo a ordenar mis pensamientos.
Tengo que escribir libremente sobre un tema libremente elegido por mí. Y propongo en un acto de inconciencia propia de un postrado en la cama en estado comatoso escribir sobre los concursos en diseño de información.
Mucho se dice de los concursos. Los que ganan, hablan y los que no ganan, también. A veces hablan los jueces, aunque no existan razones para conocer su tono de voz. Los que logran alzarse con el premio buscan en sus bolsillos pequeños papeles para agradecer, mientras que los que pierden encuentran muchas hojas para llenar con los nombres de los culpables de semejante desplante.
Creo que elegí el tema por dos razones de poderosa actualidad. Estoy participando en un cuerpo colegiado de siete miembros que tiene por tarea organizar un premio similar al que se organiza en España que se llama ÑH, El Mejor Diseño Periodístico de España y Portugal. Nosotros lo estaríamos haciendo para algunos países de latinoamérica. Y estamos poniendo fuerte el ojo en los requisitos para ser jurado y en la elección de las categorías.
Por otro lado, estoy viajando a España para formar parte de otro grupo colegiado que evaluará en un concurso. Será en marzo y en el marco de la Cumbre Mundial de Infografía.
Mucho se ha dicho sobre los concursos, otro tanto se ha dicho de los Malofiej y de las premiaciones organizadas por la Society For News Design. Muchas de esas críticas han aparecido en VisualMente, sin censuras ni edición. Esto ha sido tomado de mala manera por ciertos miembros de las entidades organizadoras, que en lugar de aceptar sus errores y mejorar, intentaban matar al mensajero.
Con los premios latinos a lo mejor del diseño periodístico no queremos cometer errores. Por eso, lo visual sólo se sostendrá en los premios desde lo periodístico. Y esto lo venimos diciendo desde hace mucho, porque nuestra formación, a diferencia de los profesionales visuales de la mayoría de los países latinoamericanos, es periodística.
En el septiembre caliente del 2004, el presidente de la SND española, Javier Errea, y el director de la SND latina, el chileno Cristóbal Edwards, coincidieron con nosotros en la necesidad de sumar más contenido periodístico a los premios que hasta ese momento se venían organizando a nivel mundial desde la Society For News Design. Esto fue durante nuestras Primeras Jornadas Universitarias sobre Diseño de Información, que los juntó en Buenos Aires, ante más de 200 personas.
Esa preocupación por subir la apuesta en lo visual para llevarlo a un punto más periodístico, tuvo una rápida aceptación y una pronta aplicación que se pudo notar en posteriores ediciones de los premios ÑH de España-Portugal y en la creación de VisualMente, de este lado del mundo. Hoy, por todo lo trabajado, nos volvemos a encontrarnos en el mismo camino para volver a intentar construir una profesión visual mejor, donde nos podamos juntar los que trabajamos en lo mismo. Y la Cumbre Mundial de Diseño en Prensa de Estepona está en la misma frecuencia de apostar por más contenido periodístico en lo visual. Días pasados, en medio de una visita relámpago de Guillermo Gómez Hill, consultor mexicano y organizador de la Cumbre, coincidimos en aumentar la apuesta.
Los premios ya no serán iguales. No se premiará lo bonito, lo lindo, ni lo loco. Se valorará lo periodístico, porque Diseño de Información no es Diseño.
Poco tienen que ver nuestras visiones de la profesión con la que tienen otros diseñadores. A veces, esa forma de entender el Diseño deja afuera al Diseño de la Información. Tan disímiles y diferentes parecen dichas definiciones que harían que propios y extraños empezaran a pensar que son dos cosas distintas. Dos cosas que se refieren a dos actitudes también distintas.
Cuando se tiene en cuenta sólo lo lindo de una puesta en página sólo se está viendo una parte del fenómeno de prensa. Esto coincide con cierta visión de la profesión que a veces es premiada por los propios diseñadores que creen saber cuál es su función dentro de un periódico. Esto nos habla de ciertas cuestiones que tienen que ver con ciertas actitudes pasivas que se esperan del diseñador frente al fenómeno comunicacional. Este aspecto es, tal vez, el más importante que nos obliga a ubicarnos en la vereda de enfrente. En la mayoría de las facultades latinas se transmite ésta forma de entender el diseño y el profesional resultante termina chocando con otra realidad, profundamente diferente, que necesita otra actitud en él.
Se le suele pedir al diseñador que funcione como un traductor que asistirá al generador del discurso en la mejor propalación de su mensaje. Esto hace que el profesional diseñador haga efectiva su abstención enunciativa. Esta automarginación irrumpe con total fuerza en las redacciones, creando una verdadera "profecía autocumplidora" que sería la delicia paradojal de Watzlawick.
El psicólogo comunicacional Paul Watzlawick, en su libro "Pragmatics of Human Communication", explica el concepto de la profecía autocumplidora que es clave en su estudio sobre las conductas humanas en comunicación y que nos servirá en nuestro relato:
"Se trata de una conducta que provoca en los demás la reacción frente a la cual esa conducta sería una reacción apropiada". A continuación nos ofrece un típico ejemplo que nosotros adaptaremos a nuestro universo de los medios de información, donde conviven los diseñadores y los redactores, todos los días.
Watzlawick nos habla de una persona que parte de la premisa "nadie me quiere". Supongamos que A es diseñador y B es redactor. A estudió para ser un reproductor de discursos, que no deberá enunciar por cuenta propia, sino por cuenta de éste (B). B será el protagonista exclusivo del acto comunicacional, optimizado por el diseño de A. Parafraseando a Watzlawick, A cree que nadie lo quiere como emisor, y se comporta con desconfianza, a la defensiva, o con agresividad. "Ante lo cual es probable que los otros reaccionen con desagrado, corroborando así su premisa original".
Por eso, cuando hablamos de concursos de Diseño de la Información no estamos hablando tan sólo de premiar formas, sino de una actitud diferente en lo comunicacional. Porque, A (diseñador) y B (periodista) deberían ser los actores generadores del mensaje a emitir. Esa solidaridad editorial que venimos pregonando.
En los medios del futuro próximo no existirá ese escalafón que justificará la repartición del poder emisor. Los diseñadores de la información serán los fotógrafos, los ilustradores, los diseñadores, los infógrafos y los periodistas que construirán la enunciación de la verdad, en igualdad de posibilidades. Todos serán "queridos" y requeridos en la constitución del mensaje. Se convertirán en emisores por cuenta y orden propio en los nuevos medios, donde lo visual será la clave de su subsistencia. Y una forma de empezar con todo este cambio de actitud son los concursos.
(Por El Norbi Baruch)

martes, 5 de febrero de 2008

Revista de blogs (IV)

Nueva entrega de nuestra sección Revista de blogs con tres propuestas de entre unas cuantas que nos han interesado en la blogosfera y en la red en general (en sentido estricto sólo una de ellas es un blog mientras que las dos primeras son páginas web con blogs asociados).

Metrográfic. Nuestro blog vecino Quintatinta, de Diego Areso, nos descubre un nuevo sitio web, más que un blog es toda una página web con blog y distintas secciones, con un diseño y sobre todo unos contenidos soberbios. Su autor es Sergio Martos, diseñador gráfico y web (se nota esto último, y mucho), que con un Mac Pro enchufado en Santander ha empezado a ofrecer cosas desde este 2008 muy, pero que muy, interesantes. Para sorpresa nuestra, y muy agradable, él ya nos había descubierto a nosotros y nos recomienda con palabras que no podemos por menos que agradecer.

Kiosko. Todas las grandes ideas son sencillas, y lo que solemos preguntarnos ante ellas es: cómo no se le había ocurrido esto a nadie antes. Si algún sitio puede recomendarse, pero de verdad, con el ya tópico internáutico "de visita diaria" es desde luego este auténtico kiosko de prensa diaria del que nos dio noticia nuestro otro vecino Paco Oca en su Maquetadores. Este kiosko es una web donde aparecen cada día las portadas de los periódicos nacionales (casi todos, casi todos los días), muchas más de distintas ciudades españolas, internacionales, deportivos y sus tiras de humor. Ya está en nuestro apartado de imprescindibles como podréis comprobar, sencillamente porque lo es.

La bombilla flotante. Le tenemos sentado aquí cerca, en la redacción, pero no nos había dicho nada; hemos tenido que descubrir navegando por la inmensidad de la red el blog de nuestro compañero Julio Rey (sí, el de Gallego y Rey). Sencillo e inteligente, sin pretensiones, amable y crítico, siempre interesante... como es él.

lunes, 4 de febrero de 2008

Diseñario (III)

Nueva entrega del Diseñario elaborado por el comité de expertos en exclusiva para encajabaja, obra irreverente, colectiva y abierta a la participación de cuantos quieran aportar ideas a través de comentarios o de nuestro correo electrónico. Esta semana queremos destacar, y sobre todo agradecer muy especialmente, la aportación de Laura González y Pedro Pérez, profesores de diseño en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, que nos han enviado ni más ni menos que su glosario de términos de diseño en prensa "preparado para los alumnos de Periodismo que tenemos aquí en el CEU y que se acercan por primera vez al diseño". Algunas de sus voces ya han sido incluidas (caso de "interlínea") y están a la espera de que les llegue el turno de ser publicadas y casi todas las demás completarán las que ya hemos elaborado o están en proceso. También se ha propuesto la voz "corondel" a través de vuestros comentarios, y seguimos abiertos a todas las que sigan llegando.



B

Bandera. Consiste en componer los textos sin justificar por uno o ambos lados, es decir, los principios o finales de líneas no están igualados verticalmente. Debe su nombre a la sensación que da el texto de estar anclado a un mástil en el lado justificado, mientras que ondea por el otro, en el lado sin justificar. La bandera aligera el peso de la mancha de los textos y ralentiza la velocidad de lectura, por lo que es muy útil para destacar morfológicamente las piezas. Puede ser de entrada (justificando el texto a la derecha y dejando ondear la bandera a la izquierda), de salida (justificación izquierda, bandera a la derecha) o centrada (bandera a ambos lados, justificación al centro del párrafo). Además, rebuscando, hay un cuarto tipo de bandera, extraño y poco usual, pero que no por ello debemos ignorar. Es la bandera en la que la composición se puede hacer forzando la desigualdad de todas las líneas. Se usa muy poco, ya que la lectura es altamente complicada, pero aun así, bandera es y como tal queda reflejada.

Baskerville. Impresor, tipógrafo y afamado grabador de lápidas inglés, nacido en Worcester en 1706 y fallecido en Birmingham en 1775. Se desconoce si grabó su propia lápida con los caracteres que le han dado fama inmortal. Es el tipógrafo inglés por excelencia. Dejó su profesión de maestro para dedicarse al muy noble arte gráfico de la tipografía con el que ¡se hizo inmensamente rico! Desde 1758 fue el impresor de la Universidad de Cambridge para quienes publicó en 1763 su obra maestra, una Biblia compuesta con tipografía e incluso el papel y la tinta creados por él. Los tipos Baskerville fueron olvidados durante 150 años debido a su sencillez, hasta que se rescataron a mediados del siglo XX, porque esa sencillez es precisamente su virtud imperecedera.
Además de por su aportación a la tipografía, John Baskerville es conocido por el perro tan chungo que tenía, y si no que le pregunten a Sherlock Holmes y, sobre todo, a su fiel Watson, quien pasó un muy mal rato por tan furioso animal, tal y como relató sir Arthur Conan Doyle en la tercera entrega de las aventuras del detective.

Blanco.

Blancos. Se conoce así al espacio no impreso de la página y a su correspondiente uso. No sólo es la mancha lo que define el diseño de una información, sino también la armonía de los espacios no utilizados. Eso en la teoría, claro. Porque luego, aquí cada uno hace lo que quiere (o puede).
Los blancos son ese gran amigo en nuestro trabajo. O ese gran enemigo. Son así de ingratos, o de agradecidos, los hijos de pica... Porque ser blanco no es fácil. Como tampoco lo es saber utilizarlos correctamente. Los blancos son subjetivos, como el morro que se puede tener al justificarlos. Depende de cada uno. Hay blancos que parecen fruto de una borrachera y hay ausencias totales de blancos. Y todo puede ser válido. Depende de qué estemos maquetando, de nuestro talento y conocimiento, y sobre todo, del morro que tengamos.

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.

viernes, 1 de febrero de 2008

Tintín

Hace unos días, Luis Blasco nos rememoraba la felicidad que le embargaba cuando era niño al reencontrarse con los tebeos de Tintín que guardaba su tía. También me hizo recordar la biblioteca pública a la que mis amigos y yo íbamos las tardes de verano y pasabamos horas leyendo tebeos (ahora cómics), relatos de misterio, obras de Salgari, Verne, Stevenson, Dumas, Dickens y todos esos autores que nos transportaban a mundos de piratas, bandidos, princesas secuestradas y exploradores que luego se convertían en protagonistas de nuestros juegos. En los tebeos, mis preferidos de niño eran Asterix y Mortadelo y en la etapa adolescente, Spiderman.

En Encajabaja nos anima un constante espíritu crítico, incluso entre nosotros. Y, al igual que Mario Benito defenestraba a Warhol y yo le defendía, con Luis me pasa lo mismo. Al contrario de la suya y de una mayoría de opiniones en la web, a mi no me gusta Tintín.

Siempre leí a Tintín si no quedaba otro remedio (he llegado a leer la composición de un champú con tal de poder leer algo). Su aspecto, sus amigos, sus tramas me parecieron siempre muy lejanas. Y no tiene nada que ver con las ideas políticas de Hergé (Georges Remi), que fue detenido cuatro veces acusado de simpatizar con el nazismo en su juventud (dibujaba en Le Soir, periódico católico de extrema derecha en donde tenía de compañero a Leon Degrelle que fue nombrado responsable de los nazis en Bélgica por Hitler). Ni porque fuera belga. Tampoco me gusta Hercules Poirot, que también es belga. En cambio, me gusta mucho Audrey Hepburn, que además de belga era una diosa. Ni por su ausencia de personajes femeninos. En los tebeos de Tintín sólo sale un personaje (Castafiore) y, la verdad, es tratada como un adefesio travestido por su ‘amado’ Haddock (un marinero solitario con evidentes problemas de alcoholismo, al que le gusta viajar cual Michael Jackson con el joven Tintín).

El dibujo utiliza el plano película siempre, no hay primeros planos para resaltar emociones, ni picados, ni nada de nada. Además, las tramas pueden gustar más o menos, pero no son el colmo de la originalidad. Particularmente, me sigue gustando bastante más Asterix (trama y dibujo). Tampoco me quedó nunca claro si Tintín era como Michael J. Fox, un hombre pequeño con cara de niño o un niño resabiado y con cuerpo de Joselito. Además, de sus padres no tengo noticias.

En España, teníamos a Mortadelo, Anacleto y si queriamos un periodista en cómic teníamos al Reportero Tribulete que podría haber sido venerado por una profesión tan chauvinista como la periodística en vez del niño de los bombachos (bueno tambien estaba Roberto Alcazar, pero ese también merece un blog aparte).

Tintín de joven te puede entretener pero, al igual que otros personajes de ficción, pertenece más al mundo comercial de las camisetas, figuritas, tacitas y demás avalorios. A mi me encantaba ‘Starcky y Hucht’. No os podeís imaginar la vergüenza al ver un capítulo de la serie hace poco.

Quizá su secreto sea la nostalgia. Entre otros muchos (bastante mejores) nos recuerda cuando con once años íbamos a la biblioteca o la casa de nuestra tía y viajábamos por mundos de piratas, rufianes y exploradores.

miércoles, 30 de enero de 2008

Divinas páginas

Creí que ya no existían; como los dioses. Pero siguen allí, llamando a la puerta de las casas los sábados por la mañana, vestidos de domingo. En cierto sentido me resultó reconfortante no por el mensaje religioso que traían sino porque aquellas dos personas significaban que no todo lo que sucedía cuando éramos niños ha desaparecido. Los testigos de Jehová, al menos, siguen siendo lo que eran, incluso se diría que no les han tomado el relevo, que son exactamente los mismos con el mismo atuendo ofreciendo la misma revista, pero exactamente igual, como si rezaran con éxito para que el tiempo no transcurra.


Con las religiones suele suceder que comienzan como una explosión revolucionaria que cambiará el mundo y el corazón de los hombres para convertirse después en organizaciones esclerotizadas más interesadas en permanecer que en trascender, grupos inmovilistas que perciben cualquier cambio como una amenaza, porque sus verdades son eternas e inmutables, no se pueden discutir.

Y de eso padecen también sus publicaciones. Las revistas de los testigos de Jehová se contaba entonces que se hacían en los Estados Unidos para difundirse desde allí a todo el mundo con iguales contenidos y maquetación, traducidas a nosecuantas lenguas. Nuestros muchos amigos de América podrán corroborar si allí las publicaciones son como las que os mostramos: "Atalaya" y "¡Despertad!", las que me dejaron el sábado en casa.

La primera impresión no es buena, algo falla. No se puede decir que estén mal diseñadas o que no cuenten con buenos dibujantes para sus ilustraciones, o que no estén bien tratados y escritos sus textos. No, lo que sucede es que vienen haciéndolo exactamente igual desde hace, no sé, ¿treinta?, ¿cuarenta?, ¿más? años. Lo que nos provoca rechazo es, evidentemente, ese estilo rancio del que parecen haber hecho ideología, o haberlo asociado más bien a sus creencias.



También desde el sector católico se empeñan en enviarme publicaciones a casa. En este caso por error, o por designio divino, vaya usted a saber. Lo cierto es que el arzobispado de Madrid cree que en mi casa vive el párroco del barrio y a pesar de mis reiterados avisos al párroco para que les comunique la dirección correcta me siguen remitiendo a mí su Boletín Oficial de la Diócesis de la Provincia Eclesiástica de Madrid. Esta semana me ha llegado el correspondiente a noviembre de 2007 (sí parece que van despacio las cosas, sí, como para corregir la dirección de un día para otro, bueno de un año para otro quiero decir), pero yo no tengo la paciencia del santo Job y me he cansado ya de hacer de cartero del párroco.


Mucho análisis no puede hacerse en tan árido Boletín. Lo más destacado es ese atractivo anuncio sobre antenas que no acierto a comprender qué sentido tiene en esta amena publicación. Todas sus páginas son exactamente iguales, unas a otras y número tras número: un texto a una columna compuesto en Times; texto, por otro lado, que si alguien es capaz de leer, seguro que se gana el cielo.

Para terminar, una mención cariñosa al suplemento religioso Alfa y Omega, que se publica con el diario ABC una vez a la semana, los viernes, el único suplemento de este tipo del que tengo noticias. Cariñosa la mención por Paco Flores, compañero de páginas hace años en el desaparecido diario La Información de Madrid, donde nació este suplemento para pasar después a ABC, y que ahora figura en el staff de Alfa y Omega como flamante director de arte. De sus páginas poco puedo decir, es mucho más interesante la persona que las hace. Tienen, eso sí, una curiosa característica: siguen siendo exactamente igual que entonces, cuando se diseñaron por primera vez.

lunes, 28 de enero de 2008

Diseñario (II)

Nueva entrega del Diseñario elaborado por el comité de expertos en exclusiva para encajabaja, obra irreverente, colectiva y abierta a la participación de cuantos quieran aportar ideas a través de comentarios o de nuestro correo electrónico.



Apoyo. Se les conoce así a las piezas informativas que complementan la información de un texto general. Están vinculados con el tema principal pero no llegan a tener la entidad informativa necesaria para que se les considere información secundaria relacionada. Los apoyos son unos elementos fundamentales para que la lectura de un periódico sea fácil, ágil y satisfactoria. Confieren dinamismo a la edición, ya que trocean las páginas, y son el necesario aval al que recurrir cuando se necesita una explicación o un flashback informativo. También se les conoce como despieces o destacados. Al diseñar un periódico, y para destacar su importancia y utilidad, se les diferencia tanto tipográfica como formalmente. Son de tal utilidad que muchas veces, en las secciones de diseño, se recomiendan con tal entusiasmo que no es raro oír: "Ven, ven, que te voy a poner un apoyo... como una olla".

Arial. También conocida como la prima pobre de la Helvética, es un tipo de letra sans serif presente en varias aplicaciones de Microsoft y que fue concebida principalmente para su lectura en pantalla. Fue diseñada por Robin Nicholas y Patricia Saunders de la Fundidora Monotype como respuesta a la popularidad de la tipografía Helvetica de Linotype que no quería incluir Microsoft por considerarla demasiado costosa (será porque no tienen pelas, ja). Por eso le compró a Monotype los derechos de una (mala) copia de la Helvetica de mucha menor calidad.
Debido a que la Arial viene incluida en Windows (y a que sale la primera en la lista de tipografías, añadiría yo), se ha convertido en una de las tipografías más populares del mundo (mano a mano con la Comic Sans). Sin embargo, es considerada por los expertos como una burda y barata copia de la Helvética. Otros, los de la conspiración de Bill Gates contra el mundo libre creen que es un virus más (en este caso tipográfico) de la factoría Windows.
Total, que son pocos los que defienden estas letras. Basta con introducir "I hate Arial" en Google para darse cuenta que no cuenta con muchos adeptos. Incluso se han hecho camisetas con la famosa frase, que portan orgullosos sus detractores. Pero nada mejor para darse cuenta de la inspiración tipográfica de Microsoft que echarle un vistazo.
Quiso ser la fuente de los ordenadores, como tantos otros proyectos de Bill Gates, pero los ordenadores siguen inventando fuentes.

Artistas. Subespecie de diseñadores de prensa, alérgicos al periodismo y centrados únicamente en la forma de las páginas, en su decoración más bien, ya que consideran el contenido algo absolutamente secundario y que por tanto nunca leen a no ser que trate sobre cualquier moda pasajera, muy novedosa y esteticoide. Se les conoce en la profesión también con el apelativo cariñoso de "paginitas" (éste es un "paginitas", ése es un "paginitas", nunca yo soy un "paginitas", evidentemente). Las páginas son productos bonitos o feos, en vez de productos informativos, para estos señores que también muestran un vivo interés y centran sus elegantes esfuerzos en el arte de subir a lugares altos o poco accesibles valiéndose y ayudándose de pies y manos, trepar lo define en una palabra la Real Academia.
Pululan por doquier, nada escapa a sus redes, ni por supuesto la Red ya que el ciberespacio es guay y se suele prestar a lugares vacíos de contenido y llenos de estilo.
Un aspecto muy a tener en cuenta en lo que a los artistas se refiere es que, siempre y de manera indispensable, necesitan alguien a su lado que no sea artista para que realice el trabajo que ellos, bajo ninguna circunstancia, están dispuestos a realizar mientras le "dan otra vuelta" a esa página que tienen entre manos desde hace días. Por eso un artista siempre necesitará de alguien que no lo sea a su lado mientras que un maquetador normal puede vivir perfectamente sin artistas cerca, casi lo prefiere.

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.

jueves, 24 de enero de 2008

El mundo de Hergé en Madrid

Uno de los recuerdos más nítidos de mi infancia me sitúa en casa de mi tía Merche en Zaragoza. Tras abrir la puerta y los correspondientes abrazos, besuqueos y frases del estilo "cómo has crecido, qué alto estás", salgo disparado hacia el pasillo. A mitad de camino me paro en un armario y abro uno de sus cajones. Acto seguido saco uno de los tebeos de las aventuras de Tintín que mis primos Javi y Pedro guardan ahí. A partir de ahí mi memoria se diluye en las aventuras del periodista, sus inseparables compañero y su entrañable mascota Milú.

Algo parecido, elevado a la enésima potencia, le ocurrió a Jordi Tardá, aunque en diversas etapas de su vida y en grado superlativo en cada una de ellas. No en vano, y gracias a todo el material recopilado (impresionante) durante tantos años ha montado en la Fundación Carlos Amberes una magnífica exposición denominada "Tíntín en el mundo de Hergé".

Flyer de la exposición

Apasionado por el dibujante belga, no se declara coleccionista del mundo de Tintín, sino "Hergeólogo", o lo que es lo mismo, arqueólogo de Hergé. Y vaya si es un buen arqueólogo. Se ha trillado todas las tiendas de antigüedades de Bruselas, la ciudad que vio nacer a Georges Remí, verdadero nombre del creador de Tintín, todo con un único objetivo: conseguir todo el material posible relacionado con Hergé.

Pero volvamos a la exposición. La cantidad de material es tan grande que es difícil no salir de la misma con la sensación de que antes no habíamos visto nada más que una ínfima parte del universo hergeriano (¿se dirá así?), que el tebeo que leímos y releíamos no era más que la puerta de entrada a un mundo inabarcable. Ediciones de múltiples países, pruebas de imprenta, bocetos, fotolitos, ideas, trazos inacabados, periódicos de la época en los que trabajó, incluso objetos atípicos, como botellas de champán decoradas con viñetas de Tintín, cartas del propio Hergé o bustos del dibujante, son solo algunos de los ítems que podemos encontrar aquí. Y también material de Hergé en otras facetas de su vida o material de otras fuentes en las que se habla de él (periódicos, libros, etc). Toda una labor arqueológica.

Uno de los objetos de la exposición (perdón por la calidad, mi móvil no da para más)


Todo esto se completa con una variada y detallada exposición de todas los cómics con su cronología, tanto en España como en las ediciones originales, anécdotas, personajes principales, libros en los que se inspiró Remi, etc. Y, cómo no, una detallada evolución de la vida del propio Hergé, que marcó a fuego el desarrollo de ese gran personaje que fue Tintín y su inimitable flequillo. Un personaje pegado a la actualidad. Recordemos algunos de los temas con los que tiene que lidiar el joven periodista: la Guerra Fría, tráfico de armas, espionaje o temas paranormales.

Con tanto material, es difícil no caer rendido ante los trazos de Milú, Hernández y Fernández y el genial Archibald Haddock, entre otros personajes. Personajes que marcaron la infancia de muchos de nosotros.

Para los que fueron a ver la exposición de Tintín en París (entre los que me encuentro), simplemente decirles que vayan también a ver esta exposición. No tiene nada que ver. La cantidad de material y la variedad la hacen complementaria e imprescindible para los amantes del universo de Hergé.

Cabecera de la gaceta que dan en la exposición

Por último recordaros que la exposición estará hasta el día 3 de febrero en la Fundación Carlos Amberes de Madrid (Claudio Coello, 99). La entrada es gratuita, aunque si donas un euro te obsequian con una gaceta dedicada a la exposición en la que personajes de todos los ámbitos (Gallardón, Miguel Ángel Aguilar, Benoit Peeters, entre otros) se declaran fanáticos "tintinólogos".

Os dejo que tengo que pegarle un toque a mi tía Merche para ver si todavía tiene el armario en el pasillo.

miércoles, 23 de enero de 2008

El móvil de Triviño

Los fines de semana en la nueva sede del periódico están siendo un poco raros. Durante la semana hay ocasiones en que es bastante complicado encontrar El Mundo o El País para poder echarlo un vistazo. Sin embargo, los fines de semana tenemos todos los periódicos españoles (con edición nacional) y una gran parte de los europeos. Podemos leer La Gazzetta dello Sport, Liberation, The Sunday Times o The Mail on Sunday.

Precisamente de este último queremos hablar hoy. De los ingleses admiramos muchas cosas: su té, algunas de sus series de televisión, su cine social (Full Monty Lloviendo piedras, etc), sus galletas, sus escritores, algunos de sus músicos y sus increíbles ciudades. Pero también "odiamos" (entre unas grandes comillas, por favor), su clima, que conduzcan por la izquierda, su alimentación (porque al sándwich de pepino con mantequilla no se le puede llamar nunca comida), que no hayan adoptado el euro y el diseño de alguno de sus periódicos (no todos, por supuesto).

Concretamente de The Mail on Sunday, una recopilación de todo lo que no se debe hacer si no quieres que te tachen de periódico sensacionalista. Ellos lo son y no les importa, pero ¿sería esto posible en España?

Todos conocemos cómo es el diseño de estos periódicos, pero vamos a ver por qué con cada página que pasamos de este periódico recibimos un golpe en la retina del que es difícil recuperarse.

Titulares gigantescos, tramas en los títulos y/o fotos, imágenes pixeladas, desproporcionadas o silueteadas sin ton ni son, subtítulos casi más largos que el propio tema, publicidad al más puro estilo Bakunin o el uso indiscriminado del color (en una azúl, en otra amarillo) son solo algunos de los ejemplos. Y mi "favorita", siluetas encima de los titulares. Genialidad, creación, que dirían los chicos de Muchachada Nui.

He aquí algunas muestras de titulares, subtítulos, siluetas, etc:


Y aquí un par de ejemplos del uso del color:


Y aquí viene(n) la(s) pregunta(s) del millón. ¿Es necesario?, ¿tiene que ser realmente así?, ¿por qué el caos domina todo esto?, ¿es este caos el único orden en el que pueden diseñarse estos periódicos?, ¿la gente que los compra no se siente un poco mareada cuando termina de leerlos?, y por último y no por ello menos importante, ¿se merece Inglaterra un diseño periodístico de este calibre? 

Por Dios, si Triviño ha estado varios meses en Reino Unido rediseñando los periódicos de Murdoch, ¿no podían haberle pegado un toque al móvil?.

lunes, 21 de enero de 2008

Diseñario (I)

Encajabaja inicia hoy la publicación del que hemos bautizado como Diseñario, un diccionario de términos relacionados con el diseño en prensa elaborado por un comité de expertos en exclusiva para nuestro blog durante los últimos meses. El Diseñario es una ambiciosa iniciativa sin pretensiones académicas ni doctrinales que tal vez sirva de algo a quienes se inician en nuestro muy honorable quehacer o a quienes se inciaron hace ya mucho y, como nosotros, se empeñan en seguir aprendiendo cada día. Si no es así, al menos confiamos en que les entretenga. El Diseñario es, además, una iniciativa abierta y participativa, a cuantas sugerencias o aportaciones quieran hacer nuestros lectores a través de sus comentarios o enviándolas a nuestro e-mail. El mencionado comité de expertos, que casualmente coincide con el equipo de encajabaja, evaluará las aportaciones de nuevas entradas, añadidos a las existentes, rectificaciones, modificaciones, críticas y cuantas propuestas nos lleguen para la publicación posterior en la web de una versión definitiva.

Cada semana se publicará una nueva entrega del Diseñario que hoy ve la luz, hasta completar todas sus voces.




A

Aire. Elemento que permite que una página respire o no. La falta del mismo es la causa directa para que nuestro trabajo "no respire", y el exceso provoca que la página salga volando... por la ventana, abierta para que entre el aire.
También puede utilizarse con la acepción de "parecido" (ejemplo: "tiene un aire a...").

Álbum. La primera cosa en la que piensa el redactor jefe de cualquier sección de un periódico cuando el director le encarga para ya mismo, o sea siempre, que dedique muchas páginas (de tres en adelante) a un mismo tema. ¿Por qué? Pues porque un álbum, como su propio nombre indica, está compuesto por fotos, es una página hecha sólo con fotografías, y por consiguiente los redactores no tienen que hacer nada excepto poner en cada foto su pie correspondiente, labor que para algunos tampoco parece resultar fácil.
Otra de las ventajas del álbum es que si la página queda bien el redactor jefe en cuestión, y no quienes verdaderamente la hacemos, será felicitado por ello. Estas dos circunstancias unidas, no tener que hacer nada y ser felicitado por ello, son la causa directa de la proliferación de este tipo de antipáginas en los últimos tiempos con la triste excusa de que "hay que hacer un periódico muy visual".

Alinear. Hacer que dos o más objetos sigan un mismo eje visual (un borde superior, un centro físico o visual, etc.). En diseño es importante buscar la alineación de los elementos, para conferir a las páginas estabilidad. También se conoce como alineación (del inglés aligment) a la justificación de los párrafos. Pueden estar alineados a la izquierda, derecha, centro, forzados dejando la última línea libre o forzados en su totalidad. En una última acepción, es la distribución cósmica que se produce en los astros cuando no hay forma posible de plantear una página y de pronto, por arte de magia, la solución se presenta sola irrumpiendo en la inmensidad del folio en blanco. Cabe decir que los astros se alinean de este modo muy de vez en cuando, aun así, suele darse cuando el cierre se te echa encima de manera inexorable.

Antetítulo. El elemento que antecede al título y complementa su significado, aportando o clarificando aspectos informativos del mismo. Su buen uso potencia los distintos niveles de lectura de una publicación. Pero la realidad muestra que no es tan habitual usarlos bien. Abundan los ejemplos de antetítulos mal usados en la práctica del día a día. Hay quien los usa para situar una noticia (para eso ya está la data). También hay quien utiliza el antetítulo para titular directamente. Empieza por el antetítulo y termina en el título, y a lo tonto, gana una línea. Una virtud del correcto antetítulo es la concreción y la capacidad de síntesis. Bien, hemos llegado a ver antetítulos de varios párrafos. Hay quien cuenta su vida en un antetítulo y hay quien posee una sorprendente capacidad de no decir absolutamente nada en una frase con sujeto, verbo y predicado.

Anuncio. Dícese de la información comercial que normalmente se coloca en el último momento cuando ya está la página terminada y que hacer variar por completo la concepción de la misma. El contenido de estos anuncios es variado: ofertas comerciales, compra-venta de productos, contactos, etc. La variedad más odiada es la de publirreportaje por intentar parecer lo que no es: información. Normalmente se mide en módulos. Segunda acepción: lo que nos da de comer.

sábado, 19 de enero de 2008

Nuevo Euskadi, para los de aquí y los de allá

Hace unos días conocíamos el nacimiento de Nuevo Euskadi, revista gratuita dedicada a los inmigrantes del País Vasco. Puestos en contacto con Jordi Álvarez, su maquetador, conocemos un poco más sobre esta nueva publicación.


Nuevo Euskadi nace bajo la batuta de tres personas: Wilson Quintero (Director), Alberto Galindo (Publicidad) y Jordi Álvarez (Subdirector y responsable de diseño). Quintero cuenta con experiencia en este tipo de publicaciones ya que anteriormente había trabajado en revistas como Voces del mundo, también dedicado a los inmigrantes. Por lo tanto aunque el proyecto es nuevo, la experiencia no es desconocida.

Como nos cuenta Jordi, su maquetador, no sólo va dirigido a los inmigrantes, sino también a todos aquellos interesados en esa "nueva realidad generada por la mezcla de culturas y creencias". Con tipografías como Din Black (nombre de sección), Trebuchet (entrevistas), Century (texto base) y Din Light (pies, subtítulos y antetítulos), su objetivo es favorecer la integración en todos los aspectos. Todo ello articulado desde secciones como "El mundo del inmigrante", donde se tratan las relaciones con los vascos o "De aquí y allá" donde se trata el otro lado de la moneda, es decir, la "diáspora" vasca.



De periodicidad mensual y diseñado "bajo criterios periodísticos", se nutre fundamentalmente de reportajes y entrevistas y se distribuye en los lugares de paso habituales de este colectivo (locutorios, instituciones, asociaciones culturales, etc.). Todo ello elaborado por tan solo cinco personas, que buscan a la "gente anónima que tiene mucho que contar y que vaya más allá de los clichés".

jueves, 17 de enero de 2008

Unos tanto... y otros tan poco

Encontramos en los blogs compañeros Maquetadores y Quintatinta referencias al listado de 50 blogs sobre diseño que ha elaborado el diseñador gráfico mexicano Ulises E. en su blog el50 sobre "diseño, música, internet, juegos o lo que se me ocurra". Y nos llevamos una grata sorpresa, no sólo porque nos haya incluido en su lista, hecho que agradecemos y que nos honra, sino sobre todo por el rigor, el trabajo exhaustivo de rastreo en la blogosfera y el buen hacer que hay en este top 50, que son muchos.

El gran trabajo de Ulises E., incluyendo imágenes de los 50 blogs analizados así como una breve y certera descripción de cada uno de ellos además de los enlaces correspondientes nos ha permitido conocer blogs sobre diseño de los que hasta ahora no teníamos noticia y todos, absolutamente todos los enlaces de Ulises nos han llevado hasta sitios muy interesantes y de altísimo nivel, aunque todavía no nos haya dado tiempo a clickear la lista completa. Enhorabuena, pues, a este diseñador y bloguero mexicano que se lo ha "currao" y con un resultado sobresaliente. Nuestra visita periódica a su blog es obligada así como nuestra gratitud, otra vez, por incluirnos entre tantos y tan buenos blogs.



Y otros tan poco

Porque es así. Puede parecer que elogiamos a quien nos incluye y que criticamos a quien nos ignora. Pero aunque eso también sucede, lo mejor de la lista que elogiamos arriba sobre los 50 blogs de diseño no somos nosotros, ni que nos haya mencionado, entrad en su página y se podrá comprobar lo que decimos, como también podréis comprobar la pobreza y la falta de criterio del apartado sobre diseño del libro de muy reciente aparición "La gran guía de los blogs 2008".

Editado por Rosa Jiménez Cano y Francisco Polo junto a un equipo de colaboradores, que curiosamente sí suelen incluir sus blogs personales en la "guía", la sección dedicada a Diseño e Imagen no es que se olvide de nosotros, que a fin de cuentas somos unos recién llegados, es que sobre todo se olvida de Cuatro Tipos, de Maquetadores, de Quintatinta, ¡es que no figura Visualmente!, y tantos otros... es que no está nadie si exceptuamos Alzado, Alquimistas del Diseño o Vecindad Gráfica, junto a cuatro curiosidades a los que hemos entrado para ver qué eran por primera y última vez.

En fin, tal vez el desconocimiento y la pobreza sucedan sólo en este apartado de diseño y el resto de disciplinas sí incluyan los blogs en castellano que interesan, en eso no podemos juzgar, y no lo hacemos. Como también esperamos que si este equipo y Ediciones del Cobre editan futuras Guías de los blogs de 2009 en adelante, el apartado del diseño y la imagen esté mejor tratado, aunque no nos incluyan a nosotros, de verdad. Y es que lo mejor de la web no está en los libros, lo mejor de la web está en la web.

lunes, 14 de enero de 2008

La tortura china

Ahora ya sé lo que es. Nos habían hablado de gotas de agua sobre la cabeza, de cosquillas en los pies durante horas, de refinadas y múltiples maneras de torturar con las que los chinos disfrutan mientras las aplican meticulosos, armados de paciencia milenaria y una sonrisa en los ojos. ¿O no es una sonrisa?

Claro que debería haber empezado saludando, porque la cortesía es imprescindible si de China se trata. Bien, ni hao, pues. En lo referente a su famosa tortura de las mil formas, hay que añadir que, además, adopta expresiones mucho menos refinadas, basta darse un paseo por el Chinatown de Madrid, que también existe. Está en los bajos de la plaza de España, en los túneles que llevan al aparcamiento subterráneo, diseminado en esos locales que se construyeron hace años y desde entonces han permanecido vacíos seguramente por el ambiente lúgubre y cutre del lugar hasta dar cobijo ahora a tiendas con todos sus carteles en el alfabeto chino de dibujitos; establecimientos donde venden comida china, pero china para chinos; bazares de ropa; puestos de libros y revistas, e incluso un bar en el que nosotros no sabríamos que pedir, en caso de que nos entendieran. Allí, entre sonidos extraterrestres y el eco lejano de un gong imaginado, encontré El Mandarín.


¿Bonito, eh? Mi primera impresión fue la que sentimos cuando entramos al restaurante chino de nuestro barrio, a uno de ellos quiero decir, y nos extasiamos con su decoración. Y tuve la misma duda inquietante, a saber, ¿son los chinos así de paletos, o son así de paletos porque suponen que eso es lo que nos gusta a nosotros? Es difícil saberlo, porque la comunicación con los chinos es imposible, incluso cuando dicen sí, que te han entendido, te queda siempre la sensación de haber chocado con una barrera transparente e impermeable. A favor de que piensen que los horteras somos nosotros está el hecho de que sus restaurantes y tiendas, los destinados a ellos mismos, no son así en absoluto, son austeros casi en exceso. Por no hablar del refinado arte de la caligrafía, la tinta sobre la seda, la poesía... ¡Qué pensarán de nosotros!

La segunda duda que me asaltó con aquel ¿periódico? en las manos fue, ¿pero cómo es posible que con tantos millones de chinos como nos dicen que hay no haya llegado hasta nuestra ciudad ninguno que diseñe un poco, sólo un poquito, mejor? Claro que esto muy bien puede haberlo perpetrado algún chapuza nacional, que también son muchos. En el staff nadie se atrave a figurar como diseñador; Cristina Chang (suena un poco a coña, ¿no?) es la directora y lo edita una rimbombante Asociación para el Fomento de la Colaboración Económica y Tecnológica entre España y China.


¡Menudo festival de sombras y color! ¡MENUDA TORTURA! ¿Pero quién le habrá enseñado a este osado imprudente lo de la sombra? ¡Que le ha puesto sombras a todos los títulos! ¡En letra hueca! ¡Cada una con un tipo diferente, con un color distinto! Por no hablar de una raya que sale como desde el interior de un apoyo hasta la mitad de la noticia contigua... No puedo seguir. No puedo hacer un análisis riguroso porque parecería que esta gente de El Mandarín me hubiera hecho algo malo y me estoy vengando. Y no, ni los conozco vaya. Lo peor de todo (yo creo que no han reparado en esto) es que el engendro lo hacen una vez, pero lo reproducen miles de veces y lo reparten por todo Madrid.


Tengo la impresión, no, tengo la firme convicción de que detrás de este esperpento con pretensiones de periódico, de esta auténtica castaña envuelta en papel prensa, no está una cultura distinta que no podemos entender, sino la incompetencia y la arrogancia de quien cree que nuestro oficio lo hace cualquiera. Que no son precisos conocimientos, ni formación académica, técnica o del tipo que sea, ni experiencia profesional. Hace falta tan sólo un programa informático y ya está, esto lo coge el cuñado de Fumanchú, que es muy apañado con su nuevo ordenador, y nos lo hace baratito. O no, lo que sería aún peor, de estafa para arriba. Una muestra más del desprecio y la falta de valoración que sufre el diseño periodístico. Que sufrimos.

Hay alguna página con un mérito añadido, las cosas como son. Porque resulta verdaderamente difícil llegar a extremos como el de tener que colocar tres fotos en una página y encontrar la combinación, una entre muchas, en la que todas esas fotos estén en el peor de los sitios posibles. Ni tirándolas desde lejos caerían tan mal.


Salgo del subterráneo con mi ejemplar chino bajo el brazo y subo hasta las aceras de la ciudad de los cielos rojos al atardecer. Me inclino con toda la ceremonia que una ocasión así merece, recomiendo lugares chinos mucho más interesantes que El Mandarín y me despido deseando salud, azar favorable y respeto para todos nuestros y vuestros antepasados. Zàijiàn.

miércoles, 9 de enero de 2008

XI Jornadas de Fotoperiodismo, Edición y Diseño en Prensa:

De la mano de nuestros amigos de la Universidad San Pablo CEU nos llega un avance de lo que serán las XI Primeras Jornadas de Fotoperiodismo. Este año el tema es Moda y Comunicación: Revistas de Moda y contará con profesionales de este ámbito. Se celebrarán el 4, 5 y 6 de marzo en el Salón de Grados de la Universidad CEU-San Pablo (Julián Romea, 23).

Aquí tenéis el programa completo:

Martes, 4 de marzo de 2008

DISEÑO Y COMUNICACIÓN/DIRECCIÓN DE ARTE

1ª Sesión

Magali Yus. Responsable de Prensa de Moda El Corte Inglés

Isabel Janer. Jefa de Estilismo de la revista TELVA

Coloquio.

2ª sesión

Julia Alonso. Maquetadora de Suplementos de la revista VOGUE

Guadalupe García. Directora de Arte de la revista InStyle

Coloquio. Comunicaciones.


Miércoles, 5 de marzo de 2008

FOTOGRAFÍA

3ª Sesión

Luis Malibrán. Fotógrafo
Javier Águeda. Fotógrafo

Coloquio. Comunicaciones.

ILUSTRACIÓN

4ª Sesión

Arturo Elena. Ilustrador

Alberto Oliva y Norberto Angeletti (Historiadores del Diseño) :‘De las pasarelas a las páginas de Vogue: las etapas históricas y cómo se hace la revista del nuevo siglo.

Coloquio. Comunicaciones.


Jueves, 6 de marzo de 2008

PRODUCCIÓN DE MODA

Realización de una producción de moda en directo: Magali Yus, Isabel Janer, Luis Malibrán y Javier Águeda. Centro Audiovisual. Julián Romea, 2.

Clausura de estas Jornadas.


Información e inscripción:

Decanato de la Facultad de Humanidades y C.C. de la Comunicación (Pº de Juan XXIII, 10. 28040 Madrid. Tel. 91 456 42 00). Se entregará diploma acreditativo de las Jornadas.

Lugar:

Salón de Grados de la UniversidadCEU-San Pablo (Julián Romea, 23).

Matrícula:12 euros*.
Fecha límite: 29 de febrero.
Ingresos: BBVA - C/ San Francisco de Sales, 2328003 Madrid. Nº de cuenta: 0182 0972 150201 507261 (Indicar nombre de las Jornadas)

El boletín de inscripción junto con el resguardo del pago debe remitirse a: Facultad de Humanidades y C.C.de la Comunicación (Pº de Juan XXIII, 8. 28040 Madrid)
* Los alumnos y ex alumnos del CEU están exentosde la cuota de inscripción.

sábado, 5 de enero de 2008

Carta a los Reyes Magos

En este mundo del diseño hay dos tendencias: los maqueros y los peceros. Para los primeros, Mac ha sacado el producto definitivo. Para verlo, pinchar aquí. No os decepcionará e incluso a los usuarios de PC les hará replantearse la vida. El equipo de encajabaja ya ha encargado 5 en su carta a los Reyes Magos. Recomendamos la visita guiada y estudiar detenidamente los accesorios.

viernes, 4 de enero de 2008

Otro mito

La prensa escrita se muere. En realidad se ha muerto ya varias veces, de ser ciertas las profecías de esos visionarios agoreros que llevan años, muchos años, anunciándonos con voz grave el inevitable fin de los periódicos. Sucede con estos gurús de la comunicación catastrofista como con todos aquellos profetas apocalípticos de antes del año 2000 que fijaban una fecha precisa para el fin del mundo y cuando la fecha llegaba y el mundo seguía volvían a fijar otra para dentro de unos meses o unos años, esta vez sí que sí, de verdad de verdad de la buena que el mundo se acaba. Como los periódicos.

Antes del año 1000 también se multiplicaron los fines del mundo, como antes de internet ya hubo muertes anunciadas para los periódicos. Porque los diarios, evidentemente, serían incapaces de sobrevivir en los comienzos del siglo XX a un medio que te contaba las noticias de forma inmediata, en tu casa, y gratis, sin necesidad de que tuvieras que ir al quisco al día siguiente y pagando por noticias del día anterior. ¿Se dan cuenta de las asombrosas analogías entre radio e internet, comienzos de los siglos XX y XXI? Ayudaron mucho a esos negros augurios, como ahora, el que las tiradas entonces millonarias de la prensa bajaran. Pero como pasaron los años y los periódicos, tozudos, se resistían a morir, tuvo que venir otro medio de comunicación de un éxito arrollador que, por eso mismo, sería la puntilla definitiva. ¿Quién puede competir con la televisión?

Pues han tenido que inventar otro medio nuevo, absolutamente fascinante, para llevar a cabo la siniestra misión que se encomendó a sus predecesores y... fallaron. Pero éste sí. Por si fuera poco, a las virtudes de los anteriores, la inmediatez, la gratuidad, el dinamismo y el espectacular impacto visual, todo en uno más la interactividad, se añade que cuenta a su favor con el mito. Y un mito ya dijimos que se interioriza sin reflexionar como si fuera una verdad incuestionable de manera tal que todos damos por hecho que los periódicos desaparecerán o, al menos, se empieza últimamente a matizar, "desaparecerá el soporte en papel para la prensa escrita". No hay estudio sesudo de comunicólogo, asesor o consultor que se precie que no tenga esta curiosa afirmación, hecha ahora, cuando precisamente se imprime cada día más papel que nunca en la historia. Y eso sí que da miedo, más que el que se empeñan en querer alentar los gurús del "vamos a morir, todos". Como curioso resulta que el periódico más importante del mundo, a pesar de su muerte inminente, acabe de inaugurar una nueva sede, todo un rascacielos en la ciudad de Nueva York para que allí dentro escriban el diario, junto con su división de internet, esos portales de información que tienen éxito... por contar con el respaldo y la credibilidad de un gran periódico. De los que se van a morir, seguro vamos...

Claro que como siguen pasando los años y los números de los periódicos impresos en sus cabeceras también, pues hay ya también quien empieza a querer curarse en salud afirmando que si no desaparecen, al menos "cambiarán", "deberán adaptarse a los tiempos de internet" o será su fin. ¡Tachán! Pero si es de Perogrullo, hombre, ¿cuándo no han cambiado los periódicos?, ¿es que tienen que ver algo los periódicos de ahora con los editados a principios del siglo XX, o con los de hace tan solo 20 años? Los periódicos siempre cambian, cada día son un poquito, muy poquito, diferentes del día anterior. Pero, claro, para darse cuenta hace falta, como mínimo, hojearlos diariamente o, mejor aún, leerlos.

Al final, no sabemos cuándo porque nosotros no vemos el futuro, es posible que se acabe el papel, o que sea tan escaso y caro que resulte prohibitivo. Que se destruya el planeta por el impacto de un meteorito o que el cambio climático derrita la tinta según salen los ejemplares de la rotativa y entonces sí que tendremos que echar el cierre. Seguro que algún ventajista se apunta entonces para decir: "¿ven, ven como los periódicos iban a morir?" Mientras tanto, los periódicos seguirán contando, además de con las ventajas propias de su increíble soporte, con un elemento que ninguno de estos gurús menciona nunca: la fuerza de lo que está puesto por escrito en un papel.

miércoles, 2 de enero de 2008

El crítico espontáneo

Han pasado muchos años desde la primera vez que diseñé una página. Todavía no se había inventado la visualización y teníamos que imaginarla. Se metían claves, se aplicaban comandos, se utilizaba el tipómetro, pintábamos a mano con lápiz encima de una plantilla con los límites ya marcados de las columnas y el ancho de la página (astralón). Todo esto era muy técnico.

Desde que se inventó la visualización nos han facilitado mucho el trabajo. Ahora no tienes que imaginarte el diseño, ahora lo vas pintando con elementos ya establecidos que recuperas de un catálogo, biblioteca o página anteriormente hecha. Como decía, nos ha facilitado mucho el trabajo. Pero... Nos ha creado un pequeño problema. Tenemos espectadores, público, críticos espontáneos de arte que gratuítamente nos dan su opinión. No cuando el trabajo está hecho sino cuando lo estamos elaborando. Y, a ti, amigo maquetador, cuántas veces no te han dado ganas de levantarte y decir: ¿por qué no lo acabas tú?

Cada uno tenemos nuestras manías a la hora de realizar un diseño: unos pintan primero la información principal; otros los bloques de foto, algunos seleccionan las imágenes que van a utilizar y la mayoría aprovechan diseños ya hechos para variar un par de elementos y no tener que buscarlos uno a uno. Como títulos, pies, textos, etc. Pues todo esto está sometido a la crítica del observador espontáneo y a su NO conocimiento del sistema.

He visto a personas que tenían un control mayúsculo del programa de diseño y un conocimiento del ordenador que para sí lo quisiera Bill Gates aterrarse a la hora de pintar una página con espectadores críticos. Además el miedo era proporcional al cargo que tenía el que le estaba mirando y de lo cerca que estuviera la hora de cierre. Si es un plumilla, inquietud turbadora; si es un jefe de sección, nerviosismo creciente; redactor jefe, extraños tics; y a partir de subdirector, todo lo anterior más aptitud balbuceante y pérdida de memoria. Son buenos diseñadores y la mayoría están trabajando en un semanal o en un mensual en donde la presión del exigente público sólo ocurre el día del cierre.

Que conste que no todos los que se sientan a tu lado son iguales. Con muchos, además de pasar un buen rato con chascarrillos y bromas, aportan ideas que nos sirven para mejorar la página.

Particularmente no me imagino detrás de alguién que escribe una crónica diciéndole: `Has escrito mal esto`, `Le falta un acento aquí`, `No me gusta como te está quedando ese texto`, etc. Esperaría a que acabara. Y también opinaría de lo que sé. No de lo que no tengo ni XXXX idea.

martes, 1 de enero de 2008

Ideas preconcebidas

Ha pasado más de una semana y todavía me acuerdo. Del partido, claro. Y de las páginas que hicimos después también. Del partido porque a pesar de que nuestro eterno delantero Raúl no tuvo una actuación destacada, sí confirmó sin embargo el triunfo del juego colectivo, ¡y qué juego!, que tan denostado está en estos tiempos de figuritas de mazapán. De las páginas, porque el cierre de aquel inolvidable domingo no creo que lo vayamos a olvidar.

Cada vez que se disputa un partido del siglo, en los periódicos es necesario tener previstas las páginas de antemano, al menos para la primera edición. Estos acontecimientos, sobre todo los que más importan para las audiencias televisuales, empiezan, y por lo tanto acaban, muy tarde. Por eso, en cuanto el colegiado sopla los tres pitidos de rigor y da por finalizado el encuentro las páginas tienen que enviarse a la rotativa prácticamente ya. Deben estar hechas de antemano, tienen que estar ya casi escritas, porque se redactan según sucede el partido, y a la vez hay que buscar las mejores fotos de las primeras que envíen las agencias o nuestros fotógrafos para huecos pintados antes. Después, en segunda edición, tenemos tiempo para cambiar lo que sea necesario en función del material gráfico que vaya llegando, declaraciones que se produzcan después, etc. Hay que trabajar, pues, con ideas preconcebidas.

Pero, a veces, las ideas preconcebidas nos impiden ver lo que tenemos delante. Para la crónica del partido del siglo entre el Barcelona y Real Madrid, ja, ja, ja, perdonen que me ría pero es que cada vez que me acuerdo me entra una alegría... decía que para la crónica de ese partido, je, pues decidimos maquetar una página que no fuera la de siempre (la típica con su gran foto por arriba) y dispusimos una imagen vertical a tres columnas de arriba a abajo. Las ideas preconcebidas del responsable de deportes pasaban por una foto de juego en esa página y para la página enfrentada tres imágenes con gestos de distintos protagonistas de aquella noche. En cuanto terminó el partido, hicimos esto con el material que llegó:


No está mal. Pero... no sé. No llegaba a funcionar. Le falta fuerza. En la página impar nos resultó imposible encontrar tres gestos de manera que los jugadores no estuvieran tan desproporcionados. Y en cuanto a la primera página no tengo espacio suficiente para relatar lo que sufrimos buscando "una foto de juego" que tuviera ese corte tan extremo. El esquema de las páginas estaba bien pero las ideas preconcebidas sobre su contenido nos impedían ver, por ejemplo, que estábamos desaprovechando la foto, el fotón más bien. Como nos condicionaban a buscar una foto de juego que no existía con ese formato, mientras que había muchísimas con un formato horizontal. Me costó algo convencer al subdirector del periódico, porque las ideas preconcebidas se suelen agarrar y nos clavan las uñas. "Yo tenía otra idea", repetía cuando le propuse las páginas que finalmente salieron. "Pero bueno...".



Porque el Madrid titánico, como titulábamos, era más bien esto, ¿no? Se tratraba de dar grande la foto de Pepe, enorme como estuvo el central, y de dar una foto de juego a cinco columnas en la segunda página. Nada más. Y nada menos. En segunda edición, finalmente, lo volvimos a estropear. Pero esa es otra historia.