martes, 28 de septiembre de 2010

Declaración de Pamplona

Es posible que nunca un Gobierno mereciese tanto una huelga general (como este que padecemos presidido por un errático y mediocre Zapatero), a la vez que nunca unos convocantes (como estas centrales sindicales mayoritarias que padecemos también), merecieran tanto que nadie la secundara. Así estamos. Como es natural, en encajabaja no podemos permanecer ajenos ni a esta convocatoria que ni apoyamos ni dejamos de apoyar porque, entre otras razones, no tenemos una postura común sobre ella aunque respetamos cada uno la posición del otro, como tampoco a la grave situación económica general de nuestro país, y a la no menos grave situación del sector periodístico en especial.


Junta directiva de la FAPE, reunida en Navarra, con la Declaración de Pamplona.

Por todo ello, nos parece más que oportuno hacer hoy una reseña sobre la reciente "Declaración de Pamplona" aprobada por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) tras su reciente reunión el pasado 20 de este mes en el Archivo Real y General de Navarra. Los datos del Observatorio de la Crisis, dirigido por la FAPE, ponen de manifiesto que en los dos últimos años la pérdida de empleo en nuestro sector ha afectado a 3.400 profesionales, y sólo en los últimos tres meses han desaparecido al menos 437 puestos de trabajo. "La crisis más grave de su historia", según FAPE.

La Declaración no hace más que constatar lo que todos aquellos que trabajamos en un medio de comunicación vemos y sufrimos cada día: el empleo es cada vez más precario, con la utilización creciente de becarios y estudiantes en prácticas para ocupar puestos estructurales; las convocatorias de ruedas de prensa "enlatadas" o "teledirigidas" sin preguntas, como deterioro de la calidad informativa; o que el "nuevo escenario digital no es sinónimo de mayor calidad informativa. Hay mucha información, sí", afirman, "pero también mucha que se basa en el rumor y la difamación". Para la Federación la apuesta por la calidad, como venimos manteniendo muchos durante mucho tiempo ya sin que hayamos conseguido nada sino más bien todo lo contrario, es fundamental para el futuro de nuestra profesión... y para el futuro de cualquier sociedad libre y avanzada. Algo en lo que, evidentemente, no sólo hay que hablar de internet, porque "la banalización de la información" está afectando de manera creciente a todos los medios.

Como conclusión, la Declaración de Pamplona incluye nueve puntos que os reproducimos íntegros a continuación:

1) Instar a los editores a negociar con los representantes sindicales un futuro viable para sus empresas en el que los eventuales sacrificios salariales garanticen el empleo, impulsen proyectos innovadores y establezcan un plan de formación intensivo y permanente, absolutamente imprescindible en el proceso de cambio acelerado que vive nuestra profesión.

2) Urgir al Gobierno, a los partidos y a las instituciones públicas a terminar con la práctica de las grabaciones enlatadas y de las ruedas de prensa sin preguntas. La FAPE invita a los periodistas a defender su derecho a preguntar y a los responsables de los informativos a promover la información propia y, en el caso de que esto no fuera posible, a especificar claramente el origen de las informaciones.

3) Instar al Gobierno y al Parlamento a que reconozcan, en la nueva Ley de Propiedad Intelectual, los derechos de los periodistas como autores. La FAPE invita a los sindicatos a incluir su reconocimiento en la negociación de los convenios colectivos.

4) Verificar que la Inspección de Trabajo ha puesto en marcha un plan para detectar las irregularidades sobre el empleo de los becarios, en respuesta a una petición expresa de esta Federación.

5) Instar a los magistrados a que respeten el derecho de los periodistas a la protección de sus fuentes informativas, según lo que establece la ley. A la vez, recordar al Gobierno que mantiene sin cumplir la promesa de promover una ley de transparencia y de acceso a la información pública, cuyo primer borrador de anteproyecto no satisfizo a la profesión periodística.

6) Recordar a los periodistas que hacen anuncios publicitarios con ánimo de lucro que nuestro Código ético y deontológico declara incompatible el ejercicio de la profesión periodística con la publicidad remunerada.

7) Fomentar la creación de los colegios profesionales de periodistas, que no se entienden solo como estructuras de pura defensa de los intereses profesionales, sino que aseguran la calidad de un servicio ciudadano, que en este caso es el derecho a la información.

8) Defender que en las convocatorias de puestos de trabajo para periodistas se exija la titulación o un máster en periodismo.

9) Convocar a la unidad de todos los periodistas para defender el ejercicio de calidad, basado en la disciplina de la verificación, la independencia, la clara separación entre opinión e información, la objetividad y la búsqueda permanente de la verdad.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Diseñario 2.0 (XXXIX)

A las puertas de una nueva huelga general en nuestro país, la cuarta desde la llegada de la Democracia, el comité de expertos de encajabaja la afronta con división de opiniones (con más miembros hacia uno de los lados, hacia el mismo que el que también parece mayoritario en el resto de la sociedad española) pero con todo el respeto de unos hacia otros, como esperamos y deseamos que suceda en general el próximo miércoles 29, martes 28 para los periódicos. En lo que sí parecemos coincidir todos, es que nunca un Gobierno mereció tanto que le hiciesen una huelga así, y que nunca los convocantes de la misma merecerion tanto que no la secundásemos. Pase lo que pase, que cada cual pueda hacer lo que quiera con máxima libertad, con la misma que este comité escribe esta nueva entrega del Diseñario, obra colectiva, irreverente, infinita y abierta a vuestra participación, sobre el diseño periodístico y la prensa en general.




O


Oblicua. Cursiva.

Obituario. Genero periodístico dedicado a la reseña de la vida y, sobre todo, de la muerte de personajes más o menos ilustres en diferentes ámbitos, desde la política hasta los deportes, pasando por la crónica de sociedad o las jotas del Bajo Aragón.
Aparecer en las páginas de este género periodístico, también llamado necrológicas, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Sus pros: has hecho algo en la vida por lo que mereces ser recordado en unas cuantas líneas de periódico. La mayoría de las veces, algo bueno; el resto de veces, algo malo, muy malo. Sus contras: estarás muerto y no podrás leerlo. Una pena.
Aunque muchas veces no es así. Hay gente que ha podido leer su propia necrológica y ver cómo han glosado en un periódico su vida, obra y, en ocasiones, milagros. Por error, por supuesto. Alguien lo mató antes de tiempo. Y suponemos que se habrá puesto contento si el obituario era grande y se habrá mosqueado si era pequeño. Porque en este género el tamaño sí importa. Cuanto más grande lo tengas, el obituario se entiende, más importante eras. Cuanto más pequeño, menos significante.
Estas páginas tienen la mala fama de ser serias, aburridas, tristes incluso. Y es cierto que no dan mucho juego, principalmente por respeto al finado, que está, como quien dice, de cuerpo presente. Pero hay quien lucha contra ello. Conocemos a un redactor, del cual no diremos el nombre, que sugirió hacer la página un poco más "divertida", "alegre", nos dijo. Sin embargo, y poniendo cara de funeral, muy propia para estos casos, contestamos: si se ha muerto una persona, esta página no puede ser divertida. Como no parecía muy convencido tuvimos que darle argumentos que nos resultan imposibles de reproducir aquí, motivo por el cual se terminó marchando a su sección, de obituarios, con cara de enterrador, es decir, de pocos amigos. Y menos, de nosotros.

Oculto. Así, en dos líneas, o tres, todo lo que está pero no se ve, como los invisibles entre caracteres, las cajas de imagen que hacen de tapones o las aviesas intenciones en los textos... También es aquello que según aquella brillante definición de noticia, alguien, en algún lugar, intenta ocultar.

Off the record. Todo lo que un periodista consigue fuera de los cauces oficiales, aquellas informaciones a las que se accede de manera confidencial, todo lo que un entrevistado cuenta fuera de la entrevista, "fuera de la grabación", que sería su traducción exacta... Lógicamente, las cosas que se cuentan off the record son como si no se hubiesen contado, no tienen el permiso para ser publicadas, algo que en el periodismo clásico siempre se ha respetado y que hoy en día cada vez se respeta menos. De ahí que muchos periodistas se quejen de lo difícil que resulta conseguir informaciones fiables. Si nos hubiésemos preocupado de cuidar más a nuestras fuentes y no quemarlas deslealmente en esta enloquecida carrera por publicar exclusivas, o simples primicias, otro gallo nos estaría cantando ahora, de eso, seguro...
Pero esto no es exclusivo de los redactores. También existe el off the record en la maquetación. Son esas maquetas que accedes a pergeñar porque quien te las pide es alguien cercano y caes preso de un ataque de humanidad. Un grave error en el que los maquetas caen, de tanto en tanto... Suelen ser maquetas de última hora, maquetas que no respetan a nada ni a nadie, soluciones desesperadas para redactores desesperados. De ahí que el maqueta que lo consuma reclame para sí el amparo del off the record: "Vale, te lo hago porque eres mi colega… pero como alguien pregunte, yo no sé nada de esto...".


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Otoño diseñil


Van sólo por la segunda edición, pero las Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información van camino de convertirse en un clásico del diseño. Organizadas por nuestro querido amigo Pedro Pérez Cuadrado, el campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos acogerá este año unas jornadas dedicadas al mundo de la fotografía, tanto en prensa como en Internet.

Este año, encajabaja también participará en las jornadas. Javier Vidal, nuevo jefe de diseño de Suplementos de El Mundo, compartirá mesa con el grande de la fotografía española José Manuel Navia, que ya pudimos disfrutar en las clásicas jornadas del CEU. Será en la primera jornada, dedicada a la edición de fotografía en la prensa y en la que también participará Alberto Yagüe, especialista en postproducción fotográfica.

Imagen de las jornadas del año pasado.

En la segunda jornada participarán Oyer Corazón, especialista en Diseño Gráfico, Mario Tascón, compañero, amigo y responsable de lainformación.com y Juan Miguel Sánchez Vigil, responsable del archivo fotográfico de Espasa Calpe.



Todo esto, el 10 y 11 de noviembre (calendario completo, aquí), en horario de mañana y de tarde. Justo los mismos días en los que se celebra el ñh7, congreso del capítulo español de la SND. Será en Valencia y durará un día más, desde el 10 hasta el 12 de noviembre.

Contará, entre otros participantes, con Rodrigo Sánchez (El Mundo), Alfredo Triviño (News International), Ramón Salaverría (Universidad de Navarra) o Benjamín Lana (Vocento). El programa completo sale el 29 de septiembre, pero podéis ir reservando hotel en Valencia, ciudad que acoge la edición de este año y donde seguro que podéis compartir buenas charlas con compañeros de profesión como CuatroTipos o QuintaTinta.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Diseñario 2.0 (XXXVIII)

Como no había podido ser, los responsables de la Federación Portuguesa de Fútbol, antes de volverse con los manos vacías a sus despachos, intentaron ponerse en contacto con los miembros del comité de expertos de encajabaja encargados de la redacción del Diseñario, para ver si este grupo excéntrico y caprichoso podía ocuparse de entrenar durante algún partido a la selección de su país. "En vuestros ratos libres." Infelices. Insensatos. Si esto es una obra infinita... Con todos ustedes, una nueva entrega del Diseñario, obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general.




N


Negativo. Cuentan que hubo una fotografía humana, química, anterior a esta fotografía máquina de píxeles y electrónica, que fijaba las imágenes en un soporte de acetato de celulosa bañado con sales de plata en vez de en archivos informáticos. Lo hacía de manera inversamente proporcional a la cantidad de luz que recibía, quedando oscuro lo luminoso y al revés, o con colores complementarios cuando los pigmentos de la emulsión recreaban los de la realidad atrapada. Por eso lo llamaban negativo. Y es que no hablamos del supuesto y tópico carácter habitual de los maquetadores, ni del rechazo puntual a alguna de las ideas de bombero que tanto nos proponen, ni tan siquiera del estado de ánimo general que sufrimos en esta crisis de nunca acabar. No. No es eso. Negativo es una manera de reproducir textos o imágenes de manera inversa, lo negro es blanco, lo rojo es verde...
Conviene no abusar de este recurso en el diseño periodístico, en primer lugar porque en el diseño de periódicos no conviene abusar de nada, en segundo porque perdería su gran capacidad para captar la atención del lector. Que la tiene. (Selecciónense ahora las siguientes dos palabras.) ¿0 no?

Nevera. En un periódico no todo se puede trabajar en el mismo día del cierre y de igual manera, a veces (las menos) se trabajan los temas con previsión y mucho tiempo de adelanto (hemos oído que hay periódicos en otros países que lo saben hacer) y a veces, muchos temas destinados para ser publicados se caen a última hora. La forma de garantizar que esos temas se conservarán adecuadamente hasta que se les encuentre una fecha de publicación más apropiada es la nevera. Que nadie piense que el frío es una condición importante aquí. Pero se le llama nevera, igualmente, a cualquier sistema de archivo que sirva para almacenar estos temas que o bien ya están preparados o a la espera de ver la luz. Adelantos, previsiones o noticias que no están sujetas a las exigencias de la actualidad pasan a este lugar que los mantendrá fresquitos y en plenas condiciones de consumo.
También se conoce como nevera el lugar donde son inhabilitados algunos personajes, impidiéndoles desarrollar temporalmente su labor habitual y deteniendo, suponemos, su lento y desagradable proceso de autodescomposición. Es habitual que estas neveras estén llenas de árbitros de fútbol, jueces, políticos más o menos importantes, periodistas, etc. La tónica habitual es que los subordinados de lujo sean los que pueblen estas neveras ya que los que realmente mandan suelen ser los que deciden quién entra o quién sale del helado confinamiento.
Pero si hay una nevera que ha marcado nuestras infancias es aquella en la que Steve McQueen, inasequible al desaliento, lanzaba una pelota de béisbol, tacatá, tacatá, contra la pared mientras urdía algún nuevo y testarudo plan de fuga de uno de los campos de concentración más extrañamente amables de la historia del cine. Era una nevera con pedigrí, compartida con un escocés chiquitín y risueño y en la que todos hemos jugado a ser encerrados en alguna ocasión, al implacable son de: "¡Neverra!".


Ñ


Ñapa. Chapuza, arreglo para salir del paso y solucionar las cosas a bote pronto, mal y tarde. Ñapa es el celo para unir cables, las servilletas para la mesa coja o la caja de imagen del software de maquetación como tapón para arreglar una partición de texto que no hay manera de solucionar o una silueta que el dichoso programa no consigue realizar correctamente.
La ñapa, clásica solución española, es fácil de identificar: transitoria, salta a la vista del ojo experto, que suele arreglar el follón sin problema. Además, el que la encuentra suele acompañarla de expresiones como "vaya ñapa", o incluso de alguna de más grueso calibre. Todo ello a pesar de que haya sido otro experto el que ha hecho tal ñapa porque no veía otra solución. Cosa que, a simple vista, parece una ñapa para decir que, o no tenía tiempo o no tenía ni idea.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Periodiquerias (XXIII)





Damasco (Siria, 2010) / Roberto Benito Leborans





Washington (Estados Unidos, 2010) / Luis Blasco





Turku (Finlandia, 2010) / Alberto D. Prieto

¿Monumento al lector de prensa?, en Tampere (Finlandia, 2010) / Alberto D. Prieto


Enviadnos fotos de vuestras "periodiquerías" antes de que todas sean iguales y se llamen iPad. Fotografiad esos lugares en los que todavía se venden periódicos, y las publicaremos en esta serie. Si queréis.



Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima
Periodiquerías (XVII): Hollywood (Los Ángeles - USA)
Periodiquerías (XVIII): Cagliari (Cerdeña - Italia) - São Paulo - Parlamento Europeo (Bruselas)
Periodiquerías (XIX): México DF - Salzburgo - Buenos Aires
Periodiquerías (XX): Milán - Punta Arenas (Chile) - Cannes
Periodiquerías (XXI): Londres
Periodiquerías (XXII): Xian (China) - Assilah (Marruecos) - Bergen (Noruega)

martes, 14 de septiembre de 2010

Con 'c' de careto

Todos los años, a mediados de septiembre, se realiza en Madrid La Noche en Blanco. Resumiendo un poco el asunto, las calles del centro de Madrid se cierran durante la noche, la gente invade el asfalto y las actividades (buenas, malas o regulares, según el gusto de cada cual) florecen por doquier. Justo lo contrario de los habituales atascos madrileños.


Y también contrario a lo habitual es lo que nos pasó hace unos días. Normalmente una buena foto tiene la misión de levantar una página, de armarla y construir a partir de ella. Esta vez, era totalmente al revés. Con un foto mala, malísima, teníamos que construir la portadilla del suplemento M2, la revista diaria de Madrid. La foto en cuestión era un "careto infame" como llamamos nosotros a esas fotos de carnet, ya sean de Barragán o de Brad Pitt.

Pero es que, además, el sujeto, Alberto Santander, era un perfectísimo desconocido al que días antes le habían seleccionado como Madrileño del Año, honor otorgado democráticamente a través de internet.

Con estos elementos (nunca mejor dicho), había que destacar como tema principal que durante la citada noche 25.000 personas iban a llevar una careta con la cara de Alberto. ¡Qué vergüenza!

Manos a la obra, fuimos descartando opciones, unas por funestas (la foto pequeña, en el centro y con un marco grueso, estilo esquela) y otra por sosas (la foto al centro sin más). Al final, y tras darle vueltas, quedaron las dos opciones que ilustran este post.


En una dábamos caretos y más caretos para acentuar la sensación de repetición que se iba a producir la noche del 11 de septiembre. Y en otra, nos adelantábamos a esa noche y ofrecíamos nuestra propia careta, con la silueta para recortar y todo. Para ir practicando y asustando a la parienta. Había dudas, la verdad. Los redactores preferían la multicareto; nosotros la unicareto.

Al final, salió... la nuestra. Por supuesto. Y porque informativa y graficamente era bastante más clara que la otra, según nuestro modesto entender.

Pero a vosotros ¿cuál os gusta más?


lunes, 13 de septiembre de 2010

Diseñario 2.0 (XXXVII)

Ajenos a la polémica sobre si las maquetas de las páginas deben fabricarse, enlatarse y venderse en paquetes para que luego otros las llenen de contenidos, como nos propone Roger Black, o si por el contrario deben diseñarse en función del contenido, en la misma redacción (porque ahorrar ese coste es ahorrar en calidad... y posiblemente también en lectores), los esforzados, aislados, enigmáticos y caprichosos miembros del comité de expertos de encajabaja encargados de la redacción del Diseñario nos ofrecen otra entrega de esta obra colectiva, infinita, irreverente y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general.





Modular. Suena a espacial, y con el espacio tiene que ver. El espacio físico de una página, su estructura interna, no el espacio interestelar. El diseño modular, que es exactamente a lo que nos referimos, es el más avanzado y moderno sistema para estructurar una página de periódico, aunque se haya inventado hace ya muchos años y para los "diseñistas", empeñados en vender novedades ya inventadas un día sí y otro también, esto sea tan terrible, tanto, que no les quede otro argumento que el de calificarlo como antiguo y "aburrido"... mientras hacen páginas moduladas, llenas de adornos, pero divididas en módulos horizontales y columnas verticales.
Sucede que no tiene nada que ver ni con la diversión, ni con la falta de ella, sino con el racionalismo, con la forma unida a la función, con la sencillez insuperable de lo que es útil y bello a la vez. Puede que parte del aburrimiento venga de que el primer periódico que se diseñó de esta manera en España fuese El País, de la mano del alemán bauhausiano Reinhard Gäde, ¡en 1974!, y que desde entonces todos, pero todos, estructuren sus páginas de esta manera. Resulta curioso, y es un ejercicio que ya se ha hecho en algunas ocasiones, comparar el primer ejemplar de este diario con los que se editaban entonces en nuestro país para ver la enorme revolución en cuanto a diseño periodístico que supuso. Un salto que no se ha vuelto a producir y que, arrevistamientos más o menos colorineros aparte de los que se venden como nuevos y que excepto en lo modular ya se hacían a comienzos del siglo XX, tampoco parece que vaya a suceder a corto y medio plazo.
Lo hemos medio señalado ya, pero para que quede claro del todo, el diseño modular consiste en la división de una página en columnas verticales (cinco en el caso de un tabloide estándar, que pueden ser seis si nos gustan las columnas muy estrechitas y estar cambiando de renglón cada pocas palabras), y en una serie de módulos horizontales (nueve en el caso también de un tabloide, aunque pueden ser más o menos). Se crea así una rejilla que sirve, entre otras cosas, para contratar la publicidad con unos tamaños ya establecidos y que coinciden con alguna de las combinaciones posibles: dos módulos de alto por cinco columnas de ancho (2x5 en el argot de un periódico), es un típico faldón de publicidad pequeño; cuatro módulos de alto por cinco columnas de ancho (4x5) es aproximadamente una publicidad de media página; o siete módulos de alto por cuatro columnas de ancho (7x4), es el clásico "robapágina" de publicidad, porque ocupa casi toda la página pero no paga una página entera.
Esta manera de estructurar la página sirve además para disponer en ella las diferentes noticias, con lo que conseguimos orden y jerarquía (dando más o menos columnas y módulos a cada una de ellas), con la ventaja de que así podemos separar muy fácilmente unas de otras. Por si fuera poco, nos permite intercambiar con rapidez y no demasiados trastornos publicidades, o noticias, entre unas páginas y otras. "Queda bonito", nos dijo una vez Gäde que le decían, "¿cómo qué bonito?, ¿funciona?". Sí. Pues eso.

Módulo. Cada uno de los espacios que resultan de dividir imaginariamente la página de un periódico de manera horizontal (aproximadamente nueve divisiones iguales en un tabloide). Sirve para estructurar la página y crear espacios fijos para contratar la publicidad.

Morder. En la vida real que te muerdan suele ser mala señal, salvo que estemos hablando de esos pequeños mordisquitos que se suelen dar en la intimidad... Por lo general, un bocado conlleva una franca declaración de hostilidad manifiesta, que suele darse justo cuando todo intento de diálogo y negociación ha fracasado por completo. Y además duelen, en según qué zona, algunos más que otros... Sin embargo, en el periodismo, un mordisco es sinónimo de contenido que cobra más interés del que pudiera parecer así, a simple vista. Un bocado en prensa es una llamada de atención. Ya nos lo advertían en la facultad, cuando nos contaban que lo noticioso no era que un perro mordiera a un hombre, sino que fuera el hombre el que mordiese al perro. Y algún humilde miembro del consejo de sabios de encajabaja, que pasó por la facultad más interesado por cuestiones que solían darse con más frecuencia en las cafeterías que en las aulas, siempre pensó: "No. Lo noticioso sería descubrir qué ha hecho ese pedazo de bestia... para llevarse un bocado de un pobre hombre, normal y corriente". Porque conscientes como somos de la capacidad humana para ser más perros que uno de verdad, que en un momento dado nos empleemos a mandíbula batiente no nos sorprende en absoluto.
En diseño, llamamos morder a cuando un elemento invade el espacio de otro. Y para no superponerlos, uno recorre al otro, dando la sensación de que alguno de ellos, el texto por ejemplo, se ha llevado un bocado. Esto hace unos años era una movida tecnológica, en los que había que definir mil puntos de paso del texto y ahora se hace pulsando una sencilla combinación de teclas, el famoso contorneo de Quark, controlté. Defines el espacio que dejas entre elementos y ya está. Y no tiene mucho más. Como lo del hombre y el perro. Un mordisco es un mordisco, lo reciba quien lo reciba...
Concedednos, pues, el gusto de centrarnos en el porqué. ¿Por qué mordemos un elemento con otro? ¿Queda bonito? Sí. ¿Lo hacemos porque queda bonito? No. Faltaría más. Lo hacemos porque es una manera de destacar algo que, de otro modo, quedaría sin destacar. Ejemplo: una foto a dos columnas es eso, una imagen que no tiene relevancia para ocupar tres. Y al revés, exactamente lo mismo. Pero ¿y si no lo tenemos del todo claro, y si existen dudas razonables a la hora de valorar su relevancia informativa? Mordemos. Y en lugar de dos, ocupamos dos y media, en una especie de excepción violenta, perpetrada a dentellladas, por si alguien se opone. La imagen usurpa el lugar que correspondería a otros elementos (textos, pies, etc.) y de repente, adquiere una relevancia superior a lo que cabía esperar de ella, el kata to eikós que decía Aristóteles. Y como la valoramos de diferente manera de lo habitual, le damos una forma diferente de la habitual, para que conste en acta.
Y por eso se muerde. Para diferenciar elementos. Luego, una vez has mordido, queda chulo. Y como queda chulo, se usa para casi todo. Pero la principal finalidad de que un elemento muerda a otro es porque con la forma avisamos de que el contenido tiene algo especial, algo que queremos que destaque y en lo que queremos que os fijéis, una pequeña trampa visual. En los periódicos, estos códigos son importantes, porque la información tiene miles de matices y estos recursos son los que ayudan a hilar fino en el diseño.
Luego está el que muerde por morder, sin respetar ningún código de lectura. De esos siempre hay... Hay incluso gente que va mordiendo a los perros...


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.