martes, 20 de junio de 2017

Los mejores libros de fotografía del año - PhotoEspaña 2017


La Biblioteca Nacional alberga una exposición con casi un centenar de libros de fotografía expuestos con motivo de una nueva edición del festival de fotografía PhotoEspaña 2017 que celebra, además, su  vigésima edición. Allí estuvimos, disfrutando y ojeando lo que para los organizadores "se ha convertido en los últimos años en una herramienta fundamental para el trabajo del fotógrafo". Un "soporte excepcional que se adapta formal y estéticamente a la idea del autor y sus posibilidades creativas son amplísimas".

PhotoEspaña premia cada año los que considera mejores libros de fotografía en un certamen abierto al que pueden presentarse libremente autores y editores, en esta edición con obras publicadas entre marzo de 2016 y marzo de 2017. Además, de los premiados, en la Biblioteca pueden verse, expuestos en cajas de cartón,  una amplia muestra de los libros presentados en esta edición. Merece mucho la pena acercase hasta allí, porque los libros de fotografía, más que hablar de ellos, hay que verlos, tocarlos...










Ediciones Anómalas. Editorial destacada del año.




'Al borde de todo mapa', Juan Requena (Ediciones Anómalas). Premio al mejor libro de fotografía del año, categoría nacional.



'barespagnol', Pablo Casino. Premio al mejor libro de fotografía autoeditado.



'(un)expected', Peter Dekens (editorial The Eriskay Connection). Premio al mejor libro de fotografía del año, categoría internacional.


La Grieta

Mención aparte merece, en lo que a mí respecta, 'La grieta', obra del fotoperiodista Carlos Spottorno y del reportero Guilllermo Abril. Un libro inclasificable —al menos de momento— que une fotografía, cómic y reportaje periodístico. Resulta difícil compararlo con el resto de libros de fotografía, a pesar de formar parte de esta exposición, y prácticamente imposible que 'compita' con el resto por un premio al mejor libro de fotografía. Porque es que, 'La grieta' es mucho más.

Tal y como escribe Mar Abad en la resvista Yorokobu en un espléndido reportaje, estamos ante "un documento gráfico de la amenaza que se cierne sobre Europa". De lo que está sucediendo en sus fronteras: la valla de Melilla, las pateras del Mediterráneo, los Balcanes y los más de 1.300 kilómetros de frontera que separan Rusia de los países del Norte de Europa. Un trabajo de 168 páginas editado, valientemente, por Astiberri, y que ha sido posible gracias a las ayudas de la Fundación BBVA y de Creadores Culturales. 



Sus creadores realizaron un viaje de tres años, iniciado en 2013, a todos estos países en los que Spottorno y Abril tomaron más de 25.000 fotografías y rellenaron 15 cuadernos de viaje con apuntes, testimonios... para crear  una obra única dentro del periodismo. Fotografía y reportaje periodístico a los que se unen técnicas del cómic en la manera de contar con imágenes —el arte secuencial— y, sobre todo, en el tratamiento gráfico de las fotografías. Spottorno cuenta en el mencionado reportaje de Mar Abad, que realizó distintas pruebas primero con las imágenes en blanco y negro —"aquello parecía una fotonovela romántica"— y luego con distintos filtros sin obtener un resultado convincente hasta que, por fin, dio con la técnica del coloreado a mano de las imágenes que es lo que finalmente hacen de 'La grieta' ese interesantísimo híbrido fotografía-cómic-reportaje periodístico.

En medio de este proyecto, los autores del 'La grieta' ganaron el prestigioso World Press Photo por su documental 'A las puertas de Europa'. 


PhotoEspaña 2017

Además, de la exposición con los mejores libros de fotografía, la presente edición de PhotoEspaña celebra su edición número 20 con más de 100 exposiciones y la participación de 514 artistas. Destaca el hecho de que el fotógrafo español Alberto García-Alix haya sido el encargado de la organización de seis de las muestras de este certamen internacional.

Chema Madoz, Cristina García Rodero, Elliot Erwitt, Minor White... exposiciones individuales y colectivas, algunas tan interesantes como Cien años de fotografía Leica, y distintos actos como talleres, ciclos de cine, mesas redondas, y distintas sedes además de Madrid en esta nueva edición de un evento fotográfico imprescindible del que cada año os venimos informando.




jueves, 8 de junio de 2017

Firmas En Caja Alta: Arcadi Espada

El número 10.000 del Diario El Mundo no podía olvidar uno de los aspectos en los que más ha destacado: el diseño. Premiado en multitud de ocasiones, el diseño del periódico es una de las ramas más importantes para transmitir la información a los lectores. Hemos contado en esta misma sección con grandes defensores del diseño, como Pedro G. Cuartango, Bernardino Hernando, Fermín Vílchez, Miguel Buckenmeyer o Pedro Pérez Cuadrado. Y por supuesto, no podía faltar en esta sección Arcadi Espada, que desde el lado, el de los redactores, se muestra como un firme defensor del diseño de los periódicos en papel. 




Meticuloso hasta la excelencia, en ese punto funambulista en el que ésta se difumina con la superioridad moral. Lo llaman conservador, le dicen reaccionario, pero él asegura defender los hechos actuales. Explica lo que sabe y lo que no sabe con una sintaxis disciplinada o un verbo tranquilo. Con una pluma afiliada cuya tinta no se vende, escribe en EL MUNDO desde 2006. Anteriormente había paseado sus textos por La Vanguardia, El Diario de Barcelona o El País. Dependiente de la verdad, muestra sus ideas en un bello escaparate gramatical. Elegante, claro y a la vez complejo. Siempre insumiso. Hasta tal punto de fundar su propio periódico online, Factual, que fundó en 2009 y abandonó en enero de 2010

Su obra encuadernada también es amplia y abarca temas periodísticos, con especial atención al maestro Josep Pla (Notas para una biografía de Josep Pla, 2005; Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla –coautor-), la situación política en Cataluña (Informe sobre la decadencia de Cataluña reflejada en su estatuto) o el ejercicio del Periodismo (Periodismo práctico, 2008). Con su obra Contra Cataluña (1997) logró el premio Ciudad de Barcelona de Literatura.

En el verano de 2014 impulsó, junto con otros escritores, artistas y periodistas, la creación del movimiento Libres e Iguales.

Su pasión por el periodismo no se limita sólo a los contenidos. Firme defensor de los periódicos impresos, del diseño periodístico y su utilidad informativa, lo demostró con esta columna que a continuación reproducimos y que salió publicada, en papel por supuesto, el día 21 de octubre de 2014


E. M.
 

A DÍA de hoy, este periódico es uno de los más bellamente diseñados del mundo. Ya comprendo que esta columna es un lugar delicado para decirlo pero es mi lugar y además estoy legendariamente en contra de la fatua modestia. Desde hace tiempo leo los periódicos en el iPad. Nadie me convencerá de que esta práctica de lectura sea inferior a la lectura en el papel. Todo lo contrario: es más cómoda, más precisa y más deslumbrante. Y nadie me convencerá tampoco de que alguna web informativa haya superado en eficacia y belleza al diseño de cualquier periódico. No negaré que las cosas, lentamente, han mejorado en la web. Pero a la vista del orden limpio y puro del periódico cualquier web sigue dando la sensación de no haber sido diseñada. Es verdad que yo veo el mundo a través de palabras y periódicos, en contraste con el tipo asambleario que lo ve a través de emoticonos y tuits. Y que por lo tanto estoy adiestrado para el desprecio de la bullanga web. Pero aun así me parece una inesperada evidencia que después de veinte años de poner las noticias en la web la claridad y complejidad formal del periódico no haya sido superada por ningún otro diseño de noticias. Desde el punto de vista del orden conceptual la web solo es la traducción gráfica de un diario hablado o de un telediario. Es decir, del orden rudimentario que va de arriba abajo. Del mundo en scroll. 

Pienso a menudo en las razones de todo esto. Hay para elegir. Es obvio, por ejemplo, que el consumo web de noticias está dirigido a gente que pillaba los titulares en el bar o en el autobús, es decir, nunca pagándolos, o al que, pagándolos, nunca pasaba de ahí. Ese es el consumo que realizaba, como mínimo, la mitad de lectores de periódicos. El doloroso latigazo a nuestra vanidad que aún no hemos acabado de comprender los periodistas. En este punto está explicada la ruina de nuestro modelo de negocio (solo leían titulares y ahora los tienen gratis), y quizá también la desatención formal del modelo web. Pero hay otras razones. Una sofisticada y elegante, y como tal probablemente falsa, es que el periódico sigue siendo un objeto, mientras que la web es un fluido. ¿Cómo se diseña un chorro? 

Hay muchas razones para seguir reivindicando la supervivencia de ese objeto diario. Pero esta canción de aniversario, en homenaje al equipo de Rodrigo Sánchez, solo querría señalar la belleza. Este periódico, ¡cada mañana!, trae dos, tres, seis páginas que son una obra de arte. Ennoblecen los fangos del día. Acompañan. Y recuerdan que cuando uno se acostumbra a tratar con la belleza detecta mejor la mentira.

martes, 23 de mayo de 2017

Homenaje del barrio madrileño de Tetuán a la prensa escrita (y III) - El diseño de la información

Como ya os hemos contado en dos entradas anteriores, la primera sobre una exposición de periódicos impresos de todo el mundo y de portadas de primeros números de la prensa española en toda su historia, y la segunda sobre la ponencia de Fernando González Urbaneja sobre "La libertad de expresión después de 38 años del artículo 20 de la Constitución Española", el periódico local Tetuán 30 días junto con la Junta de Distrito del barrio madrileño de Tetuán y la Hemeroteca Municipal de Madrid han organizado durante todo este mes de mayo un Homenaje a la prensa escrita.

En esta tercera y última entrega, os contamos la conferencia que nos ofreció el gran Ricardo Curtis, periodista y diseñador del que os hemos hablado ya en varias ocasiones y que, desde luego, no necesita presentación en el mundo del diseño periodístico y de la prensa española en general.



Ricardo Curtis en su conferencia 'La prensa de papel ante el desafío digital' impartida en la Junta Municipal del distrito de Tetuán (Madrid), el pasado 4 de mayo.

La prensa de papel ante el desafío digital

Si se suele recurrir al tópico de que el movimiento se demuestra andando, Curtis enseñó a todos los presentes en qué consiste el diseño periodístico... ¡diseñando una página! Impagable.

¿Cómo se comienza a diseñar  una página? Pues como hemos repetido tantas y tantas y tantas y tantas veces, con el contenido. Con una noticia. Con una historia que contar. Y ahora, teniendo la historia, teniendo el contenido y en función de ese contendido, decidiendo la forma más eficaz de contarla.

Curtis nos mostró un teletipo real, que es una de las formas habituales en las que llega la información a una redacción. No es la única, no la más deseada por los periodistas, no es la ideal... pero real y necesaria también de diseñar. Y a partir de ese primer teletipo tenemos ya un texto y un título, que tienen un formato determinado previamente por el estilo gráfico de nuestra publicación, por el prototipo que se hizo el primer día: una tipografía, un tamaño de letra, un ancho de columna... Además, en esa maqueta gráfica prototipo tenemos cinco columnas en un formato tabloide. Podemos decidir dar una columna a esa noticia, dos, tres, cuatro o las cinco. Dependiendo de la importancia que el responsable de la sección determine para esa noticia. Es la jerarquía informativa. Fundamental.




Ricardo Curtis sigue leyendo la noticia. Se trata de un cierto escándalo referido al descubrimiento de que Coca Cola está vendiendo "agua del grifo" embotellada en Reino Unido como si fuese agua mineral. Además encuentra entre el texto las reacciones de la competencia, algo que puede servir como primer apoyo. La noticia parece tener interés y necesitamos una imagen. Eso aumenta la valoración que le damos y el impacto visual que queremos buscar en los lectores. Encuentra una botella de esa marca entre las fotografías que comienzan a enviar las agencias. Tenemos ya algo así:



Curtis sigue leyendo. Siempre el contenido. Coca Cola, evidentemente, dice que no vende "agua del grifo". Que su agua embotellada no es de un manantial —es decir, es 'del grifo'— pero que está tratada con un procedimiento que hace que su agua merezca ser... comprada. Nada más y nada menos que la ósmosis inversa. ¿Qué carajo es la ósmosis inversa?, nos preguntamos o deberíamos preguntarnos porque seguro que nuestros lectores se lo preguntarán.

Pues la ósmosis inversa es aquello que nos va a proporcionar el siguiente elemento informativo importante de la página, que situaremos por debajo y también a tres columnas. Y, además, lo explicaremos de la mejor manera posible incorporando un gráfico.




Pero todavía se puede ir más allá. Casi siempre se puede. Esta marca de agua no lleva demasiado tiempo en el mercado. Es un lanzamiento reciente. Curtis supone durante esa tarde imaginada en una redacción que habría habido anuncios de este producto en su momento, hace relativamente poco. Y, efectivamente, ahí están. En internet se encuentran imágenes sobre la forma de anunciar el agua, que además ahora resultan irónicas, si pensamos en que esos chorros que caen sobre unos jóvenes son agua del grifo. Tenemos el texto, el título, la botella, el apoyo pequeño sobre las reacciones de la competencia, el gráfico sobre el tratamiento del agua, ahora, también la imagen publicitaria.


Está diseñada ya toda una información, que ha crecido con todos estos elementos hasta tener cuatro columnas, y dispuesta en una página. Pero seguimos atentos a cualquier circunstancia que pueda enriquecerla y, sobre todo, a cualquier nuevo dato que pueda obligarnos a cambiarla en función de la actualidad hasta el último momento disponible antes del cierre. Hemos comenzado diciendo que partimos de un teletipo. Es una noticia que todo el mundo tiene, que la están difundiendo las agencias, internet... y que obliga a que Coca Cola España tenga que reaccionar. ¡Oigan!, clientes, que aquí en España no vendemos "agua del grifo". El agua que embotella y vende aquí esa empresa proviene del manantial de tal y tal. Coca Cola emite un comunicado que nosotros llevaremos, finalmente, a la quinta columna de la página, armando por completo la noticia en función de los contenidos y con los principios fundamentales del diseño periodístico: orden, jerarquía e identidad (que nuestra página parezca de nuestro medio con la tipografía, el color y los demás elementos gráficos).


Resultado final: Noticia a cuatro columnas con un texto principal, título y subtítulo; imagen de la botella que ilustra de qué estamos hablando; imagen de la campaña publicitaria y un pequeño apoyo sobre ello; apoyo principal en la parte inferior con gráfico que explica el tratamiento del agua; tercer apoyo pequeño con las reacciones de la competencia en la parte inferior de la primera columna; y, finalmente, columna de salida con el comunicado de última hora emitido por la empresa.


Una vez que tenemos la página completa, el soporte de papel nos permite diferentes lecturas, tal y como nos mostró Ricardo Curtis a continuación:


Y no se quedó aquí la lección de este maestro de diseñadores periodísticos, porque lo siguiente fue ir más allá con la noticia en cuestión y abordar cómo sería su diseño en los distintos formatos digitales: pantallas de ordenador, tabletas, teléfonos móviles... para una vez tenerlos, buscar las diferencias y las posibilidades de ambos ámbitos: el papel y el digital.



Las primeras conclusiones que extrae Curtis sobre el medio, sobre cómo aparece la información, el papel del lector y el grado de control del emisor:


¿Es algo positivo o negativo cada una de las características de los distintos ámbitos, papel o digital? Pues ni una cosa ni otra, porque lo que ofrecen son distintas posibilidades, tanto al periodista que puede optar por "controlar su mensaje para evitar una descodificación aberrante" (papel) o "dejar que el lector haga su composición del lugar" (digital), como para lector, que puede preferir que un profesional le ofrezca  un trabajo completo "que para eso pago" (papel), o bien "buscarse él la vida, porque no se fía" (digital).




Curtis aporta algunas ideas interesantes, puro sentido común y la sabiduría de su experiencia, para lo que él denomina "resolver el dilema". El periodista utilizará tanto el papel como el digital, ya que "son herramientas de las que dispongo para comunicarme con lectores y audiencias", algo que venimos proclamando aquí desde hace unos cuantos añitos. Que no tenemos por qué renunciar a nada. Que no es papel o digital, sino ambos. Y lo utilizará el periodista "en función del mensaje que quiera transmitir", mientras que el lector tendrá más opciones y podrá acudir a uno y otro medio en función de sus propios intereses. Ampliar y no limitar.

Qué significa esto para el mundo de la prensa escrita, según Curtis. Pues que "el papel sigue siendo una herramienta de comunicación que tiene su propia narrativa: la puesta en página". Y esa puesta en página permite dar a la información un valor añadido, como muestra el ejemplo real que nos propuso, entre muchos otros, sobre una misma noticia aparecida recientemente en La Vanguardia:



Valor añadido que además se refuerza en el caso de los grandes reportajes de profundidad, género periodístico que Curtis considera, y unos cuantos con él como nosotros, como un claro ejemplo donde el papel es el soporte ideal:




Las enormes posibilidades también del papel para enfatizar informativamente los mensajes:


Así como la posibilidad de aprovechar la narrativa del papel, para convertirlo en una herramienta de creatividad y de auténtico periodismo visual, para lo que mostró distintas páginas elaboradas por la sección de diseño del diario El Mundo con Rodrigo Sánchez —síganle la pista si es que aún no lo hacen— como director de Arte, al que calificó en su ponencia como "uno de los mejores diseñadores de prensa del mundo":







Capaz incluso de poner en página el jazz vanguardista de Keith Jarret y que lo 'veamos' antes de leer el texto, el mordisco de un vampiro utilizando la tipografía y el color, la  ilustración y la tipografía entrelazadas, un eclipse, la ruptura del punk, o incluso el silencio. Pura excelencia en el diseño periodístico.

La paradoja de la situación actual, según ha expuesto Curtis en varias ocasiones y también en esta última conferencia suya, es que "el diseño y la puesta en página está alcanzando su máximo histórico de excelencia en la prensa escrita... justo en el momento en el que lo digital amenaza con hacerla desaparecer". Y si bien el panorama no es muy alentador, mi muy querido maestro Curtis, encuentra una esperanza: "La excelencia en la narrativa de la puesta en página podría ser la base de la reinvención de la prensa escrita". No obstante, termina recomendándonos que pase lo que pase... "¡que Dios nos pille conectados!".

lunes, 15 de mayo de 2017

Homenaje del barrio madrileño de Tetuán a la prensa escrita (II) - La libertad de expresión

Como ya os informamos en una entrada anterior del blog, el periódico local Tetuán 30 días junto con la Junta de Distrito del barrio madrileño de Tetuán y la Hemeroteca Municipal de Madrid han organizado durante todo este mes de mayo un Homenaje a la prensa escrita.

Además de las exposiciones de periódicos ya reseñadas, el pasado jueves, 4 de mayo, asistimos a una interesante conferencia colectiva con ponencias de Fernando González Urbaneja, Mario Agudo, Ricardo Curtis y Pablo Elorduy.


De derecha a izquierda, Fernando González Urbaneja, Mario Agudo, Pablo Elorduy y Ricardo Curtis junto a la pantalla.

Sobre la libertad de expresión

"El día 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de expresión, fue ayer mismo", comenzó su conferencia Fernando González Urbaneja —periodista especializado en economía y análisis político que no necesita presentación, con  una amplísima trayectoria en puestos de responsabilidad de muchos medios de comunicación además de presidente durante años de la Asociación de la Prensa de Madrid y la Federación de Asociaciones de la Prensa de España—, "pero la libertad de expresión parece que sólo se celebra ese día, porque el resto del año...".

El veterano periodista citó la famosa sentencia de Albert Camus de que "un país vale lo que vale su prensa", para hacer un breve recorrido por la situación de la libertad de prensa en España desde el final de la dictadura, cuando él comenzó su carrera periodística, y el momento actual. "En el aspecto formal y jurídico existe libertad de información, consagrada en el artículo 20 de la Constitución, uno de los más ricos de entre toda la legislación internacional, pero en la práctica las cosas no están tan avanzadas", explicó Urbaneja.

Antes, en el final de la etapa autoritaria en la que una simple decisión administrativa sin respaldo judicial podía secuestrar y cerrar una publicación, nos relató que la prensa "emergió con fuerza y el periodismo anticipaba una sociedad más libre que se iba después a conseguir". Y, sin embargo, "hoy día el secuestro de una publicación es impensable, pero noto en las redacciones como un apaciguamiento. Es un mal indicador que por no montar pollos, les vaya bien a esos periodistas que todos conocéis".

Urbaneja habló también de la prensa un sector debilitado y de la precariedad laboral como elementos que pueden mermar la crítica al poder. "Pero, aun así, si no reclamamos eso, el ser críticos, la profesión no merece la pena." Mencionó también la manida postverdad, "que no es otra cosa que mentiras, por qué llamarlo así", y de que "el riesgo de que nos traguemos a esos mentirosos es enorme".

"Yo soy de los que cree que las nuevas tecnologías han venido para salvar al periodismo, pero", nos advirtió preocupado, "hay que estar alerta para que la enorme cantidad de información que circula por internet no afecte a la calidad del periodismo".

Fernando González Urbaneja en un momento de su ponencia sobre la libertad de expresión.

Cerró su conferencia volviendo a Camus para hablar sobre el secreto profesional y, sobre todo, la cláusula de conciencia: "Ya que no es posible publicar todo aquello que uno piensa o quisiera decir, al menos nadie debe hacer nunca en una redacción aquello que no quiera hacer, ni firmar lo que no quiera firmar".

La crisis no es sólo internet, el cambio de modelo de negocio y demás. Es también y de una manera muy destaca la pérdida de confianza. ¿Qué podemos hacer para recuperar el descrédito? Fernando González Urbaneja propuso dos recetas muy sencillas, de puro sentido común y de absoluto conocimiento y sabiduría sobre lo que es esta profesión: "Necesidad de transparencia en lo que hacemos, porque es lógico que el público desconfíe de lo que no está bien sustentado"; y saber rectificar. "No podemos no trabajar deprisa, eso es imposible. Pero sí podemos rectificar. Sospechad del que no rectifica nunca, porque es peor que quien miente, ya que al no rectificar miente dos veces".

viernes, 12 de mayo de 2017

10.000 números del diario El Mundo (II)

Como ya publicamos en la anterior entrada del blog, el periódico El Mundo, en el que trabajamos una parte del equipo de encajabaja y el resto lo ha hecho hasta fechas recientes, celebra esta semana sus 10.000 números y por ello ha lanzado un suplemento extraordinario de 184 páginas en el que aborda la historia del diario tanto desde el punto de vista de sus contenidos periodísticos: exclusivas, reportajes, investigaciones, opiniones, etc.; como desde el punto de vista gráfico: ilustraciones, infografías, fotografías, diseño...

En la primera entrega nos hicimos eco del artículo publicado en dicho suplemento por Mario Benito sobre los distintos rediseños del periódico, y en esta segunda lo hacemos con la columna de opinión publicada en el mismo por Javier Vidal, jefe de Diseño del diario El Mundo y miembro del equipo de encajabaja, titulado con el mismo lema que nuestra web: Maquetar es informar, toda una apasionada declaración de intenciones y toda una forma de ver, entender y vivir el diseño periodístico como una especialización del periodismo.



Maquetar es informar

El diseño de las páginas sólo obedece a una máxima que es sagrada: la información a la que sirve. El impacto, la sorpresa, son objetivos a los que hay que aspirar para completar un producto redondo, pero que no siempre son necesarios. Lo primero es la historia que se está contando. El conjunto de elementos, su disposición en página, el orden, el ritmo,  la mancha de la tipografía, informan tanto como una buena foto, o un gran texto. A veces, y que me perdonen si alguien se ofende, incluso más y mejor.

El diseño de este periódico ha sido a lo largo de sus 10.000 números un referente para diseñadores de todo el mundo. El conjunto de sus publicaciones, suplementos, documentos, especiales y revistas han obtenido las mayores distinciones nacionales e internacionales. Su evolución en estos casi treinta años ha sido constante y frenética, en una persecución diaria de la excelencia que merecen los lectores de sus páginas. 

Audacia, innovación y elegancia, han sido desde el primer día los rasgos identificativos del diseño de EL MUNDO, que ha sido pionero en tantas cosas en España como, por ejemplo, en su apuesta decidida por la ilustración y la infografía, elevándolas a la categoría de arte diario impreso. Los mejores ilustradores, los mejores infografistas, los mejores fotoperiodistas y, por supuesto, los mejores diseñadores han dignificado las páginas de este periódico a diario con su impresionante trabajo.

Porque un periódico es una cosa muy seria. Y muy difícil de hacer. Y sólo la suma de muchísimos talentos y disciplinas conjuntas consiguen que al terminar la jornada se produzca ese milagro que se da entre tintas y planchas. Y el diseño, la maquetación, en su tira y afloja diario, muy terco a veces, con el resto de secciones del periódico garantiza que esa proeza diaria en busca de la belleza y la propia identidad termine en éxito… al menos, por hoy. Mañana será otra batalla...


Aunque las redes sociales e internet han cambiado mucho la percepción y el conocimiento  de los lectores sobre nuestro trabajo, durante muchos años, la labor de los diseñadores ha sido de práctica invisibilidad. Al contrario de lo que pueda parecer, eso es buena señal. Cuando un diseño funciona se vuelve invisible y se rinde a su función, a su contenido. De ahí que generalmente, el maquetador medio se encuentre bastante cómodo en el calorcito del anonimato… El diseño eleva, completa, potencia un producto periodístico. Pero difícilmente lo vende. Si sólo hay diseño, si no hay fondo, mal síntoma… Por eso, me gustaría que estas líneas fueran mi humilde homenaje a tantos profesionales excepcionales (y por eso, prácticamente invisibles) que han pasado por esta redacción. A Carmelo y a Manolo, por su inabarcable talento y excelencia. A Cándido, Isabel, Mariví, Jose, Lola, Fernando, Esmeralda, Juan Carlos, Quique, Mario, Yolanda, Miguel, Jorge, Carmen, Mer, Astrid,  María, Luis, Nora, Elena, Mercedes, Laura y a tantos otros de los que seguro que me olvido injustamente…  Y a Rodrigo, naturalmente, por estar como un cencerro y atreverse a darle semejante empujón de confianza, ilusión, nuevas metas y retos imposibles a este maravilloso ejército de Pancho Villa.

Javier Vidal


jueves, 11 de mayo de 2017

10.000 números del diario El Mundo (I)

Ayer miércoles, 10 de mayo de 2017, se publicó el número 10.000 del periódico El Mundo. Por ese motivo, el diario lanzó un suplemento extraordinario —en todos los sentidos, en cuanto a contenidos y en cuanto a diseño— de ¡184 páginas! impresas en glorioso papel.

Como ya sabéis, algunos de los miembros del blog hemos tenido la suerte de trabajar en la sección de Diseño de este periódico, e incluso algunos otros la siguen teniendo, seguro que por otros 10.000 números más. O más.

Para mí es un honor haber participado en este suplemento especial con un artículo sobre los distintos rediseños que ha tenido el periódico a lo largo de sus 27 años de historia. Es un texto interesante, eso espero al menos, sobre una cuestión que desarrollé recientemente en una conferencia en las últimas Jornadas de Diseño y Fotoperiodismo de la Universidad San Pablo-CEU, de la que ya os informamos. Así que os reproducimos tanto las páginas impresas con el artículo, como el propio texto, en el que se intenta dar una visión histórica sobre la tipografía, el color o la estructura de las páginas de uno de los diarios más vivos de los últimos años de la prensa española.




¿Quién dijo que El Mundo es siempre igual?

Se ha convertido en un lugar común, en uno de esos tópicos que se repiten sin mucha o ninguna reflexión, decir que mientras la sociedad cambiaba, los periódicos permanecieron y permanecen inmutables, recostados sobre un lecho de laurel, publicando las mismas cosas y, sobre todo, haciéndolo de la misma forma. Pero con los lugares comunes, lo más recomendable es visitarlos para comprobar si de verdad son o no son como nos cuentan, a veces interesadamente.

El diario El Mundo nació el 23 de octubre de 1989. Su propuesta gráfica y de diseño periodístico fue, y se desarrolla hasta ahora, en un formato tabloide (410 x 315 milímetros en su concepción original, recortado algunos centímetros por motivos económicos en dos ocasiones) con una estructura modular de cinco columnas en vertical y nueve módulos horizontales de alto. Las tipografías utilizadas fueron Helvética para títulos principales y Times para títulos secundarios y el texto base. La impresión durante aproximadamente sus primeros diez años de vida se realizó íntegramente en blanco y negro con la única excepción del logotipo entonces verde de su cabecera diseñada por Cruz Novillo, con el nombre del periódico compuesto en el muy poderoso tipo de letra Rockwell.

Aquel diseño original fue obra de Carmelo G. Caderot, director de Arte del periódico desde su nacimiento hasta diciembre de 2013, y  fue también Caderot el autor de su primer rediseño casi una década después, en octubre de 1998. En este primer gran replanteamiento de su modelo gráfico vemos ya en color su portada junto con la última página, algunas páginas interiores y la mayor parte de la publicidad. El color se había comenzado a utilizar poco tiempo antes de esa fecha y su implantación definitiva en todas las páginas tuvo lugar a lo largo de un proceso progresivo de unos diez años, según la tecnología de impresión, comunicaciones y tratamiento de imágenes lo fueron permitiendo.

En 1998 se realizaron también cambios tipográficos, tal vez el más importante en la cabecera del periódico, que pasó de componerse en la mencionada Rockwell, de tan contundentes remates, a la actual Valencia  extrabold, un tipo de letra con muchísima menos mancha de tinta y por tanto con menor impacto visual, más calmado, algo más elegante. Se sustituyó también la clásica Times del texto por la Imperial, y se incorporó un tipo de letra denominado Interstate —que arrastraba cierta fama por estar basado en la señalética de las autopistas de Estados Unidos, y por su gran legibilidad— para diversos elementos de contraste, cintillos, pies de foto, etc. Sustituir la tipografía Helvética de los títulos principales del periódico suscitó un intenso debate que pone de manifiesto la enorme importancia de la relación entre tipografía y periodismo —en realidad entre tipografía y lo que se quiere y cómo se quiere contar—. Tras varias propuestas a favor y en contra, con distintas pruebas impresas de por medio, se decidió seguir manteniéndola.

Otra década después, en enero de 2009, se produce el último gran cambio que diseña Carmelo Caderot. Ahora ya sí decimos adiós a la perfecta Helvética para titular todo con tipos de letra con serif como Valencia —más estilizados, tipos que gritan menos—, y con la incorporación para los títulos de Deportes y diversos elementos de contraste de Neo Sans, un tipo de letra diseñado hacía muy poco tiempo, en 2004. Se imprimen todas las páginas en color excepto en la sección de Economía, donde no por limitaciones técnicas sino por decisión editorial las fotografías son en blanco y negro viradas al azul, circunstancia que se mantiene hasta hoy. El color se utiliza también en este rediseño con propósitos periodísticos para diferenciar las distintas secciones del diario.

El cambio fundamental, y muy importante, en este rediseño se lleva a cabo en la estructura de las páginas, que se conciben ahora como páginas dobles, especialmente en las aperturas de cada sección. Ya no hay que publicar todas las noticias del día, como necesitábamos hacer en las muy fragmentadas páginas del diseño inicial de 1989, porque todas las informaciones se publican en la página web del diario —la primera de información general en lengua castellana por número de lectores— que se actualiza cuando suceden acontecimientos relevantes y periódicamente cada muy poco tiempo. Los temas para el papel, por tanto, se seleccionan entre toda la información y se desarrollan más. La edición gráfica cobra también muchísima importancia a partir de este rediseño, aunque un año antes se habían puesto ya en práctica estas estructuras para las páginas del suplemento de los Juegos Olímpicos de Pekín en el verano de 2008.

Y así llegamos, desarrollando además cada uno de estos modelos en el día a día, modificándolos y renovándolos constantemente, hasta octubre de 2014 en el que aparece el último y actual rediseño del periódico con Rodrigo Sánchez como nuevo director de Arte al frente del proyecto. Se produce una limpieza tipográfica reduciendo el peso de los títulos que se componen en sus mismas tipografías pero en su variante redonda en vez de en negrita y se incorpora para diferenciar distintas secciones el versátil y poderoso tipo de letra Knockout. Se cambia además el color del logotipo del verde original al azul y se alinea toda la cabecera de la portada al lado izquierdo de la página en vez de ir centrada.

El cambio en el color del logotipo suscita cierta polémica, algo ajena a motivos puramente de diseño periodístico según mi punto de vista, porque se produce poco después del cambio de un director emblemático y fundador del diario, algo que no fue sencillo. Es posiblemente más radical el cambio anterior en la cabecera que hemos comentado, cuando se sustituyó la tipografía original por la actual, aunque es interesante el debate sobre si tiene más impacto el color o la tipografía para alguien que no sea un profesional, que es en definitiva a quien se dirige.

Pero, sobre todo, se consolida esta nueva estructura de las páginas en un diario concebido para leer, e incluso se va más allá de la estructura modular en lo que podríamos denominar un sistema híbrido o mixto para romper en ocasiones módulos y columnas en función de los contenidos, buscando cada día ofrecer auténtico periodismo visual.

En definitiva, un viaje de casi 30 años con los imperceptibles y constantes cambios casi a diario —acumulativos unos, sólo por una ocasión otros— propios de un organismo vivo y con tres rediseños completos, además del inicial. Del blanco y negro al color, evolución tipográfica y en la estructura de las páginas desde un modelo que ofrecía un tipo de periodismo impreso propio de la era anterior a internet a otro, el actual, que propone algo diferente a lo que puede encontrarse en una pantalla... Hay opiniones sobre el inmovilismo de los diarios impresos, y luego están los hechos, impresos en páginas de papel. Sólo hay que fijarse.