martes, 23 de mayo de 2017

Homenaje del barrio madrileño de Tetuán a la prensa escrita (y III) - El diseño de la información

Como ya os hemos contado en dos entradas anteriores, la primera sobre una exposición de periódicos impresos de todo el mundo y de portadas de primeros números de la prensa española en toda su historia, y la segunda sobre la ponencia de Fernando González Urbaneja sobre "La libertad de expresión después de 38 años del artículo 20 de la Constitución Española", el periódico local Tetuán 30 días junto con la Junta de Distrito del barrio madrileño de Tetuán y la Hemeroteca Municipal de Madrid han organizado durante todo este mes de mayo un Homenaje a la prensa escrita.

En esta tercera y última entrega, os contamos la conferencia que nos ofreció el gran Ricardo Curtis, periodista y diseñador del que os hemos hablado ya en varias ocasiones y que, desde luego, no necesita presentación en el mundo del diseño periodístico y de la prensa española en general.



Ricardo Curtis en su conferencia 'La prensa de papel ante el desafío digital' impartida en la Junta Municipal del distrito de Tetuán (Madrid), el pasado 4 de mayo.

La prensa de papel ante el desafío digital

Si se suele recurrir al tópico de que el movimiento se demuestra andando, Curtis enseñó a todos los presentes en qué consiste el diseño periodístico... ¡diseñando una página! Impagable.

¿Cómo se comienza a diseñar  una página? Pues como hemos repetido tantas y tantas y tantas y tantas veces, con el contenido. Con una noticia. Con una historia que contar. Y ahora, teniendo la historia, teniendo el contenido y en función de ese contendido, decidiendo la forma más eficaz de contarla.

Curtis nos mostró un teletipo real, que es una de las formas habituales en las que llega la información a una redacción. No es la única, no la más deseada por los periodistas, no es la ideal... pero real y necesaria también de diseñar. Y a partir de ese primer teletipo tenemos ya un texto y un título, que tienen un formato determinado previamente por el estilo gráfico de nuestra publicación, por el prototipo que se hizo el primer día: una tipografía, un tamaño de letra, un ancho de columna... Además, en esa maqueta gráfica prototipo tenemos cinco columnas en un formato tabloide. Podemos decidir dar una columna a esa noticia, dos, tres, cuatro o las cinco. Dependiendo de la importancia que el responsable de la sección determine para esa noticia. Es la jerarquía informativa. Fundamental.




Ricardo Curtis sigue leyendo la noticia. Se trata de un cierto escándalo referido al descubrimiento de que Coca Cola está vendiendo "agua del grifo" embotellada en Reino Unido como si fuese agua mineral. Además encuentra entre el texto las reacciones de la competencia, algo que puede servir como primer apoyo. La noticia parece tener interés y necesitamos una imagen. Eso aumenta la valoración que le damos y el impacto visual que queremos buscar en los lectores. Encuentra una botella de esa marca entre las fotografías que comienzan a enviar las agencias. Tenemos ya algo así:



Curtis sigue leyendo. Siempre el contenido. Coca Cola, evidentemente, dice que no vende "agua del grifo". Que su agua embotellada no es de un manantial —es decir, es 'del grifo'— pero que está tratada con un procedimiento que hace que su agua merezca ser... comprada. Nada más y nada menos que la ósmosis inversa. ¿Qué carajo es la ósmosis inversa?, nos preguntamos o deberíamos preguntarnos porque seguro que nuestros lectores se lo preguntarán.

Pues la ósmosis inversa es aquello que nos va a proporcionar el siguiente elemento informativo importante de la página, que situaremos por debajo y también a tres columnas. Y, además, lo explicaremos de la mejor manera posible incorporando un gráfico.




Pero todavía se puede ir más allá. Casi siempre se puede. Esta marca de agua no lleva demasiado tiempo en el mercado. Es un lanzamiento reciente. Curtis supone durante esa tarde imaginada en una redacción que habría habido anuncios de este producto en su momento, hace relativamente poco. Y, efectivamente, ahí están. En internet se encuentran imágenes sobre la forma de anunciar el agua, que además ahora resultan irónicas, si pensamos en que esos chorros que caen sobre unos jóvenes son agua del grifo. Tenemos el texto, el título, la botella, el apoyo pequeño sobre las reacciones de la competencia, el gráfico sobre el tratamiento del agua, ahora, también la imagen publicitaria.


Está diseñada ya toda una información, que ha crecido con todos estos elementos hasta tener cuatro columnas, y dispuesta en una página. Pero seguimos atentos a cualquier circunstancia que pueda enriquecerla y, sobre todo, a cualquier nuevo dato que pueda obligarnos a cambiarla en función de la actualidad hasta el último momento disponible antes del cierre. Hemos comenzado diciendo que partimos de un teletipo. Es una noticia que todo el mundo tiene, que la están difundiendo las agencias, internet... y que obliga a que Coca Cola España tenga que reaccionar. ¡Oigan!, clientes, que aquí en España no vendemos "agua del grifo". El agua que embotella y vende aquí esa empresa proviene del manantial de tal y tal. Coca Cola emite un comunicado que nosotros llevaremos, finalmente, a la quinta columna de la página, armando por completo la noticia en función de los contenidos y con los principios fundamentales del diseño periodístico: orden, jerarquía e identidad (que nuestra página parezca de nuestro medio con la tipografía, el color y los demás elementos gráficos).


Resultado final: Noticia a cuatro columnas con un texto principal, título y subtítulo; imagen de la botella que ilustra de qué estamos hablando; imagen de la campaña publicitaria y un pequeño apoyo sobre ello; apoyo principal en la parte inferior con gráfico que explica el tratamiento del agua; tercer apoyo pequeño con las reacciones de la competencia en la parte inferior de la primera columna; y, finalmente, columna de salida con el comunicado de última hora emitido por la empresa.


Una vez que tenemos la página completa, el soporte de papel nos permite diferentes lecturas, tal y como nos mostró Ricardo Curtis a continuación:


Y no se quedó aquí la lección de este maestro de diseñadores periodísticos, porque lo siguiente fue ir más allá con la noticia en cuestión y abordar cómo sería su diseño en los distintos formatos digitales: pantallas de ordenador, tabletas, teléfonos móviles... para una vez tenerlos, buscar las diferencias y las posibilidades de ambos ámbitos: el papel y el digital.



Las primeras conclusiones que extrae Curtis sobre el medio, sobre cómo aparece la información, el papel del lector y el grado de control del emisor:


¿Es algo positivo o negativo cada una de las características de los distintos ámbitos, papel o digital? Pues ni una cosa ni otra, porque lo que ofrecen son distintas posibilidades, tanto al periodista que puede optar por "controlar su mensaje para evitar una descodificación aberrante" (papel) o "dejar que el lector haga su composición del lugar" (digital), como para lector, que puede preferir que un profesional le ofrezca  un trabajo completo "que para eso pago" (papel), o bien "buscarse él la vida, porque no se fía" (digital).




Curtis aporta algunas ideas interesantes, puro sentido común y la sabiduría de su experiencia, para lo que él denomina "resolver el dilema". El periodista utilizará tanto el papel como el digital, ya que "son herramientas de las que dispongo para comunicarme con lectores y audiencias", algo que venimos proclamando aquí desde hace unos cuantos añitos. Que no tenemos por qué renunciar a nada. Que no es papel o digital, sino ambos. Y lo utilizará el periodista "en función del mensaje que quiera transmitir", mientras que el lector tendrá más opciones y podrá acudir a uno y otro medio en función de sus propios intereses. Ampliar y no limitar.

Qué significa esto para el mundo de la prensa escrita, según Curtis. Pues que "el papel sigue siendo una herramienta de comunicación que tiene su propia narrativa: la puesta en página". Y esa puesta en página permite dar a la información un valor añadido, como muestra el ejemplo real que nos propuso, entre muchos otros, sobre una misma noticia aparecida recientemente en La Vanguardia:



Valor añadido que además se refuerza en el caso de los grandes reportajes de profundidad, género periodístico que Curtis considera, y unos cuantos con él como nosotros, como un claro ejemplo donde el papel es el soporte ideal:




Las enormes posibilidades también del papel para enfatizar informativamente los mensajes:


Así como la posibilidad de aprovechar la narrativa del papel, para convertirlo en una herramienta de creatividad y de auténtico periodismo visual, para lo que mostró distintas páginas elaboradas por la sección de diseño del diario El Mundo con Rodrigo Sánchez —síganle la pista si es que aún no lo hacen— como director de Arte, al que calificó en su ponencia como "uno de los mejores diseñadores de prensa del mundo":







Capaz incluso de poner en página el jazz vanguardista de Keith Jarret y que lo 'veamos' antes de leer el texto, el mordisco de un vampiro utilizando la tipografía y el color, la  ilustración y la tipografía entrelazadas, un eclipse, la ruptura del punk, o incluso el silencio. Pura excelencia en el diseño periodístico.

La paradoja de la situación actual, según ha expuesto Curtis en varias ocasiones y también en esta última conferencia suya, es que "el diseño y la puesta en página está alcanzando su máximo histórico de excelencia en la prensa escrita... justo en el momento en el que lo digital amenaza con hacerla desaparecer". Y si bien el panorama no es muy alentador, mi muy querido maestro Curtis, encuentra una esperanza: "La excelencia en la narrativa de la puesta en página podría ser la base de la reinvención de la prensa escrita". No obstante, termina recomendándonos que pase lo que pase... "¡que Dios nos pille conectados!".

lunes, 15 de mayo de 2017

Homenaje del barrio madrileño de Tetuán a la prensa escrita (II) - La libertad de expresión

Como ya os informamos en una entrada anterior del blog, el periódico local Tetuán 30 días junto con la Junta de Distrito del barrio madrileño de Tetuán y la Hemeroteca Municipal de Madrid han organizado durante todo este mes de mayo un Homenaje a la prensa escrita.

Además de las exposiciones de periódicos ya reseñadas, el pasado jueves, 4 de mayo, asistimos a una interesante conferencia colectiva con ponencias de Fernando González Urbaneja, Mario Agudo, Ricardo Curtis y Pablo Elorduy.


De derecha a izquierda, Fernando González Urbaneja, Mario Agudo, Pablo Elorduy y Ricardo Curtis junto a la pantalla.

Sobre la libertad de expresión

"El día 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de expresión, fue ayer mismo", comenzó su conferencia Fernando González Urbaneja —periodista especializado en economía y análisis político que no necesita presentación, con  una amplísima trayectoria en puestos de responsabilidad de muchos medios de comunicación además de presidente durante años de la Asociación de la Prensa de Madrid y la Federación de Asociaciones de la Prensa de España—, "pero la libertad de expresión parece que sólo se celebra ese día, porque el resto del año...".

El veterano periodista citó la famosa sentencia de Albert Camus de que "un país vale lo que vale su prensa", para hacer un breve recorrido por la situación de la libertad de prensa en España desde el final de la dictadura, cuando él comenzó su carrera periodística, y el momento actual. "En el aspecto formal y jurídico existe libertad de información, consagrada en el artículo 20 de la Constitución, uno de los más ricos de entre toda la legislación internacional, pero en la práctica las cosas no están tan avanzadas", explicó Urbaneja.

Antes, en el final de la etapa autoritaria en la que una simple decisión administrativa sin respaldo judicial podía secuestrar y cerrar una publicación, nos relató que la prensa "emergió con fuerza y el periodismo anticipaba una sociedad más libre que se iba después a conseguir". Y, sin embargo, "hoy día el secuestro de una publicación es impensable, pero noto en las redacciones como un apaciguamiento. Es un mal indicador que por no montar pollos, les vaya bien a esos periodistas que todos conocéis".

Urbaneja habló también de la prensa un sector debilitado y de la precariedad laboral como elementos que pueden mermar la crítica al poder. "Pero, aun así, si no reclamamos eso, el ser críticos, la profesión no merece la pena." Mencionó también la manida postverdad, "que no es otra cosa que mentiras, por qué llamarlo así", y de que "el riesgo de que nos traguemos a esos mentirosos es enorme".

"Yo soy de los que cree que las nuevas tecnologías han venido para salvar al periodismo, pero", nos advirtió preocupado, "hay que estar alerta para que la enorme cantidad de información que circula por internet no afecte a la calidad del periodismo".

Fernando González Urbaneja en un momento de su ponencia sobre la libertad de expresión.

Cerró su conferencia volviendo a Camus para hablar sobre el secreto profesional y, sobre todo, la cláusula de conciencia: "Ya que no es posible publicar todo aquello que uno piensa o quisiera decir, al menos nadie debe hacer nunca en una redacción aquello que no quiera hacer, ni firmar lo que no quiera firmar".

La crisis no es sólo internet, el cambio de modelo de negocio y demás. Es también y de una manera muy destaca la pérdida de confianza. ¿Qué podemos hacer para recuperar el descrédito? Fernando González Urbaneja propuso dos recetas muy sencillas, de puro sentido común y de absoluto conocimiento y sabiduría sobre lo que es esta profesión: "Necesidad de transparencia en lo que hacemos, porque es lógico que el público desconfíe de lo que no está bien sustentado"; y saber rectificar. "No podemos no trabajar deprisa, eso es imposible. Pero sí podemos rectificar. Sospechad del que no rectifica nunca, porque es peor que quien miente, ya que al no rectificar miente dos veces".

viernes, 12 de mayo de 2017

10.000 números del diario El Mundo (II)

Como ya publicamos en la anterior entrada del blog, el periódico El Mundo, en el que trabajamos una parte del equipo de encajabaja y el resto lo ha hecho hasta fechas recientes, celebra esta semana sus 10.000 números y por ello ha lanzado un suplemento extraordinario de 184 páginas en el que aborda la historia del diario tanto desde el punto de vista de sus contenidos periodísticos: exclusivas, reportajes, investigaciones, opiniones, etc.; como desde el punto de vista gráfico: ilustraciones, infografías, fotografías, diseño...

En la primera entrega nos hicimos eco del artículo publicado en dicho suplemento por Mario Benito sobre los distintos rediseños del periódico, y en esta segunda lo hacemos con la columna de opinión publicada en el mismo por Javier Vidal, jefe de Diseño del diario El Mundo y miembro del equipo de encajabaja, titulado con el mismo lema que nuestra web: Maquetar es informar, toda una apasionada declaración de intenciones y toda una forma de ver, entender y vivir el diseño periodístico como una especialización del periodismo.



Maquetar es informar

El diseño de las páginas sólo obedece a una máxima que es sagrada: la información a la que sirve. El impacto, la sorpresa, son objetivos a los que hay que aspirar para completar un producto redondo, pero que no siempre son necesarios. Lo primero es la historia que se está contando. El conjunto de elementos, su disposición en página, el orden, el ritmo,  la mancha de la tipografía, informan tanto como una buena foto, o un gran texto. A veces, y que me perdonen si alguien se ofende, incluso más y mejor.

El diseño de este periódico ha sido a lo largo de sus 10.000 números un referente para diseñadores de todo el mundo. El conjunto de sus publicaciones, suplementos, documentos, especiales y revistas han obtenido las mayores distinciones nacionales e internacionales. Su evolución en estos casi treinta años ha sido constante y frenética, en una persecución diaria de la excelencia que merecen los lectores de sus páginas. 

Audacia, innovación y elegancia, han sido desde el primer día los rasgos identificativos del diseño de EL MUNDO, que ha sido pionero en tantas cosas en España como, por ejemplo, en su apuesta decidida por la ilustración y la infografía, elevándolas a la categoría de arte diario impreso. Los mejores ilustradores, los mejores infografistas, los mejores fotoperiodistas y, por supuesto, los mejores diseñadores han dignificado las páginas de este periódico a diario con su impresionante trabajo.

Porque un periódico es una cosa muy seria. Y muy difícil de hacer. Y sólo la suma de muchísimos talentos y disciplinas conjuntas consiguen que al terminar la jornada se produzca ese milagro que se da entre tintas y planchas. Y el diseño, la maquetación, en su tira y afloja diario, muy terco a veces, con el resto de secciones del periódico garantiza que esa proeza diaria en busca de la belleza y la propia identidad termine en éxito… al menos, por hoy. Mañana será otra batalla...


Aunque las redes sociales e internet han cambiado mucho la percepción y el conocimiento  de los lectores sobre nuestro trabajo, durante muchos años, la labor de los diseñadores ha sido de práctica invisibilidad. Al contrario de lo que pueda parecer, eso es buena señal. Cuando un diseño funciona se vuelve invisible y se rinde a su función, a su contenido. De ahí que generalmente, el maquetador medio se encuentre bastante cómodo en el calorcito del anonimato… El diseño eleva, completa, potencia un producto periodístico. Pero difícilmente lo vende. Si sólo hay diseño, si no hay fondo, mal síntoma… Por eso, me gustaría que estas líneas fueran mi humilde homenaje a tantos profesionales excepcionales (y por eso, prácticamente invisibles) que han pasado por esta redacción. A Carmelo y a Manolo, por su inabarcable talento y excelencia. A Cándido, Isabel, Mariví, Jose, Lola, Fernando, Esmeralda, Juan Carlos, Quique, Mario, Yolanda, Miguel, Jorge, Carmen, Mer, Astrid,  María, Luis, Nora, Elena, Mercedes, Laura y a tantos otros de los que seguro que me olvido injustamente…  Y a Rodrigo, naturalmente, por estar como un cencerro y atreverse a darle semejante empujón de confianza, ilusión, nuevas metas y retos imposibles a este maravilloso ejército de Pancho Villa.

Javier Vidal