lunes, 16 de marzo de 2009

Diseñario (LII)

Si cincuenta y dos semanas hacen un año, entonces nuestro Diseñario cumple hoy un año. Si bien la primera entrega vio la luz el 21 de enero de 2008, nuestro enigmático comité de expertos se tomaron unas pequeñas vacaciones en verano y en Navidad, motivo por el cual esta obra sobre el diseño periodístico de carácter colectivo, irreverente y abierta a vuestra participación celebra con esta entrega su primer aniversario, en esta semana en la que hemos tenido que lamentar la pérdida de un gran periodista cuyo nombre está ya inscrito en la historia del diseño periodístico español además de en la blogosfera, porque Julio Alonso siempre miró hacia el futuro.




Vertical. Lo contrapuesto de horizontal. En pocas palabras, vertical es lo que es más alto que ancho. En cuestiones de diseño, la búsqueda de la verticalidad ha definido toda una escuela, aquella que apostó por el orden y la modulación en lugar del desorden y la falta de jerarquía. Esto tiene mucho que ver con el orden de lectura de las páginas. Las páginas de un periódico se consumen en vertical y de izquierda a derecha. Esto supone que una diagonal traza en las páginas una senda en la que el recorrido de los ojos del lector está definido. Por lo tanto el primer movimiento en busca de información que hace un lector en una página es una diagonal... hacia abajo. Por eso los principales periódicos de diseño modular construyen sus páginas en vertical, puesto que será mucho más fácil para sus lectores situar las principales zonas de interés informativo, ya que acompañan ese movimiento innato de los ojos.
Sumemos a esto esa vieja teoría compositiva que dice que lo horizontal aporta serenidad y que lo vertical provoca tensión. En vertical, las estructuras llaman la atención, desequilibran esquemas, alteran flujos de lecturas previsibles y fuerzan al lector a recorrer la página, en busca de la información. Surge el movimiento, el dinamismo, se crea la tensión. En las composiciones horizontales, todo es previsible y plano, como lo es al propio ojo una serie de elementos, uno junto al otro. La sorpresa disminuye y la valoración (esa especie de descarte de lo secundario en virtud de algo distinto que ascendemos a principal) queda un poco perjudicada por la tibieza de la apuesta.
Por supuesto, esto no es una doctrina extremista. El secreto consiste en alternar sabiamente ambos modelos, pero si queremos que el conjunto gane en ritmo y sorpresa, debemos ir tendiendo a la vertical. Porque no hay nada que mueva más algo horizontal que algo vertical. Y esto que parece de cajón, si lo pensáis un poco, no lo es tanto. Del mismo modo que cuando te ves inmerso en una frenética sucesión de verticalidades, nada mejor que una composición horizontal para "frenar" el ritmo y pedir tiempo.

Viuda. Dícese de la última línea de un párrafo que se encuentra situada al principio de una columna. Hermana de la línea huérfana, también es considerada un error de bulto. Sin embargo, en los periódicos se pueden ver bastante a menudo a pesar de que los diseñadores y maquetadores intentan evitarlo a toda costa y advierten a los redactores sobre su existencia:
- Perdona fulanito, ¿este texto está acabado? (Nótese que no se dice bueno.)
- Sí, ¿por?
- Porque tienes una línea viuda en este párrafo, ¿la puedes arreglar?
- ¿Lo qué?
- Esta línea de aquí no puede empezar en esta columna.
- ¿Voy a tener que cortar texto?
- Sí.
- Entonces no, no lo puedo arreglar.
- Gracias, majo.


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.
Diseñario (XLIX): tipografía-track.
Diseñario (L): U-umbral de descojonamiento.
Diseñario (LI): vender-versalitas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mira que yo no dejo viudas nunca, incluso tras el apercibimiento del doctor maquetador... pero los huerfanos son distintos,ahí tan abajo...