lunes, 11 de abril de 2011

Séptimo mandamiento de todo rediseño

Nuevo mandamiento de todo rediseño de un medio de comunicación. En esta séptima entrega, Miguel Buckenmeyer analiza los pequeños detalles de dos estilos de diseño muy diferentes. Detalles que pueden hacer que una publicación funcione.


Los diez mandamientos para rediseñar
un medio de comunicación (VII)


Mandamiento 7. Busca la salvación en los detalles


En inglés hay un refrán que dice “Dios está en los detalles”, que viene a decir que para que algo esté bien hecho los detalles se tienen que cuidar. Yendo un poco más lejos podríamos decir que la perfección está en los detalles. Pero también decimos en inglés que "En los detalles está el diablo” y que la parte difícil de cualquier idea o concepto está en la ejecución de infinidad de de ellos.

El arquitecto americano Charles Eames va aun más lejos y directamente proclama que “los detalles no son detalles, son el diseño.”

Por mi parte, no llego tan lejos como Eames pues antes de ponerse a trabajar en los detalles hay que tener un buen concepto. Pero eso sí, los detalles son tan importantes como la idea o el concepto general. Es cierto que para obtener un diseño impactante, una buena idea o concepto gráfico equivale al 80% del trabajo, pero no es menos cierto que si no cuidamos los detalles en la realización de ese diseño podemos estropear dicha idea o, cuanto menos, hacer que no luzca.

¿Pero cuáles son los detalles que hemos de cuidar? Básicamente, tenemos que cuidar los ingredientes de nuestro diseño (las tipografías, la retícula, los colores, las imágenes y los demás recursos gráficos) y asegurarnos de que nuestro uso de esos elementos obedezca a los principios de diseño (equilibrio a través de simetría o asimetría, ritmo, escala y proporción, color, jerarquía, etc.)

Por ejemplo, si usamos colores hay que escoger una paleta que respete la teoría de color. Es decir, que los colores tienen que tener una relación evidente entre sí: que sean análogos, complementarios, triádicos o monocromáticos. Si cambiamos la escala de las tipografías o de las fotos con respecto a otras para crear una jerarquía visual y guiar mejor el lector, hay que conseguir que se note lo suficiente y que esa variación sea estética. Un buen libro que explica a la perfección todo lo relacionado con los principios de diseño es “Diseño Gráfico: Nuevos Fundamentos” de Ellen Lupton y Jennifer Cole Phillips.

La clave del buen diseño siempre está en asegurarse que cada elemento, cada detalle, tanto en las páginas y en las relaciones entre sus elementos, obedezcan a estos principios de diseño. Yo diría que muchos diseños que consideramos “malos” o “salvajes” como los llama Diego Areso en su blog Quinta Tinta se podrían mejorar considerablemente si con los mismos ingredientes gráficos (colores, tipografías, imágenes, etc.) cuidamos los detalles tanto en el ámbito de la estética y legibilidad como en el tratamiento de las imágenes.

Dos escuelas de diseño editorial

Examinemos dos escuelas de diseño editorial y cómo se trabajan los detalles de cada una de ellas.

Una de las escuelas es la minimalista o “moderna” que se enfoca en diseñar muchos proyectos editoriales culturales, de lujo y “up market” (alta gama o elitista). Antoine de Saint Exupery describe muy bien la actitud del minimalismo cuando dice que "la perfección se consigue, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar." O sea que el énfasis se pone en la limitación de elementos gráficos.

Dentro de un diseño minimalista, cobra aún más importancia prestar atención a los aspectos más básicos del diseño gráfico puesto que el uso de recursos y elementos gráficos es muy escaso. Por lo tanto, la retícula, su uso y su yuxtaposición con espacio negativo (espacio blancos) tiene un papel fundamental para conseguir un resultado estético. No menos relevante es la selección, composición y reproducción de imágenes, que también cobran una importancia tremenda. En los trabajos minimalistas se enfatiza el tratamiento clásico de las tipografías. Nada de efectos especiales ni cambios de escala radicales, simplemente hay que enfocarse en la legibilidad de las tipografías y que ellas en sí no llamen la atención.

Un buen ejemplo de esta escuela minimalista es Monocle, una revista con vocación generalista lanzada curiosamente hace tan solo cuatro años.

Portada de Monocle. De la Web de Ken Leung.

Las páginas interiores de Monocle son intencionalmente espartanas, con escasos elementos gráficos. Por lo tanto, apreciamos mejor sus maquetas asimétricas, el uso ejemplar del espacio negativo y la composición de las imágenes. Las maquetas de Monocle, igual que en muchos proyectos gráficos minimalistas, enfatizan las imágenes dominantes apoyada por otras más pequeñas y organizadas de una manera asimétrica. Las composiciones asimétricas con imágenes jerarquizadas por tamaños aumentan la tensión visual y así el interés del espectador.



Páginas interiores de la revista que enfatizan el uso de espacios blancos, la maquetación asimétrica, la edición de la imágenes y la legibilidad tipográfica.

El ingrediente base del diseño de Monocle es el uso de la retícula. Monocle tiene una retícula de nueve columnas, lo cual permite crear maquetas dinámicas y usar el espacio negativo (o blanco) para acentuar mejor las imágenes y organizar los contenidos. Monocle no solo deja espacio blanco hacia los márgenes de las maquetas sino que también separa los apoyos de los textos principales con un blanco vertical, o una de las nueve columnas de la retícula. Además separa contenidos e imágenes con blancos horizontales tomando como referencia el grosor de la misma columna base.

La retícula de Monocle es de nueve columnas. En la parte inferior se visualiza como Monocle separa contenidos con una columna en blanco.


El uso de la tipografía en Monocle es sereno y sosegado. La paleta tipográfica se inspira en el siglo pasado, basándose en la serif Plantin y la san serif Helvética. Plantin fue diseñada en 1914 por Frank Hinman Pierpont quien se basó en diseños del siglo XVI para crear una tipografía elegante y clásica pero a su vez apta para la edición e impresión moderna. Según letrag.com, al igual que muchas otras tipografías actuales del sector editorial y también con el mismo fin de “economizar el espacio” que estas, Plantin se diseño con una “altura X” más alta de lo habitual y con caracteres más condensados. En la era digital Plantin (prueba y admírala aquí) había caído en el desuso hasta que Monocle la resucitó como parte de su imagen corporativa. Monocle complementa el uso de Plantin para los titulares y el texto con Helvética -la tipografía moderna por excelencia- para textos de apoyos y llamadas.

Dentro del trabajo tipográfico, Monocle cuida la legibilidad y el buen uso de las tipografías. A Monocle no se le pasa ni una viuda ni una huérfana. El interletraje y el interlineado guardan proporciones tradicionales pensadas para una buena lectura. Sin duda, los diseñadores de Monocle están al tanto de los secretos de la buena tipografía, que en español tenemos resumido en el canon de Enric Jardí.

Plantin y Helvética en uso.

La escuela “expresiva”

Comparemos el cuidado de los detalles dentro del minimalismo con una filosofía de diseño editorial más expresivo y más contemporáneo, que es el que en la actualidad usa la mayoría de las publicaciones de consumo e información general. Por lo general, en el diseño editorial contemporáneo se emplean muchos elementos adicionales como filetes, varios colores, y múltiples tipografías. Este tipo de diseño no suele ser tan sosegado y se percibe como más amigable, juguetón e informal.

Al contrario que la filosofía minimalistas de “restar”, la filosofía expresiva piensa en “añadir”. Los elementos gráficos adicionales crean complejidad del proyecto y por lo tanto hay que prestar más atención a más detalles: hay que usar los recursos gráficos, colores, espacios blancos y tipografías de una manera disciplinada para que el conjunto sea un “todo” gráficamente coherente.

En el diseño editorial y sobre todo en prensa diaria esta estrategia o estética tiene un beneficio importante: la variedad de recursos y formas gráficas reducen el protagonismo de la imagen principal en cada página. Un elemento dominante sigue siendo importante como foco de atención en cada maqueta pero la calidad intrínseca y la composición de esa imagen no tiene que ser tan perfecta como tendría que serlo en un diseño minimalista.

El líder en este tipo de diseño editorial es el estudio de Antoni Cases. La atención y la perfección de la infinita cantidad de detalles de los proyectos de Cases i Associats es realmente alucinante. Sus proyectos se componen de complejos y dinámicos sistemas que combinan múltiples filetes, formas gráficas, paletas de color y paletas tipográficas. Aunque en los trabajos de Cases también se apuesta por la imagen, estos mega-sistemas gráficos son también mega-flexibles y permiten a periódicos grandes y pequeños tener diseños elegantes y sofisticados independientemente de la calidad de las fotografías que consiguen cada día.

Portada y portadilla del diario rumano Adevarul hecho por Cases i Associats.


Cases tiene muchos proyectos ejemplares pero aquí destaco un trabajo suyo de hace varios años, el diario rumano Adevarul, simplemente porque emplea una familia tipográfica que me gusta mucho, la Stag y la Stag Sans de Christian Schwartz.

El estilo propio de Cases suele consistir en el uso de filetes y corondeles y complejas jerarquías tipográficas.

Uno de los pilares fundamentales del estilo de Cases es el uso de filetes verticales para enmarcar márgenes y separar columnas además de filetes horizontales para separar informaciones. En el uso de los filetes, Cases cuida siempre los espacios entre los filetes y los otros elementos en página y repite los espaciados de una manera disciplinada y constante. También suele crear fuertes contrastes entre algunos filetes y otros, cambiando grosores y colores.

En las imágenes de abajo de páginas interiores de Cases apreciamos el cambio de grosor y de color en el sistema de encuadernación con filetes. Los corondeles verticales son negros y finos mientras que los filetes horizontales pueden variar de color y de grosor. Hay una rotación de color entre secciones; en algunas secciones el color de los filetes gruesos que encabezan las informaciones es rojo mientras que en otras es negro. Estos filetes horizontales gruesos también se usan para encabezar los apoyos pero cambiándolos. ¡Infinidad de detalles solo con respecto al uso de filetes!



En el aspecto tipográfico los proyectos Cases también destacan por su atención y cuidado de los detalles. Su estilo consiste en jerarquías numerosas y contrastes muy fuertes lo cual le obliga a estar pendiente de más detalles estéticos. Adevarul destaca por este fuerte contraste tipográfico. El estilo de Cases se desmarca de la escuela minimalista que procura que la tipografía no llame la atención sobre sí misma. La estrategia de Cases en cambio es hacer que la tipografía sea un fuerte componente de la identidad corporativa de la publicación además de servir como imagen en sí misma, creando puntos de enfoque gráfico adicionales.

Lo más característico de su estilo tipográfico es el contraste entre tamaños y el contraste entre pesos tipográficos. Los titulares de las noticias suelen ir mucho más grandes que los de las demás noticias. En comparación con los tamaños de los subtítulos y titulares de los breves, los titulares principales son verdaderamente gigantescos. En la imagen grande de la portada abajo se aprecia muy bien el rango de tamaños de las tipografías que oscilan entre pequeño, mediano, grande y muy grande.

Es notable además la variación de pesos de las tipografías entre secciones. En algunas secciones, los titulares están en Stag Bold o Black (negritas o ultranegritas) mientras que en otras secciones están en Stag Light o Thin (ligera o ultraligera)

Portada a mayor resolución donde se aprecian mejor los detalles de Adevarul.

Se podrían destacar muchos más aspectos del estilo de Cases como su uso del color o de recursos gráficos pero para conseguir abarcarlos todos habría que escribir un libro.

En general, el trabajo de Cases destaca por que es capaz de cuidar con éxito tantos detalles gráficos y que estos no se caen por su propio peso. Cada elemento, cada tamaño, cada espacio—cada detalle—está siempre tratado con una intencionalidad y aplicado de una manera disciplinada.

En definitiva podemos decir que tanto en un proyecto minimalista como en uno más expresivo, usemos pocos elementos o muchos, el secreto está en cuidar los detalles relacionados con la estética y los principios de diseño.



Entregas anteriores de los "Diez mandamientos de todo rediseño"

Primer mandamiento: Haz los deberes, empóllate el tema y crea un concepto
Segundo mandamiento: Crea a través de la evolución
Tercer mandamiento: Crea un proyecto unificado a través de la repetición de elementos
Cuarto mandamiento: Centra tu proyecto en un buen uso de la tipografías
Quinto mandamiento: Ve un paso más allá; usa la tipografía como un arma secreta (I)
Ve un paso más allá; usa la tipografía como un arma secreta (II)
Sexto mandamiento: Sé tan sorprendente como sistemático

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy feliz con que el Sr. Miguel Buckenmeyer haya escrito este nuevo articulo. Los he coleccionados los anteriores. Muchas Gracias!!! y tambien a encajabaja por dar verdadera catedra a todos aquellos que nos gusta el diseno.

cafeinomano dijo...

Creo que Monocle no tiene 9 columnas sino 12. Así puede hacer sus combinaciones de 3,4 y 6