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martes, 10 de marzo de 2009

Cuarto mandamiento de todo rediseño

La importancia de una buena selección tipográfica es el cuarto mandamiento de nuestro colaborador Miguel Buckenmeyer. En él nos explica que, lejos de lo que pueden pensar algunos, la tipografía es uno de los pilares básicos que hará que un rediseño sea un éxito. O un fracaso.


Los diez mandamientos para rediseñar
un medio de comunicación (IV)


Mandamiento 4. Centra tu proyecto en un buen uso de la tipografías.

Hay un concepto del cual hablan muchos libros orientados a los emprendedores. Lo llaman “la regla 80/20”. Esta regla estipula que el 80% de los resultados de cualquier proyecto empresarial o profesional representan tan solo el 20% del esfuerzo gastado para conseguir ese resultado. Es decir, unas pocas cosas claves representan la mayoría de los resultados o éxitos de cualquier trabajo o tarea. Si uno se enfoca bien en esas tareas estratégicas que más influyen en el éxito, un buen resultado llega sin un esfuerzo exagerado.

Algo parecido ocurre en el diseño editorial. El diseñador tiene que pensar en múltiples variables pero quizás la que más afecta al resultado final es la selección inicial y desarrollo posterior de la tipografía. La selección y uso de la tipografía aporta la mayoría de la identidad visual a cualquier periódico, revista o página web (aunque con este último las opciones son más limitadas). El desarrollo de la tipografía es una tarea que representa quizá algo más de un 20 por ciento del trabajo que supone diseñar un medio, pero, indudablemente, la buena combinación y uso de la tipografía es responsable en gran parte del resultado final.

Sin duda, esta regla la entienden los buenos diseñadores. Ya hemos hablado de dos de ellos en esta serie, además de la importancia de la tipografía. Es un poco aburrido hablar de lo mismo pero el principio que representa el trabajo de estos diseñadores es muy importante.

La primera es Lucie Lacava, responsable del diseño del magistral prototipo del National Post de Canadá que salió hace diez años y del reciente The National de Abu Dabhi. Ella ha comentado que para hacer el diseño del National Post fue contracorriente, decidiendo usar una sans mientras que todos los periódicos de prestigio de entonces usaban una serif como tipografía de titular principal.

Lucie buscó entre un montón de libros de tipografías cuando encontró una tipografía que se llamaba “Vogue”, creada originalmente para la misma revista, que para que entonces ya no la usaba. Lucie encargó a Jim Parkinson que crease una tipografía parecida a Vogue para el rediseño del National Post, que posteriormente se llamó Richmond. Ya hemos comentado en esta serie y mostrado imágenes de cómo empleó la tipografía Richmond Condensed en el proyecto para conseguir un resultado extraordinario.

Lo importante es recordar que empezó con un concepto tipográfico inicial y esa sola idea fue responsable de la sorpresa del diseño y el éxito del proyecto.

El otro diseñador que hay que destacar es Mark Porter, el director creativo y autor del rediseño en 2005 de The Guardian. En un reciente viaje a Londres, tuve el placer de conocer a Simon Esterson, el diseñador Londinense que ha trabajado con Porter en rediseños como el de NZZ am Sonntag en Suiza y Público en Portugal. Simon y yo comentamos que después del rediseño de The Guardian en 2005, las serifs tradicionales como las Poynter, las Benton Modern, etc. parecen antiguos y poco modernos. Después del rediseño de The Guardian parece que hay una escasez de serifs modernas (sí que hay algunos como la Mercury de Hoefler Frere-Jones o las de Gerard Ungar pero pocas más) para emplear en un rediseño periodístico. Coincidimos en que el cambio tipográfico de The Guardian ha alterado radicalmente no sólo al rediseño de ese periódico sino también al diseño editorial como lo habían hecho el trabajo de Neville Brody o David Carson en su día.

Muestras de Guardian Egyptian y Guardian Sans de la web de Christian Schwartz.

Muestra de la elegantísima serif Poynter Old Style Display dibujado en 1997-2000 por Fontbureau.

Una sección interior de NZZ am Sonntag diseñado por Mark Porter y Simon Esterson que emplea la Poynter Old Style Display y tiene una clara similitud con The Guardian.

Como escribí en el segundo mandamiento, lo verdaderamente nuevo del rediseño de The Guardian fue su tipografía Guardian Egyptian, creado por Christian Schwartz. El rediseño de The Guardian principalmente consistió en adaptar esta familia nueva de tipografías a un formato distinto (el tamaño “berliner”) usando los códigos gráficos existentes de The Guardian como el generalizado contraste, el uso de colores análagos (rojos con naranja, azul con turquesa), generosos espacios blancos y el contraste entre filetes gruesos y finos.

El diseño anterior de The Guardian hecho por David Hillman de Pentagram en 1988 fue muy criticado y celebrado a la vez, aportando elementos muy imitados en todo el mundo desde entonces. El rediseño de este proyecto de Hillman es un ejemplo perfecto de la regla 80/20 adaptada al diseño editorial. Aunque el diseño actual de The Guardian es muy parecido al anterior, se ve como un cambio radical porque Porter se enfocó en escoger y desarrollar unas tipografías en función de su deseo de hacer un rediseño “austero” (además le ayudó un presupuesto de más de 100.000 dólares para que Schwartz desarrollase toda la familia y concediese exclusividad durante varios años).

Lo fundamental es que con tocar sólo la variable de la tipografía, cambió radicalmente el aspecto gráfico del periódico además de iniciar una evolución importante del diseño de la información en papel. Por este esfuerzo, ganó el prestigioso premio Black Pencil de la D&AD, que ha sido el primer diseño editorial galardonado con este mérito.


The Guardian, antes y después: misma base, diferentes tipografías.

Es gracioso leer varios años después los comentarios del rediseño de varios diseñadores. A muchos no les gustó el cambio. Uno dijo que no estaba mal, pero que “los había visto mejores”. Parece que incluso a los diseñadores nos cuesta el cambio.

Si queréis una guía práctica sobre cómo desarrollar la tipografía en un contexto editorial, os recomiendo el libro del diseñador barcelonés Enric Jardi, Veintidós consejos sobre tipografía (que algunos diseñadores jamás revelarán).

Quizá sea el mejor libro, tanto en español como en inglés, que he visto sobre el tratamiento bueno de las tipografías. Solo con leer este libro te ahorrarás varios años de aprendizaje trabajando con las tipografías.

Otros mandamientos:
  1. Primer mandamiento
  2. Segundo mandamiento
  3. Tercer mandamiento

martes, 14 de octubre de 2008

Tercer Mandamiento de todo rediseño

Tras las vacaciones estivales, Miguel Buckenmeyer nos trae el tercero de sus diez mandamientos sobre todo rediseño, coincidiendo, además, con su 37 cumpleaños, el cual, aunque sea sólo en parte, ha decidido celebrar con todos vosotros. Los protagonistas son TheLondonPaper y el heterogéneo paisaje urbanístico de Madrid.


Los diez mandamientos para rediseñar
un medio de comunicación (III)


Mandamiento 3. Crea un proyecto unificado a través de la repetición de elementos.

En las vacaciones de verano conocí un francés que había venido a España para dar un curso de verano. Había visitado Madrid de joven pero no se acordaba en absoluto de cómo era la ciudad en su viaje a los 13 años. Esto lo atribuyó a que justo en ese momento se estaba leyendo la trilogía del Señor de los Anillos. Así que se acordaba de la historia de Tolkien pero no se llevó una impresión de cómo era la capital de España.

Puede que tuviera tanto que ver con lo de haber estado enganchando a los magníficos libros de Tolkien, como con el peculiar desarrollo urbanístico y arquitectónico de la ciudad. Yo soy un amante de Madrid, el hogar de mis familiares españoles. A pesar de mi amor arraigado por la ciudad, veo que la ciudad carece de una armonía arquitectónica como la que se aprecia en París, Praga, y otras capitales europeas.

Con diseño a la izquierda y sin (o con muy poco) diseño a la derecha.

En las calles alrededor de mi despacho, por ejemplo, en pleno casco antiguo de la capital, hay algunos edificios del siglo XVIII, muchos del siglo XIX, y otros muchos de todas las décadas del siglo XX: los hay de los treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta y de los ochenta. Los hay muy bajos y muy altos. Reformados y sin reformar. De todos los colores imaginables. Con terrazas y sin terrazas. Barrocos, art deco, y modernos. Preciosos y feos. Lo que falta al conjunto es la armonía y una relación entre si.

Altos y bajos, gordos y flacos.

Supongo que algunos encontrarán algo de encanto en la disonancia visual que uno encuentra en la ciudad. Para muchos, en cambio, la falta de armonía de algunas zonas no deja en el observador una buena impresión y, en ocasiones como la del ejemplo, incluso ninguna impresión.

La armonía, entonces, es una cualidad clave de una estética atractiva. En el campo de diseño editorial, la armonía se consigue a través de la repetición y la sistematización de los elementos gráficos básicos que componen un producto como pueden ser la retícula, la tipografía, los colores, y otros elementos como filetes, corondeles y tramas. La dificultad está en encontrar un equilibrio visual entre las infinitas maneras de combinar los elementos gráficos y usar espacios blancos o negativos. Hay diseñadores que empiezan con el esqueleto de un diseño y lo van desarrollando poco a poco, añadiendo “ingredientes” -elementos o matices- gráficos gradualmente hasta llegar a este equilibrio visual. Hay otros diseñadores que utilizan todas las ideas o inspiraciones que en ese momento tienen para ese proyecto en concreto y van descartando elementos o aspectos visuales hasta quedarse con un diseño global que les parece terminado. El peligro del primer método es la falta de “tensión” o interés gráfico si el diseño carece de suficientes variables visuales; el peligro del segundo es el exceso de variables gráficas que compiten entre sí en vez de complementarse. Algo así como una comida con tantas especias que ya no sabe a nada.

Caso práctico: TheLondonPaper

Portada de TheLondonPaper.

En lo que se refiere a diseño de prensa, un magnífico ejemplo de la consistencia y la armonía gráfica es el diseño de TheLondonPaper, hecho por el español Alfredo Triviño. Hay otros ejemplos buenos de este principio sobre todo en el extraordinario cuerpo de trabajo de Cases i Associats. En cambio, TheLondonPaper destaca por su sencillez: mantiene la consistencia usando pocos variables pero consigue un resultado magnífico. Basado en los diseños tradicionales de los tabloides ingleses, el resultado final es nada menos la apoteosis del diseño de gratuitos y un resultado impecable dentro del diseño editorial.

Doble de deportes.

En concreto, el proyecto consigue esta armonía visual y equilibrio a través del uso de una paleta tipográfica amplia, pero de una manera disciplinada e impecable, y la repetición de a importante reseña gráfica.

Titular en Monitor Black con antetítulo en Zine Slab Regular.

El periódico emplea la familia san serif “ Monitor” de la casa belga Ourtype como tipografía principal. Una importante parte de la coherencia y armonía visual del proyecto se consigue gracias a que la inmensa mayoría de los titulares del periódico van en el peso más negrita de la tipografía, Monitor Black. Para evitar que esta repetición se convierta en una tiranía -algo demasiado disciplinado, plano y sin tensión- el diseñador crea un fuerte contraste en cada página con, al menos, otro titular en el peso Monitor “Light”. La repetición de este fuerte contraste entre Monitor Light y Monitor Black en cada página del periódico, en si mismo también ayuda a crear consistencia y armonía a lo largo del proyecto.

Zine Slab Médium para titulares de opinión.

Otro clásico truco en el diseño editorial que usa Triviño para evitar el aburrimiento tipográfico es la elección de una tipografía para poner un “acento” en lugares estratégicos. Para esto, él usa una tipografía serif que por la forma de usarla parece más una tipografía egipcia: Zine Slab de Ole Schäfer. Aunque el, proyecto también emplea la serif Capitolium News de Gerard Unger, ésta solo aparece como el cuerpo de texto. En los antetítulos, sumarios y las llamadas en la portada, por ejemplo, la Zine Slab en caja alta con algo de track entre las letras añade un toquecito más de interés y contraste tipográfico, complementando perfectamente y sin quitar protagonismo tanto a la Monitor Black como a la Light. La Zine Slab en este proyecto es –para seguir con el símil gastronómico- como la canela del capuchino.

El filetón redondeado: un toque magistral.

El toque magistral de este proyecto es el uso sistemático de un filetón redondeado con seña de identidad. La armonía y coherencia se consigue a través de la repetición de este recurso gráfico a lo largo del proyecto en varios contextos. Principalmente, aparece bajo texto calado sobre bloques rectangulares de color, para subrayar el nombre de las secciones o columnas del periódico. También aparece como encabezamiento de apoyos donde en el titular aparece (como no) en la Zine Slab en caja alta.

El filetón redondeado como epígrafe de sección.

El filetón redondeado calado en el friso de destacados en la portada.

Hay otros proyectos que también me han gustado mucho, pero que no son tan “perfectos”. Tal es el caso del rediseño reciente de Blick, el diario suizo con más difusión. Recientemente, la empresa editora creó un versión gratuita del diario de pago -- Blick am Abend-- aprovechando el mismo rediseño de Blick. Lo único que realmente cambia es el color corporativo: Blick va en rojo y Blick am Abend en púrpura. En las páginas interiores de ambos proyectos, se nota una fuerte influencia del diseño de TheLondonPaper. Por lo general, es un muy buen trabajo, salvo que a veces sobrecarga el diseño básico con demasiado filetes y variedad de elementos gráficos. Es decir, que peca de añadir demasiados ingredientes a la receta.

La portada del gratuito suizo Blick am Abend.

Para ser coherente, repito, hay que repetirse: la coherencia y la armonía se consiguen a través de la repetición. La coherencia y la armonía se consigue a través de la repetición…. Que no se te olvide.

Por cierto, este mensaje hay que repetírselo a las autoridades urbanísticas madrileñas encargadas de esa gran ciudad.

viernes, 9 de mayo de 2008

Segundo Mandamiento de todo rediseño

Nueva entrega de Firmas en Caja Alta. Miguel Buckenmeyer nos ofrece el segundo mandamiento sobre todo rediseño de un medio de comunicación, esta vez centrado en la evolución de las publicaciones.


Los diez mandamientos para rediseñar
un medio de comunicación (II)


Mandamiento 2. Crea a través de la evolución.

Recientemente tuve la oportunidad de hablar con el director general de un grupo editorial que publica cabeceras en todo el mundo. Habiendo rediseñado todas sus cabeceras en el último año, me dijo que habría que rediseñarlas otra vez este año. Según este editor, ¡la vida útil de un diseño periodístico hoy en día es de 18 meses!

Aunque me tienta la idea de reafirmar que hay que rediseñar un producto editorial cada 18 meses -sobre todo porque me garantizaría un estupendo negocio-, no estoy totalmente de acuerdo. Cada producto es un organismo en busca de su ser, su propio yo, su personalidad propia. Nuestro trabajo consiste en ayudar al producto a encontrar su ego visual. En la mayoría de los casos, esto significa que no tendríamos que proporcionar un rediseño completo sino enfocarnos en ayudar a evolucionar lo que ya existe.

El Ford Taurus de 1986.

La originalidad artística y las grandes innovaciones en el campo de diseño no es lo más común. De vez en cuando hay diseños o personas que cambian radicalmente las tendencias como el Ford Taurus que fue pionero en diseño automovilístico con su apariencia de 1986 o David Carson quien influenció toda una generación de diseñadores gráficos en los años noventa. Pero lo normal es que el diseño en cada sector avance a pequeños pasos. Los diseñadores suelen imitarse unos a otros y solo en ocasiones -idealmente- añaden algo nuevo. Solemos tomar los diseños que más nos gustan como modelos y los adaptamos. Por eso, los nuevos Volvo, Lexus y Jaguar se parecen a los BMWs pero con ligeras diferencias. Durante varios años, todos los coches de lujo se parecen hasta que llega el siguiente gran avance y de nuevo los demás tenderán a aproximarse a este nuevo modelo.

Es decir, la evolución suele ser la manera de crear, dado que la innovación es infrecuente. No solo eso, sino que muchas veces las grandes innovaciones o son accidentes no intencionados o también son evoluciones de un trabajo anterior. Ambos casos se reflejan en el cambio de The Guardian en 2005. Este trabajo añade una gran revolución -titulares en una tipografía egipcia en un peso “light”- pero realmente el conjunto del rediseño lo que representa es una evolución sobre el propio diseño anterior, además de recoger otras corrientes del diseño de prensa.

El rediseño mantuvo algunos conceptos gráficos del antiguo The Guardian, como los generosos espacios blancos debajo de lo titulares, la combinación de tipografías con colores primarios análogos (rojo con naranja, azul con turquesa, etc.), el uso de Zapf Dingbats, etc. Además, adaptó otros elementos gráficos característicos del diseño de prensa inglés. Por ejemplo, las bandas de color por detrás de los titulares de fotonoticias ya habían aparecido en otros trabajos como Valor Económico, el diario brasileño diseñado por Ally Palmer.

La gran innovación que supone el uso de un egipcio fue una casualidad tal y como cuenta Christian Schwartz (I, II, III). En principio, Schwartz y Paul Barnes solo iban a “redibujar” Neue Haas Grotesk (el nombre original de Helvética), la tipografía de titulación que empleaba entonces The Guardian. Mark Porter, el director creativo del periódico, quería complementar esta adaptación de Helvética con una serif elegante, Hacienda, que también estaba diseñado el equipo de Barnes y Schwartz. Las pruebas de la nueva Helvética no convencieron a Porter y este mismo les pidió que pensarán en hacer una sans original. (Curiosamente, la adaptación de Neue Haas Grotesk parece haberse rebautizado como Graphik en el último diseño de Lucie Lacava) Entonces, se les ocurrió la idea de crear una tipografía egipcia y cortarle las serifs para llegar a la nueva sans, igual como hacían los tipógrafos antiguamente. De esa manera, la egipcia serviría solo como guía entre la serif, Hacienda, y la nueva sans a la que querían llegar. Además, la egipcia se descartaría y no se usaría en el rediseño del periódico. Después de crear las tipografías, vieron que la tipografía que mejor reflejaba el deseo de Porter de que el nuevo diseño fuese “moderno y austero” era la egipcia. Así son los grandes pasos a veces, solo una casualidad.

Una muestra del antiguo The Guardian Grotesk Black y Helvética 95 Black.

Hacienda, la serif originalmente creado para el rediseño de The Guardian.

Guardian Egyptian: ¡una casualidad!

Que quede muy claro: no estoy en contra de la innovación o de las apuestas radicalmente diferentes. Simplemente, creo que en muchos casos o no hacen falta o no son intencionales. Algunos productos con una base de lectores estables y buenos resultados, no necesitan grandes cambios sino actualizaciones periódicas y mejoras continuas. Otros productos con una posición en el mercado más débil o sin una identidad gráfica desarrollada, sí que podrían necesitar cambios fuertes (sobre todo de contenidos). Por esta razón, El País intentó cambiar lo menos posible y la Gaceta de los Negocios -que se enfrenta con una situación competitiva más difícil- optó por un cambio radical.

Caso práctico: Puls Biznesu

Un buen ejemplo de la evolución en el diseño de prensa son los periódicos de Bonnier Business Press, una editora sueca con cabeceras de economía en los países nórdicos y Europa del este. Algunos de los más emblemáticos son Dagens Industri, Puls Biznesu que ganó el premio World’s Best-Designed Newspaper de la Society of News Design (SND) en 2004 y Äripäev que se llevó el mismo premio en 2006.

Algunas cabeceras de Bonnier Business Press: Dagens Industri (Suecia) y Äripäev (Estonia).

Todos los periódicos de Bonnier comparten una filosofía estética similar: cabeceras rojas, titulares en un san serif “black”, muchos despieces y breves, y fotos grandes de personas (no de objetos o sedes). El génesis de la actual línea gráfica fue business a.m. un diario de economía del mismo grupo que intentó hacerse un hueco en el competitivo mercado británico en el año 2000. El diario se cerró poco después de lanzarse pero el diseño construido por Ally Palmer fue fecundo, sirviendo de modelo para todos los futuros periódicos del grupo.

Business a.m., diseñado en 2000 por Ally Palmer.

Puls Biznesu, rediseñado en 2007 por Jacek Utko.

El diseño original de Puls Biznesu hecho por Jeff Mignon en 2003 que ganó el premio de la SND realmente fue una adaptación de business a.m. siendo Puls Biznesu casi idéntico gráficamente a su precursor. Se mantuvieron: la cabecera cuadrada aunque en rojo en vez de en azul, la retícula y maquetación, los folios “ingleses” típicos de Palmer, la tipografía de los titulares de la información general en HTF Knockout y los titulares de reportajes y opinión en FB Miller Display, el diseño de la infografía y despieces, etc.

Puls Biznesu portada, antes (arriba) y después (abajo).

Ya en 2007, en director de arte de Puls Biznesu, Jacek Utko, efectuó un rediseño del periódico que yo calificaría como una evolución natural. Mantuvo las señas de identidad típicas de los periódicos de Bonnier: la cabecera en rojo, titulares para la información general en un sans “black”, el uso generoso de apoyos, gráficos y fotos, etc.

El rediseño revela que la meta de Utko era crear un Puls Biznesu más moderno sin dejar de ser Puls Biznesu. Para los titulares generales empleó la Flama Black y Regular de Mario Feliciano. Para los demás titulares sustituyó la Miller Display por la Chronicle Display de Hoefler Frere Jones, una adaptación “moderna” de las tipografías “Scotch” como Miller Display. Utko también efectuó otros cambios sutiles que da al periódico ese aspecto tan moderno y elegante como el uso de la “L” de Toni Cases aplicado a la inversa en los apoyos e infografía.

Puls Biznesu tipografía, antes.

Puls Biznesu tipografía, después.

Puls Biznesu, infografía antes y después.

Sin duda, los cambios más importantes han sido el cambio del folio y la adición de un friso superior de breves tipo Politiken en casi todas las páginas. Desaparece el “folio inglés” compuesto de dos filetes horizontales, uno grueso y el otro no. Esto se sustituye con un folio vertical y sin filetes que ocupa la primera columna del friso de breves. El rediseño sustituye la tipografía egipcia black de la cabecera con una segunda tipografía sans para la imagen corporativa del periódico que se usa en la portada, en los folios, los epígrafes y cifras.

Puls Biznesu folio antes y después (con balcón superior de breves).

Puls Biznesu, apertura de sección a doble página.

La combinación de ligeros cambios efectuados por Utko, además de la adición del balcón superior de breves, dan al periódico un aspecto más desarrollado y moderno sin sacrificar su anterior identidad ni su legibilidad. Sin duda este es un ejemplo práctico de una evolución para mejor.

jueves, 21 de febrero de 2008

Los diez mandamientos de todo rediseño

Nueva entrega de Firmas en Caja Alta. En esta ocasión, Miguel Buckenmeyer nos ofrece una serie de diez artículos en los que desgranará los diez mandamientos que un diseñador tiene que tener en cuenta a la hora de llevar a cabo el rediseño de una publicación.



Miguel Buckenmeyer es diseñador y un especialista en comunicaciones enfocado en el diseño de periódicos, revistas e información relativa al mundo de los negocios. Recientemente Miguel fue el creativo y el director de arte detrás de El Economista, el diario económico español que fue nombrado uno de los periódicos mejor diseñados del mundo por la Society of News Design en 2006. Miguel ha trabajado para periódicos y revistas internacionalmente reconocidos como el Washington Post y El Mundo Magazine. También ha participado en la creación de prototipos editoriales y en proyectos de rediseño en Estados Unidos, Francia, Méjico, Portugal, España y Venezuela. Su trabajo ha ganado varios galardones y ha aparecido en las publicaciones de la Society of News Design, la Society of Publication Designers y el Type Directors Club. Miguel está licenciado en Ciencias Políticas por la universidad de California, y tiene un Master en Relaciones Internacionales por la universidad de Georgetown. Su página web es www.miguelbuckenmeyer.com

Los diez mandamientos para rediseñar
un medio de comunicación (I)


Un diseñador gráfico de medios impresos como yo hablando de los diez mandamientos del diseño periodístico en la era de Internet me recuerda a la comedia de 1981 de Mel Brooks, “La Loca Historia del Mundo”, Parte Uno. En una escena de la película, Moisés baja del monte Sinaí después de hablar con Dios, quien le había concedido tres tablas de piedra en las cuales estaban escritos los sagrados mandamientos según los cuales los israelitas tenían que orientar sus vidas. Moisés mira al pueblo de Israel, levanta las tres tablas y comienza a explicarles el don de los mandamientos que Dios les había dado: “El Señor, el Señor Jehová nos ha concedido estos 15 mandamientos …” En ese momento, una de las tres tablas se le escapa de las manos, se cae al suelo y se rompe en pedacitos. Entonces Moisés mira el suelo, luego sube la cabeza y mira al pueblo y continua: “…estos 10, sí 10 mandamientos que todos tenemos que obedecer.”

Seguramente hay más de diez reglas universales de diseño periodístico, organización de la información o estética visual aplicada a la transmisión periódica de noticias que las que ahora expongo en esta modesta serie. Estos principios no se incluyen, bien porque los ignoro (Dios no me los ha revelado) o porque no se me ocurren en este momento (Dios me los ha enseñado pero se me han olvidado) o bien por que no controlo otros campos como el diseño de medios interactivos (Dios no me ha dado tantos dones como yo quisiera) que son tan o incluso más importantes para el futuro del periodismo que el papel. Aún así, intento resumir en 10 reglas básicas algunas lecciones que yo he aprendido (y sigo reaprendiendo) en mis 15 años de experiencia diseñando medios impresos.

Mandamiento 1. Haz los deberes, empóllate el tema y crea un concepto

La primera regla y lo fundamental es que crees un concepto o una visión de antemano de qué es lo que quieres hacer y hacia dónde quieres ir. El gran gurú norteamericano de la gestión y autoayuda en el campo de la empresa, Stephen Covey, lo llama la virtud o el hábito de “empezar con un fin en mente”. Hablando de la selección de una profesión, vocación o trabajo, Covey dice que todos tenemos que subir una escalera en la vida, pero pocos nos ponemos, antes de empezar a escalar, a pensar bien en contra que pared vamos a poner nuestra escalera.

Aplicado al diseño periodístico, esto quiere decir que tengamos los objetivos o criterios para nuestro proyecto bien definidos y que no nos dejemos llevar por el azar a la hora de empezar nuestro proyecto. Tenemos que definir las metas del proyecto y diseñar en función de ellos. Este principio es importante porque es la base tanto del proyecto editorial como del empresarial. Pequeñas desviaciones o equivocaciones en el planteamiento, o la falta de planificación, no solo pueden perjudicar a la utilidad del diseño en cuestión sino que también pueden dañar la marca de la empresa editora. Esto no quiere decir que tengas los estilos gráficos ya diseñados en la cabeza antes de que te pongas a dibujar sobre un papel en blanco o abrir un documento nuevo de QuarkXpress. Sólo quiero decir que debes tener claro las metas del proyecto y las pautas que vas a seguir.

Para poder determinar las metas y las pautas del proyecto, tienes que hacer tus deberes; tienes que hacer las investigaciones necesarias para descubrir los objetivos de la empresa además de los problemas actuales de los contenidos, navegación, etc. y así empezar a crear soluciones visuales. Además, este paso te ayudará a ti y sobre todo a la empresa. Un proyecto sin este paso previo de la investigación es puro maquillaje. El producto puede ser más o menos atractivo estéticamente, pero no se desarrolla como producto y pierde su competitividad. (Más adelante, dentro de esta serie, hablaremos en concreto del rediseño de El País).

El primer paso de todo proyecto gráfico entonces es hacer un inventario de preguntas cuyas respuestas te ayudarán a hacer un análisis sobre las necesidades de la editora y su producto. Entrevista al director, el editor, redactores individuales y repasa los resultados de encuestas a los lectores o paneles de lectores realizados por la empresa, etc. Intenta entender los hábitos, intereses y gustos del lector medio, al que la empresa editora aspira a llegar. Relacionado con eso -si no logras convencerles de alguna idea mejor-, trata de conocer bien y adaptarte a su estrategia empresarial. Las preguntas a las que te puedes enfrentar en esta primera etapa probablemente incluyan las siguientes:

• ¿Quién es el lector medio?, ¿Qué temas le interesan?, ¿Cuánto tiempo pasa leyendo o ojeando el producto?, Si es el público en general, ¿qué temas les interesan a los distintos grupos a los que va dirigido el periódico o revista?
• ¿Qué estrategia tiene la empresa editora para llegar a su público?, ¿Hay nuevas maneras o tendencias en la formar de darles información o contarles historias?
• ¿Qué tono editorial tiene o quiere tener el producto: popular, vanguardista, o clásico?, ¿Qué tipografías reflejan este tono?
• ¿En qué formato tiene que ir: Tabloide, Berliner, sábana? (esto ultimo va siendo menos relevante en los últimos años)
• ¿En qué páginas hay color: algunas, ninguna o todas?, Si hay color, tendrás que emplearlo con una paleta conforme con el tono editorial del producto. ¿Qué tonos se adecuan al lector medio: colores fuertes o suaves, mucho o poco?
• Cual es la historia de la empresa editora y su producto?, ¿Qué contenidos funcionan bien, cúales no?, ¿Cúales se pueden mejorar con un poco de esfuerzo?
• Si es un producto regional, local o relacionado con un sitio determinado, ¿cuáles son sus historias y tradiciones por si hay una manera de incorporarlas en el proyecto?

Una vez contestadas preguntas como estas, tendrás las pautas que orientarán el proyecto. Con esto, podrás ayudar al editor y al director a concebir nuevos contenidos, organizar la información y desarrollar los estilos gráficos.

Por ejemplo, si es un diario gratuito que llega a un público generalista, quizás seleccionarías un código de colores primarios y vivos para cada sección como hace el ADN, Metro y LondonPaper. Al contrario, si la empresa editora de un gratuito decide que quiere hablar a un público de “alto standing” (y más poder adquisitivo), entonces podrías elegir, colores más sutiles. Este es el caso del gratuito holandés “DAG” que lanzó un rediseño de la portada en febrero de 2008.


DAG antes (izd.) y después (dcha.)


Caso práctico: National Post (Canada)

Portada del National Post

Planteamiento inicial: “Hacer lo que no hacía nadie” era el concepto inicial de la empresa editora y de la diseñadora del proyecto, Lucie Lacava. Creando el prototipo del “National Post”, diario que fue lanzado en 1998, Lacava tuvo que crear una maqueta que no compitiese con las otras 28 cabeceras de la editora Southham y que fuese diferente a los principales competidores nacionales como el “Globe and Mail” y el “Toronto Star”.

Tipografía: Según Lacava, la mayoría de los periódicos norteamericanos generalistas entonces titulaban con una tipografía serif. Ella convenció a los directores de ir a contracorriente y usar una letra san serif para los titulares principales. Investigando revistas antiguas de moda encontró una tipografía ideal y encargó al tipógrafo Americano, Jim Parkinson la creación de un alfabeto contemporáneo y digital completo que -con algunas modificaciones y añadiendo distintas anchuras- más tarde se llamaría “Richmond”. La versión condensada de la eventual Richmond se usó para los titulares principales (que van en caja alta en la portada) y para los titulares de informaciones (que van verticalmente a una columna).


Richmond Condensed Bold specimen

El palo seco se complementó con la Miller Display, la preciosa y versátil Scotch Roman dibujado por Matthew Carter en 1997. La Miller se usa para los titulares de informaciones secundarias que van en horizontal a más de una columna y para titulares de reportajes especiales. Para la cabecera del periódico y de cada cuadernillo, Parkinson adaptó la Miller, creando una versión comprimida y estirando los serifs latinos.


Miller Display Roman specimen


Portada del National Post


Muestra de la Richmond Bold Condensed en el National Post

Retícula: Conforme con la meta de no parecerse a otros periódicos de su día, Lacava rompió con una tendencia entonces y todavía muy establecida, la de la maquetación modular. Basado en una retícula de 6 columnas, el Post conserva una maquetación ligeramente clásico y parecida a la del New York Times o Wall Street Journal, el cual permite que algunas informaciones irrumpen en los módulos o rectángulos de otras informaciones no relacionadas. La mayoría de las páginas tienen en su parte superior un friso horizontal de breves u otras informaciones que sirve para anclar y contrastar la maquetación antimodular por abajo.

Muestra de la Miller Display en el National Post

Cabe destacar que el National Post hizo un semirediseño en septiembre de 2007 actualizando la cabecera y aperturas de los cuadernillos poniéndolos en vertical y sobre fondos de color (la imagen de la portada es posterior al rediseño). El cambio más notable has sido la colocación de la cabecera del periódico y de cada cuadernillo en una posición vertical en cada página en vez de horizontal. También han ampliado el tamaño del cuerpo de texto y su interlineado. Finalmente, han mejorado la legibilidad y aumentado el número de destacados y infografía según el director del periódico Douglas Kelly. Para ver más imágenes de los prototipos, visite este link.

Portada antes (dcha.) y después del rediseño (izqda.)