miércoles, 10 de octubre de 2007

El triunfo de la ortodoxia

Acudo a este blog invitada por mi compañero Luis y para aportar un poco del sentido y sensiblidad femenina de la sección a este espacio.

El asunto que vengo a proponeros es que a veces lo más efectista visualmente no es la opción más válida en prensa. Os lo explico a continuación.

Se trataba de hacer una apertura de sección de cultura para el periódico del domingo. El jefe, el entrañable Manu, me entrega una foto maravillosa de Enrique Bunbury y pocos condicionamientos más para confeccionar la página. "Que quede bien", me dice. "Haz lo que quieras".

El primer planteamiento lo realizo utilizando los elementos que caracterizan a una apertura de sección y ordenándolos de la manera ortodoxa que marca el prototipo del periódico. El resultado es este:

Es una página correcta. Pero ante la invitación de Manu la tentación es más fuerte. Y comienzo a mover los elementos intentando conseguir algo diferente, más espectacular. Así que decido prolongar el fondo de la foto de tal manera que la mancha gráfica ocupe la máxima altura y calar dentro el título en blanco. Esta es la otra versión:


Como veréis desde luego es diferente. Pero... qué ocurre, no está dentro de la línea del periódico. Consultas con los compañeros, ¿qué os parece?, a mí me gusta más esta pero...

Y es que un periódico hay que contemplarlo con un todo. Los lectores, quizá inconscientemente, piden un sentido de continuidad en la presentación de su diario. Por eso, es importante mantener el ritmo de lectura, por eso al final triunfa la ortodoxia.

Esmeralda Sáez

martes, 9 de octubre de 2007

El cambio de El País ya tiene fecha: 21 de octubre

El Consejero Delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, puso ayer fecha a uno de los cambios más esperados del mundo del periodismo en habla castellana: el rediseño de El País. Aunque en principio parecía que los cambios iban a ser profundos, desde nuestro blog amigo Maquetadores ya nos advertían hace días que la revisión del diseño del diario no iba a ser tan quirúrgica, compleja y necesaria como se esperaba, haciendo alusión a que Cebrián había paralizado tan intensa operación a fondo (léanlo aquí).

Entre los cambios que se oían, parecía incluirse el desplazamiento de la cabecera a la izquierda de la portada, y yo creo -tal y como habíamos ido leyendo en algunos blogs- que iría acompañado de encaminar el diseño general a las pautas de algunos diarios nórdicos o del norte de Europa como Politiken -premio de la SND al diario mejor diseñado-, o De Morgen, bajo criterios de limpieza, estructuración clara y moderna de la información [destacados], desahogo visual, profusión de blancos estratégicos -al estilo Babelia o ABCD, suplementos culturales de El País y ABC-, mayor uso del color, etc. Esa es la tendencia actual. Y eso debió parecerle demasiado a Cebrián. Pero seguro que no le haría ascos a una imaginaria fusión entre The Times y The Guardian, por ejemplo.

De todos modos, si ABC, dentro de su rigidez, fue capaz de modernizar su diseño, ¿por qué tanto miedo? El número 1 en ventas de la prensa de información general pesa mucho, supongo.

Ahora sabemos por boca de Cebrián algo más de lo que nos vamos a encontrar. A saber:

- Nuevo subtítulo de portada: EL PERIÓDICO GLOBAL EN ESPAÑOL.

- Redaccionalmente hablando, mayor relevancia de las informaciones, "con noticias que no pueden encontrarse en otros medios, incidiendo en más y mejor contexto, más análisis y opinión, más investigaciones."

- En cuanto al diseño, "generalización progresiva del color, lenguaje gráfico e infográfico más atractivo y contundente y mayor flexibilidad de formatos y titulares."

- Nuevos diseños de El País Semanal (recuperando esa cabecera y perdiendo el acrónimo EPS), Domingo y Babelia, realizados por el equipo del diseñador Oscar Mariné. Sobre el primero, "se trata de una apuesta por el periodismo, el espectáculo y la modernidad". Sobre los segundos, "realzan la elegancia y las apuestas informativas y literarias" de ambos suplementos.

- Modificaciones en la primera página, aparte del nuevo lema, que reflejarán "la diversidad del interior y las innovaciones en las secciones."

- Nueva última.

Salvo el caso de Mariné y los suplementos, el rediseño ha sido obra del equipo de Ally Palmer y Terry Watson (Edimburgo), encargado de los rediseños de Le Monde, Politiken, The Scotsman, The European, Algemeen Dagblad o Cinco Días, ya para Prisa.

José Manuel Calvo, subdirector, en palabras recogidas por Maquetadores, avisaba: "Venimos de un periódico que ha creado escuela en los últimos 30 años, por lo cual esta atención a lo gráfico no irá en contra de la seriedad y la elegancia que ha caracterizado al periódico siempre."

Pues hala, semana y media de espera y salimos de dudas.

lunes, 8 de octubre de 2007

Manipulación o cómo ser pillado con el carrito del helado


A través de un chivatazo en la web de fotografía Xataka Foto nos enteramos de que en As.com, web del Diario AS, se ha producido un caso flagrante de manipulación informativa.

Situémonos: hace dos semanas el Atlético de Madrid juega en el Vicente Calderón contra Osasuna; la web del periódico recoje aún hoy la crónica del partido y la viste con una fotografía. En el texto se lee: "EL DETALLE: Gran entrada en el Calderón. Domingo a las cinco de la tarde como toda la vida, buen tiempo y un Atleti en racha. Por una vez, la afición, que nunca falla, tenía todas las razones del mundo para acudir al Calderón y, por supuesto, no falló. 50.000 espectadores llenaron las gradas y su equipo respondió con una victoria contundente. Los pitidos de hace un par de semanas están olvidados."

Uno mira la foto y dice "pues sí, había llenazo", pero la amplías, la observas bien y te das cuenta de que alguien le dió al Photoshop más de la cuenta. Se conoce que hablar de lleno y poner la imagen elegida con las gradas semivacias no quedaba bien, por lo que alguien decidió clonar a diestro y siniestro. Podéis buscar a los numerosos Wallys que la foto contiene, hay repeticiones tremendas sobre todo en la parte superior.

Es una web, pero en la prensa de papel también pasa. Y no debe permitirse. Y hay que denunciarlo.

Véanlo: Crónica Atlético-Osasuna

Algo sobre el ritmo de lectura... poco


Escucho a Amy Winehouse y su música revival con sabor añejo de hace cuarenta años suena nueva y fresca por un increíble misterio. No creo que sea su voz que juega a ser cálida y suave para un compás después emerger poderosa entre toda una sección de viento a la que llega a silenciar. Estoy convencido de que es el ritmo, ese infinitesimal retardo con el que se divierte entrando en algunas frases, en el estribillo de Rehab, canción que abre su segundo disco y nos mete de cabeza en él con sus implacables pulsaciones. El ritmo de la música, tan concreto y aprehensible, me lleva al carácter vaporoso del ritmo de lectura, tan abstracto e intuitivo, escurridizo, tan difícil de definir que en ocasiones nos han recriminado o incluso felicitado por él sin que fuéramos conscientes de haberlo manejado. En su decepcionante El diseño de la noticia, Robert Lockwood se atreve a escribir sin ningún complejo que "debido a que sus relaciones espaciales internas son invariables y no expresivas" (está ‘analizando’ una retícula), "su estructura no se lee como una forma sino más bien como una pauta a seguir que indica la velocidad y el ritmo en un campo neutral libre de la actividad emocional". Y se queda tan ancho. Cuando habla de toda una sección, que es de lo que se trata, no tiene rubor ninguno en firmar simplezas como que una "cuidadosa planificación permite a los redactores jefe prestar atención especial a la velocidad y el ritmo de la presentación y a la calidad formal". Y ya está. Lockwood ha escuchado trompetas, no música.

Si cuando hablamos de equilibrio nos referimos fundamentalmente a las relaciones entre los elementos de una página, el ritmo tiene que ver con las relaciones de una página con otras. De la disposición de los temás a través de varias, de toda una sección, de todo el periódico. De repeticiones y ciclos. De mantener la atención y la tensión con dosis regulares o no. Y en eso, por desgracia, nosotros no tenemos el control que Amy derrocha haciendo travesuras con el tempo de sus composiciones, porque en el diario en el que trabajamos el ritmo está supeditado por completo a la jerarquía informativa, a la valoración de las noticias por parte del director, que para eso está y está siempre, un valor que fluctúa en ocasiones durante todo el día, desde la primera reunión por la mañana hasta los minutos previos al cierre.

Así salieron publicadas tres páginas de la sección de España


Que bien pudieron haber salido así...


O incluso así. El número total de posibilidades se obtiene al combinar tres elementos tomados de tres en tres. Todo depende de cómo se valore el contenido de las páginas en cada momento y la importancia que "ganen" o "pierdan" durante el día

Aunque he de confesar que a mí lo que realmente me interesa es la música, veo a Javier muy preocupado por el ritmo de lectura, porque se le escapa entre los dedos y las teclas del ordenador, tan distintas a las teclas del piano que acompaña a la británica. Como que le jode el no poderlo racionalizar, que sólo la intuición lo maneje y, desde luego, imposible para nosotros en otra forma que no sea decreciente, de más a menos, el periódico es así. E incluso así, le digo, tampoco actuamos nosotros en ese ritmo tan poco sinuoso porque el orden de nuestras páginas se suele decidir después de que estén pintadas, cuando ahora ya importa menos lo que antes más importaba. No, no, no. Pero calla, ahora canta en directo casi a capela y es mucho mejor, seguro que así entendéis lo que digo sobre el ritmo porque en las páginas es sólo una metáfora y aquí existe, escucha cómo se detiene, cómo dejándose llevar por la pura intuición, ella sí puede, decide a cada instante si hacer sonar su garganta o dejar que el silencio siga construyendo música.



miércoles, 3 de octubre de 2007

De los ganadores del ñh04... y un pequeño tirón de orejas

Los premios de la SND española y portuguesa ya tienen ganadores. Podéis consultar la lista completa en esta dirección. La entrega de premios será del 21 al 23 de noviembre en Barcelona.

Los periódicos mejor diseñados han sido Público (Portugal), el Economista y Superdeporte (Valencia). La mejor portada del año ha correspondido a El Periódico de Catalunya, por su atrevida puesta en página del "Cabreo" de los ciudadanos barceloneses por los apagones del pasado verano. La portada en negro con letras en rojo. Podéis ver la reseña que hicimos aquí. El mejor conjunto de portadas también ha sido para El Periódico.

En cuanto a los medios on-line, el ganador ha sido elpais.com, a ver si así se recupera de los disgustos que le dan sus "amigos" de Nielsen. La lista completa de ganadores on-line, aquí.

Queremos hacer una mención especial a el Economista, un periódico que nos gusta muchísimo y que se ha llevado un buen puñado de premios. Una joya muy mimada, uno de los mejores diseños que se han hecho últimamente en nuestro país, no como otros (y no miramos a La Vanguardia, que tiene tela para cortar).

Aunque todo puede pasar, no creemos que el año que viene vaya a resultar tan premiado un diseño tan poco coherente con la identidad del periódico centenario. Cada página parece confeccionada con un criterio distinto, cada una es de su padre y de su madre y todas, al parecer, ya no son del inimitable Carlos Pérez de Rozas, del que os hablamos anteriormente.


Sin comentarios

P.D. De momento no hay premios al mejor blog especializado, pero todo se andará.

Mario Benito / Luis Blasco

martes, 2 de octubre de 2007

Dos en la carretera.
Cuaderno de bitácora de un viaje a Estepona (y II)

¡Qué útiles son los navegadores! ¿verdad? Hasta que tienes que llevar a alguien a un punto concreto. Entonces, claro, todo falla. Al término de la distendida cena del jueves, nos disponíamos a regresar a nuestros hoteles. Estábamos esperando a los taxis que iban a recoger al personal, cuando, amablemente, nos ofrecimos para llevar de vuelta a alguien. Norberto, como siempre, se lanzó sin dudarlo. También se apuntó Miguel Buckenmeyer, al que acabábamos de conocer esa noche, y con quien charlábamos animadamente sobre el Economista, y amigos comunes.

Una vez en el coche, y confiando en nuestro guia electrónico, empezamos la ruta. El hotel estaba a unos cinco minutos en coche del restaurante. Veinte minutos después, estábamos perdidos en la autovía que lleva de Málaga a Algeciras. ¿Y el GPS? El dichoso aparatito, que durante todo el viaje había sido un incansable detector de radares ocultos, que había descrito hasta la menor incidencia de la carretera, se empeñaba en guiarnos a algún punto situado en el Estrecho de Gibraltar. Lo que era una amable conversación mutó en silencio incómodo. Después, a unas risas nerviosas. Era yo. En estas situaciones, no puedo evitarlo, me da por reírme. No sé si a ellos les hacía mucha gracia. Tardamos casi 35 minutos en ir a un hotel que estaba a 4 km. del restaurante. "Hola, esto es un secuestro exprés. Es una táctica que utilizamos habitualmente para que la gente conozca el blog" le iba diciendo a Miguel, que me miraba un poco desconcertado. "Cuando nos confirmes que colaborarás con nosotros, te llevamos al hotel…" ¡Qué desastre! Menos mal que nos indicaron en una comisaría de la zona. Al final, el secuestro no fue a mayores. Les vimos entrar en el hall, mientras a los dos se nos escapaba una risilla entre dientes… Eso si que es vender un producto. Para rematar, paramos en una gasolinera a comprar unas botellas de agua y un adaptador para euroconector (7 euros en total). Histórica la cara de la empleada tras su cristal de seguridad cuando Luis pretendió que le pasara la tarjeta de puntos de la gasolina por la compra. Lo dicho, Luisito, una máquina de anécdotas.

El segundo día de conferencias fue más tranquilo en cuanto a anécdotas, aunque también ocurrieron cosas. Pudimos comprobar el fino humor surrealista de Toni Cases cuando dijo no recordar la maqueta de El Periódico (cuando alguien sugirió el parecido entre este diario y Público) y comprobamos que Miguel Buckenmeyer es capaz de mantener el mismo, exactamente el mismo tono de voz durante más de una hora de ponencia. Sin embargo, lo más destacable ocurrió antes de la cena. Una vez acabamos las charlas, sobre las ocho de la tarde, cargamos a unos valientes salvadoreños en el coche (ya habíamos aguantado todo tipo de bromas por perdernos la noche anterior) y fuimos todos al hotel de los ponentes. Allí, con la satisfacción del trabajo terminado, nos relajamos con unas cervecitas mirando al mar y charlamos largo y tendido sobre el blog y lo asombroso de internet mientras todo el mundo se acercaba al portátil y opinaba sobre nuestro encajabaja.


Jordi Catalá, Javier Sicilia y Rafael del Moral
siguen las actualizaciones de encajabaja


En la cena continuó el buen humor y pudimos comprobar que la gastronomía andaluza traspasa fronteras. Lucie Lacava, devoraba pescaito frito mientras aseguraba, ante la incredulidad de Luis, que allí en Canadá lo tomaba con frecuencia.

A la mañana siguiente tocaba volver a casa. Recogimos en el otro hotel a Pedro, colaborador del estudio de Miguel Buckenmeyer y salimos pitando, porque Luis tenía que estar por la tarde en el periódico. Con las prisas, fuimos terminado el último post en el mismo coche, con los mareos y el recalentamiento de la propia anatomía que eso conlleva (nunca escribáis con un portátil sobre el regazo, amiguitos). Luis siguió enfadándose conmigo porque pegué varias cabezadas durante el viaje, ronquidos incluídos. En el viaje hicimos un par de paraditas para comprar los típicos regalitos para los compañeros. En una de esas ventas de carretera, apareció la botella de moscatel más hortera de la historia. La compré (sí, yo, lo reconozco) y está siendo el cachondeo de la semana en el periódico. Personal de todas las secciones vienen en peregrinación a comprobar si efectivamente es tan espantosa como parece. Pues sí, lo es. ¿Y qué? La defiendo plenamente. Será fea, terrible, pero lo de dentro estaba de muerte. Para mi alivio, un compañero de trabajo, el irrepetible Miguel Ángel Majadas, ha venido a reclamar la botella de Moscatel para su colección privada de botellas. Me alegra ver que a alguien le gusta, por lo menos. Y eso que a ésta le faltan unas castañuelas que iban en el tapón y que alguien requisó.


La Botella


Nosotros también te queremos


Acabamos de ver que El Norbi nos ha nombrado "sucesores" de Visualmente, su blog, el blog de referencia en lengua castellana en lo que a periodismo visual se refiere. Maradona nos ha nombrado los nuevos Messi, y eso es mucho. Tanto que nos tiemblan las piernas. Entre lágrimas, estamos intentando asumir tan alto honor, e intentaremos saber estar a la altura de tan generoso reconocimiento.

Una vez más, ¡gracias ché!.

Dos en la carretera.
Cuaderno de bitácora de un viaje a Estepona (I)

¡Road to Estepona! Con este lema, nos fuimos picando el uno al otro durante la semana anterior al viaje. Lo cierto es que el miércoles, cuando partíamos en el coche de Luis, teníamos por delante cuatro días de viaje, de ponencias, de gente por conocer y ganas, muchas ganas de disfrutarlo. Lo que no sabíamos es la cantidad de anécdotas que el viaje iba a deparar. Tantas que merecen esta contracrónica.

En primer lugar dejadme que os sitúe. Como sabéis, nos desplazamos a Estepona mi compañero Luis Blasco y servidor. Luis es un personaje en toda la dimensión de la palabra. Le conozco hace ya muchos años, y pensaba que le conocía bien. Pero este viaje me ha descubierto una dimensión nueva de él.

Luis es de las personas más serias y responsables que conozco. Bueno, no. Mi padre también es muy serio y responsable. Tanto es así, que en algunos momentos del viaje me ha dado la sensación de estar viajando con él. Luisito tiene un aprecio por las normas, una conducta tan cívica y disciplinada en casi cualquier materia, que a veces me ha hecho sentir como un hooligan en plena final de Copa de Europa. ¿He dicho ya que Luis tiene siete años menos que yo?

Mira que me lo advirtió. "Yo no corro con el coche. Yo pongo el limitador a 128 km/h y pa'lante". Y yo, iluso, pensaba que me estaba vacilando. Pues no. Efectivamente: limitador a 128 km/h y pa'lante. Eso significa 128 como máximo, claro. O 105 km/h dependiendo del tramo. O a 60 km/h por las rectas de Despeñaperros. Y así, hasta Estepona. Conste que no me quejo ¿eh? No voy a ser yo el que os incite a correr como locos por las carreteras, a no respetar las normas de tráfico, a meter quinta cuando se llega a 3.000 revoluciones...

Hay que decir, en un gesto que le honra como amigo, que él, no fumador militante, me dejó fumar en su coche. Eso sí, luego me fue echando la bronca un buen rato porque se me ocurrió tirar la colilla por la ventana para no apestarle el coche a tabaco. "Así se queman los montes", me decía. De nada servía explicarle que había apagado la colilla antes de tirarla, su código marine de conducta había sido vulnerado de nuevo.

De camino a Estepona, hicimos una parada técnica en Martos (Jaén), primer productor mundial de aceite de oliva del mundo. En ese pueblo he pasado yo lo mejor de mi infancia. Como los dos somos de buen comer, llevé a Luis a comer al restaurante Morys, lugar cumbre de la gastronomía marteña. Todavía me lo está agradeciendo. Tanto es así que Luis acabó su comida con unos "¡Viva el Morys!", para regocijo del personal. Si pasáis por allí, os lo recomiendo vivamente.

El camino hasta Estepona siguió su curso (a 128 km/h cuesta abajo) y llegamos por la tarde-noche. Nueva parada técnica en Carrefour, para comprar cosas que nos hacían falta. Allí pudimos ver las impactantes campañas de lanzamiento de lo últimos estrenos en DVD y Luis probó unos cincuenta desodorantes hasta que eligió el que más le gustó. Lo dicho, un crack en toda regla.

"Epetacular lanzamieto" en Duvedé



¡Ay, la tecnología!

Cuando llegamos al hotel, primer contratiempo. El imprescindible Wifi para actualizar el blog a diario no funcionaba. O sí, pero el personal del hotel no tenía mucha idea de cómo usarlo. Era un hotel con campo de golf, típico de la zona. Lleno de alemanes a tope, (sólo vimos unas españolas el último día). Por cierto, ¿dónde hay que escribir para explicar al mundo libre que las sandalias nunca, nunca se deben llevar con calcetines de lana? Es que duele a la vista. Aparte de esto, a mí el hotel me recordaba a algo, pero no conseguí caer hasta el segundo día. ¡Era el hotel del resplandor! Con sus niñas con triciclo corriendo por los pasillos y todo...

El caso es que el puñetero wifi no funcionó ningún día y nos tuvimos que buscar la vida. Y ahí entra Blasco, de nuevo. Mi compañero tiene un dominio de internet y de los ordenadores que facilita muchísimo el trabajo en este blog. Al final consiguió conectarse en los sitios más inverosímiles. En una heladería tomando café, o en la primera planta de la Casa de la Cultura de Estepona, con medio cuerpo asomado por la ventana. Así que si habéis podido seguir la cumbre puntualmente tenéis que agradecérselo a él. A Norberto Baruch le encantó ver como actualizábamos a diario, aún con riesgo físico para los integrantes del equipo, lo que le empujó a nombrarnos "mejor blog del momento" (es un cachondo). Yo le dije que eso, viniendo de él, es como si Maradona te dice que le has dado un pase de tiralíneas. Como El Norbi es argentino, la cosa le tocó la fibra y los abrazos fueron de escándalo.

"El Norbi" con los desplazados de encajabaja


El ambiente entre ponencias (de ellas ya tenéis cumplida información en posts anteriores) fue magnífico. Da gusto encontrarte con compañeros de profesión tan majetes y accesibles. Ha sido una auténtica gozada. Y una gratísima sorpresa comprobar la excelente acogida que está teniento el blog en el mundillo. Días después seguimos emocionados por la respuesta de todos a nuestro humilde trabajo.

Para la cena del primer día quedamos con todos los ponentes en el restaurante "El frenazo". Nos perdimos un poco, porque el GPS empezó a anunciar lo que vendría después. Aún así conseguimos llegar para ver como el Madrid ganaba inmerecidamente a mi pobre Betis. Disfrutamos de una magnífica cena (el pescadito de Estepona, como ya se ha dicho, rico, rico) en compañía de Mario Tascón, Jordi Catalá, Javier Sicilia, Manuela Mariño y Orlando Romero, que nos invitó a visitar Cuba. ¡Cuadrando fechas estamos Orlando!

_________________________
Mañana, segunda parte de este viaje cargado de anéctodas. Os doy un aperitivo: un secuestro, el pescaíto frito canadiense, una reunión de amigos con vistas a la playa y la botella más fea del mundo.