lunes, 30 de julio de 2012

Una visita a la 'Familia Plómez'

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La semana pasada tuvimos la suerte de que nos invitaran a visitar un lugar mágico, algo parecido a un taller de alquimia en el que papel en blanco termina convirtiéndose en papel impreso... ante nuestros ojos. Una pura contradicción porque, al contrario de lo que sucede en el incorpóreo y aplastante mundo digital que nos devora, aquí todo es físico, palpable, comprensible, de plomo y de madera. Coges caracteres tipográficos ¡con tus propias manos!, puedes tocar una "a", sentir su peso que aumenta si quieres que tenga más cuerpo, claro, mancharte las manos de tinta al entintar con un rodillo de goma los caracteres tipográficos para que luego, una prensa manual, lleve a cabo el abracadabra y la tinta pase para siempre del metal con forma de letra al papel. Que no te pille la boca de la "Minerva" cuando la alimentas a mano con hojas de papel que inmediatamente vomita impresas... y pide otra, otra, otra, al ritmo mecánico de sus engranajes. No es sólo mágico, es emocionante.


Mágico, emocionante, e infinito...

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Como querrán saber ustedes algo más de tan afortunada invitación, tenemos también la suerte de que quien nos invitó, Roberto Gamonal, miembro fundador de la Familia Plómez y miembro también nada más y nada menos que de Unos Tipos Duros (la web sobre tipografía de absoluta referencia en lengua castellana), además de Doctor en Creatividad aplicada y profesor de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto Europeo de Diseño (IED), entre otras mil ocupaciones siempre tipográficas, ha tenido la generosidad de  participar como "Firma en Caja Alta" para desentrañar en primera persona a todos nuestros lectores todo sobre esta familia...


La Familia Plómez

Familia Plómez es un grupo de doce locuelos y locuelas, cada uno de su padre y de su madre, que tienen un punto en común: su amor por la tipografía. En este proyecto están diseñadores gráficos y profesores que tuvieron su punto de encuentro en un curso de Tipografía que se imparte en IED Madrid. Tras las clases, nos poníamos a conspirar delante de unas cañitas para ver si era posible crear un sitio que recuperara el material de las antiguas imprentas para manter viva la tradición y darle un toque adecuándose a los nuevos tiempos. No queríamos un museo, sino un espacio de trabajo y una plataforma de difusión. El objetivo era preservar mediante un uso actualizado. Llegamos a la conclusión de que era una auténtica locura, pero a la tercera caña todo se ve de forma más optimista y votamos que sí... que nos liamos la manta a la cabeza.

Comenzó una intensa búsqueda de material de imprenta tanto por internet como callejeando y preguntando en todo local que hubiera un letrero que pusiera "Imprenta". Localizamos cosas muy interesantes en Cuenca, Alcorcón y... Alemania. Mientras tanto, buscábamos también local para darles un hogar decente a esas maravillas. Y en abril entramos a nuestro taller de la calle Las Aguas de Madrid.

La "operación mudanza" no fue sencilla. Los Plómez más fornidos se fueron para Cuenca a por un supercomodín con más de 40 cajones llenos de plomo... y en uno de ellos una sorpresita: una SuperVeloz en plomo (tipografía modular de los años 50). De Alcorcón, una preciosa Minerva tamaño folio y de Alemania un maquinón para imprimir 50x70 que pesaba más de una tonelada. Con todos estos frentes abiertos a la vez, nos constituimos legalmente (como Dios manda) en una asociación cultural sin ánimo de lucro.

Nuestra principal actividad es dar cursos y talleres de todo lo que tenga que ver con la letra. Hasta ahora hemos celebrado tres talleres de fin de semana y todos han tenido una excelente acogida: un taller de composición en plomo, otro de carteles con letras de madera y uno de caligrafía gótica. También realizamos algunos encargos profesionales. 'Remendería', como dirían los clásicos: tarjetas de visitas, tarjetones, invitaciones, etc.

Pero lo que nos tiene ahora totalmente absortos y absolutamente alucionados es el proyecto de crowdfunding de "Entinta a la Familia Plómez". Con el dinero recaudado queremos adquirir el material de una antigua imprenta regentada por dos venerables señoras que han mantenido su imprenta ya cerrada por jubiliación como si se hubiera parado el tiempo. Con ello podremos tener mayor variedad de tipografías para realizar nuestros talleres. Y a cambio, estamos ahora produciendo los regalos a nuestros queridos y admirados mecenas que son, hasta el momento, 245. Todos hechos con nuestro material y de forma artesanal.

Nuestra última adquisición del departamento I+D de la Familia Plómez ha sido un botijo para pasar los calores de agosto y que toda imprenta que se precie tiene que tener.

Ya con todo esto afrontaremos el otoño con nuevos cursos y talleres. Además de los que impartimos los Plómez (composición en plomo y carteles de madera que se repiten cada dos meses) invitaremos a destacadas figuras del ámbito de la Tipografía para que pasen un fin de semana compartiendo su sabiduría e ingenio. Además de los nuestros, tenemos previsto algún taller de lettering, de diseño de tipografía egipcia, de caligrafía inglesa...

Roberto Gamonal


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Sí, es un iPad lo que aparece junto a la pequeña máquina de impresión manual en esta última imagen del maravilloso taller de imprenta de la Familia Plómez, abierto hace unos meses en el Madrid más castizo. Porque esta familia comparte con nosotros que no se trata de tener que elegir, papel o digital, tecnología o manchas de tinta, tradición o futuro... Que lo inteligente es tener ambos y disfrutar y aprovechar las ventajas de cada uno de ellos. Que los tipos móviles de plomo o de madera te ayudan a comprender del todo la tipografía... que después utilizamos en los ordenadores, como estamos haciendo ahora al escribir sobre ello en esta pantalla que vosotros vais a leer gracias a una tecnología increíble e inimaginable no hace tanto, cuando los rodillos de las "minervas" giraban durante jornadas laborales.

Cuando los talleres no se visitaban porque eran lugares de trabajo a los que accedían sólo los iniciados, un santa sanctórum al que hemos tenido ahora acceso invitados por uno de sus sumos sacerdotes, gracias otra vez Roberto, para que participásemos además en la creación de esa primera imagen que abre este artículo, ceremonia que podéis ver editada por encajabajatv:


Todavía estáis a tiempo de participar como mecenas en un proyecto que antes de finalizar ha sido ya todo un éxito de participación y enlaces en internet: Entinta a la Familia Plómez. Quedan 6 días. Y estad atentos a sus talleres porque de esa manera podréis entrar como nosotros en un lugar mágico, parecido a un taller de alquimia...

Toda la información sobre la Familia Plómez en:

http://www.familiaplomez.com
http://www.facebook.com/FamiliaPlomez
http://twitter.com/familiaplomez
Si estás interesado en algún taller, puedes contactar con ellos en:
talleres@familiaplomez.com
Para cualquier otra cosa en:
porteria@familiaplomez.com


Galería fotográfica completa de nuestra visita a la Familia Plómez en este enlace de Flickr


Mario Benito (textos) y Luis Blasco (fotografías, vídeo y edición de vídeo)

3 comentarios:

Roberto Gamonal dijo...

Muchas gracias al equipo de En caja baja por su visita. Aquellos miembros que no pudieron venir están invitados a visitar el taller de la Familia Plómez.
Pedazo video, Luis. Muy didáctico.
Ha sido un post con un enorme despliegue de medios.

Mario Benito dijo...

Gracias a ti, Roberto. Por tu generosidad y por lo que aprendimos en la visita. Por supuesto que te tomamos la palabra y acudirán los miembros que no pudieron ir... junto con los que ya fuimos que repetiremos encantados, jeje

Un fuerte abrazo y enhorabuena por un proyecto tan maravilloso

Anónimo dijo...

Aunque no soy miembro de encajabaja, he colaborado con ellos con algún articulillo y desearía concertar una visita con la familia Plómez para poder conocer su 'santa sanctorum': su taller. El artículo de Mario es una oda al papel, a la tinta, al plomo, un arrebato nostálgico de lo que, en mi también misma opinión, necesariamente no puede morir. Coexisitirá el papel con el iPad en la medida en que no nos volvamos individualistas patológicos. El otro día fui con mi mujer a la consulta del médico y llevábamos el periódico. En la sala de espera nos dijimos: tú las páginas centrales y yo el resto. Luego cambiamos. Eso con el iPad, sencillamente no se puede hacer. Además si te quedas dormido leyendo el periódico y se te cae... ¡no se rompe!

Nacho Arbalejo